COMUNICADO MESA PER CUBA. VALÈNCIA

DISIDENTES EN CUBA: LA POLITICA COMO NEGOCIO AL SERVICIO DE LOS EUA


Recientemente las Autoridades Cubanas han puesto en libertad a una serie de presos cubanos, argumentando razones de salud. Estos presos, la mayoría detenidos en el 2002 bajo los cargos de colaboración con un país extranjero (EUA) para desestabilizar el orden interno cubano, están catalogados desde el exterior como "presos políticos" o "disidentes". Al mismo tiempo, las relaciones diplomáticas y comerciales de Cuba con varios Estados de la Unión Europea, entre ellos el Estado Español como abanderado, están siendo revisadas. Estos dos sucesos han motivado diversas interpretaciones desde varias ópticas.


Desde la Mesa per Cuba de València entendemos este gesto del gobierno cubano como un acercamiento hacia la Unión Europea para la normalización de las relaciones entre diferentes estados soberanos, y no como el resultado de presiones internacionales hacia Cuba, como planteaba la derecha estadounidense y española, justificando así el criminal bloqueo económico, mediático y comercial impuesto por los EUA y seguidos por la UE bajo el auspicio del gobierno de Aznar. Cuba no acepta ni aceptará condiciones para obtener algún tipo de ayuda o colaboración exterior, y menos aquellas destinadas a cambiar las reglas de juego democráticas que el pueblo de Cuba se ha querido dotar para sí.


El periodista de origen colombiano refugiado en Europa Hernando Calvo Ospina, junto con la periodista belga Katlijn Declercq dejaban al descubierto en un libro revelador que tiene por título ¿Disidentes o Mercenarios? a los supuestos disidentes cubanos bajo la realidad de mercenarios al servicio de intereses privados y estadounidenses con el objetivo de liquidar a la revolución cubana. Las mismas autoridades cubanas, a través de agentes de la seguridad del Estado infiltrados en organizaciones contrarrevolucionarias, han puesto de manifiesto esta condición de mercenarios.


Para contextualizar aquello que pasa en Cuba no debemos olvidar la situación de guerra permanente y agresión que se vive en Cuba desde el triunfo de la Revolución el 1º de enero de 1959, el diferendo histórico con la potencia injerencista de los EUA, a tan solo 90 millas, y que no ha dudado en boicotear alimentos, cosechas, matar a ciudadanos cubanos y extranjeros en suelo cubano, sancionar empresas, prohibir visitas a Cuba, desinformar y financiar agentes al servicio de sus intereses anexionistas, etc. Estos días atrás, Cuba mostraba, una vez más, al interior y al exterior de la Isla mediante las movilizaciones de todo el pueblo, bajo la operación denominada "Bastión", que el gobierno previene y prepara a la población ante una posible invasión militar o agresión similar.


A nivel de las relaciones entre los diferentes Estados, tampoco podemos olvidar, pese a quien le pese, que Cuba es un Estado Soberano, Independiente, elegido reiterada y Democráticamente por la inmensa mayoría de los cubanos y cubanas, y que como tal se muestra al resto del mundo. Y como tal, denuncia las injerencias y se defiende con sus leyes y con sus armas ante las agresiones. ¿Qué diríamos de un gobierno que quiere actuar de forma injerencista en los asuntos internos de otro país? ¿Y del gobierno que sufre la agresión injerencista? ¿Quién, cuándo y por qué establece unas normas "democráticas" para otros países? ¿Por qué esas normas democráticas van acompañadas de imposiciones económicas de corte neoliberal? Lógicamente, cualquier injerencia sería denunciada y sancionada por la comunidad internacional, y apoyado el país afectado en su defensa soberanista, excepto claro está, si se trata de Cuba, o de un país con petróleo o algún valor estratégico, o del tercer mundo empobrecido en general.


Tal vez sea por eso mismo, por mostrarse tal y como es Cuba, que se le tiene tanto rencor y odio al proyecto cubano: sanidad, educación, cultura, seguridad social, democracia participativa, iniciativas económicas alternativas al modelo capitalista neoliberal, soberanía monetaria, etc. Un desarrollo social en Cuba, reconocido por la ONU, que no quiere dejar a ningún cubano bajo el destino del mercado. Cuba transita casi en solitario por un mundo hostil, unipolar, y donde el doble rasero está presente en cada pre-juicio, defendido efusivamente por los mercenarios de la comunicación ante la opinión mundial. Su máxima es la "parte por el todo", es decir, cualquier error del gobierno de Cuba, real o no, significa que el modelo no sirve, que se violan los derechos humanos, que hay falta de libertad, etc. Tal vez podríamos hablar en los mismos términos del modelo capitalista; tal vez, cuando los índices de pobreza, de muerte, de exclusión, de explotación, de tortura, de censura, reconocidos por los grandes organismos internacionales, podríamos deducir que el modelo no sirve, no es justo, etc., pero los voceros de la mentira se apresuran a argumentar que aquellos son defectos puntuales, causas externas, necesidades estructurales, etc., nunca consustanciales al propio sistema.

Defender la Revolución Cubana en la actualidad es más necesario y está más justificada que nunca. Es evidente, que Cuba hoy día mantiene una democracia económico-social amplia, y una limitación de ciertas libertades individuales, en algunos casos igual o menores que los "Estados Democráticos Occidentales", y que esta última responde al clima de agresión y bloqueo permanente sobre la Isla. Cuba, necesariamente tiene que defenderse. Por eso mismo, para que siga existiendo, para que siga caminando en la construcción de su proyecto económico y social, no debemos dejar de apoyarla y de defenderla.


Ante la ola de conservadurismo dominante, Cuba, junto con otros Estados y movimientos socio-políticos muestran resistencia a este modelo capitalista neoliberal, e intentan construir una alternativa continental para América Latina, cuando no Internacional para intentar frenar la barbarie mundial hacia la que caminamos. A Cuba se le necesita tanto o más como ella necesita de la solidaridad internacional.




Valencia, 28 de diciembre del 2004

COMUNICADO MESA PER CUBA. VALÈNCIA