INTERVENCIÓN PARA EL COMITÉ FEDERAL DEL PCE DEL 15 DE MAYO DE 2016
Rafael Pla López
Ciertamente, debemos felicitarnos del paso adelante en la confluencia de la izquierda que supone la coalición electoral con Podemos. Pero no debemos engañarnos: dicha coalición se realiza con un programa conjunto reformista de izquierdas: ni siquiera se habla de Proceso Constituyente, sino de "cambio constitucional", y el derecho a decidir se plantea para la cuestión territorial, pero no para la opción entre Monarquía y República ni entre permanencia o salida de la OTAN. Y no basta con que nosotros mantengamos nuestro programa: si por una de esas llegáramos al Gobierno
no sería para aplicar el programa de IU, sino como mucho el programa
conjunto de la coalición, o el que se acuerde con el PSOE a quien la
fuerza hegemónica de la misma, Podemos, anuncia que invitará a gobernar
juntos. Si de verdad nos creyéramos que, como aprobó el Congreso del
PCE, la contradicción principal actualmente está entre reforma y
ruptura, no podríamos apoyar presentarnos a las elecciones en una
coalición reformista.
Debo recordar que desde el País Valenciano presentamos precisamente una
tesis alternativa planteando como contradicción principal (es decir, no
la fundamental, sino la que aparece en primer plano) la oposición entre
Gobierno Progresista y de Gran Coalición, en vez de entre reforma y
ruptura. Pero nuestra propuesta fue rechazada por el Congreso.
Ciertamente, la realidad es tozuda, por mucho que el papel lo aguante
todo. Pero si ello es así alguien deberá hacerse una autocrítica y
proponer una rectificación en la segunda fase del Congreso.
Por otra parte, la sustitución del debate asambleario presencial por
una votación telemática no puede presentarse com un avance en la
democracia participativa, sino más bien como un retroceso en la misma.
Y en la transición de Izquierda Unida hacia un movimiento político y
social que supere su estrechez organizativa de Partido, son otras cosas
las que deberían cambiarse, como la existencia de superdelegados
"natos", que podemos discutir si son adecuados o no para el PCE, pero
no tienen sentido en un movimiento político y social. Así como la
utilización de listas abiertas para los procesos de elección, sin
menoscabo de la proporcionalidad, que es fundamental para una
democracia participativa. En el País Valenciano tenemos experiencia en
ambas cosas. Por ello, el PCE debería apoyar en su Asamblea Federal
nuestra resolución sobre los Estatutos de IU:
"Con el fin de preservar y desarrollar la democracia participativa en IU,
- Debe mantenerse el debate presencial de documentos, enmiendas y candidaturas en la Asamblea Federal de IU.
-
Deben eliminarse los "superdelegados" (delegados "natos" con voto) en
la Asamblea Federal de IU (como en EUPV).
- Todas las elecciones deben hacerse con un sistema proporcional con lista abierta (como el de EUPV)."