Quiero expresar una valoración globalmente positiva de la propuesta
de Informe, especialmente de toda la primera parte sobre el movimiento
contra la globalización capitalista y el papel que debemos jugar
los comunistas dentro del mismo. Coincidiendo con lo que se plantea, cabría
completando indicando:
1º) Que las raíces democráticas y antiautoritarias
de dicho movimiento han facilitado su posicionamiento en contra los vientos
militaristas e imperialistas que recorren el mundo. En ese
sentido, habría que incluir también un llamamiento por la
paz en Colombia, tema perentorio sobre el que me ha contado Núñez
que hay una propuesta de resolución.
2º) Que para desarrollar nuestro trabajo en el seno de un movimiento
internacional como éste deberemos desarrollar la coordinación
internacional entre los partidos comunistas.
Respecto a nuestra actuación frente a la guerra de la OTAN contra Yugoslavia, coincido con que nos perjudicó una cierta falta de coherencia, pero fundamentalmente por no haber defendido consecuentemente el derecho de autodeterminación de los pueblos de los Balcanes, tanto frente a la OTAN como frente al ejército Yugoslavo. Me parece, por otra parte, desafortunada la referencia a "la idea de que se estaba eliminando el último reducto comunista de Europa", cosa que introduce más confusión que claridad, cuando el partido gobernante de Yugoslavia había abandonado hace tiempo las posiciones comunistas, sustituyéndolas por posiciones nacionalistas. Otra cosa es que la OTAN tampoco tolerara dichas posiciones cuando no se expresaban en condiciones de subordinación.
En el ámbito europeo habrá que impulsar la articulación de la izquierda europea, desde su pluralidad, que nos ha conducido, conscientes de las limitaciones de la forma-partido, a defender el desarrollo de un movimiento político y social, analizando en qué medida la propuesta de un Partido de Izquierda Europeo es o no la forma adecuada en esa perspectiva.
Respecto al acuerdo con el PSOE previamente a las elecciones generales, habría que recordar que su carácter de última hora, improvisado y por las alturas, sin ni siquiera ser ratificado por el Consejo Político Federal de IU, no ayudó a que fuera asumido por el conjunto de la afiliación de IU y menos aún de su base electoral, que mayoritariamente no siguió la consigna de voto para el Senado, ni consiguió invertir la tendencia a la abstención de nuestro electorado previo, abstención que contribuyó en buena medida a la mayoría absoluta del PP.
Expreso asimismo mi acuerdo con la formulación propuesta para el trabajo en el movimiento obrero y sindical, sin perjuicio de que debe contemplarse también a las expresiones del movimiento sindical distintas de CC.OO.
Por cierto, no estoy de acuerdo en que la LOGSE sea reaccionaria [dicha tesis no estaba contenida en la propuesta de Informe, sino que fue defendida en una intervención previa].
Me congratulo de la autocrítica que contiene el Informe sobre la forma como se hizo la remodelación de la Comisión Permanente.
Coincido con la afirmación de que la creación y mantenimiento de fracciones permanentes es incompatible con la unidad y coherencia del partido. Pero habría que superar consecuentemente el sistema de listas cerradas que estimula el fraccionalismo, sin merma del principio de proporcionalidad y libertad de debate que debe caracterizar el funcionamiento democrático del Partido; éste sería un tema a tratar en la Conferencia de Organización, y que por tanto debería quedar abierto en el Congreso.
Y, finalmente, habría que precisar que la redacción del Manifiesto-Programa del Partido, adecuado a las nuevas realidades, debería partir del Manifiesto del PCE para la Izquierda aprobado en el XIV Congreso.