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¿CREADORES DE EMPLEO?Rafael Pla López
El documento político aprobado por el XVIII Congreso del PCE precisa que "la expresión
"creación del empleo" (...) trata a la fuerza de trabajo como objeto
pasivo y a los "empleadores" como sujetos activos, expresando así la
subordinación ideológica a la clase burguesa dominante". Y naturalmente, una fuerza anticapitalista no puede propugnar "poner la economía al servicio de la creación de empleo", sino organizar la economía sobre la base del trabajo.
Pero,
como suele ocurrir, también aquí la distorsión del lenguaje es un
reflejo de la distorsión de la realidad, en este caso de la existencia
de más de 4 millones en el paro, lo que provoca que para muchísimos
trabajadores y trabajadoras su objetivo no sea acabar con la
explotación capitalista, sino conseguir ser explotados o no dejar de
serlo.
Y esa distorsión de la realidad tiene también
manifestaciones de una perversidad extrema, como es la proliferación
mundial en Internet de falsos ofrecimientos de puestos de
trabajo. Ciertamente, lo más prudente es desechar como estafas todos
los ofrecimientos de ese tipo recibidos por correo electrónico. Pero
adicionalmente Bárbara Kiviat
daba en el "Time" del 26 de octubre algunos consejos sensatos para
detectar dichas estafas. Por ejemplo, si una búsqueda en el Google de
las supuestas empresas que los hacen únicamente encuentra tales
ofrecimientos de puestos de trabajo hay buenas razones para sospechar
que se trata de un fraude. Igualmente, habría que evitar dar datos
personales como el DNI o el número de la Seguridad Social hasta tener
una entrevista cara a cara. Y desde luego, nunca dar el número de una
cuenta bancaria hasta después de haber firmado un contrato ni pagar
nada por supuestas gestiones.
Si en general es falso que los
empresarios sean "creadores de empleo", en estos casos se trata de
doblemente falsos "creadores de empleo", de sanguijuelas que no
pretenden ni siquiera explotar la fuerza de trabajo de personas en
paro, sino robar sus ahorros.
Debo decir que llevo recibiendo
con frecuencia tales ofrecimientos en mi buzón electrónico desde hace
años, pero desde mi puesto de trabajo como profesor de Universidad no
les prestaba ninguna atención. No obstante, parece ser que la
desesperación provocada por un paro prolongado hace que muchas personas
se dejen engañar por dichos señuelos. Con este artículo espero
contribuir a que por lo menos ningún lector o lectora de Mundo Obrero
caiga en la trampa.