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¿QUIÉN NOS REPRESENTA?

Rafael Pla López

Vicenç Navarro sí nos representa: su texto http://actuable.es/peticiones/pide-referendum-ratificar-reforma-la-constitucion fue apoyado por el movimiento 15M, los sindicatos, IU, el PCE, etc, y a finales de agosto había recibido (con un sistema especialmente riguroso que requiere previamente registrarse y confirmar la dirección de correo) más de 100.000 adhesiones. Cuando esto se publique previsiblemente habrá recibido muchas más.

Ciertamente, Gaspar Llamazares, que defendió la misma posición en el Congreso de los Diputados, también nos representa. Pero no nos representan los diputados del PSOE y del PP que votaron la reforma constitucional en un Congreso caducado. Ni a nosotros ni a buena parte de quienes les eligieron hace cuatro años.

En tiempos de Internet, con redes sociales que permiten recoger rápidamente la posición de miles de personas sobre distintos temas, limitar la participación democrática a votar cada cuatro años es claramente obsoleto. Ello se hace especialmente patente cuando los diputados elegidos actúan al margen o en contra de sus propios programas electorales, como ocurre en este caso: no se presentaron a las elecciones prometiendo recortes sociales, ni remacharlos cambiando la Constitución para satisfacer a los especuladores financieros. Que no, que no nos representan.

Es por ello que la negativa a someter a Referéndum la reforma constitucional ha levantado tan amplio clamor popular. No puede aceptarse que la decisión soberana de la ciudadanía se vea sustituida por unos diputados cuyo mandato además está finalizando. Una Constitución modificada de esa forma carece de legitimidad y no merece ningún respeto.

Ciertamente, hay que cambiar la Ley Electoral para mejorar la proporcionalidad. Pero no es suficiente. Una ciudadanía que ha aprendido a expresarse cotidianamente a través de Internet y reapropiándose de la plaza pública requiere poder realizar referéndums vinculantes sobre las cuestiones más decisivas para su futuro, así como mecanismos de control y revocación de los cargos electos. Exige poder decidir en cada momento quien le representa y quien no.