En un fin de semana de intensa movilización "presencial" (Fiesta
Republicana en Alzira, Manifestación en València por una financiación
justa, Marcha de Puçol a Sagunt en homenaje a republicanos fusilados,
Manifestación del 1 de mayo), cuando pude ponerme ante el ordenador
para revisar el correo me encontré con el aviso para enviar a los pocos
días mi artículo en esta internáutica sección. Y al escoger el tema no
he podido por menos que acordarme de mi conversación en Sagunt con
parte de la historia del movimiento obrero, el camarada
Joaquín Navarro.
Coincidí con él en la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías,
como Internet, para desarrollar la comunicación entre las personas y no
para levantar barreras entre ellas. Y he recordado también lo que
escribiera en su día
Carlos Castilla
del Pino sobre la incomunicación, explicando cómo el capitalismo
fomenta la incomunicación entre las personas, buscando disminuir los
lazos afectivos entre ellas, utilizando a tal efecto la represión
sexual, rehuyendo el contacto físico y dificultando la confianza
recíproca, evitando así que el pueblo trabajador forme una piña para
levantarse contra su dominio.
Sabemos que Internet es un poderoso instrumento de comunicación que
permite salvar distancias lejanas para intercambiar ideas y coordinar
la lucha sin fronteras. Pero el capitalismo, que no pierde la ocasión
para corromper todo lo que toca, fomenta que la comunicación lejana se
haga a costa de la cercana, sustituyendo el calor de la charla con
quien tienes al lado por el intercambio frío de mensajes remotos.
Estamos, ciertamente, en un proceso de aprendizaje, en el que hemos de
descubrir y asimilar cómo usar Internet no como un sustituto de la
camaradería, sino como un instrumento para ampliarla: la derrota del
régimen no se producirá en el ciberespacio, sino en la calle y en las
urnas, pero el ciberespacio, Internet y las redes sociales posibilitan
conectar las acciones locales superando su aislamiento, como yo intento
hacer subiendo fotos y vídeos a
https://twitter.com/plalopez
Por ese camino podemos conseguir que Internet sea un instrumento de
comunicación y no de incomunicación.