Continúa la lucha por el control, aunque sea indirecto, de
Internet. La última batalla se está librando en EE.UU.
alrededor de la "neutralidad" de la Red.
Se entiende por "neutralidad" de la Red como soporte de la
comunicación en Internet el que un internauta pueda utilizar del
mismo modo la amplitud de banda de que disponga para acceder a
cualquier sitio de la Red. Dicha "neutralidad" supone así una
igualdad formal de oportunidades para todos los sitios, equiparando los
de grandes empresas de comunicación con los de medios
alternativos o "blogs" personales. Ello ha posibilitado un protagonismo
creciente de estos últimos, que permite sortear la censura y el
filtro impuesto por los medios controlados por multinacionales o
grandes empresas de la comunicación, dañando gravemente
el monopolio del llamado "Pensamiento Único".
Pues bien: algunas "lumbreras" norteamericanas parecen haber discurrido
un medio para por un lado ganar más dinero y por otro lado
obstaculizar la comunicación alternativa. Se trataría de
posibilitar que las empresas de comunicación paguen una prima a
los servidores de Internet para que éstos "primen" sus sitios en
la utilización de la amplitud de banda. Ello colocaría en
una situación de privilegio a las grandes empresas capitalistas
que pudieran pagar dichas primas, a cuyos medios de comunicación
se podría acceder fácil y rápidamente, mientras
que a otros sitios (por ejemplo, a la web
http://www.pce.es
o al dominio
http://alteritat.net )
sólo se podría acceder "a pedales".
Frente al intento de cambiar la legislación norteamericana
abandonando la llamada "Primera Enmienda de Internet" que establece tal
neutralidad de la Red, se ha alzado una variopinta coalición de
grupos y personas que ha lanzado la campaña "Salvar Internet -
Únete a la lucha por la Libertad de Intenet" a partir de la
página
http://www.savetheinternet.com/
. Aunque dicha batalla se libra de momento en el terreno de la
legislación norteamericana, y dado que en Internet no hay
fronteras, vale la pena que les demos nuestro apoyo, recordando aquello
de las barbas del vecino y la puesta a remojo de las propias...