RedRoja@

#StopGamerGate2014, #StopTPP

Rafael Pla López

 
Comento dos informaciones que he recibido. La primera es sobre una campaña, con la etiqueta #GamerGate, acusando a una diseñadora de videojuegos de haber tenido relaciones sexuales con el evaluador de los mismos. Parece que ello no es cierto, en el sentido de que el hombre con quien tuvo relaciones no era quien evaluaba sus videojuegos. Pero lo grave es que se produjo una campaña de acoso en Twitter contra la diseñadora, llegando a proferir amenazas de muerte contra ella y contra quienes le apoyaban, que ante las coacciones recibidas se vieron forzadas a renunciar a participar en actos públicos. Esta campaña, que parece tener el trasfondo machista de minusvalorar los méritos intrínsecos de una mujer en un campo dominado por diseñadores masculinos, ha producido la reacción de una contracampaña con la etiqueta #StopGamerGate2014. Puede leerse más información en http://www.dailykos.com/story/2014/10/15/1336830/--GamerGate-The-battle-on-the-internet-you-haven-t-heard-of

La lección a extraer es que Internet, lejos de ser un terreno idílico, es un campo de batalla en el que se enfrentan distintas ideologías con repercusiones fuera de Internet. Eso sí, en relativas condiciones de igualdad mientras se mantenga la neutralidad de la red. En todo caso, es un campo de lucha ideológica en el que tenemos que intervenir.

La segunda es una nueva filtración en Wikileaks (ver https://www.wikileaks.org/tpp-ip2/ ) del capítulo referido a la "propiedad intelectual" del borrador de Tratado Transpacífico (TPP), paralelo al Tratado Transatlántico (TTIP) que nos amenaza. Dicho capítulo abarca desde privilegios de las farmacéuticas, registros de patentes y cuestiones de copyright a "derechos digitales". Y como dice en la página de Wikileaks, afectará a la libertad de información, a las libertades civiles y al acceso global a las medicinas.

La lección a extraer es que no deberíamos denominar a esos Tratados "de libre comercio". No lo son. Lo que hacen es propugnar los monopolios tecnológicos y de información, además de maniatar a los Estados para dejarlos desarmados ante las multinacionales.

Pero la verdad se abre paso en Internet.