RedRoj@
LA GUERRILLA DE LOS TWEETS
Rafael Pla López (@plalopez)
El primer debate televisivo Obama-Romney,
ganado por el aspirante, que tuvo un importante impacto en la campaña
electoral norteamericana, no pudo menos de recordarme el primer debate
Felipe González-Aznar,
también ganado por el aspirante y que desencadenó un miedo movilizador
que llevó a su derrota electoral. Pero ha habido una diferencia
significativa: durante el debate Obama-Romney se enviaron más de 10
millones de tweets, que contribuyeron a amplificar su impacto. Claro
que entonces el título de este artículo hubiera hecho pensar en alguna
guerrilla indochina, mientras que ahora casi todos los lectores saben
que se refiere a los mensajes de un máximo de 140 caracteres en la red
Twitter.
En la actualidad la lucha de ideas es una auténtica guerra en la que en
vez de balas se disparan tweets, menos sangrienta que los ataques
genocidas que repetidamente padece el pueblo de Gaza, pero cuyo impacto
a medio plazo puede ser igual o superior. Hemos librado también esa
guerra comunicativa para la Huelga General Ciudadana del 14N, venciendo
a la contracampaña mediática antisindical, lo que se ha expresado en la
fuerte presencia de lemas vinculados al #14N entre los "trending topics" (temas más difundidos) de Twitter.
En esa lucha utilizamos todo tipo de recursos: blogs, correo
electrónico, vídeos de YouTube, redes sociales como un N-1 remozado o
el ominoso pero extendido Facebook... pero Twitter ejemplifica una de
sus características principales: la agilidad, que permite hablar
propiamente de una "guerrilla". Pues la inmediatez y la rapidez en la
respuesta son típicos de Internet, unidos a la multiplicidad de
emisores: no atacamos con bombas de varios megatones, sino con miles de
alfilerazos con la participación de miles de activistas actuando en
red, por ejemplo "retwitteando" mensajes. Ello obliga a condensar los
mensajes en un máximo de 140 caracteres, lo que hay que entender como
un reto para la claridad de ideas y la gracianiana (de Baltasar
Gracián) concisión expositiva. Y no nos escandalizemos: a fin de
cuentas, la leninista revolución de octubre se realizó alrededor
de 3 palabras: paz, pan y tierra. Si no conseguimos resumir de un modo
similar lo que queremos, no conseguiremos una movilización
suficientemente amplia para cambiar el sistema. Claro que si
twitteamos, por ejemplo, "recortes sociales no, impuestos a los ricos",
podemos enlazar un documento en el que expliquemos detalladamente
nuestra perspectiva socialista y comunista, pero frente a las graves
agresiones sociales que estamos padeciendo es esencial contraatacar con
miles de respuestas ràpidas y contundentes. En la calle y en el
ciberespacio.