Sarkozy se ha salido con la
suya torciendo el brazo de los diputados franceses para ilegalizar las
descargas en Internet. Y desde el país de
Obama presionan al gobierno de
Zapatero
para ilegalizar las descargas en España, cosa que haría doblemente
desatinado el canon digital, pero que además hace patente, en línea con
lo que decíamos en marzo del año pasado, el papel real de la SGAE, que
sirve para que se lucren una panda de aprovechados pero cuyos socios
producen una mínima parte de las obras que realmente se descargan.
Pero no nos engañemos. La descarga de música y películas no es lo que
principalmente preocupa a los poderosos del mundo, que la han
utilizado, junto a fenómenos como la pornografía infantil, como un
subterfugio para intentar colar sus propósitos de controlar Internet.
Porque lo que les preocupa precisamente es el "descontrol" de Internet,
el hecho de que no esté bajo su poder. Supongo que son conscientes de
la dificultad de impedir las descargas, dado que a cada medida
fiscalizadora la comunidad internauta responde con una contramedida
para salvaguardar la privacidad y la libertad, como explicábamos en
abril de este año. Pero de lo que se trata es de que vaya calando la
idea de que no hay que dejar que los internautas campen por sus
respetos, sino que han de aceptar estar controlados por el poder.
Sabemos que el capitalismo tiende a cercenar las libertades
democráticas. La democracia formal excluye la vida económica
cotidiana y se limita a la participación en elecciones periódicas. Y
cuando ésta también se restringe, el ciberespacio aparece como un
ámbito clave para la libertad de expresión e información y para la
participación democrática. Surgen así en Internet grupos como
"Ciberagitación en IU" (
http://groups.google.es/group/ciberagitacion) y menudean peticiones de todo tipo a las que adherirse, como las promovidas por Amnistía Internacional (
http://www.es.amnesty.org/) o por Avaaz (
http://www.avaaz.org/es/) o las hospedadas libremente en
http://www.petitiononline.com. En la sección de denuncias de Alteritat (
http://alteritat.net/r)
pueden encontrarse enlaces a muchas de dichas peticiones, entre ellas
por el cierre de Garoña, por medicamentos gratuitos para funcionarios
jubilados, contra la prohibición de Iniciativa Internacionalista,
contra rebajas a los derechos humanos de los inmigrantes, por la
despenalización del aborto, contra la criminalización de la
desobediencia civil, por declarar a España libre de transgénicos, por
la renovación pedagógica, contra el monocultivo de eucaliptus en
Galicia, contra la incineradora de Alcalá de Henares, por un itinerario
ciclista entre Valencia y Burjassot, contra una autovía por la Huerta
de Valencia, contra una mina de arcilla en Begís, por el
desmantelamiento del bloqueo de Gaza, por el fin del embargo
norteamericano a Cuba, por permisos iguales e intransferibles de
paternidad y maternidad en Europa, por la liberación de los presos
políticos de Birmania o en defensa de la libertad académica en Carolina
del Norte. Dados los plazos de publicación, quizá cuando estés leyendo
ésto algunas iniciativas estén desfasadas, como las referidas a las
Elecciones Europeas, pero seguro que habrán surgido otras nuevas.
El carácter esencialmente internacional de Internet hace que para
restringir la libertad en su seno no baste con diputados que sigan la
voz de su amo ni con jueces que escriban al dictado. Y favorece que los
excluidos del juego electoral, en vez de subirse al monte de las
pistolas, bajen a la llanura del ciberespacio. Ojalá sea así. Porque
las armas podrán aplastar a los Tigres Tamiles, pero no pueden anular
el libre flujo de las ideas. Y si para los poderes políticos y
económicos Internet es el último reducto a aplastar de la libertad de
expresión, para nosotros es la cabeza de puente para conquistar la
libertad en el mundo.