EUPV ADELANTE
Rafael Pla López

Cuando el Consejo Político Federal de IU refrendó el 20 de enero las candidaturas y la coalición de Esquerra Unida i Republicana (EUiR) en el País Valenciano, empezamos a salir de la pesadilla que empezó en julio pasado.

En julio de 2007, la corriente minoritaria “Esquerra i País” acordó constituir un nuevo partido político y, con el apoyo de destacados dirigentes federales de IU como Rubén Fernández y Mendi, comenzó un proceso para intentar aplastar la voluntad mayoritaria de los miembros de EUPV, que tras su Asamblea de noviembre de 2006 habían configurado una sólida mayoría por un movimiento político y social plural i alternativo de izquierdas, aglutinando al PCPV, a Espai Alternatiu y a un gran número de independientes entre los que estaba la coordinadora general de EUPV Gloria Marcos.

La actuación de “Esquerra i País” se orientó a intentar ahogar económicamente a EUPV y anular su representación institucional. Al tiempo que declaraban abiertamente que no acatarían los acuerdos de los órganos de dirección de EUPV, promovieron que sus cargos públicos suprimieran las aportaciones económicas que según los Estatutos debían hacer a EUPV, y aprovechándose de que el sistema electoral proporcional de EUPV les había permitido ocupar 2 de sus 5 escaños en las Cortes Valencianas, se unieron a los otros dos diputados de la coalición “Compromís” de la que formábamos parte para destituir a Gloria Marcos como portavoz y tomar el control del grupo parlamentario y de sus finanzas.

Al mismo tiempo, “Esquerra i País” preparaba el lanzamiento de su nuevo partido político al margen de EUPV: organizó su Congreso Constituyente para el 20 de octubre al mismo tiempo que se realizaba una Jornada de Debate de EUPV y convocó a su vez una Jornada de Debate para el 10 de noviembre, cuando se estaban realizando buena parte de las Asambleas Comarcales previas a la Asamblea de EUPV del 17 de noviembre que debía elegir sus candidaturas para las Elecciones Generales y aprobar sus aportaciones para el programa electoral de IU. El mismo día 10 por la tarde, cuando ya se habían elegido todos los delegados y delegadas para la Asamblea, acordó reclamar que las cabeceras de las candidaturas se eligieran en “Primarias” en vez de por la Asamblea como establecen los Estatutos de EUPV. Como era previsible, la Asamblea de EUPV rechazó dicha propuesta y eligió unas candidaturas para el Congreso de los Diputados encabezadas por Antonio Montalbán para València, Miguel Angel Pavón para Alacant y Conxa Amorós para Castelló, así como a José Luis Pitarch, Antonio Martín Lillo y Sixto Salvador para impulsar una conjunción de progreso para el Senado. Al mismo tiempo, la Asamblea acordó no repetir la coalición con las fuerzas políticas que habían incumplido los acuerdos de la coalición del “Compromís” y explorar la posibilidad de una coalición con las fuerzas que habían permanecido leales a los mismos.

Siguiendo el guión previamente programado, los dirigentes del nuevo partido político anunciaron la intención de presentar sus propias candidaturas a las elecciones. Al mismo tiempo, se presentaron impugnaciones a la Asamblea de EUPV alegando la exclusión realizada (tal como establecen sus Estatutos) de quienes no tenían al día sus cuotas y obligaciones económicas con EUPV, entre ellos la media docena de cargos públicos que se habían sumado al boicot económico contra EUPV. Todo ello aparecía claramente como un intento de justificar su escisión en marcha, pero, de una forma que puede parecer sorprendente, recibieron el apoyo de dirigentes federales de IU, que se negaron a reconocer los acuerdos de la Asamblea de EUPV y pretendieron imponer unas “Primarias” para escoger las cabeceras de las candidaturas. La intención era claramente marginar a la mayoría de EUPV sustituyéndola por el nuevo partido político como referente de IU en el País Valenciano, el cual negoció una coalición con las fuerzas que habían apoyado la destitución de Gloria Marcos como portavoz del grupo parlamentario, pretendiendo usurpar el nombre de EU con el apoyo de dirigentes federales de IU.

Pero el intento de deslegitimar la Asamblea de EUPV fracasó cuando la Sindicatura de Greuges (Comisión de Garantías) de EUPV, formada por miembros de todas sus sensibilidades, desestimó por unanimidad las impugnaciones, que no tenían ninguna base estatutaria. En estas condiciones, el Consell Nacional de EUPV del 22 de diciembre aprobó una resolución por el respeto a la soberanía democrática de EUPV dentro del proyecto federal y plural de IU, rechazó las “Primarias” y acordó convocar para el 11 de enero un Referéndum para ratificar la coalición EUiR con Izquierda Republicana junto con las candidaturas completas con las cabeceras elegidas por la Asamblea. En dicho Referéndum participaron 1426 afiliados y afiliadas con las cuotas al día (la gran mayoría votando directamente en las urnas, y unos pocos por correo o por voto diferido haciendo llegar el voto en un sobre cerrado junto con una fotocopia del DNI y una comunicación firmada), de los cuáles 1299, el 91'09%, dieron su voto afirmativo. En cumplimiento de dicho acuerdo, EUPV i IR registraron su coalición electoral precaviéndose así de la usurpación de sus siglas.

Al mismo tiempo EUPV presentó una demanda judicial contra unas “Primarias” convocadas al margen de EUPV usurpando su nombre. En el acto de conciliación en el Juzgado el representante de IU Federal reconoció el carácter preferente de las candidaturas elegidas por la Asamblea y la potestad exclusiva de EUPV para presentar sus candidaturas ante el Consejo Político Federal de IU. Finalmente, en las “Primarias”, realizadas por correo postal sin garantías de a quién se enviaban las papeletas y quién las hacía llegar a IU, se contaron 1165 papeletas atribuyéndose un total de 1057 votos a los candidatos alternativos presentados frente a los elegidos por la Asamblea: el intento de confundir la voluntad mayoritaria de los miembros de EUPV había fracasado.

De este modo, y a pesar de la resistencia de algunos dirigentes federales, el Consejo Político Federal de IU del 20 de enero refrendó las candidaturas y coalición aprovadas por EUPV junto a las de las demás organizaciones federadas, la gran mayoría de las cuáles cerraron filas en defensa de la federalidad y del respeto a las propuestas democráticamente elaboradas en cada territorio, cerrando el paso al intento de imposiciones centralistas y autoritarias. EUPV i IU habían superado así una gravísima amenaza contra su cohesión federal, reafirmándose como la esperanza para una alternativa federalista de izquierdas en el Estado Español.