POR LA REUNIFICACION EN EUSKAL HERRIA DE PRESOS/AS POLITICAS VASCAS Desde su nacimiento ASKAPENA ha trabajado con el objetivo de responder a la necesidad de construir una Solidaridad Vasca e Internacionalista en nuestro pueblo, Euskal Herria; asumiendo nuestro propio proceso de liberación nacional y social como punto de partida para promover la solidaridad con otros pueblos del mundo. Esta necesidad tiene su origen en las relaciones político-económicas impuestas por el modelo de desarrollo dominante, el capitalismo, y su implantación por todo el mundo. Sus manifestaciones más dolorosas son perceptibles con solo echar un vistazo sobre el desolador panorama internacional que nos rodea: la concentración de la inversión en los países del Norte, el pago de la deuda externa, la agudización las diferencias Norte-Sur, el desarrollo dual de la economía, el aumento de las desigualdades sociales, las bolsas de pobreza en los países del Norte, las duras medidas de ajuste impuestas por los centros de poder económico, el continuo recorte de los gastos sociales... Todo esto hace que el 87% de los ingresos mundiales vayan a parar a manos de tan sólo el 20% de la población. Sólo es un dato, pero detrás se esconde la dramática situación de miles de millones de personas condenadas a la muerte, el hambre, la enfermedad, la pobreza más absoluta y la explotación. La lógica de la acumulación capitalista ha forzado un proceso de globalización de la economía basado en el mercado-mundo y el neoliberalismo es la aplicación práctica de nuevos instrumentos de poder y explotación con los que detener la tendencia negativa de la tasa media de beneficio e iniciar una nueva fase de expansión al servicio de intereses privados, con la consiguiente generalización de la miseria. Este proceso de mundialización, generador de fuerzas desnacionalizadoras y liquidadoras de las identidades populares, hace que todos los pueblos nos veamos enfrentados hostil e irreconciliablemente a un enemigo común y nos obliga a desarrollar una práctica de solidaridad radicalmente internacionalista y a luchar por la libertad de nuestros propios pueblos. Internacionalismo e independentismo son por tanto las dos caras de una misma moneda que dan sentido a la Solidaridad Mutua que siempre hemos reivindicado y la liberación nacional el punto de convergencia hacia el que tienen que confluir los pueblos que quieren ser solidarios. Esta es la razón de nuestra carta, reclamar para Euskal Herria la misma solidaridad que ASKAPENA ha demostrado para con tantos pueblos del mundo. Asumimos así, nuestro compromiso de difundir la realidad que nos llega desde las cárceles y nos sumamos al grito de libertad que estos días recorre con más fuerza que nunca las calles de todos los pueblos y ciudades de Euskal Herria. Los presos y presas político/as vasco/as son la parte del Pueblo Trabajador Vasco más comprometida con las libertades de Euskal Herria y sufre las consecuencias más duras del conflicto político armado que el Estado español mantiene contra nuestro pueblo. Dispersión, agresiones, palizas, insultos, continuos traslados de cárcel, aislamientos arbitrarios, desasistencia médica con resultado de muertes en prisión, constantes amenazas, trabas a la defensa jurídica ..., en definitiva la sistemática vulneración de los derechos humanos más elementales conforma el conjunto de medidas represivas que el Estado español impone al Colectivo de preso/as políticas vascas y es un instrumento más utilizado por el gobierno español contra la lucha política del Movimiento de Liberación Nacional Vasco. De igual modo, es denunciable la actitud de Instituciones Penitenciarias por mantener arbitrariamente en prisión (secuestrados) a cerca de un centenar de presos y presas que deberían estar ya en libertad en aplicación de la legalidad vigente, bien por padecer enfermedades incurables o por haber cumplido las tres cuartas partes de la condena. Y no podemos pasar por alto el papel colaboracionista que han jugado algunos partidos políticos vascos, como el PNV, participando en el diseño y profundización de esta máquina de sufrimiento, que además supone un castigo añadido para sus familiares y amigo/as que se ven obligados a recorrer cientos e incluso miles de kilómetros para realizar sus visitas, con el riesgo de accidentes de tráfico que desgraciadamente ya se han dado, incluso mortales. La angustiosa situación que hoy viven los presos y presas políticas vascas resulta todavía más insultante cuando los responsables y asesinos del GAL y otras bandas parapoliciales, culpables del asesinato de casi 30 refugiados y dos representantes políticos de la voluntad popular vasca, se pasean impunemente por la calle. Sabemos que el reagrupamiento en Euskal Herria de presos y presas políticas vascas es un paso más hacia la amnistía y en definitiva hacia la libertad de Euskal Herria, un pueblo que solo desea que se respete su legítimo derecho de autodeterminación. Un derecho democrático y elemental para poder decidir por sí mismo su futuro en paz. Pero debemos ser conscientes de que esto no vendrá dado por sí sólo, únicamente lo conseguiremos gracias al esfuerzo de todos y todas. Por eso, no queremos despedirnos sin antes animaros a hacer extensible este mensaje en vuestras organizaciones y a desarrollar aquellas iniciativas que consideréis más adecuadas en solidaridad con el Colectivo de preso/as en huelga de hambre indefinida desde el 9 de septiembre para exigir el respeto de sus derechos y su reagrupamiento en cárceles de Euskal Herria. Un abrazo internacionalista.
INFORMACIÓN SOBRE LA DISPERSIÓN DE LOS/AS PRES@S POLÍTIC@S VASC@S Y ACCIONES CONCRETAS Hoy en día, el pueblo vasco tiene alrededor de 550 presos políticos vascos encarcelados en las prisiones de los estados francés y español, alrededor de una docena de personas deportadas a otros estados como castigo por razones políticas y miles de refugiados en otros países. Estamos hablando de un conflicto político, el existente entre Euskal Herria (País Vasco) y los estados francés y español, ya que Euskal Herria en estos momentos, al igual que a lo largo de su historia, está luchando para que su derecho a la autodeterminación sea reconocido por ambos estados, los que oprimen a nuestro pueblo. Y, quizás, la consecuencia más clara y amarga del conflicto la tenemos en la represión política que nuestro país y pueblo está sufriendo. Los 550 pres@s polític@s que el pueblo vasco tiene se encuentran dispersados en cerca de un centenar de cárceles en ambos estados. Sus familiares y amigos/as deben por ello recorrer cientos de kilómetros cada semana para visitarlos, poniendo en peligro su salud y asumiendo un coste económico muy alto. Han sido separados de sus hogares ilegalmente, contraviniendo las leyes de ambos estados (las legislaciones francesas y españolas dejan claro que los presos deben estar encarcelados en las prisiones existentes más cercanas a su medio cultural y social), y contra la legislación internacional aprobada por ambos estados. Esto claramente significa un castigo añadido a la prisión y dirigido también contra los familiares y amigos/as de los pres@s. Esta política ilegal no es algo aislado sino que es la medida represiva marco donde se sitúan el resto de las vulneraciones de los derechos humanos en las prisiones (torturas, malos tratos...). La sociedad vasca ha exigido el respeto de los derechos humanos de los/as pres@s polític@s vasc@s multitud de veces y durante el último año ha subrayado la necesidad de que los traigan de vuelta a Euskal Herria, su tierra, ya que este sería la mejor forma de asegurar sus derechos y su integridad física y psicológica. A pesar de los esfuerzos del pueblo vasco, a pesar de la exigencia popular para el cumplimiento de la ley, hoy en día los/as pres@s están todavía dispersados a lo largo y ancho del Estado Español y dispersados y aislados en las prisiones francesas, haciendo frente a unas condiciones carcelarias que van contra los mínimos derechos básicos, y contra el derecho en ambos estados. De cualquier forma, somos conscientes de que la solidaridad del pueblo vasco se ha situado siempre con los que sufren esta represión y que el apoyo constante es la fuerza que hará posible una solución a esta situación, una vez de que se abandone la estrategia de la dispersión penitenciaria, que se basa en la presión y el chantaje hacia los/as pres@s y sus familiares. Una buena señal son las movilizaciones pero también los miles de iniciativas que los ciudadanos están llevando a cabo en sus pueblos, ciudades y barrios a lo largo y ancho de Euskal Herria (manifestaciones, huelgas de hambre, sentadas, encierros, sabotajes contra las instituciones y los intereses económicos, mociones aprobadas en cientos de ayuntamientos...), que , a pesar del silencio de la mayor parte de los medios de "comunicación", dan a conocer la situación de los/as pres@s polític@s vasc@s, un tema central de la política vasca y española. Entre estas iniciativas tenemos que remarcar la huelga de hambre rotativa, en la que grupos de 15 personas permanecen en huelga durante una semana en la Catedral del Buen Pastor en Donostia (San Sebastián) desde el 18 de Diciembre de 1995. Si, al principio, los familiares y las organizaciones populares pro-amnistía eran los máximos participes de la iniciativa, casi inmediatamente se convirtió en una iniciativa popular, en la cual muchas personas y organizaciones de diferentes partes de Euskal Herria toman parte, a la vez que intelectuales, artistas, trabajadores, jóvenes, feministas,...y otras muchas personas de países solidarios con la lucha del pueblo vasco y la lucha por el respeto a los derechos humanos. Esta huelga de hambre tan sólo finalizará cuando su objetivo se cumpla, el reagrupamiento de todos los presos/as polític@s vasc@s en Euskal Herria y el respeto de los derechos de los presos/as . La huelga de hambre en la Catedral del Buen Pastor se ha convertido en un símbolo de la solidaridad del pueblo vasco y de las organizaciones populares para con los presos/as vasc@s. Con la misma intención, el colectivo de presos/as polític@s vasc@s inició el 15 de Enero de este año una lucha permanente e indefinida, una lucha que se lleva a cabo de diferentes modos y a partir del 9 de Septiembre mediante una huelga de hambre indefinida. Así, el colectivo expresa su determinación y deseo de conseguir sus objetivos: el reagrupamiento y el respeto de los derechos humanos, y al mismo tiempo, los que el poder trata de negar, que forman un colectivo, un colectivo político, y que la dispersión penitenciaria ha fracasado y que la estrategia que trata de capitalizarla también fracasará. Debido a estas iniciativas e influencia, algunos de los diferentes movimientos, instituciones y incluso dirigentes institucionales y políticos, que apoyaran y contribuyeran al éxito de la política penitenciaria de dispersión, han reconocido que esta política "vulnera y está en contra de los derechos humanos de los presos y sus familiares". Un ejemplo de esto es la nueva resolución adoptada por la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento de Gasteiz recientemente, en la que se exige al Ministerio de Interior el inmediato traslado de l@s pres@s vasc@s a prisiones vascas, conjuntamente con otras medidas que aseguren el cumplimiento de sus derechos. Desde el 1 al 8 de Febrero de 1997, ASKAPENA tomará parte durante una semana ,en la Huelga de Hambre que se llevará a cabo en la Catedral del Buen Pastor en Donostia. A través de esta carta os querríamos invitar a tomar parte en esta iniciativa mediante el envio de faxes de denuncia a diferentes direcciones e informaros acerca de esta situación insostenible. Conjuntamente con la huelga de hambre, trataremos de denunciar la situación de los presos y mantendremos diferentes encuentros y charlas relativas a otros temas en la Catedral del Buen Pastor. Euskal Herria a, 19 de enero de 1997. ASKAPENA (SOLIDARIDAD VASCA CON LOS PUEBLOS) Relaciones internacionales Mikel Resa Tel/Fax : 45 28 08 47 E-mail: askapena@eusnet.org
