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LA BATALLA DE LOS CARRILES

Rafael Pla López

Estos últimes meses se ha agudizado en EE.UU. la batalla sobre lo que se llama la neutralidad de la red, en lo que podría llamarse también "la batalla de los carriles": determinadas empresas suministradoras de servicios de Internet pretenden implantar lo que serían "carriles rápidos" en las autopistas de la información para quien los pagara, de manera que el resto de la información circularía por lo que serían carriles relativamente lentos. Y más de 5 millones de personas hemos instado a la Comisión de Comunicaciones Federal (FCC, por sus siglas en inglés) para que lo prohiba, estableciendo una regulación estricta en defensa de la "neutralidad de la red", de manera que pueda accederse con la misma fluidez a cualquier página web o recurso de Internet, evitando que los contenidos subidos por el común de los mortales estén sometidos a una desesperante lentitud para quienes quieran acceder a ellos.

Ciertamente, y como dijimos en junio, una completa neutralidad de la red debería afectar no sólo a la circulación de información en ella, sino también a los accesos a la misma. Pero debemos participar decididamente en la batalla de los carriles que actualmente se está disputando, la cual en definitiva es un conflicto entre el interés público y determinados intereses de lucro privado. En esta batalla, hemos valorado positivamente que Tom Wheeler, el presidente de la FCC, esté considerando tratar a la Internet de banda ancha no como un simple "servicio de información", sino como un "servicio de telecomunicaciones", con lo que estaría sometido a las normas que regulan éstas (ver http://thehill.com/policy/technology/218059-fcc-very-much-eyeing-web-rules-shakeup ).

Podría pensarse que ésto es una disputa ajena a nuestro país, en tanto que cuestión interna de los EE.UU. Pero dado su papel en Internet, tanto en su gobierno como en el suministro de servicios, lo que ocurra en EE.UU. afectará a todo el mundo, tanto de forma directa como indirecta. Ello justifica que desde fuera de EE.UU. participemos también en los emplazamientos a la FCC a través de la firma de peticiones en Internet, por ejemplo desde http://www.freepress.net/ .

Pero al mismo tiempo ello debe hacernos reflexionar sobre la necesidad de democratizar el funcionamiento de Internet, para evitar que esté condicionado por un país y por un conjunto de grandes empresas en el mismo. Como comentábamos en mayo, ésta es una batalla, por un Internet Justo y Equitativo (ver http://justnetcoalition.org/ ), en la que también debemos pelear.