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EL SOFTWARE LIBRE COMO MODELO DE INVESTIGACIÓN PÚBLICA
Rafael Pla López
En diversos artículos hemos comentado las características
del software libre, basado en la libre circulación de
información que Internet propicia. Y en la edición de
enero ampliábamos dicho análisis al conjunto de lo que se
viene llamando "economía del conocimiento". Vamos ahora a
profundizar en este tema, señalando cómo el modelo de
investigación que está dando lugar al desarrollo del
software libre puede generalizarse al conjunto de la
investigación aplicada, en el marco de lo que se denomina I+D+i
(Investigación+Desarrollo+innovación).
Recordemos la forma como se desarrolla el software libre (Linux,
Mozilla, OpenOffice, etc.): miles de informáticos de diversos
países cooperan voluntariamente en el desarrollo de programas
cuyo código fuente se conoce públicamente, poniendo sus
resultados a la libre disposición de todo el mundo. Tanto dicha
cooperación como la distribución de los programas se
apoyan en la utilización de Internet. Los informáticos en
cuestión, que renuncian a vender los programas que desarrollan,
viven de su actividad profesional en Universidades u otros centros
públicos, ámbito en el que es habitual la libre
difusión del resultado de la investigación
(principalmente básica), o bien de su asesoramiento personal en
el uso de tales programas.
Por el contrario, la investigación aplicada que se desarrolla en
empresas privadas se realiza en estricto secreto, cosa que impide el
efecto multiplicador que deriva de la comunicación entre quienes
investigan en el mismo campo. Además de la ineficiente
duplicación de tareas que provoca su falta de
comunicación, tal investigación requiere costosas
inversiones que sólo están al alcance de grandes empresas
que quieran y puedan asumirlas. En España, como sabemos, dicha
investigación en el seno de las empresas es muy escasa, tanto
por falta de capacidad económica para emprenderla como por falta
de una "cultura de investigación" propia del I+D+i. Ello
está generando, además, un grave problema de falta de
salidas laborales para muchos investigadores formados en las
Universidades y que no encuentran acomodo en su plantilla docente.
Especialmente sangrante resulta el incierto futuro de miles de
investigadores de alto nivel regresados del extranjero a través
del programa "Ramón y Cajal".
La alternativa sería reproducir el modelo que da lugar al
desarrollo del software libre, poniendo en pie Agencias Públicas
Generales de Investigación cuya plantilla de investigadores
proporcione un servicio público a todo tipo de entidades y
empresas buscando soluciones a sus problemas. El resultado de sus
investigaciones debería ser como norma general público y
gratuito y difundirse libremente por Internet para que pudiera ser
utilizado por cualquiera. En contraprestación a tal servicio
gratuito podrían requerirse contrapartidas, como la estabilidad
laboral en las empresas que de él se beneficien, a fin de que la
innovación consiguiente no redunde en una reducción de
plantilla. Si una empresa subvenciona parcialmente una determinada
investigación podría obtener la prerrogativa de la
utilización exclusiva de sus resultados durante un
período de tiempo reducido, por ejemplo de dos años,
transcurrido el cuál se consideraría de dominio
público, al igual que el software libre.
Por este camino se iría desarrollando una dinámica
extramercantil en un ámbito, el del conocimiento, que encaja mal
en la lógica de la economía de mercado, y se
sembrarían embriones de superación del capitalismo.