Desde el PP y Ciudadanos emplazan reiteradamente a
Pedro Sánchez para que ponga los intereses de "España" por encima de los suyos o los de su Partido facilitando la investidura de
Mariano Rajoy.
Ese discurso no puede extrañarnos, dado que sistemáticamente
identifican los intereses de "España" con los de los privilegiados que
ellos defienden.
Más singular resulta que dicho discurso sea asumido y repetido por
personas con carnet del PSOE, desde el señor X de los GAL hasta
Susana Díaz,
pasando por otros llamados "barones" que curiosamente accedieron a la
presidencia de sus comunidades con el apoyo de Podemos y ahora
pretenden impedir que Pedro Sánchez acceda a la presidencia del
Gobierno de España con un acuerdo con Unidos Podemos. Se diría que no
desean que nadie del PSOE tenga más poder institucional que ellos.
Especialmente sangrante es el caso del presidente de Extremadora
Fernández Vara,
que en su día criticó (justamente) que IU-Extremadura permitiera con su
abstención el gobierno del PP en Extremadura, y ahora pretende que el
PSOE haga lo mismo en el conjunto de España. Todos ellos, ciertamente,
han tirado a la basura la "S" y la "O" de las siglas de su Partido,
como lo han hecho los 17 de la infamia que acaban de dimitir de su
Ejecutiva para intentar forzar la dimisión de Pedro Sánchez. Lo cual no
es sorprendente, claro, por parte de quienes han sentado sus posaderas
en el Consejo de Administración de una multinacional o aspiran a
hacerlo.
Pues si por "España" nos referimos al conjunto de su ciudadanía, lo más
nocivo para su gran mayoría de no privilegiados es que continúe el
gobierno del PP después de haberse dedicado a fondo al latrocinio y a
los recortes sociales y democráticos.
Cuando escribo ésto no sé todavía si conseguirán su propósito. Pero si
lo hacen, el "sorpasso" por Unidos Podemos y las confluencias estará
asegurado, y habrá que invitar a quienes tengan carnet del PSOE y sigan
siendo socialistas a que se unan al proceso de reconstrucción de la
izquierda.
Si, por el contrario, Pedro Sánchez consigue abortar su golpe de Estado con el apoyo de su militancia, y apuesta por ser el
Jeremy Corbyn
español, deberá recibir el apoyo de toda la izquierda para poner fin a
la larga noche del felipismo, la versión hispana del "blairismo"
británico, de quienes desde la Segunda Internacional han asumido los
postulados del neoliberalismo. Y, naturalmente, para poner fin a "los
años de legislatura del PP", como cantaba el
Gran Wyoming con la música de "Resistiré".
Ciertamente, si Pedro Sánchez llegara a la presidencia del gobierno
sólo empezarían los problemas, comenzando por las presiones de la
Troika para nuevos recortes. Pero como él dice, cuando se llegue a ese
puente será cuando habrá que cruzarlo. Resistiendo a la Troika, claro.
Y ciertamente, era mejor un presidente Bambi que un presidente de
gobierno que fuera el jefe de una banda de asesinos o de una banda de
ladrones. Pero Bambi era poco adecuado para enfrentarse a los lobos de
Bruselas. Y el enfrentamiento de Pedro Sánchez con los lobos de su
propio Partido (recordemos el adagio de
Winston Churchill sobre dónde estaban los enemigos) puede ser un buen entrenamiento para ello.
El 27 de junio (ver
http://www.uv.es/pla/sogahorc.htm
) me pronuncié por apoyar la investidura de Pedro Sánchez sin
compromisos de gobierno. Ésta ha sido también la posición de IU y del
sector de Podemos vinculado a la Izquierda Anticapitalista. Pero si las
cosas evolucionan de la forma indicada, habrá que comprometerse sin
ambagues.
Claro que ello no podrá hacerse si el Jefe del Estado no cumple con su
deber constitucional presentando la candidatura de Pedro Sánchez. Por
ello habrá que requerírselo firmando en
https://www.change.org/p/sm-el-rey-don-felipe-vi-es-el-turno-de-pedro-s%C3%A1nchez