RedRoj@
UNA HUESTE DE UN MILLÓN
Rafael Pla López
Con pocos días de diferencia, un millón de personas firmamos en
Internet pidiendo la dimisión del Gobierno de Rajoy, y más de un millón
enviamos correos electrónicos instando a la toma en consideración de la
ILP contra los deshaucios hipotecarios. Cuando escribo ésto, lo segundo
se ha conseguido (aunque aún falta su tramitación), lo primero todavía
no ¿Se habrá cumplido cuando ésto se publique?
Ciertamente no es la primera vez que se producen firmas masivas en
Internet, y la misma ILP contaba no con un millón, sino con más de
1400000 de firmas manuscritas. Pero no hemos de subestimar el
simbolismo de que se supere la cota del millón en acciones ágiles como
las que permite Internet. Ello indica la virtual existencia de una
hueste, de un ejército civil y pacífico de un millón de ciberactivistas
capaces de unirse rápidamente para defender sus posiciones en Internet.
Ello ha sido posible, claro, por la confluencia de dos hechos: la
masiva utilización de Internet i la masiva indignación contra la
política del Gobierno, contra la corrupción que le rodea y contra los
bancos que arrojan a cientos de miles de personas de sus hogares.
Porque si esa política produce personas indignadas, Internet facilita
que su indignación no se queda aislada, rompiendo los monopolios
mediáticos y tejiendo redes de comunicación alternativa.
En el contexto de una crisis institucional con pocos precedentes, con
un desprestigio compartido por quienes detentan el poder político y
económico, por la monarquía, el gobierno y la banca, sólo el desarrollo
de un tejido social alternativo, que Internet ayuda a enhebrar,
posibilita que la indignación fragüe en una alternativa popular hacia
un proceso constituyente democrático en vez de deslizarse hacia el
fascismo o la resignación ante salidas "bancocráticas" presentadas como
"tecnocráticas".
Esos peligros, naturalmente, siguen existiendo, al tiempo que la
continuación de la política de recortes de derechos iniciada por el
gobierno de Zapatero-Rubalcaba e intensificada por el de Rajoy. Pero
sabemos que no estamos inermes, que no tenemos por qué resignarnos,
que, como dice "Anonimous", somos legión, y podemos continuar
desarrollando la movilización social, en las calles, en la plazas y en
el ciberespacio, y poniendo en pie una alternativa política frente al
latrocinio y la expoliación capitalista, en defensa del 99% de la
ciudadanía.