SAN PETERSBURGO EN LA OBRA DE
DOSTOIEVSKI:
MAS QUE ESCENARIO, PROTAGONISTA
por Natalia Novosilzov
Universidad Autónoma de
Barcelona ( España )
Este artículo se presentó en las II Jornadas de Rusística en la Comunidad Valenciana, celebradas en la Universitat de València del 2 al 6 de Octubre de 1997.
Dostoievski decía de San Petersburgo que es la ciudad mas premeditada
del mundo, ciudad inventada, la mas fantástica del mundo - "fantástica"
en el sentido de imaginaria, increíble, quimérica. "Premeditada"
en el sentido de preconcebida, tramada, planeada. Para él, esta
creación de Pedro I, imbuida de artificialidad, abre un abismo que
separa al pueblo y la
"inteligentsia" rusa. Las reformas impuestas por el zar a una nación
que tenía sus propias tradiciones muy arraigadas, la dividen entre
los que viven a la antigua usanza y los que adoptan nuevos modos de vida
y comportamiento. Si bien, según el autor, las reformas se llevaron
a cabo de manera desorganizada y tuvieron, a menudo, un carácter
carnavalesco
porque su resultado no se manifestó mas que en la superficie,
es también cierto que el objetivo del zar no era únicamente
utilitario y no se reducía exclusivamente a la asimilación
de "las formas de vestir, las costumbres, los inventos y la ciencia europea".
Sin lugar a dudas, "Pedro obedeció a una intuición oculta
que le arrastraba en la realización de su obra a un
objetivo futuro, grandioso en su concepción y no simplemente
utilitario de forma inmediata", dice en su discurso sobre Pushldn, con
el afán de demostrar que las posturas de los eslavófilos
y los occidentalistas pueden reconciliarse. Otras veces, se muestra mucho
mas categórico al referirse a las consecuencias de las reformas:
en la novela "El Idiota" el liberal
ruso, es decir, el occidentalista, es calificado de "no ruso", ya que
odia todo lo ruso. Con el nacimiento de la capital del norte, son muchos
los que empiezan a desdeñar todo lo ruso.Baja el sentido de la moralidad
tradicional y heredada en la sociedad rusa, se desplazan los antiguos valores.
Consecuentemente, San Petersburgo se convierte en símbolo y sinónimo
de la obra de Pedro y, en las referencias a esta ciudad, se esconden
a menudo las críticas a la europeización forzada que pretendió
llevar a cabo el zar reformador. El traslado de la corte y las instituciones
de estado a la nueva capital marca un hito, un antes y un después
en la historia de Rusia: a la Rusia de Moscú le sigue la Rusia Imperial
de San Petersburgo.
En los apuntes "Visión Utópica de la Historia" de 1876
dice Dostoievski que en la época pre-pretina Rusia es consciente
de que es portadora de una riqueza única, la Ortodoxia, lo cual
la convierte en depositaria de la verdad de Cristo y la libera de hacer
un esfuerzo en el camino de la ilustración, en la opinión
de los mejores representantes de la sociedad de
aquella época. La Rusia antigua se cierra en sí misma,
se aísla de Europa, lo que es equivalente a aislarse de la humanidad.
¿Que es lo que aporta la reforma de Pedro? La reforma aporta, según Dostoyevski, una visión mas abierta, mas amplia y en ello, precisamente, estriba la gran hazaña del zar.Corresponde a la clase culta brindarle esta riqueza a] pueblo, rindiéndose, a su vez, ante su verdad, siendo este el único camino para unir las dos partes.
En la búsqueda de un proyecto de futuro, "la ventana a Europa",
como la llamó su fundador, sigue siendo objeto de discusión
y polémica en tanto que se identifica con la opción de intentar
un fiel calco de todo lo occidental, para un sector de intelectuales rusos,
en contraposición a la opción de intentar un camino propio
que esté de acuerdo con la tradición e
idiosincrasia rusa, para otros. Incluso en nuestros días, los
planteamientos que se proponen para el futuro de Rusia no pueden prescindir
de esta referencia al pasado. En su repaso de la historia de Rusia para
esbozar una posible vía a seguir después de la perestroika,
Solzhenitsin dice lo siguiente en su ensayo "La Cuestión Rusa en
el Final del siglo XX":
"...Pedro creó una clase dirigente que iba a dominar durante
200 años, una clase con una mentalidad ajena al pueblo y en ocasiones
extraña a él hasta por su mismo origen. A todo esto se sumó
la demencia de fundar una segunda capital, de trasladarla (como si una
capital se pudiese elegir y transportar) a un fantasmagórico lodazal
para erigir en él un "paraiso"
que asombrara a toda Europa, aunque hubiera que construirlo a bastonazos,
aunque esa fantástica edificación de palacios, canales y
muelles significara la muerte de unas masas populares tan necesitadas a
esas alturas de un respiro".
La génesis de esta ciudad es fruto de un acto de voluntad que pretende vencer todos los obstáculos: el agua, las marismas, el clima del delta del rio Neva, para erigir en ese lugar pantanoso una ciudad con edificación monumental de aire europeo, donde apenas se conservan elementos de la arquitectura tradicional rusa en las iglesias. Planificada de manera consciente y racional, colaboran en su construcción arquitectos extranjeros: Leblond, Rastrelli, Quarenghi y Rossi, modelando su destino que seria convertirse en la metrópolis por excelencia, escenario para la literatura de tema urbano del siglo XIX en Rusia.
El tema de la metrópolis en la literatura europea introduce una
nueva percepción del hombre, la del hombre como átomo. Al
percibirlo así, se produce una pérdida de la unidad orgánica,
desaparece el sentido de pertenecer al Cosmos, ya que la vida urbana se
cierra en sí misma. Desde la urbe se ignora y se desprecia todo
lo que no constituye su mundo, es
decir, queda fuera la vida rural. La visión orgánica
del mundo se va sustituyendo por la visión mecánica del mismo
mundo que desplaza la intuición. En otras palabras, la lógica
de la razón reemplaza a la lógica intuitiva del corazón.
El lugar del
sistema de valores lo ocupan los modelos racionales. Así, los
valores tradicionales son reemplazados por el relativismo moral. La búsqueda
de placeres se convierte en motivación central del hombre de la
civilización urbana, donde el dinero es instrumento de la felicidad.
El dinero no sólo permite acceder al poder, marca también
la división del mundo entre ricos y pobres.
La atomización de la sociedad está directamente relacionada con la alienación del hombre y la muerte del individuo como tal. La verdadera comunicación entre los individuos se hace imposible. Por tanto, para resolver los problemas de la vida, de la sociedad, se hace imprescindible recurrir a modelos racionales. Se atribuye también la problemática de la civilización urbana al surgimiento del capitalismo.No obstante los fenómenos descritos que se reflejan en el género de literatura urbana no son objeto exclusivo de esta etapa de la historia humana. Los rasgos de este género también aparecen en el "Satiricón" de Petronio: la soledad del hombre, el poder del dinero y el hedonismo. La civilización urbana suele ser la última etapa de las grandes culturas conocidas y en ella se concentran una serie de elementos característicos que se detectan más fácilmente en el mundo cerrado de la metrópolis:desaparición del individuo, desaparición de la moral tradicional, polarización de la sociedad, aparición del hombre amotinado (hombre que se rebela) y el intento de una reorganización racional de la vida.
La civilización europea es dinámica, por tanto, la reorganización o transformación de la vida supone, de hecho, transformar la sociedad, mientras que en otras culturas supondría tal vez la transformación de la conciencia o la moral. En la cultura rusa el tema urbano tiene sus propias particularidades, porque, al menos en la dimensión temporal, no comparte la experiencia de Europa Occidental. Fundamentalmente, se asocia con la ciudad de San Petersburgo que nace de un plan racional, a diferencia de Moscú, tradicionalmente patriarcal, eslavófila y conservadora, que crece de forma natural y casi anárquica.
En la literatura rusa, Pushkin es el que introduce el tema de San Petersburgo,
al igual que el tema urbano en nuestra cultura. El ciclo de San Petersburgo
lo componen las obras "El Jinete de Bronce" (poema), "La Dama de Picas"
(relato) y "La Casita de Kolomna" (poema).En las dos primeras, las más
importantes, Pushkin crea dos imágenes de San Petersburgo: San Petersburgo
como realidad y San Petersburgo como aparición o engaño,
que corresponden a una interpretación realista, por un lado, y a
una interpretación romántico-simbólica, por otro.
Estas dos imágenes a menudo se alternan y dan lugar a una gran riqueza
de significado. La irrealidad de San Petersburgo es la alusión a
su esencia antinatural, a su génesis artificial que, para el pueblo
llano, raya en lo sobrenatural o lo diabólico. No en vano perdura
la creencia entre el pueblo de que el zar, creador de este ente con personalidad
propia, es el mismo "anticristo". Cuando el Arkady de Dostoievski contempla
la mañana de San Petersburgo, surge en su mente el personaje de
"La dama de
Picas" y también el corcel encabritado con su jinete de bronce,
Pedro el Grande.
El artículo "Viaje de Moscú a San Petersburgo" que Pushkin escribió entre 1833 y 1835, es una peculiar polémica con la obra de Radischev "Viaje de San Petersburgo a Moscú". En su comparación de las dos ciudades queda en evidencia la artificialidad de San Petersburgo. Si Moscú es el centro del arte, San Petersburgo sólo puede entender el arte desde una perspectiva mercantilista. Encubre su inconsistencia y superficialidad con discursos vacíos. San Petersburgo es el racionalismo francés del siglo XIX, Moscú es el romanticismo. Entre el San Petersburgo de Pushkin y el de Gógol hay ciertas similitudes
Las reflexiones de este último recuerdan, en cierto modo, a las
de Pushkin aunque para Gógol, esta ciudad ni siguiera puede ser
considerada como ciudad rusa. Dice que parece una colonia europea, sin
raíces en la tierra de Rusia y donde lo extranjero no se ha fundido
con lo autóctono. Considera que es difícil captar la esencia
global de San Petersburgo. Si París o Londres forman parte de la
cultura del pais, San Petersburgo, en la obra de Gógol es una ciudad
extraña. ajena a Rusia. Y no es porque habiten en ella gentes de
distintas nacionalidades, es porque la habitan "almas muertas". La vulgaridad,
la trivialidad son la muerte del alma. En su relato " La Avenida Nevski"
circulan por ella funcionarios, institutrices, nodrizas, y no personas.
En vez de personas aparecer bigotes, patillas, narices y mangas. Son marionetas.
En San Petersburgo elhombre no es hombre, sino el rango, la categoría
o el puesto que ocupa en el escalafón. Lo importante no es la persona,
sino su puesto en la jerarquía establecida. En el relato "La Nariz"
Kovaliov, que es consejero
del ministerio, se hace pasar por un mayor o comandante ya que la categoría
militar tiene mayor peso y prestigio. En esta ciudad todos parecen lo que
no son en realidad. Es un mundo falso, donde el hombre se crea para sí
mismo la ilusión de que tiene honor comprándose una condecoración
para ponerse en el pecho. En esta obra la dudad es totalmente fantasmagórica,
irreal. La ha invadido el demonio.
Y lo mismo ocurre en "El Retrato": aunque un poco más reales, los personajes siguen siendo marionetas automatizadas que carecen de ojos. Pero el relato que ocupa un lugar espedal en la creación de Gógol es "El Capote". Dostoievski dijo "... todos somos descendientes de "El Capote" de Gógol, refiriéndose al realismo ruso. Lo sobrenatural en esta obra está motivado, el hombre es casi real, pero Gógol no lo describe. Lo que lo hace persona es su capote que ocupa el lugar de la idea eterna. El autor condena la civilización urbana que olvida al hombre y olvida a Dios. Es la sentenda que dicta a la dudad de San Petersburgo. No es un tema social, es un tema moral.
La dudad "más fantástica del mundo" da vida al personaje más fantástico, Raskolnikov, en la novela de Dostoievski "Crimen y Castigo".En el mundo de este autor, el ambiente y paisaje están intimamente ligados a los protagonistas, constituyendo un todo, un conjunto indivisible. Sólo en una ciudad como esta, lúgubre y misteriosa, podía haber nacido "el sueño horrendo de un estudiante mísero". San Petersburgo no es sólo el lugar donde ocurren los acontecimientos, es el partícipe del crimen de Raskolnikov. A lo largo de la novela no hay mas que unas breves descripciones de la ciudad que recuerdan los comentarios que suelen llevar las obras de teatro, pero son suficientes para que el lector pueda penetrar en el paisaje espiritual de la obra o pueda sentir el San Petersburgo de Dostoievski.
Raskolnikov tiene la misma dualidad que la ciudad: por un lado, la plaza Sennaia "un cuadro de colorido triste y horrendo", por otro lado, el río Neva "un panorama espléndido". La novela, según palabras de Belov, consiste en adivinar el misterio de esta duplicidad: Raskolnikov - San Petersburgo.
En un día de verano, Raskolnikov mira el panorama que se abre
ante sus ojos desde el puente Nikolaevski: "Este espléndido panorama
le hacía sentir un frío incomprensible; - la exuberante visión
tenía un espíritu sordo y mudo para él... Siempre
le sorprendía esta impresión lúgubre y misteriosa
que le producía la vista, pero se decía que mas adelante
reflexionaría sobre ello...".
El mundo que rodea a los personajes de Dostoievski siempre forma parte
de su alma. Mas aún, se convierte en el paisaje interior de su alma
y en cierta medida determina su comportamiento. En el alma de Raskolnikov
hay el mismo frio, oscuridad y humedad que hay en San Petersburgo. El espíritu
"sordo y mudo" que percibe al contemplar el paisaje de
la ciudad repercute en su alma como la canción solitaria y triste
de un organillo.
En esta novela Dostoievski no pinta la pobreza en su contraste y, tal
vez, por eso es mas inhumana, mas desesperante. El dinero es una fuerza
anónima, impersonal, es el poder. Y en esa ciudad su poder es absoluto
y terrible. Los seres mas indefensos ante el poder del dinero son las mujeres:
este tema aparece al principio y al final. Sonia y Dunia tienen que
venderse.
La ciudad tiene una influencia corruptora sobre la gente llegada de
la provincia: los pintores y la gente de oficio caen en esta trampa moral
de la civilización urbana. Uno de los
pintores dice que en San Petersburgo se puede comprar todo menos una
madre y un padre.
San Petersburgo es el símbolo universal de la civilización
urbana en la novela "Crimen y castigo". Sus hijos son Luzhin el capitalista,
y Raskolnikov el amotinado. Este último ha elegido su profesión,
quiere ser abogado o jurista porque él es un racionalista. La ley
es abstracta, no representa los intereses del individuo. Concibe al ser
humano como sujeto de ley
o sujeto jurídico. Raskolnikov no admite el camino del amor
y del sacrificio. Quiere coger lo que considera que le corresponde por
derecho, por ley. Se aparta de la religión y de la tradición
espiritual rusa - se aparta de la tierra. Encuentra la sanción moral
del crimen, pero no la sanción jurídica. Y para ello debe
renunciar a la moral. Crea su teoría - la idea napoleónica
le da derecho a matar de acuerdo con la conciencia. En el final, la salvación
a Raskolnikov le viene no por la vía de la ley, sino por la vía
del amor. Pero San Petersburgo es la ciudad de la ley en abstracto; es
decir, la ciudad de los burócratas y de los abogados.
Dostoievski, que había vivido en 19 casas distintas de la ciudad
de San Petersburgo a lo largo de su vida, conocía su topografía
en todo detalle, lo cual le permitió describir con toda exactitud
los recorridos de sus personajes por las calles de la dudad e indicar las
casas donde residían. Su mujer, Anna Grigorievna, descodificó
las abreviaturas que usaba a menudo para ubicar la acción en una
calle, plaza o canal de la ciudad del norte, dando la posibilidad así,
a los que lo desean, de comprobar por sí mismos, mental o físicamente,
los desplazamientos de los personajes de las novelas por las intrincadas
calles de la ciudad. La calidad del aire, la luz o falta de ella, los tonos
de gris, los olores, las sensaciones que
evocan esas calles y plazas , todo ello forma parte del mundo interior
del protagonista y de la trama de la novela. Se podría decir, que
fuera de esa ciudad no existirían los personajes de muchas de las
novelas de Dostoievski, ni ocurrirían los hechos que acaecen en
ellas.
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