RedRoj@
CONTRA LA GUERRA Y LA MANIPULACIÓN
MEDIÀTICA
Rafael Pla López
En el momento de redactar el artículo está en marcha una campaña de bombardeos de misiles sobre Libia,
después de una campaña de bombardeo mediático para justificarlos. Pero
tenemos suficientes indicios (a través de testimonios de
enviados de Telesur y la Unión Europea y del monitoreo aéreo del
Ejército Ruso) de que los iniciales bombardeos aéreos de
manifestaciones pacíficas en Trípoli y Bengasi nunca se produjeron.
Pero esos indicios los hemos conocido a través de Internet, sin que de
ellos se haya hecho eco la gran prensa y cadenas de televisión. Ello es
importante, porque tales supuestos bombardeos se han utilizado para
justificar la sublevación armada y la intervención militar extranjera.
Sin ellos, Gadafi no pasaría de ser otro colaborante de potencias
imperialistas enfrentando protestas populares, como las victoriosas
movilizaciones pacíficas en Túnez y Egipto y las que se están
produciendo en otros países, ante las cuales las potencias occidentales
respondieron tibiamente sin exigir la renuncia de sus gobernantes. La
manipulación mediática para crear un caldo de cultivo favorable a la
intervención militar reproduce la que se produjo con las inexistentes
"armas de destrucción masiva" de Sadam Hussein en Iraq. Y esa
manipulación se mantiene mientras su objetivo sigue vigente, aunque
luego se haya hecho hincapié en los bombardeos, éstos sí reales, contra
objetivos militares en el marco de una guerra civil, los cuales
naturalmente producen también bajas civiles, como todas las guerras, y
en particular como en Afganistán, y que se incrementan con la
intervención militar extranjera.
Y si no disposiéramos de Internet no hubiéramos podido superar el
bloqueo informativo, ni en el caso de Libia ni el de Wisconsin, donde
teníamos a través de Internet abundante información de las
movilizaciones obreras contra el ataque del gobernandor republicano Walker
a la negociación colectiva de los trabajadores públicos, mucho antes de
que la gran prensa comenzara a hacerse eco de las mismas. Aunque,
ciertamente, la manipulación mediática se extiende también a Internet,
como demuestra la demencial campaña de Avaaz recogiendo miles de firmas
en favor de la "zona de exclusión aérea" en Libia. Y en el caso de
Wisconsin, la gran prensa (caso del "Time") contraataca intentando
desprestigiar a los trabajadores públicos presentándolos como
"privilegiados", como por cierto hicieron también en España ante los
recortes de Zapatero.
En definitiva, debemos agradecer a Internet no estar inermes ante la
manipulación mediática, pero debemos luchar sin descanso contra ésta en
todos los frentes, utilizando a tope las redes sociales, única forma de
recuperar la movilización social contra la guerra, reclamando el alto
el fuego y
solución dialogada que hemos venido propugnando el ALBA, el Partido de
la Izquierda
Europea y la Unión Africana