INTERVENCIÓN PARA EL COMITÉ FEDERAL DEL PCE DEL 7 DE JUNIO DE 2015
HACIA UN NUEVO MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL
Rafael Pla López
 
Deberemos dejar para el posterior debate precongresual el desarrollo de nuestra propuesta de "transformación en un sentido socialista hacia la construcción del comunismo" de la que hablábamos en el XIX Congreso. Tenemos hoy cuestiones más urgentes a clarificar si no queremos ir a la deriva los próximos meses.

Lo que hemos llamado candidaturas de Unidad Popular pueden ser embriones de un nuevo movimiento político y social plural y alternativo de izquierdas construido desde abajo. Y debemos plantearnos como tarea central, junto al impulso de la movilización social, impulsar la articulación de las iniciativas locales de Unidad Popular para la construcción de tal nuevo movimiento político y social. Y si dicho movimiento se articula en el conjunto de España podría permitir la superación de IU: lo que tenemos que defender no son sus siglas, sino el proyecto que representa.

Ciertamente, dicho nuevo movimiento político y social de Unidad Popular sería el marco idóneo para conseguir una Alternativa de ruptura democrática constituyente, superando el tripartidismo monárquico PP-Ciudadanos-PSOE. Pero debemos ser conscientes de que será muy difícil que su articulación culmine antes de las elecciones generales como marco para candidaturas unitarias en ellas, dada la negativa expresada per Podemos, que ha emergido de las elecciones del 24M como fuerza mayoritaria de dicho marco.

Si no conseguimos impedirlo, el escenario más probable tras las elecciones generales sería similar al producido tras las elecciones autonómicas: hundimiento del PP y un PSOE con posibilidad de escoger entre dos bisagras: Ciudadanos y Podemos. Y probablemente la apuesta del gran capital, ante un PP deshauciado y enfangado en la corrupción, sería una coalición de gobierno entre PSOE y Ciudadanos para seguir aplicando las políticas neoliberales dictadas por la Troika. Debemos esforzarnos por explicar, y explicárselo a los compañeros de Podemos, que sin candidaturas de Unidad Popular esa será la salida más probable: Podemos sólo no podrá impedirlo, y desde luego IU sólo tampoco.

Naturalmente, si cuajara una candidatura de Unidad Popular para las elecciones generales nosotros deberíamos presentar nuestros candidatos y candidatas para ella, incluyendo nuestra propuesta de Alberto Garzón para la presidencia de gobierno, pero teniendo claro que deberán escogerse en su marco.

Una candidatura de Unidad Popular para las elecciones generales puede adoptar la forma jurídica de una coalición en la que participemos IU y Podemos entre otros, o un partido instrumental sin las siglas de IU ni de Podemos. Pero Podemos en sí, que no es un movimiento plural sino una organización jerárquica y centralizada, no puede ser el marco de la Unidad Popular, y sin tal marco unitario IU deberá presentarse con sus siglas en coalición con quienes quieran venir con nosotros, como en la Izquierda Plural. Y nuestra presencia en el futuro Congreso de los Diputados puede ser esencial para combatir la deriva propugnada por el gran capital.

Por todo ello, el proceso de construcción de un nuevo movimiento político y social no debe supeditarse a las próximas elecciones generales, y en dicho proceso es esencial preservar la unidad de IU, de modo que todos sus componentes participen en el mismo: la Unidad Popular no se construye desde la división. Y la unidad de IU se preserva desde el funcionamiento democrático y el respeto a su federalidad, que incluye el respeto tanto a las competencias federales como a las de cada organización federada. En el caso de Madrid, probablemente la situación más grave por sus repercusiones globales, que ya hemos padecido el 24M, la única vía es la participación de todo el mundo en la Asamblea Extraordinaria convocada por su actual dirección. Cualquier otra vía que consolidara la ruptura, como las propuestas de "desfederación", significaría convertirnos en extraparlamentarios respecto al Congreso de los Diputados, como ya nos ha ocurrido en casi todos los parlamentos autonómicos.

Sería necesario realizar una Conferencia Política del PCE después de agosto, para homogeneizar nuestra actuación para las elecciones generales. Y después de éstas un Congreso Extraordinario que adopte los acuerdos que correspondan en relación a la construcción de un nuevo movimiento político y social, en el cual el PCE deberá participar sin intermediarios. Recordando que, a falta de nuevos acuerdos congresuales, nuestro proyecto político, que no puede alterarse por el Comité Federal ni por una Conferencia, y menos por organizaciones regionales, se llama Izquierda Unida.