Hace años recibíamos de cuando en cuando correo postal con un texto invitándonos a hacer tantas copias del mismo y enviarlas por correo, prometiendo venturas si lo hacíamos y desventuras si rompíamos la "cadena". Actualmente se ha hecho habitual recibir correo electrónico con una propuesta similar, a diferencia de aquél con loables intenciones, pero con una dinámica igualmente perversa.

El problema es que en tales mensajes sucesivamente reenviados se pierde el origen, y con él la credibilidad. Los dos últimos más difundidos han sido un texto que afirmaba responder a una consulta de la ONU contra el intento de EE.UU. de lanzar una Tercera Guerra Mundial, y otro texto que comenzaba afirmando que el Tribunal Supremo de Nigeria había ratificado la condena a muerte de Amina Lawal. Ambas afirmaciones eran falsas, pero al responder a hechos reales graves (la guerra contra Irak, la amenaza de lapidación de Amina) movían a mucha gente a sumarse a la cadena. De hecho, he estado recibiendo tales mensajes casi todos los días desde la más variada procedencia.

El primer mensaje tuvo como única consecuencia forzar a la ONU a eliminar, por saturación y bloqueo, la dirección de correo electrónico que se daba como referencia. El segundo podía tener consecuencias más graves, porque al apoyar una campaña en favor de Amina con afirmaciones falsas contribuía a desprestigiar el movimiento en solidaridad con ella. Ello ha llevado a las organizaciones de mujeres que apoyan a Amina en Nigeria a pedir el fin de tal campaña de envío de correo.

De hecho, para organizar y apoyar campañas en Internet hay un procedimiento alternativo mucho más fiable: firmar las peticiones desde una página web, con autoría conocida que se responsabiliza del origen de la información y de la gestión de las peticiones. Pueden encontrarse múltiples de tales peticiones en la sección internacional de la página de denuncias de Alteritat, http://www.uv.es/~pla/denuncia.htm#mon . Hay incluso un dominio web,  http://www.PetitionOnline.com , que facilita gratuitamente el hospedaje de tales peticiones.

De manera que mi recomendación es no seguir nunca una cadena, y disuadir de hacerlo. Quien quiera promover una petición, que la instale en una página web y envíe a su lista de direcciones un mensaje simple comunicando el lanzamiento de la petición y la dirección web para realizarla. Contribuyamos así a un uso racional de Internet y a la eliminación de los mensajes basura.