RedRoj@

FRANCISCO I,
KOBANE Y ELISABETH WARREN
Rafael Pla López


Internet permite que alguien sentado en su casa frente a un ordenador pueda estar mejor informado de lo que pasa en el mundo que quienes deambulan por los pasillos de un Parlamento, como el Europeo.

Así, hemos podido saber del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, celebrado en el Vaticano bajo los auspicios del papa Francisco I y con la participación de Evo Morales, que bajo la consigna de tierra, techo y trabajo, cercanamente emparentada con la de nuestras Marchas de la Dignidad, ha llamado a la rebelión de los pobres. Conocimiento que hace difícilmente comprensible la oposición a que el jefe de Estado de Ciudad del Vaticano, quien en la práctica es hoy el mejor portavoz de la teología de la liberación, hable ante el Parlamento Europeo.

Y también hemos podido seguir la lucha heroica en Kobane de sus milicianas y milicianos, vinculados a los camaradas del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, contra los asesinos del "Estado Islámico". Sabíamos, claro, que la principal responsabilidad del surgimiento de éste era de los gobernantes norteamericanos y sus aliados, que con Bush desarticularon el Estado laico de Irak y con Obama estimularon la guerra contra el Estado laico de Siria, generando el caldo de cultivo para dicho "Estado Islámico". Pero cuando su engendro se les ha ido de las manos, han terminado teniendo que apoyar renuentemente desde el aire la resistencia de Kobane, atacando los blancos que sus defensores les señalaban. Después de que el secretario de Estado Kerry menospreciara el valor estratégico de Kobane, ha sido la heroica resistencia de sus defensores, alzándolo como un nuevo Stalingrado, la que ha forzado a que la fuerza aérea norteamericana luchara, por esta vez, en el bando correcto, sumándose en la práctica a la silenciada lucha del Ejército Árabe de Siria que intenta romper el cerco de Kobane.

Y hemos seguido en directo los avatares del cleptocrático sistema electoral y de primarias de los EE.UU. que han conducido a una mayoría conservadora "republicana" en ambas cámaras de su Congreso. Y hemos compartido inmediatamente los análisis del ala izquierda del Partido Demócrata, encabezada por Elisabeth Warren, sobre cómo la inconsecuente actitud de determinados candidatos "demócratas" ha facilitado su derrota, mientras que han triunfado otros que han luchado consecuentemente por la ampliación y no el recorte de la Seguridad Social, el aumento del salario mínimo o la neutralidad de la red.

Decíamos que hay que actuar localmente y pensar globalmente. Pero precisamente Internet, que nos permite saltar virtualmente de un extremo a otro del mundo, facilita la globalidad del pensamiento crítico que debe permitirnos evitar tanto cantos de sirena del pensamiento único como clichés fuera de contexto.