RedRoj@
¿QUÉ NEUTRALIDAD DE LA RED?
Rafael Pla López
Actualmente hay una fuerte lucha a favor y en contra de la "neutralidad
de la red" en Internet. Sus defensores propugnan definir Internet como
un servicio público, y sus atacantes la ven como un negocio, en el cual
las "autopistas de la información" tendrían carriles rápidos para
quienes pudieran pagarlos y carriles lentos para los demás.
Naturalmente, debemos participar en esta lucha al lado de quienes
defienden la "neutralidad de la red". Pero vale la pena profundizar en
el análisis de qué "neutralidad" se habla.
Porque hay que subrayar que se habla normalmente de la "neutralidad" en
la circulación de información de modo que ningún contenido "subido" a
Internet sea favorecido o preterido, de modo que quienes navegan por
Internet accedan en las mismas condiciones a todos los contenidos que
allí se encuentren. Pero no se habla de igualdad en el acceso a
Internet, dando por bueno que en función del ancho de banda que cada
cual haya contratado, y pagado, dicho acceso será más o menos rápido.
Es decir, la neutralidad afectaría a los carriles de la "autopista", no
a los carriles de entrada o salida de la misma.
Y no sólo eso: debemos recordar que cuando se habla de ADSL, la "A" es
la inicial de "Asimétrico", significando que la velocidad de subida es
notoriamente inferior a la de bajada. Y lo mismo suele pasar en los
accesos por cable. Naturalmente, ello sólo tiene sentido si en el otro
extremo de la línea, en los servidores de Internet, ocurre justo lo
contrario, es decir, que la velocidad a la que suministran información
es notoriamente superior a la velocidad a la que la reciben. Porque hay
que recordar que cuando hablamos de que una información se guarda "en
la nube" ello no significa que esté flotando por ahí, sino que está
alojada en un servidor totalmente asentado en tierra.
Dicha asimetría presupone que el común de los internautas nos dedicamos
principalmente a recibir información (por ejemplo, bajando
películas) y no a proporcionarla (por ejemplo, subiendo vídeos a
YouTube). Y ello es un residuo del funcionamiento tradicional de los
medios masivos de comunicación que dividen radicalmente entre
"comunicadores" y "espectadores". Pero precisamente la potencialidad
democrática de Internet es que todos los que participamos podemos ser
"comunicadores". Por ello, en la lucha por la radicalidad democrática,
hay que pugnar por una neutralidad completa de la red, que abarque no
sólo a los carriles de la autopista sino también a los accesos a la
misma. Sólo así Internet podrá hacer realidad una completa
democratización de la comunicación.