RedRoj@
CONTRA LAS PUERTAS TRASERAS
Rafael Pla López
El mes pasado escribía en defensa de la privacidad. Pero este mes ha
saltado a la palestra el conflicto entre Apple y el FBI ante la
pretensión de éste de que Apple le proporcionara un programa para
romper el bloqueo del Iphone de un atacante muerto en la masacre de San
Bernardino.
Lo que pretende el FBI es que Apple le proporcione un programa
autenticado como una actualización del software que evite que el Iphone
se bloquee cuando se introduce un determinado número de PINs erróneos,
permitiendo así que tras unas pocas horas de intentos repetidos se
pudiera acceder a la información. Y la objeción de Apple es que ello
proporcionaría una "puerta trasera" para "hackear" no sólo el aparato
de San Bernardino sino cualquier Iphone, vulnerando así su garantía de
seguridad y privacidad, creando además un precedente que podría forzar
a la creación de "puertas traseras" en cualquier aparato informático,
con el agravante de que una posible filtración de tales programas los
dejaría inermes frente al espionaje de cualquier gobierno u
organización criminal.
Singularmente, Bill Gates ha apoyado al FBI, mientras que otros
gigantes de Internet están apoyando a Apple. No es extraño, dado que
los programas de Microsoft parecen quesos gruyere, llenos de agujeros
por los que se cuelan virus troyanos. Y tal maniobra los equipararía en
falta de seguridad con otras empresas más precavidas al respecto.
Para hacerse una idea, la pretensión del FBI sería equivalente a exigir
que todo domicilio tuviera una puerta trasera que pudiera ser abierta
con una llave maestra en manos de la policía. Y la analogía no está
alejada de la realidad, dado que en la medida en que se desarrolle el
llamado "Internet de las cosas" y la domótica de las "casas
inteligentes", numerosos aparatos domésticos, o incluso la entrada al
domicilio, podrían ser "hackeados" a través de tales "puertas traseras"
informáticas.
Podemos sospechar que la oposición de tales empresas informáticas a las
pretensiones del FBI es más interesada que altruista, dado que
contribuirían a la desconfianza hacia sus productos disminuyendo su
venta. Y de hecho no han mostrado la misma oposición a que la policía
pudiera acceder a la información guardada "en la nube", muchas veces
como copias de seguridad, en los ordenadores de tales empresas
(moraleja: hay que ser conscientes de que la información guardada "en
la nube" puede ser espiada).
Pero en cualquier caso, en defensa de la privacidad de la ciudadanía
hay que ponerse del lado de quienes se oponen a las "puertas traseras"
que son una amenaza a dicha privacidad.