RedRoj@

PRIVACIDAD SÍ, PRIVATIZACIÓN NO

Rafael Pla López
 
En Diciembre de 2001 publicaba en Mundo Obrero un artículo titulado "Público-Privado" que finalizaba diciendo "las espaldas siguen en alto, y continúa la lucha por lo público frente a lo privado y por la privacidad frente a la publicidad. El ciberespacio es nuestro, de todos y todas. No dejemos que nos lo arrebaten los gobiernos y las grandes empresas". Y quince años después, la batalla continúa.

Por una parte, Trump y el Congreso norteamericano han pasado una ley para eliminar las reglas que evitaban que los proveedores de servicios de Internet vendieran nuestra información "online" privada. De hecho en abril he firmado un protesta contra ello en https://petitions.signforgood.com/defendourprivacy : recordemos que, como expliqué en marzo de este año, "si la ley de la selva del mercado se impone en Internet en Estados Unidos, ello va a afectar inmediatamente a todo el mundo: en Internet no hay fronteras, además de que buena parte de los recursos de Internet residen allí".

Pero además de esa nueva amenaza contra nuestra privacidad, hay otra amenaza de privatización de la información en Internet, restringiendo su libre circulación según informa la Coalición Red Justa,
"Motivadas por las demandas de los grandes proveedores de contenidos, como las empresas tradicionales de cine y televisión, los nuevos gigantes tecnológicos como Apple, Google, Microsoft y Netflix se ha coligado para desarrollar, a través del W3C [World Wide Web Consortium], un nuevo estándar web que les permitirá acumular cada vez más poder sobre la vida cultural y económica de la humanidad.
En el meollo de este asunto se encuentran las “extensiones multimedia cifradas” (EME), una especificación técnica que fue desarrollada en la W3C y está a punto de ser publicada como Recomendación oficial de la W3C. El objetivo de las EME es permitir la implementación de los sistemas de Gestión de (restricciones de) los Derechos Digitales (DRM por sus siglas en inglés), a través de los cuales las casas editoriales podrán controlar lo que los usuarios finales pueden o no hacer con los contenidos que reciban a través de Internet".

Naturalmente, también he firmado oponiéndome a ello en http://justnetcoalition.org/against-eme .

Como decía al principio, continúa la batalla por una Internet libre, pública y respetuosa de nuestra privacidad. Os invito a todos y todas a sumaros a ella.