RedRoj@
.cat
Y EL FUTURO DE INTERNET
Rafael Pla
López
La concesión del dominio principal .cat de Internet para la comunidad
lingüística y cultural de habla catalana tiene la
singularidad de ser la primera concesión que el organismo
internacional regulador de los dominios de Internet, ICANN, realiza
para una comunidad de dicho tipo. Para entender su significación
debemos recordar que hay dominios principales de dos letras, como .es, referidos a ámbitos
territoriales correspondientes a Estados, y otros de tres letras, como .org, .net o .com, de carácter no
territorial.
Ahora bien, precisamente es esencial a Internet su carácter
"extraterritorial": su territorio propio es el Ciberespacio, que no
admite fronteras. Hemos tenido un ejemplo con el desarrollo de la
RedRoja, que concebida incialmente para las personas rojas residentes
bajo el Estado Español, en la práctica ha ido
incorporando a personas de múltiples países,
especialmente de habla castellana. Lo cierto es que la
supeditación a los ámbitos estatales choca con la
naturaleza de Internet, drásticamente independiente de todo
poder centralizado, político o económico. Y donde los
agrupamientos tienden a realizarse libremente en base a afinidades,
entre ellas las ideológicas y las lingüísticas. El
mismo desarrollo de la RedRoja muestra la importancia de las
comunidades lingüísticas, que naturalmente se permeabilizan
en base al multilingüismo de muchas páginas web y de
internautas frecuentemente políglotas.
Por ello, el reconocimiento de dominios principales para comunidades
lingüísticas o culturales facilita que la estructura formal
de tales dominios se corresponda con la estructura real de las
relaciones en Internet, superando los corsés estatales.
En el caso de .cat,
corresponde a lo que un insigne jurista llamó una comunidad
nacional, que algunos sociólogos han llamado nación
cultural, y que en nuestro Partido hemos llamado área cultural
nacionalitaria, en este caso de los Países Catalanes o
países de lengua catalana. Pero debemos subrayar que este
enfoque de lo nacional se aleja de los nacionalismos políticos,
que tienden a indentificar las naciones con determinados territorios y
el poder político (estatal) en los mismos. Y esta nación
cultural catalana, que en modo alguno se restringe al territorio de la
comunidad autónoma de Catalunya, es mucho más real que la
referencia a ésta como una nación, sin perjuicio de
reconocer el derecho de su ciudadanía a definirse así en
su Estatuto, aunque no corresponda propiamente a una nación
política (Estado) ni a una nación cultural (que
abarcaría a otras gentes de habla catalana).
Pero siguiendo por este camino, y dadas las estrechas relaciones entre
pueblos que comparten tradiciones culturales comunes en la lucha por la
emancipación frente al imperialismo, ¿por qué no
reivindicar también un dominio .cas,
independiente de los Estados, para los pueblos de habla castellana, o .lat para los pueblos de cultura
latina?