Nosotros militantes de
diversas organizaciones sindicales y participantes en las convocatorias del
movimiento por otra justicia global y en el MRG de Valencia, acordamos esta
declaración:
Denunciamos que a pesar
de que vivimos en un momento de éxitos y de grandes beneficios empresariales,
los cierres y despidos se suceden, y la situación social y económica de muchos
trabajadores, se degrada diariamente. El 58% de los hogares no llegan a fin de
mes. El paro no retrocede (11%) y
el empleo sigue estancado, la precariedad sin embargo progresa (38%) y la
siniestralidad laboral es una de las mayores en Europa. Además los fraudes en
la contratación son habituales, como también la prolongación de la jornada en
muchas empresas; a los bajos salarios y a la inseguridad se añade los
elevadísimos precios de la vivienda. Esta es la situación, así vienen estando
las cosas desde hace tiempo.
Constatamos que tras 18
meses de nuevo gobierno no se aprecia ningún cambio en las políticas sociales
o en la voluntad de afrontar los problemas laborales; la limitada elevación en
el salario mínimo, las recientes propuestas sobre reforma del mercado de
trabajo, o actualmente el proyecto de presupuestos 2006 lo testimonian: no hay
cambio previsto alguno en este terreno, sólo una maquillada continuidad con lo
que han sido las políticas neoliberales impulsadas por los gobiernos del PP
hasta hace poco.
Fuerte como se siente
desde hace años, la patronal sigue a la ofensiva, insaciable en sus objetivos;
una ofensiva que diariamente mantiene empresa a empresa (GM, Ford, limpieza,
...), y que se refleja en la actitud que ha venido manteniendo la CEOE en los
ámbitos de negociación y en sus declaraciones en los medios de comunicación;
en sus peticiones de mayor facilidad para el despido, las contenciones
salariales para varios años,...
Advertimos que,
reforzando la posición empresarial en todo el territorio de la UE, y
amenazando las conquistas sociales, la agenda neoliberal europea sigue en pie;
la derechista Comisión Barroso, reforzada este semestre con la presidencia de
Blair, relanzará la propuesta de directiva Bolkestein y el proyecto de
ampliación del tope de jornada semanal europea; acompañando estas iniciativas
la propuesta de Blair de reforma del modelo social europeo, que abundará en
más flexibilidad laboral, menos derechos, menos salarios.
En esta situación nos
preocupa la pasividad extendida en amplios sectores del movimiento sindical;
lo que parece una estrategia de espera sin expectativas, y sin disposición a
presionar, a recurrir a la movilización social para traer los cambios posibles
y necesarios, o simplemente para defender de forma eficaz derechos y puestos
de trabajo. Las recientes y opacas negociaciones sobre una nueva reforma del
mercado de trabajo han sido un ejemplo de esa paralizante
actitud.
Como militantes
sindicales estamos convencidos de que sólo la acción sindical y el trabajo de
información amplio a todos los trabajadores, y no la negociación oculta y por
las alturas, son efectivos. Sin movilizaciones nada bueno podemos esperar con
una patronal a la ofensiva y de un gobierno repleto de neoliberales.
Sabemos que en esa
mezcla de retrocesos sociales y de pasividad se genera la debilidad sindical,
la baja afiliación que muerde a las organizaciones sindicales, acorralándonos
cada día un poco. Creemos que hay que pasar a la acción, informar a todos los
trabajadores y a la sociedad sobre las amenazas neoliberales, y preparar su
rechazo y las movilizaciones que hará falta
organizar.
Queremos alertamos
especialmente sobre:
a. La
directiva de servicios mercado interior (ex-directiva
Bolkestein), es una de las medidas más peligrosas que trata de aumentar la
competencia entre los pueblos de la UE aprovechando la ampliación europea. En
su fase de propuesta fue aprobada en la comisión con el voto del entonces
comisario Solbes.
Su objetivo es llevar
aún más lejos la liberalización económica en la UE, extendiendo la
desregulación de las actividades de servicios. Renuncia a la “harmonización”
de legislaciones existentes y establece en cambio el “Principio del País de
Origen”; según este principio las
empresas de servicios
deberán cumplir únicamente la legislación del país dónde radique su sede
social, a semejanza del pabellón de conveniencia en la marina mercante.
Esta directiva fomenta
la competencia entre sistemas derechos laborales, y sin duda alguna impulsará
las deslocalizaciones y el dumping social.
Busca también facilitar
los desplazamientos internacionales de las plantillas, que podrían “importar”
con ellas la legislación de su país de origen y sus contratos. Esto creará
grandes dificultades para el control del cumplimiento legislación laboral y
debilitará los convenios colectivos.
El movimiento sindical y
el Foro Social Europeo lanzaron un llamamiento unitario contra esta propuesta
de directiva, y convocaron en marzo pasado una manifestación en Bruselas. Para
este otoño, coincidiendo con su discusión en el parlamento europeo (22
nov.) hay convocadas varias
iniciativas de movilización y
rechazo de la directiva, que se realizarán a lo largo del mes octubre y ante
la reunión del Consejo del 15 diciembre.
Debemos dar continuidad
a esa amplia campaña europea en nuestras empresas y en la ciudades del PV.
b. Otra
amenaza está en la duración de
la jornada, en la revisión de la directiva 2003/88/CE, aunque su objeto es
mejorar la salud y seguridad de los trabajadores en su redacción se pretende
la ampliación a 65 horas del máximo de la semana laboral, permitiendo acuerdos
individuales de jornada leoninos, como la opt out (elegir la salida)
británica, que es la derogación individual por cada trabajador en su contrato
del límite 48h semanales de trabajo por media, en vigor a nivel europeo desde
1993. Alejándose de las propuestas de 35h esta directiva trae de nuevo a la
actualidad la lucha por sobre la duración de la jornada de trabajo. De
aprobarse esta nueva regulación será más difícil reducir la jornada, en el
universo de las pequeñas y medianas empresas las jornadas superiores a las 48h
se convertirán en común, esa es su verdadera intención, de hecho la directiva
sitúa el máximo en 65h semanales! Bruselas discute cómo asiatizar el empleo en
Europa, aproximar a la Unión Europea las condiciones de trabajo asiáticas, en
lugar de europeizar las condiciones del trabajo en
Asia.
c. Reforma
del mercado de trabajo, en este tema la posición defendida
por el ministerio de trabajo es absolutamente continuísta con PP, la propuesta
es una batería de medidas del más pura filosofía neoliberal que en nada
reducirán el carnaval de precariedad del que disfrutan las empresas. Este es
país en dónde más se ha abaratado el despido de toda la UE en los últimos años y parece no
bastarles aún ni a la patronal ni a los neoliberales del
gobierno.
Hay que sacar lecciones,
ahora ya es evidente que el diálogo social sin la movilización no conduce a
ningún sitio. Ni en mercado de trabajo ni tampoco en la próxima la revisión
del Pacto de Toledo y del sistema de pensiones de la seguridad social,
obsesionados como están en convertir las pensiones en un negocio para la banca
y los planes privados de pensiones.
d. La
patronal ha encontrado otra
nueva arma: la amenaza de deslocalización. Prometida a las plantillas que no
acepten las reducciones salariales o la ampliación efectiva de la jornadas.
Pero no debemos creer que son inevitables o que nada se puede hacer. Hay que
hay que defender el derecho de
veto sobre los despidos en situaciones de beneficios, y también debemos exigir
el reembolso de todas las ayudas públicas y su reutilización en apoyo a los
despedidos, con control y
trasparencia pública, mediante la mutualización de las ayudas. Esa debe
ser la dirección de los fondos públicos, estar vinculados al mantenimiento del
empleo y no tratarlos como donaciones incondicionadas a beneficio de
inventario, como la idea de la GV de
comprar de terrenos en Marruecos para las empresas
valencianas
Llamamos a todos los
trabajadores y a todas las organizaciones sindicales a responder a estos
desafíos, a buscar respuestas en la acción unitaria. Es necesario articular un
movimiento reivindicativo enfrentado a los proyectos neoliberales. Y también
es posible; recordemos que hace sólo tres años que una huelga general
multitudinaria sacudió el país, hoy se acumulan los conflictos en empresas,
transcurriendo en general aislados y sin apoyo
suficiente.
Debemos romper esta
situación de aislamiento y tejer redes de solidaridad y apoyo real. Un nuevo sindicalismo es posible y
necesario, coaligado a los movimientos sociales, con otra acción sindical y
atento a la reivindicación, porque sólo una movilización sostenida puede
ayudar a parar la ofensiva de la patronal y sus amigos.
Iniciamos con este manifiesto una campaña en el PV, con una dimensión europea, una campaña de contrainformación y movilización: Por un empleo con derechos, por la retirada de la directiva Bolkestein, no a la precariedad. Será una campaña larga y abierta a quienes quieran participar, con el 15D como una primera cita para salir a la calle a detener la ofensiva neoliberal. Os esperamos.