RedRoj@
DECRECER EN ENERGÍA, CRECER EN INFORMACIÓN
Rafael Pla López
Si las políticas de "austeridad" (para los de abajo) agravan la crisis,
la alternativa del "crecimiento" bajo el capitalismo es de dudosa
viabilidad. Pero las prédicas bucólico-monacales de "decrecimiento" y
"austeridad" tampoco son una alternativa para la defensa de los
derechos sociales frente al decrecimiento derivado de la "austeridad"
impuesta por el capital financiero.
Lo cierto es que el decrecimiento en el consumo de recursos naturales,
y en particular de energía, es una necesidad inesquivable. Pero al
mismo tiempo la producción, circulación y consumo de información
continúa su marcha ascendente a lomos de Internet: el papel vital de
los "buscadores" es precisamente una respuesta a la avalancha de
información. El problema, para el capitalismo, es que la aversión al
mercado es connatural a Internet, por mucho que se pongan con leyes
Sinde-Wert o Hadopi. De hecho, los negocios de Internet más exitosos,
como Google o Facebook, ofrecen sus productos gratuitamente y obtienen
sus ingresos a través de publicidad. Pero ello supone que dichos
ingresos dependan, en última instancia, de la economía
materio-energética condenada al decrecimiento. Dicha situación es
insostenible a medio plazo, y requiere del protagonismo del sector
público en la economía de la información. Sector público que no
equivale a centralismo estatal, sino que incluye la verdadera
iniciativa social, como la que desarrolla la comunidad del software
libre, de dominio público, que rechaza la apropiación privativa y
excluyente de sus productos.
Para superar el callejón sin salida del capitalismo hay que asumir que,
una vez cubiertas las necesidades materiales básicas de alimentación y
cobijo, que son limitadas y cuyo principal problema es la profunda
desigualdad y desequilibrio generados por el mismo capitalismo, el
único desarrollo sostenible es en el ámbito de la cultura: la
frugalidad materio-energética podrá acompañarse de la exuberancia en
cultura e información. Pero para ello hay que enterrar el capitalismo y
emprender la vía socialista, que es la vía de la libre cooperación y
desarrollo de la creatividad humana.