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13 MILLONES

Rafael Pla López

Entre las justificadas advertencias frente a las ilusiones despertadas por la llegada de Obama a la presidencia de los EE.UU. suele figurar la reflexión de que a fin de cuentas, y con independencia de sus intenciones, Obama sería impotente frente a los condicionamientos del sistema político-económico-militar de los EE.UU. "Una persona sola no puede hacer nada", se dice.

Pero dicha reflexión tiene un error de base: no es una persona sola, son 13 millones.

En efecto, la campaña que ha llevado a Obama a la presidencia ha contado con la participación de millones de voluntarios y voluntarias que han contribuido a ella de una u otra manera; en su base de datos hay 13 millones de direcciones de correo electrónico y un millón y medio de números de teléfono para el envío de SMS. Y del mismo modo que se movilizaron para superar las resistencias de los aparatos del Partido Demócrata primero y del Partido Republicano después en la campaña electoral, podrían movilizarse para hacer frente a una eventual resistencia del "sistema" contra eventuales iniciativas impulsadas por quien ellos y ellas han llevado a la presidencia. Como también podrían hacerlo las múltiples redes autoorganizadas que se desarrollaron paralelamente a la campaña "oficial".

Hay que dejarlo, por tanto, muy claro: Obama, si quiere, SÍ PUEDE. En la medida en que sus acciones o su inacción empiezen a decepcionar no será por su incapacidad frente al "sistema", sino por falta de voluntad política. Y por otra parte, si la movilización por un verdadero cambio permanece activa, no hay que descartar que éste pueda impulsarse, más allá de las intenciones iniciales de Obama o de la falta de ellas. Pues el elemento más rupturista del proceso que se ha vivido en los EE.UU. no es el color de la piel de su presidente, sino el movimiento de base que se ha desarrollado, utilizando ampliamente los recursos de Internet, para derrotar al belicismo neoliberal de los "neoconservadores". Por ello no hay que descartar que, con independencia de sus intenciones, Obama pueda ser el Gorbachov del sistema capitalista.