Entre las noticias sobre las Olimpíadas de Pekín hemos
podido leer referencias a la censura en Internet, que incluía
dificultades para acceder a páginas web "inamistosas". Pero no
está de más recordar que el régimen capitalista
chino no es el único que pretende restringir la libertad de
expresión en Internet. De hecho, en un mundo donde las amenazas
a las libertades democráticas tienden a globalizarse, es
conveniente difundir procedimientos para resistir dichas amenazas
también en Internet.
La censura en Internet se realiza por varias vías. La más
sencilla es obligar al cierre de una determinada página web,
pero ello sólo es posible si el servidor que la hospeda
está en el territorio del mismo Estado que pretende cerrarla, y
puede eludirse fácilmente "deslocalizando" la página,
recurriendo a un servidor lejano para hospedarla.
Otra vía es bloquear el acceso a determinadas páginas
web, lo cuál sólo es posible a través del control
o la colaboración del servidor que proporciona el acceso a
Internet; ello podría eludirse fácilmente cambiando de
servidor, a menos que el Gobierno en cuestión controle todos los
servidores locales (incluso en ese caso podría eludirse a
través de la conexión telefónica con un servidor
lejano, pero ello puede tener un coste prohibitivo y una baja velocidad
de conexión).
La censura también puede ejercerse a través de la
represión directa de quienes ponen contenidos indeseados en web,
mediante su identificación directa en la misma o rastreando la
localización IP del ordenador utilizado para ponerlos.
Pero contra todos estos procedimeintos de censura existen mecanismos de
defensa, aunque la eficacia de los mismos puede requerir una elevada
sofisticación. Esencialmente, los mecanismos consisten en la
encriptación de la información transmitida y en la
ocultación del IP utilizado, mediante los llamados
"anonimizadores", que en los casos más sofisticados encubren su
rastro a través de una trayectoria aleatoria en la red.
Para acceder a dichos mecanismos pueden seguirse las instrucciones contenidas en
http://www.eff.org/Privacy/Anonymity/blog-anonymously.php (en inglés) o en
http://www.rsf.org/IMG/pdf/anonymous_ESP.pdf (en castellano). Puede conseguirse un programa anonimizador específico en
http://anomyser.com . Y por lo que se refiere a la encriptación, una web de referencia es
http://www.kriptopolis.org/ .
Señalemos que los mecanismos de defensa contra la censura pueden
ser utilizados desde posiciones ideológicas contrapuestas, como
también lo son quienes los propugnan (incluyendo algunos
políticamente poco recomendables pero cuyas instrucciones
técnicas pueden sernos perfectamente útiles). Porque de
lo que se trata, en definitiva, es de defender la libertad de
expresión en Internet, con independencia de que las amenazas
contra la misma se hagan bajo el mando de Hu Jintao, de George W. Bush
o de Baltasar Garzón.