APORTACIONES
PARA LAS TESIS AL XIX CONGRESO
Rafael Pla López
PRIMERAS APORTACIONES
(Comité Federal del 29 de junio de 2013):
1. Sobre la expresión "crear empleo":
En la página 34 habría que poner "crear
empleo" entre comillas.
En la página 41 habría que sustituir
"creación de empleo" por
"movilización de fuerza de trabajo, mediante el reparto del tiempo de
trabajo y la potenciación del sector público y el trabajo social y
cooperativo".
2. "Salario Social" versus "Renta Básica":
En la página 15 habría que sustituir
"Renta Básica de ciudadanía"
por "Salario Social vinculado a formación o a un trabajo social".
3. Sobre nuestro objetivo final:
En la página 11 habría que sustituir "Y
a largo plazo el logro del socialismo" por "Y a largo plazo el logro
del comunismo".
En la página 12 y 34 habría que
sustituir "la perspectiva de
avanzar hacia el socialismo" por "la perspectiva de avanzar hacia el
comunismo".
4, Maduro:
En la página 2 escribir en mayúscula la
inicial del apellido del presidente de Venezuela.
La justificación de las tres primeras aportaciones (la cuarta es la
corrección de una errata) es la siguiente:
1. Sobre la expresión "crear empleo":
Debemos recordar lo que aprobamos en el XVIII Congreso del PCE: "Más
allá de la actual estructura de clases, hay que seguir reivindicando el
protagonismo de la clase trabajadora en la creación de riqueza,
desenmascarando la tergiversación que atribuye dicha creación al
capital, como la que se manifiesta en la expresión "creación del
empleo" que trata a la fuerza de trabajo como objeto pasivo y a los
"empleadores" como sujetos activos, expresando así la subordinación
ideológica a la clase burguesa dominante que conduce a justificar el
incremento de los beneficios empresariales como objetivo primordial del
desarrollo económico y precondición para la disminución del
paro"
(página 18).
En general, habría que evitar la expresión "empleo" (que supone la
existencia de un "empleado" por un "empleador" como sujeto activo),
hablando en su lugar de "trabajo" o "ocupación". Pero como mínimo
deberíamos ser consecuentes con lo aprobado en el anterior Congreso. En
la página 34 puede ponerse "crear empleo" entre comillas, en tanto que
hace referencia al lenguaje del adversario ("en nombre de una supuesta
salida de la misma y con la justificación de "crear
empleo""). Pero
en la página 41, cuando habla de nuestra propuesta, habría que evitar
la expresión "creación de empleo", sustituyéndola por alguna frase como
la indicada.
2. "Salario Social" versus "Renta Básica":
En primer lugar, no hay que generar confusión, porque de lo que habla
en la página 15 no es propiamente de una "Renta Básica", tal como la
define el movimiento internacional que la propugna, como una renta
universal e incondicional. En efecto, el texto dice:
"Programa de empleo público para las personas desempleadas sin subsidio
y aprobación de una Ley de Inclusión social y Renta Básica de
ciudadanía para quienes no tengan ninguna prestación asegurando un
salario mínimo de 1.000 euros y que ninguna pensión quede por debajo
del salario mínimo". Con ello, al restringirla a "quienes no tengan
ninguna prestación", se incumple el criterio de universalidad, Y la
incondicionalidad, que supone su desvinculación de la realización de
algún trabajo o "empleo público" es incongruente con el "Programa de
empleo público para las personas desempleadas sin subsidio" que plantea
al principio.
Algunos de los que defienden la Renta Básica, reconociendo que su
universalidad es inviable a corto plazo, defienden una renta
incondicional para quienes no tengan otros ingresos, planteándola como
un primer paso hacia el objetivo de la Renta Básica propiamente dicha.
Pero una Renta Básica es incompatible con una perspectiva socialista:
el reconocimiento de un supuesto derecho a vivir sin trabajar, estando
en edad laboral y teniendo la capacidad para hacerlo, es incongrente
con el principio socialista que proclama "a cada cual según su
trabajo". Este principio se iría sustituyendo progresivamente por el
principio comunista "de cada cual según su capacidad, a cada cual según
sus necesidades", comenzando por servicios públicos universales i
gratuitos como la educación y la sanidad, pero ello en la medida en que
dichos servicios se coloquen fuera de la esfera del mercado: nuestra
opción no es por el "cheque escolar" ni por un "cheque sanitario", ni
puede serlo por una "renta básica", universal e incondicional, que
sería una generalización de los mismos.
Se entiende que el debate entre "Renta Básica" y "Salario Social" se
mantenga abierto en Izquierda Unida, que es una formación plural donde
caben marxistas junto a personas con planteamientos idealistas,
reformistas o utópicos. Pero en el PCE no debería haber confusión al
respecto, a no ser que renunciemos a nuestra definición marxista. Por
no hablar de la letra de nuestro himno, la Internacional, cuando
proclama "no más deberes sin derechos, ningún derecho sin deber".
3. Sobre nuestro objetivo final:
Cuando se plantea una expresión que apunta a nuestro objetivo
final
("a largo plazo", "perspectiva de avance hacia") debe dejarse claro que
éste es el comunismo: el socialismo es el proceso que conduce a él,
como se explicaba en el Documento Político aprobado por el XVIII
Congreso: "debemos desarrollar nuestra concepción del
socialismo del
siglo XXI como un proceso democrático de transición al comunismo, a una
sociedad sin opresión ni explotación, en una humanidad sin clases ni
Estados" (página 2).
SEGUNDAS
APORTACIONES:
5. Cultura y comunicación:
Habría que recordar lo que se decía en el Documento Político aprobado por el XVIII Congreso del PCE:
"Y desde una perspectiva comunista
hay que poner en primer plano la defensa de las libertades
democráticas, tanto frente a las restricciones de las mismas
argumentadas en la “guerra contra el terrorismo” como frente a los
intentos de restringir la libre comunicación en internet argumentados
en la defensa de la “propiedad intelectual”. Lo que nos jugamos al
respecto no es sólo la restricción de determinados derechos
específicos, sino la defensa de unos instrumentos de libertad
esenciales para la construcción de una sociedad alternativa que supone,
entre otras cosas, la abolición de la propiedad privada característica
del sistema capitalista. Y en esta perspectiva, la abolición de la
llamada “propiedad intelectual” y en defensa del software libre es una
exigencia para la defensa tanto de la libertad de comunicación como del
derecho de los pueblos de todo el mundo al libre uso de la tecnología a
favor de sus condiciones de vida y salud. Esta es también otra de las
piedras de toque actualmente de un internacionalismo solidario." (página 21)
Actualmente, la persecución por el imperialismo norteamericano y sus
títeres europeos de quienen filtran sus secretos (Bradley Manning,
Julian Assange, Edward Snowden...) hace más patente la contradicción
entre la violación de la privacidad de la ciudadanía y el secretismo en
las instituciones estatales, en nombre de una "seguridad" que no lo es
de la ciudadanía, sino de los poderosos. Y la defensa irrestricta de la
libertad de información es un factor esencial de la lucha por una
verdadera democracia que devuelva el poder a la ciudadanía.
6. Educación:
Dentro de su campaña de recortes sociales, el gobierno Rajoy-Wert ha
lanzado una ofensiva contra la educación pública:
El proyecto de LOMCE pretende cercenar la gestión democrática de los
centros educativos, aumentar las barreras selectivas, adelantar la
segregación clasista de los estudios y reinstaurar la repercusión de la
religión católica en el curriculum. Y todo ello en un contexto de
reducción de plantillas y recorte presupuestario para la educación
pública mientras se mantienen las subvenciones a centros privados.
Respecto a la Universidad, en el marco de un fuerte recorte a la
financiación de las Universidades, aumento de tasas y recorte de becas
que aumenta el clasismo de los estudios universitarios, y recorte de
plantillas y sobrecarga docente del profesorado que impide un
aprendizaje centrado en el estudiantado, el informe de los
seudoexpertos nombrados por el Ministerio propone cercenar la autonomía
y gestión democrática de las Universidades, tergiversa las causas del
paro de quienes tienen estudios superiores atribuyéndolo a éstos en vez
de a la crisis capitalista y el modelo empresarial basado en mano de
obra barata y promueve la mercantilización de los estudios
universitarios.
Frente a todo ello, el PCE
defiende un modelo de Educación pública, libre, gratuita,
universal, laica, científica y de calidad al servicio de la inmensa
mayoría social, promotora de emancipación social y de la formación
integral de la ciudadanía. Así, considera necesario:
- Priorizar la
inversión pública en educación como requisito para un desarrollo
sostenible frente a la crisis capitalista.
- Asegurar el
papel central de la escuela pública en el sistema educativo, eliminando
los conciertos con centros privados, de modo que los fondos públicos
se destinen exclusivamente a la educación pública.
- Mejorar y garantizar la oferta
pública educativa, incluida la etapa de 0 a 3 años, desde la red de
centros de titularidad pública.
- Garantizar la
laicidad del sistema educativo, excluyendo la religión del curriculum.
El adoctrinamiento religioso debe salir de la Escuela y para ello se
debe derogar el Concordato con el Estado Vaticano y las leyes que
confieren a la iglesia católica un papel que no le corresponde en un
estado democrático.
- Respaldar con
una financiación suficiente la dimensión social y la renovación
pedagógica en la educación superior, implantando la gratuidad y
generalizando las becas-salario para posibilitar que nadie se vea
obstaculizado para acceder o completar sus estudios por su origen
socioeconómico.
- Establecer
Campus Interuniversitarios integradores que engloben a todo el sistema
universitario público garantizando su calidad.
- Salvaguardar
la investigación como servicio público, rechazando la apropiación
privativa de recursos públicos.
- Impulsar la
gestión democrática de todas las instituciones educativas.
- Continuar
apoyando las movilizaciones contra la mercantilización del sistema
educativo.
7. Por la laicidad sindical:
Hubo un tiempo en que CCOO, desde su independencia, tenía como
referente político al PCE. Eso pasó a la historia. Y el hecho de que el
PCE considere a CCOO como su referente sindical es un residuo del
pasado que debería ser superado.
Ello no obsta para que el PCE continúe orientando a su militancia a
trabajar preferentemente en CCOO, desde un compromiso genérico con el
apoyo al sindicalismo de clase como parte que somos del movimiento
obrero. Podemos hacer referencia a dicha orientación sin necesidad de
continuar la "tradición" de "mantener a CCOO como sindicato de
referencia" (página 17 del primer borrador para el Congreso). Y en la
página 11 podemos decir "el sindicalismo de clase (en especial CCOO)"
sin necesidad de proclamarlo "nuestro referente".
Pero dicha orientación no debe basarse en razones míticas por el
recuerdo de una CCOO del pasado que ya no existe. Dicha vinculación
mítica puede parecer satisfactoria cuando acudimos a la convocatoria de
una huelga general, pero coloca al Partido en una posición desairada
cuando la dirección de CCOO suscribe el recorte de las pensiones
vinculada al aumento de la edad de jubilación a los 67 años, o cuando
apoya la intervención militar de la OTAN en Libia.
Dicha orientación, por el contrario, debe basarse en razones
pragmáticas. Desde la apuesta por la unidad sindical y la comprensión
de que los sindicatos deben organizar al conjunto, ideológicamente
plural, de los trabajadores y trabajadoras para la defensa de sus
intereses de clase, los comunistas debemos estar donde estén los
trabajadores y trabajadoras. Por un lado, para ayudarles a organizarse
y movilizarse, y por otro para trabajar por elevar su nivel de
conciencia de clase. De aquí se deduce la necesidad de trabajar en
sindicatos mayoritarios. De poco serviría que nos encerráramos en
sindicatos minoritarios cuyos miembros tuvieran una mayor conciencia de
clase, e incluso revolucionaria, si ello nos aisla del resto de la
clase trabajadora, cuyo ascenso del nivel de conciencia es
imprescindible para avanzar en sentido socialista.
Ello supone que en la gran mayoría de los casos los trabajadores y las
trabajadoras comunistas deberán actuar dentro de CCOO, tanto por su
condición de sindicato relativamente mayoritario como por los lazos que
en muchos casos tenemos con su afiliación. Pero si, por ejemplo, un
comunista entra a trabajar en una empresa donde la gran mayoría está
afiliada a la UGT, lo que debería hacer en principio es incorporarse a
ella, no dividir sindicalmente a los trabajadores de la empresa para
formar una pequeña sección sindical de CCOO. Y el mismo criterio
valdría si en su empresa es mayoritario un sindicato que a nivel global
sea minoritario.
Naturalmente, ese criterio genérico tendrá que adaptarse a cada caso
concreto. Si, por ejemplo, el sindicato mayoritario en una empresa
actúa como un sindicato amarillo al servicio de la patronal, los
comunistas debemos apoyar a quienes intenten organizarse frente al
mismo, sin dejar de trabajar hacia los trabajadoras y trabajadoras
atrapados en él, como propugnaba Lenin en relación al sindicato
organizado por Zubatov a las órdenes de la policía zarista.
En definitiva, se trata de tener un enfoque "laico" en relación al
sindicalismo, orientando a trabajar preferentemente en CC.OO. pero sin
perder de vista que el objetivo es organizar al conjunto de la clase
trabajadora frente al capital.
Rafael Pla López
7 de julio de 2013