UNA
LIBERTAD
Reclamo la
libertad de sentarme a tu lado
para sentir la simpatía de las esferas de nuestras vidas.
Insisto en lanzarme a girar sobre tu eje y trenzar en complicidad
una vida pecho contra pecho.
Aunque a veces
canse tanto respirar
incluso nos aturda inspirar el polvo de un camino ajeno a todos
los mapas
a todas las previsiones
lleno de piedras, malezas y otras sutiles barreras,
quiero tocar las cuerdas de tu guitarra
rasgando quejidos hondísimos en tu vientre
luego acariciar las notas de esa música mientras se escapa
una vez más
rotando libre en las abscisas de tu cotidiana sonrisa.
Te quiero geométricamente
variable
astrológicamente impredecible
humanamente incomprensible
porque sólo así las sorpresas serán reales
en las páginas de tu libro
del tuyo, ese que tanto me gusta leer
a medias contigo. |