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CIBERTERRORISMO

Rafael Pla López


Durante la tercera semana de octubre, el servidor de internet alternativo Nodo50 ha sufrido un ataque DDOS, de "denegación de servicio", consistente en que miles de servidores coordinados lanzaban repetidamente intentos de acceso al mismo hasta saturarlo, haciendo así inaccesibles servicios y páginas web alojados en él, pertenecientes a múltiples organizaciones alternativas, entre ellas del PCE y en particular del Partido Comunista del País Valenciano. Durante un par de días también ha habido problemas para introducir comentarios en los artículos de Público. Ignoro si ello tiene alguna relación con el ataque citado.

Según el rastreo realizado por los operadores de Nodo50, los servidores atacantes estaban distribuidos en todo el mundo, y el tipo de ataque sufrido es típico de organizaciones criminales que alquilan los servicios de sus robots a quienes quieren promoverlo.

No es la primera vez que páginas web alternativas o de otro tipo sufren ese tipo de ataque. Pero la amplitud y persistencia del ataque sufrido (cuando redacto este artículo dura ya 7 días) parece indicar un serio intento de atacar la libertad de expresión e imponer el pensamiento único, roto por la emergencia de medios de comunicación alternativos que habían roto el monopolio de los medios de comunicación masivos tradicionales.

Esos ataques ciberterroristas son una muestra de que la lucha de clases continúa en el ciberespacio. Y una señal de que debemos aprestarnos a continuar el combate en ese terreno, tomando medidas adecuadas. Una es diversificar los canales utilizados para dificultar su obstrucción. Otra, guardar siempre copias ("mirror") de los contenidos de nuestras web para poder reconstruirlas, en caso necesario, en una u otra ubicación.

Insistimos: la lucha continúa.