Emilio Altur Mena
Rafael el colombiano
A principios de Siglo en Francia encontramos Comunistas, Católicos, Protestantes, socialistas, republicanos, monarquicos,etc..
1905 |
1 de abril , nace en Genoble en el seno de una familia que se lee mucho, se discute,.... |
1910-1923 |
Primeros estudios y Bachillerato en Grenoble. Inicia Medicina por no contrariar a sus padres y los abandona en el tercer curso. Se inscribe en la Facultad de Filosofía |
1924-1927 |
En Genoble, estudia filosofía con J.Chevalier durante los cuales participa activamente en diferentes grupos de formación religiosa. Participa en un grupo que se denomina “los platonizantes” |
1927 |
Prolonga estudios en la Sorbona (París).El 23 de junio presenta una memoria –El conflicto entre antropocentrismo y teocentrismo en la filosofía de Descartes- para obtener el diploma en Filosofía. De la Sorbona dirá que le horroriza. Aprende Teología dos días por semana de P.Pouget. |
1928 |
En enero, muere su mejor amigo George Barthelemy. Presenta y consigue la cátedra de filosofía con el numero 2. el numero 1 es Raymon Aron. Sartre suspende. |
1929 |
Catedrático en el liceo de Saint-Omer. Becario para el doctorado ( que no acabaría nunca). J.Chevalier le propone como tema a Fray Juan de los Angeles, pero inscribe como objeto de tesis dos temas: La personalidad, por un lado y Juan de los Angeles, por otra. |
1930 |
Del 21 de abril al 11 de mayo, viaja a España para documentarse sobre místicos españoles. El 3 de mayo, da una conferencia en la Universidad de Salamanca sobre Ch.Peguy. Maritain le anima a desistir del tema sobre Juan de los Angeles y lo encamina hacia la persona y obra de Peguy. Con George Izard y Marcel Peguy escribe “EL Pensamiento de Charles Peguy”, dentro de una colección que dirige Maritain. |
1931 |
Preparación del Movimiento y de la revista Esprit. Reuniones mensuales en casa de Maritain con Gabriel Marcel, Danielou, Ch. du Bos, Berdiaev, Gheon y Arland entre otros. |
1932 |
En agosto se efectúa el Congreso fundacional en Font Romeu, del Movimiento Esprit. En octubre sale el primer numero de la revista Esprit. Escriben Mounier, Lacroix, Berdiaev, etc entre otros. Los fundadores de Esprit son Mounier, Georges Izard, Andre Deleage y Louis-Emile Galey. |
1933 |
Una editorial de Esprit anuncia que Mounier pasa a ser el redactor en jefe. Este critica los seudovalores del Fascismo. Esprit alcanza los 500 abonados. |
1934 |
Desaparece Tercera Fuerza que es absorbida por el Front Social de Bergery. Números especiales de Esprit donde se publican Por una revolución personalista , El arte y la revolución espiritual , Los pseudovalores fascistas. Se crean “los Amigos de Esprit” |
1935 |
Contrae matrimonio con la belga Paulette Leclercq. Da clases en el Liceo francés de Bruselas. Publica Revolución Personalista y Comunitaria Asiste al Congreso por la defensa de la Cultura. Mounier pone en marcha “la técnica de los medios espirituales”, consistente en oponer al desorden establecido el testimonio publico de candidatos honestos como Madaule frente a otros corruptos. |
1936 |
Publica De la propiedad capitalista a la propiedad humana y Manifiesto al servicio del personalismo. Escribe varios artículos relacionados con la situación española. |
1937 |
Escribe artículos sobre Guernica y el problema vasco. |
1938 |
Nace su hija Francoise, que enferma a los siete meses de encefalitis. Se crea en los grupos Esprit Cédulas de Acción, cuya finalidad básica es analizar los problemas políticos, directrices a tomar, etc. |
1939 |
Se incorpora a los cazadores alpinos como soldado de servicios auxiliares. |
1940 |
Cae prisionero de los Alemanes y es desmovilizado. Se instala con su familia en Lyon. En Mayo Esprit deja de publicarse y en Noviembre se reabre. |
1941 |
EL gobierno de Vichy en Agosto prohibe la revista Esprit. Nace su segunda hija, Anna. |
1942 |
En enero es detenido y encarcelado , acusado de ser uno de los dirigentes del movimiento Combat. Comienza una huelga de hambre. Es juzgado y puesto en libertad. |
1943 |
Escribe el Tratado sobre el carácter. |
1944 |
Reaparece de nuevo Esprit. |
1945-ss |
Frenética actividad del Personalismo en Alemania, Suiza, Inglaterra, Holanda, Polonia, Latinoamérica, España. Los abonados son ya 5.000. |
1946 |
Monunier escribe que “después de Auschwitz y Hirosima , nuestra razón de ser, sigue siendo hacer posible el camino de una irreductible fidelidad al hombre en un mundo desbordante de inhumanidad” |
1947 |
Publica Introducción a los existencialismos; Que es el personalismo. Nace su segunda hija Martine. Se reúne con Albert Camus, Sartre, y Merleau para manifestar a la opinión publica que no se debe dejar en manos de América o Rusia todas las iniciativas internacionales. |
1949 |
Publica El Personalismo |
1950 |
El 22 de marzo muere de un infarto. |
Acontecimientos filosóficos y culturales
Acontecimientos sociales y políticos
1905 |
Primera revolución rusa |
1906 |
Ramón y Cajal obtiene el Nobel de Medicina. |
1909 |
Semana Trágica de Barcelona |
1910 |
Ortega y Gasset es nombrado Catedrático en Madrid Husserl escribe Ideas para una fenomenologia pura |
1911 |
Muere Joan Maragall Marie Curie la nombran Nobel de Farmacia Fundación de la CNT |
1912 |
Asesinato de Canalejas |
1913 |
Tagore es nombrado Nobel de Literatura Unamuno escribe el sentimiento trágico de la vida. Saussare escribe Curso de Libguistica general |
1914 |
I guerra mundial. |
1915 |
R.luxemburgo escribe La crisis de la socialdemocracia Kafka escribe La metamorfosis |
1917 |
Revolución Rusa |
1918 |
Fin de la I guerra mundial. Fundación del Partido Comunista Alemán |
1920 |
Bergson escribe La energía espiritual Wittgenstein escribe Tractatus Constitución de la Sociedad de Naciones. Voto femenino en EE.UU. |
1921 |
Einstein obtiene el Nobel de Física Fundación del PCE |
1922 |
Spengler escribe La decadencia de Occidente Marcha de Mussolini sobre Roma |
1923 |
Fundación de la Revista de Occidente Dictadura de Primo de Rivera |
1924 |
A.Breton escribe Manifiesto del Surrealismo Thomas Mann escribe La montaña mágica Muerte de Lenin |
1925 |
Unamuno escribe La agonía del Cristianismo |
1927 |
Heidegger escribe Ser y tiempo Expulsión de Trosky del PCUS |
1929 |
Heidegger escribe ¿Qué es metafísica? Crack de la bolsa de Nueva York Se funda la JEC ( Juventud Estudiante Cristiana) |
1930 |
Ortega escribe La rebelión de las masas Victoria Nazi en Alemania |
1931 |
Caída de Alfonso XIII y proclamación de la II República |
1932 |
Huxley escribe Un mundo feliz |
1933 |
Proclamación del Nazismo Fundación de la Falange Española |
1936 |
Muerte de Unamuno, Valle Inclan y Garcia Lorca Guerra Civil española |
1937 |
Picasso pinta el Guernica |
1939 |
Fin de la guerra civil española Inicio de la II guerra mundial |
1941 |
Muerte de Bergson y V.Woolf Hitler ataca Rusia y Japón declara la guerra a USA |
1942 |
Sartre escribe El ser y la nada |
1944 |
Zubiri escribe Naturaleza, Historia y Dios |
1945 |
Fin de la II guerra mundial Fusilamiento de Mussolino Suicidio de Hitler Bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki |
1946 |
Proceso de Nuremberg |
1947 |
S. Beauvoir escribe El segundo Sexo Independencia de la India |
1948 |
Asesinato de Gandhi Creación del Estado de Israel Declaración Universal de los Derechos Humanos |
1950 |
Erick Fromm escribe Psicoanálisis y religión J.Ferrater Mora escribe Diccionario de filosofía |
3.-PRINCIPALES RASGOS DE LA FILOSOFÍA DE EMMANUEL MOUNIER.
Para definir, brevemente por lo limitado del espacio y del tiempo, la filosofía de Emmanuel Mounier y por ende del Personalismo, partiré de un concepto clave en la obra de dicho autor, para ir haciendo constantes paralelismos entre la clasificación que dicho concepto nos aporta y dos de sus principales obras; ¿Que es el Personalismos? y El personalismo.
Mounier da la siguiente definición de PERSONA: Una persona es un ser espiritual constituido como tal por una forma de subsistencia y de independencia en su ser; mantiene esa subsistencia e independencia mediante su adhesión a una jerarquía de valores libremente adoptados, asimilados y vividos en un compromiso responsable y en una constante conversión; unifica así toda su actividad en la libertad y desarrolla por añadidura, a impulsos de actos creadores, la singularidad de su vocación.
Así pues, analicemos varios de los elementos de esta definición:
1.- La Persona como Ser espiritual
Para Mounier, el hombre no se reduce a lo meramente material, tiene una vocación de eternidad.
El hombre interior no se tiene en pie más que con el apoyo del hombre exterior; el hombre exterior no se sostiene más que por la fuerza del hombre interior.
Alma y cuerpo forman una unión indisoluble del pensamiento cristiano.
Igualmente no hay que oponer el tener y el ser. Pensemos en dos polos entre los cuales se tiende la existencia incorporada.
¿Pero es realizable en algún monumento esta unión alma/cuerpo? La vida personal es la búsqueda proseguida hasta la muerte, de una unidad presentida, deseada y jamas realizada.
Ahora bien, Un personalismo que se contentase con especular acerca de las estructuras del universo personal, sin otro efecto, traicionaría su nombre.
Por otra parte, la trascendencia de la persona implica que esta no pertenece mas que a si misma, el niño es sujeto, no es RES societatis, ni RES Ecclesiae. Se pertenece a si mismo.
2.-Subsistente adheriendose a una escala de valores.
Querer vivir a cualquier precio, es aceptar un día vivir al precio de las razones de vivir. Solo existimos definitivamente desde el momento en que nos hemos constituido un cuadro interior de valores o de abnegaciones respecto del cual sabemos que la amenaza misma de la muerte no prevalecerá contra el.
Dentro de esta escala de valores, la persona, la dignidad humana se presenta como eje central.
3.-Viviendo esos valores comprometiéndose. Especial referencia a la acción
El hombre solo es hombre por el compromiso.
El compromiso es una vivencia comunitaria, a favor de un mundo nuevo, hacia el que nos sentimos enviados y solo es responsable cuando la palabra se convierte en respuesta y esta a su vez únicamente cuando se traduce en responsabilidad por el otro, es decir, si ese compromiso no se encamina al otro, a hacer un mundo nuevo,nos transgredimos a nosotros mismo.
¿Y como entiende ese compromiso Mounier ? Dice, del mismo modo que no compromete al hombre con el aislamiento, una filosofía de la persona no lo anima a rumiar y a la evasión, sino por el contrario, a una viva lucha y a un servicio activo.
La persona se funda en un serie de actos originales que no tienen su equivalente en ninguna otra parte dentro del universo:
a.- SALIR DE SI. La persona es una existencia capaz de separarse de si misma, de desposeerse, de descentrarse para llegar a ser disponible a otros.(lo contrario hoy lo llamaríamos egocentrismo,etc....)Podríamos decir DARSE.
b.- COMPRENDER. Dejar de colocarme en mi propio punto de vista para situarme en el punto de vista del otro.
c.- TOMAR SOBRE SI, ASUMIR EL DESTINO, la pena, la alegría, la tarea de los otros.
d.-DAR. La fuerza viva del impulso personal no es ni la reinvidicacion, ni la lucha a muerte, sino la generosidad o la gratuidad.
e.- SER FIEL. La aventura de la persona es una aventura continua desde el nacimiento hasta la muerte. Así pues la consagración a la persona, el amor, la amistad, solo son perfectos en la continuidad.
Vemos aquí la capacidad que ofrece el Personalismo de ponerse en el lugar del otro, de asumir como propio lo ajeno –sin a veces compartirlo-, y con ello de ofrecer una salida vivida como propio y dialogado de cuantos problemas surgen a nuestro camino.
Pero ¿Qué exigimos nosotros de la acción? Modificar la realidad exterior, formarnos, acercarnos a los hombres y que enriquezca nuestro universo de valores.
4.-En libertad responsable.
Para Mounier, la libertad es afirmación de la persona: se vive, no se ve
No soy verdaderamente libre, escribía Bakunin, sino cuando todos los seres humanos que me rodean, hombres y mujeres, son totalmente libres.... No me vuelvo libre, sino por la libertad de los otros.
La libertad de la persona crea en torno de ella la libertad por una suerte de levedad contagiosa, tal como l alineación, a la inversa, engendra alineación.
Antes de proclamar la libertad en las Constituciones o de exaltarla en discursos, debemos asegurar las condiciones comunes de la libertad –biológicas, económicas, sociales, políticas- que permitan a fuerzas medianas participar en los mas altos llamamientos de la humanidad: debemos preocuparnos por las libertades tanto como por la libertad.
Nuestra libertad es la libertad de una persona situada, pero es también la libertad de una persona valorizada. No soy libre por el mero hecho de ejercitar mi espontaneidad: me hago libre si inclino esta espontaneidad en el sentido de una liberación, es decir, de una personalización del mundo y de mi mismo. Es decir y como decía antes, de sentir lo ajeno como propio.
Así pues y ante la falta de respuesta de algunas preguntas, por parte de esta clasificación cuatripartita, proponemos apéndices surgidos de la necesidad de ofrecer respuesta a cuantas cuestiones nos plantea este autor. Así:
4.- ¿QUE ES EL PERSONALISMO?
El personalismo no es un sistema político en concurrencia directa con otros sistemas políticos. Personalismo no se opone a socialismo o comunismo.
Mounier decía que el Personalismo era una filosofía y no solo una actitud. Pero prefería hablar no del personalismo, sino que hay personalismos.( uno cristiano y otro agnóstico)
No nos cansaremos de repetir –decía- que nuestro personalismo no esta originalmente centrado en una actitud política, sino que es un esfuerzo total por comprender y superar en conjunto la crisis del hombre del siglo XX.
Nuestro humanismo es voluntad de totalidad. El mundo moderno ha dividido al hombre: cada trozo se debilita aisladamente: nosotros pretendemos recomponerlo, aunar en el el cuerpo y el espíritu, la meditación y las obras, el pensamiento y la acción.
5.- ¿QUE NO ES EL PERSONALISMO?
La tentación más corriente es la de cubrir con el personalismo un simple avatar del individualismo.
El personalismo se sitúa en las antípodas del narcisismo, del individualismo y del culto egocéntrico.
Otra facilidad es presentar al personalismo para atacarlo o para defenderlo, en el lenguaje del espiritualismo y del idealismo tradicionales.
6.-¿ANTE QUÉ PELIGROS TIENE QUE LIDIAR EL PERSONALISMO HOY EN DÍA?
¿Por qué se multiplican desde hace 100 años estas filosofías del desarraigo? Evidentemente porque el individuo se siente cada vez menos dueño de su medio, el cual por su parte se desarrolla y organiza como fuera de el, a una velocidad vertiginosa; las maquinas, las masas, los poderes, la administración, el universo y sus fuerzas se le aparecen cada vez más con una generalización de la amenaza cuando el buscaba en ellos una ampliación de la protección. No son premonitorias sus palabras ante este fin de siglo, donde la tecnología alcanza el rango de lo divino, y los técnicos son sus profetas.
Toda organización toda técnica, toda teoría que niega a la persona esta vocación fundamental de la elección responsable , o que enrarece su ejercicio, es un veneno más peligroso que la desesperación, aunque vaya acompañada de mil seducciones.
La gran prueba del siglo XX será sin duda, evitar la dictadura de los tecnócratas que tanto de derecha como de izquierda olvidan al hombre bajo la organización.
Los tecnócratas de todos los partidos nos preparan un fascismo enfriado.
El nacionalismo aparece hoy con toda evidencia como anticuado , ruinoso y regresivo. No obstante el sentido nacional es aun un poderoso auxiliar contra el egoísmo vital del individuo y las familias, contra el dominio del estado y el avasallamiento de los intereses económicos cosmopolitas.
7.-¿QUÉ PROPONE EL PERSONALISMO Y ANTE QUE?
No hay zona del pensamiento o de la acción que no deba renovar esta exigencia.
La educación debe preparar su terreno. Reducida hoy con demasiada frecuencia a la distribución superficial del saber y a la consolidación de las divisiones sociales o de los valores de un mundo agonizante, debe romper con sus cuadros muertos para elaborar una formación del hombre total, ofrecida a todos por igual , dejando a cada uno libre frente a sus ultimas perspectivas, pero preparando para la ciudad común de los hombres equilibrados, fraternalmente preparados los unos con, los otros para el oficio del hombre.
La cultura occidental ha llegado a ser una herencia inerte entre las manos de una clase social que no se conserva de ella más que el goce, sin renovar sus fuentes. Debe ser revificada por nuevas elites de procedencia popular, que le darán la autenticidad y la fecundidad.
La vida personal, la vida privada y la vida publica, deben ofrecer a la vez a todos sus diversas posibilidades de enriquecimiento y en lugar de emponzoñarse cada una, en el interior de sus tabiques con sus propios venenos, fortificarse contra ellos mutuamente mediante su comunicación. Así la vida individual no aparecerá ya como el refugio del egocentrismo y como el lujo de una clase; la vida privada y especialmente la familia, se abrirán al aire puro aunque seguirán siendo la zona de prueba de la humanidad de cada uno; la vida publica quedara henchida con los juegos que le llegaran de seres más acabados en plenitud.
EMMANUEL MOUNIER
1905 – 1950
Personalismo: Conjunto de doctrinas sobre la persona cuyo representante principal ha sido Emmanuel Mounier (1905-1950). Para Mounier "el personalismo es un esfuerzo integral para comprender y superar la crisis del hombre del siglo XX en su totalidad". Pues la persona es imposible de objetivar; se encuentra en un cuerpo y en la historia; por su propia naturaleza, es comunitaria. "La experiencia personal originaria es la experiencia del "tú" ... El acto de amor es la certidumbre más firme del hombre, el irrefutable coito existencial: amo, y por lo tanto el ser es y la vida merece ser vivida"
APORTACIÓN EN EL CAMPO DE LA FILOSOFIA DEL DERECHO, DE LA FILOSOFIA POLÍTICA Y DE LOS DERECHOS HUMANOS
1. El personalismo opuesto al individualismo
La naturaleza fundamental de la persona no es ni la originalidad ni el conocimiento propio ni la afirmación individual. Reside no en separación sino en comunicación.
Para un espectador del drama humano que no está ciego a sus propias reacciones, esta verdad está muy lejos de ser auto-evidente. Desde los principios de la historia hasta ahora, han existido muchos más días de guerra que de paz. La vida de las sociedades es una guerra perpetua y donde se termina la hospitalidad, la indiferencia sobreviene.
Todos los esfuerzos del compañerismo, de la amistad y del amor parecen ser en vano contra los enormes obstáculos a la hermandad humana. Heidegger y Sartre concluyen mucho de esto en su filosofía. Para ellos la necesidad de poseer y de sobreponerse siempre obstruye la comunicación. El hombre asociado es necesariamente o tirano o esclavo. La misma mirada de uno roba algo de mi universo, su presencia limita mi libertad, su ascenso mi descenso. En cuanto al amor, es una enfermedad mutual, un infierno.
Es vano protestar contra esta percepción. También es difícil negar la importancia del aspecto de las relaciones humanas que sugiere. El mundo de otro no es un jardín de placer: es una provocación perpetua para el menosprecio o el agrandamiento de uno mismo. Continuamente reimpone el riesgo y el sufrimiento al instante que parece que adquirimos la paz. El mismo hecho de no reconocer esto sale del instinto de la auto-defensa. Algunos, tratando de olvidarlo, disminuyen todos sus contactos sociales. Otros se convierten en los objetos flexibles y útiles de aquellos que los rodean -se convierten en los pobres de los filántropos, los inferiores de este hombre o los sirvientes de aquello, mientras los egoístas se escapan de todo altruismo como ilusión. Otro, aún, puede limitar su círculo de personas a los que consienten actuar como su propio espejo. Una clase de instinto trabaja continuamente dentro de nosotros para negar o disminuir la humanidad de aquellos que nos rodean.
El individualismo es un sistema de moralidad,
sentimientos, ideas e instituciones en las cuales los individuos se pueden
organizar por su mutuo aislamiento y defensa. Esta era la ideología y estructura
prevaleciente de la sociedad burguesa occidental de los siglos XVIII y XIX. El
hombre, en lo abstracto, disociado de cualquier comunidad natural, soberano
señor de una libertad sin límites y sin dirección, volviendo hacia otros con
desconfianza primitiva, calculación y vindicación propia; instituciones
limitadas a la seguridad de que estos egoísmos no deberían imponerse el uno
sobre otro, o a su mejoramiento como una asociación puramente de ganancias--tal
es el modelo de civilización que se está disolviendo ante nuestros ojos, uno de
los mas estériles de la historia conocida. Esto es la antítesis del personalismo
y su mas significante enemigo.
La civilización burguesa e individualista
La civilización burguesa e individualista, que ha sido suprema en nuestro mundo durante muchos años, está aún firmemente al mando. Está encadenada en las raíces de una cristiandad a la que ha contribuido tanto para desalojar.
La concepción burguesa es el resultado de un período de civilización que se ha venido desarrollando desde el Renacimiento hasta nuestro propio día. Brotó de la rebelión del individuo contra un sistema social que se había vuelto sobre-pesado y de un sistema espiritual que se había vuelto inflexible. Esta rebelión no era del todo desordenada ni anárquica. Vibraba con legítimas aspiraciones de la persona humana. Pero se volvió pronto a una concepción tan estrecha del individuo que desde el principio engendró en si misma el germen de su decadencia.
Al extender sus campos de conquista a través de cinco continentes, el capitalismo industrial abrió a los capitanes de industria y a algunos aventureros en finanzas grandes posibilidades de aventura. Pero al descubrir la fecundidad automática del dinero, el capitalismo financiero al mismo tiempo les ofreció un mundo fácil de conquistar, en el cual todas las tensiones vitales desaparecieron.
El ritmo natural de las cosas, su resistencia y duración, se deshicieron bajo la influencia de un poder sin límites, que venía no como tarea aplicada en una manera ordenada a las fuerzas naturales, pero de la especulación. Esta especulación, en la cual la ganancia se obtiene sin rendir servicio, era lo ideal hacia cual todo esfuerzo capitalista tiende.
Así que la pasión de aventura gradualmente cedió como motivo al suave placer de la comodidad, del confort, la pasión de conquista al ideal del mecanismo impersonal, del distribuidor automático de placeres sin riesgo o exceso, regulares y constantes, derivados de la máquina y del ingreso fijo. Una vez que una civilización se haya acostumbrada a la manera de esta comodidad inhumana, ya no produce para engendrar nuevas creaciones, pero las mismas creaciones producen aún mayor silencio e inercia.
Así que la substitución de ganancia especulativa por la ganancia industrial y de los valores de comodidad por los valores de creación ha gradualmente destronado el ideal individualístico y ha abierto el camino al espíritu que llamamos burgués por su origen y lo que nos parece ser la exacta antítesis de la espiritualidad. Se apoderó primero de las clases altas pero gradualmente descendió a todas las clases, aún las más humildes.
Porque el dinero separa. El dinero separa al hombre de la lucha con las fuerzas naturales porque nivela toda resistencia. Separa a los hombres el uno del otro porque ha comercializado todo cambio y ha falsificado ambos el habla y la conducta. Toma al hombre moderno que no aguanta más que el espectáculo de su propia seguridad y lo encierra, alejado del reproche viviente de la pobreza, en su propia sección residencial, en su propias escuelas, su propio hábito, sus automóviles, sus relaciones, su religión--en todo lo que él se ve a si mismo y a sus ideas reflejados cien veces.
Estamos realmente lejos del héroe. El mismo
hombre rico del período clásico está desapareciendo rápidamente. En el altar de
este triste mundo existe solamente un dios, sonriente y repugnante: el Burgués.
Ha perdido el verdadero sentido de ser, se mueve solamente entre cosas y cosas
que son prácticas y que han sido despojadas de su misterio. El es un hombre sin
amor, un cristiano sin conciencia, un incrédulo sin pasión. El ha desviado el
universo de virtudes de su curso, supuestamente sin sentido, hacia lo infinito,
y lo ha hecho centrarse alrededor de un sistema mezquino de tranquilidad social
y psicológica. Para él sólo existe la prosperidad, la salud, el sentido común,
el equilibrio, la dulzura de la vida, la comodidad. La comodidad es para el
mundo burgués lo que el heroísmo era para el Renacimiento y la santidad para la
cristiandad de la Edad Media--el último valor, el último motivo de toda acción.
Principios de una civilización personalista
Una civilización personalista es una cuya
estructura y espíritu están dirigidos hacia el desarrollo como personas de todos
los individuos que la componen. Tiene como su último fin el de posibilitar que
cada individuo viva como una persona, es decir, que ejerza al máximo su
iniciativa, responsabilidad y vida espiritual.
1.1. Personalismo
El personalismo requiere una afirmación de valor, viz., la afirmación del absoluto valor de la persona humana. No estamos insistiendo que la persona humana es un absoluto, aunque para el creyente cristiano lo Absoluto es de hecho la persona, y en estricta terminología, lo espiritual no existe sino como lo personal. Pero sí proponemos que la persona humana, como nosotros lo definimos, es un absoluto comparado con cualquier otra realidad material o social y con otra persona humana. Nunca se puede considerar simplemente como parte de un todo, ya sea de familia, clase social, estado, nación o incluso de la humanidad. Dios mismo, en las doctrinas de la cristiandad, respeta la libertad de la persona, aún cuando está vivificándola desde su interior. Todo el misterio teológico de la voluntad propia y el pecado original está basado en la dignidad de libre elección conferida al hombre. El cristiano lo acepta porque él cree que el hombre fue, en su propia naturaleza, creado según la imagen de Dios, y que es llamado a perfeccionar esa imagen a través de una siempre creciente participación en la suprema libertad de los hijos de Dios.
Cualquier discusión sobre el personalismo debe comenzar en las raíces básicas de toda existencia humana. Si nuestros esfuerzos se limitaran exclusivamente a la defensa de las libertades públicas del hombre o de otros derechos sin base más profunda, entonces ciertamente nuestra postura sería débil; porque entonces existiría el peligro de defender solamente los privilegios individuales. Lo espiritual en el corazón de la realidad humana.
Es común en todas las doctrinas que hemos rechazado el considerar lo espiritual en cualquiera de sus esenciales formas como una acción privada de moralidad individual. Esta concepción es característica del idealismo burgués que rinde la sociedad a la edad de hierro; es característica del realismo fascista que niega que exista incluso en la vida privada cualquier autoridad espiritual más que el estado; es característica del materialismo marxista, según la cual las pseudo-realidades espirituales y personales no ejercen ninguna iniciativa primaria en los asuntos humanos.
Como contraste, el personalismo que hemos delineado impone un valor espiritual, i.e., la persona, el receptáculo y la raíz de todos otros valores, en el mismo corazón y centro de toda realidad humana.
No podemos enfatizar demasiado el hecho que el personalismo no está fundamentalmente centrado en la acción política, sino que es un esfuerzo total para comprender y sobrecrecer la crisis entera del hombre del siglo XX.
1.2. Espíritu encarnado
El cuerpo y la materia no se perciben como un fondo neutral que no está ni bendecido ni maldecido, un esclavo pasivo ya sea al bien o al mal. Se han incorporado interiormente en el crecimiento viviente del Reino de Dios. Si la Encarnación es completa y la Resurrección total, el hombre nuevo es entonces llamado a construir una nueva tierra, y al mundo del cuerpo se le pide que use su esfuerzo, no solamente para declarar la gloria de Dios sino también para crearlo.
1.3. Progreso técnico
El progreso técnico le sirve al hombre colectivamente de la misma manera que el hábito sirve al individuo. Es para el hombre un medio de liberación siempre que él lo domine.
De lo que entonces reprochamos a nuestra civilización técnica no es de que sea inhumana en si misma, sino de que no se haya humanizado aún y de que hasta ahora haya servido un sistema inhumano.
La parábola de la cizaña y el trigo es el mejor símbolo de la visión cristiana de la historia. Cuando una cosecha maldecida brota a través de los años, vuelve a todas las utopías humanas in efectúales y destroza el sueño de un mundo que se convertirá en inocente desde el momento en que así se decrete: tal es el papel del "pesimismo cristiano." Pero creciendo sin descanso entre estos sembrados profanos está el reino de Dios, con nombre y sin nombre, con lenta fuerza irresistible.
Uno no libera a un hombre desatándolo de las cadenas que lo paralizan; uno libera a un hombre ligándolo a su destino.
El desear la vida a todo costo es, algún día, comprar la vida al precio de toda razón de vivir. No tenemos existencia auténtica hasta que tengamos una fortaleza interior de valores o de devoción contra la cual no creemos que el temor a la misma muerte pueda prevalecer.
1.4. El Personalismo Económico
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, un grupo selecto de pensadores sociales cristianos ha encarado un diálogo con los economistas del libre mercado acerca de la moralidad de su actividad. Este intercambio interdisciplinario amistoso inspiró la concepción de una nueva subdisciplina que trata de sintetizar los aspectos centrales de la teología y la economía, originando así un cuerpo de investigación académica denominado personalismo económico. Este ensayo presenta dicha subdisciplina en sus componentes históricos, filosóficos y prácticos.
El personalismo económico es una ciencia de la moral de los mercados, un intento de análisis de las ramificaciones morales de la actividad económica a la luz de una visión teológica de la persona humana. Esto incluye una explicación detallada tanto de la teoría, la historia y la metodología económicas, como de las prácticas reales del mercado, todo ello contemplado desde la perspectiva de la fe cristiana, en particular de su reconocimiento de la dignidad de la persona humana y la preocupación por la justicia que deriva de este reconocimiento.
Se ha intentado examinar el desarrollo económico en el contexto teórico de las preocupaciones morales cristianas. Estos esfuerzos anteriores buscaban una economía cristiana como parte de una teología social comprensiva que pudiera elaborar las estructuras morales apropiadas para todas las ·reas de la vida social: políticas, culturales y económicas.
Estos esfuerzos anteriores han resultado inadecuados en un sentido u otro. Una deficiencia típica es el hecho de ofrecer principios de moral para el mercado careciendo de un conocimiento suficiente de la moral o de la economía. En ambos casos, el resultado es una incapacidad para alcanzar una síntesis auténtica.1 Una síntesis auténtica no puede ser reduccionista sino que debe respetar las pretensiones genuinas de la economía y la teología moral.
Este ensayo trata de dar una respuesta al siguiente interrogante: "¿Qué es el personalismo económico?" Para realizar esta tarea será necesario dividir nuestras ideas en tres partes. La primera delineará un bosquejo de las fuentes intelectuales y principios fundamentales del personalismo. La segunda examinará la filosofía de la teoría económica del libre mercado. La tercera discutirá los intentos anteriores y actuales de síntesis de estas dos ciencias.
EL PERSONALISMO
El personalismo trata de analizar el significado y la naturaleza de la existencia personal. Sin embargo, reconoce el carácter misterioso de la existencia humana. Pero este reconocimiento no elimina la viabilidad de una exploración del misterio, sino que afirma que jamás teoría o conjunto alguno de ideas podrá explicar por completo la vida humana. La persona humana es un sujeto infinitamente complejo. Encontramos lo trascendente y lo infinito en el alma del hombre. Los intentos filosóficos y teológicos de entender a la persona humana han sido continuos desde la época de los primeros griegos.
Hay varias clases de personalismo. Algunos personalistas son idealistas: creen que la realidad está constituida por la conciencia; pero también hay personalistas realistas, para quienes el orden natural ha sido creado por Dios y no se ha constituido por la conciencia humana. Aunque la mayoría de los personalistas son deístas, hay también personalista ateos. Entre los idealistas hay personalistas absolutos, personalistas panpsíquicos, personalistas éticos e idealistas personales, para quienes la realidad integra una sociedad de personas finitas o una persona última: Dios.4
Como el personalismo filosófico, el personalismo económico tiene fuentes intelectuales precisas que informan su visión de la persona.
Nuestro pensador polaco –Juan Pablo II- prestó atención especial a la antropología filosófica francesa. En efecto, acudió en gran medida al personalismo de Emmanuel Mounier y los escritores de Esprit, una revista dedicada al personalismo que tomaba las ideas de Pascal, Bergson, Kierkegaard y Marcel.9 Wojtyla y sus colegas polacos leyeron a Mounier con gran interés. En Mounier encontraron la primera explicación filosófica del intelecto humano y la intersubjetividad.10
Wojtyla finalmente enseñó filosofía en la Universidad Católica de Lublin, donde, con sus discípulos, desarrolló los fundamentos del personalismo polaco. Según Wojtyla, el análisis de la acción humana puede proveer el punto de partida para toda actividad filosófica. Entre los temas fundamentales de tal análisis se encuentran la subjetividad y la autonomía humanas, el reconocimiento de la dignidad humana, una teoría de los derechos humanos, la intersubjetividad y la calidad ontológica de la persona actuante: cuerpo, alma, intelecto, corazón y voluntad.
Hacia una Antropología Teológica
Una vez bosquejadas brevemente las raíces históricas del personalismo polaco, podremos elaborar ahora sus ideas centrales. No queremos definir al personalismo sino sólo delinear sus principios esenciales.
La Centralidad de la Persona. El pensamiento personalista considera que la persona humana es el punto de partida ontológico y epistemológico de la reflexión filosófica. La reflexión filosófica personalista es una investigación metafísica sobre la constitución, la calidad y la dignidad del ser humano como persona. La dignidad y el valor de la persona residen en el centro mismo de la filosofía personalista y proveen el fundamento de todo el análisis filosófico subsiguiente. Pero los personalistas se refieren también a las personas como sujetos autónomos, principio que examinaremos enseguida.
Subjetividad y Autonomía. La subjetividad se refiere a la vida consciente interior de la persona humana. Las personas tienen una vida interior, pero también permanecen abiertas al mundo que las rodea. Los seres humanos poseen una conciencia intuitiva, lo que significa que cognitiva, emocional y psicológicamente se relacionan con sus circunstancias externas. La conciencia no sólo se dirige hacia el exterior, hacia nuestro ambiente inmediato: las personas son también conscientes de sí mismas. Esencialmente, la auto-conciencia significa que las personas se experimentan a sí mismas desde dentro.11 Recuerdan su propio ser, conscientes de que son ellas quienes están reflexionando. La subjetividad de una persona es una caracterización externa de esa persona particular. Se entiende como algo dinámico, algo siempre cambiante, en respuesta a nuevas circunstancias y descubrimientos de necesidad y valor. Pero hay un sujeto perdurable que subsiste en la base de esta estructura dinámica. Hay un "yo" real, personal, realizando cada acto. Este "yo" es un yo personal consciente. Es la persona la que realmente existe y actúa. Por lo tanto, la subjetividad, es la conexión entre existente y actuante.12
Es importante distinguir subjetividad de ética subjetivista. La subjetividad indica que la persona es un sujeto consciente. La ética subjetivista se refiere a la idea de que la verdad moral es subjetiva, que la realidad moral se mide o determina por la consciencia personal: un enfoque que el personalismo trata de evitar.13 Así como es a través de la conciencia que una persona se percata de su subjetividad, es a través de la subjetividad que una persona reconoce la particularidad de su propia existencia, es decir, la autonomía de su propio ser. Pero esta autonomía no deja de hacer referencia a la verdad sobre la persona humana. Este sentimiento de autonomía no puede separarse de nuestra subjetividad ni de nuestra naturaleza.
Los individuos son sus propios amos en la medida en que han sido dotados con la capacidad de reconocer con máxima eficacia sus necesidades.14 Este auto-dominio se expresa en la frase latina sui juris (que significa "ley propia"), pero a fin de entender esta relación correctamente, debemos enfocar la experiencia de la autonomía a través de la subjetividad.15 Como sujetos libres, la restricción de la responsabilidad asume una importancia primordial en el esfuerzo por ejercer la libertad apropiadamente. Aunque es necesaria cierta restricción de la libertad personal, tambión es cierto que la libertad sólo puede expresarse responsablemente en ausencia de coerción y dentro de limitaciones dadas.16
La Dignidad Humana. El contenido de las secciones precedentes conduce naturalmente a la cuestión de la gran dignidad y valía de la persona humana. Según el Papa Juan Pablo II, la Encarnación de Jesucristo ha elevado la naturaleza humana a un estado de total unicidad mediante su elevación a la unidad de la persona divina del Hijo de Dios.
Si celebramos con tal solemnidad el nacimiento de Jesús, ello es para testimoniar que todo ser humano es alguien único e irrepetible. Si nuestras estadísticas y categorías humanas, nuestros sistemas políticos, económicos y sociales humanos, y nuestras meras posibilidades humanas no aseguran que el hombre puede nacer, vivir y actuar como alguien que es único e irrepetible, todo esto es asegurado por Dios. Para Dios y ante Dios, el ser humano es siempre único... alguien pensado y escogido desde la eternidad, alguien llamado e identificado por su propio nombre.17
Cristo no sólo revela la voluntad salvífica de Dios para toda la humanidad sino que, según el Papa, es una revelación del hombre, de lo que se quería que fuera el hombre en la Creación y lo que es razón de la Encarnación, Crucifixión, Resurrección y Ascensión del Dios-Hombre Cristo Jesús. 18 En este sentido, Jesucristo es la revelación de lo que la humanidad es ahora: un reflejo único de la imagen divina.19
La afirmación de la dignidad inmensa de las personas es de una significación profunda. Señala la posición adecuada de los seres humanos en el mundo. Nos habla de la grandeza otorgada por Dios al ser humano. A pesar de su naturaleza pecadora y caída, los seres humanos son ontológicamente superiores a todo lo creado. Las huellas de la actividad humana en diversas comunidades testimonian esta dignidad.20 El valor de la persona no deriva de los aportes, talentos o logros de un individuo, sino que se relaciona con la importancia ontológica inefable de su ser. La existencia humana está dotada de dignidad, la dignidad de un ser consciente, libre y creativo.
Varias consideraciones yuxtapuestas revelan la dignidad de la persona humana. Primero, sólo los seres humanos poseen facultades o poderes como la inteligencia, la creatividad y la libertad. La capacidad de amar es, tal vez, el rasgo más grande de la existencia humana. La capacidad humana de amar con sacrificio ilustra la nobleza y unicidad de la humanidad en comparación con el resto de la creación.
Segundo, la dignidad humana se preserva y acrecienta por la capacidad humana de adquirir un conocimiento del mundo. Las personas humanas no son criaturas limitadas a sus ambientes inmediatos. No estamos completamente restringidos por las situaciones en que nos encontramos. El conocimiento humano permite que la persona se relacione en forma inteligente y no-determinada con los eventos, las ideas y las personas de su experiencia vivida.
Tercero, la unicidad física y genética de los seres humanos apoya la idea de la dignidad humana. Cada persona es una expresión original, única e irrepetible de la naturaleza humana. Entendemos que el valor de cada persona es irremplazable. El arreglo único de centros de conciencia individuales dentro de la comunidad humana pone de relieve la dignidad inefable de cada persona humana.
La idea culminante del personalismo polaco se contiene en la máxima de que cada persona ha de afirmarse por sí misma. Esto supone un reconocimiento y respuesta al valor de cada persona. Esta máxima respeta la afirmación kantiana de que el hombre nunca debe tratarse como medio para un fin. La compresnión kantiana de la dignidad humana es digna de elogio, pero carece del aspecto positivo del amor, el respeto y la afirmación que se deben a toda persona. El reconocimiento y el respeto de la dignidad de una persona implica lo siguiente: (1) la obligación de respetar el sentido del valor de la otra persona, (2) la estimación positiva del trabajo realizado, y (3) lo que von Hildebrand y Wojtyla han llamado la "respuesta de valor", e.d., la posibilidad de la auto-trascendencia en el amor, en tanto que el sujeto se conforme al carácter precioso y al valor de la persona por sí misma.
La Persona en la Comunidad. Explorando el misterio de la existencia humana más a fondo, llegamos a advertir su carácter social. Ser una persona humana floreciente implica estar en relación con otros.21 Con frecuencia, los personalistas polacos empiezan a filosofar acerca de la naturaleza social de la persona humana reflexionando sobre la personalidad de Dios. Dios Trino, de quien proceden el orden de la Creación y el de la redención, es una comunidad infinita de amor que se da a sí mismo. Ser una persona en este sentido implica darse uno mismo a otros. Como seres creados a la imagen de Dios, cada persona humana está llamada a alcanzar la perfección de su propia personalidad entrando en comunicación genuina con los otros.22
Las personas nacen en y para la comunidad. El ser personal es relacional. Una persona es siempre el hijo o la hija, la madre o el padre, el hermano o la hermana, el vecino y el amigo de otro. ¿Qué relación existe entre la subjetividad de la persona como individuo y la estructura de la comunidad humana? Una comunidad no cobra forma sólo porque varios individuos vivan y actúen juntos. El término comunidad no denota un mero agregado de individuos sino una unidad de personas. Una investigación sobre un agregado de personas no puede postular simplemente una realidad objetiva que afecte a todos los miembros por igual, sino que debe concentrarse en la conciencia y la experiencia personal de los miembros individualmente. Sólo asumiendo este enfoque percibiremos la realidad de una comunidad y empezaremos a captar su significado esencial.23
La característica distintiva del método personalista es la convicción de que la capacidad de participación es esencial para el yo. Obviamente, esta capacidad debe ser activada, formada y cultivada, para conducirla a su realizacián más plena. La persona vive y actúa con otros no sólo por naturaleza, sino también porque no puede sobrevivir en aislada.
Así se plantea la cuestión de la individualidad vs. el individualismo. El personalismo reconoce que el individuo humano es único, un yo único, sustancial. En este sentido, el individuo es la unidad de construcción del orden social. Pero el reconocer la individualidad no es lo mismo que reconocer el individualismo. Esta última es una actitud que aísla a la persona en una construcción teórica atomizada. El individualismo enfrenta a los individuos entre sí, concibiendo las relaciones sociales como ejercicios llenos de tensión en el reclamo y la limitación de los derechos. El individualismo es lo opuesto a la solidaridad; es una actitud centrada en uno mismo que contempla toda la vida como algo dirigido hacia el interior del yo. Se puede reconocer a los individuos como el fundamento ontológico del orden social, sin volverse individualista. La persona tiene libertad de acción, pero no mantiene una libertad irrestricta para actual inmoralmente. Las personas son libres sólo en la medida en que son capaces de escoger lo bueno.24
Participación y Solidaridad. El mandamiento de amar a tu prójimo como a ti mismo significa que debemos llevar activamente lo bueno a las vidas de otros, como lo hacemos con nuestras propias vidas. El mandamiento de amar ha de cumplirse por todas las personas y comunidades a fin de que se convierta en realidad el bien contenido en el hecho de actuar y estar juntos con otros.25 Sólo puede alcanzarse un orden social humano cuando se aplica una comprensión correcta de la persona humana en su relación con la sociedad. Cada persona debe afirmarse por sí misma, a causa de su inherente dignidad y de su valía inconmensurable. Un requerimiento correspondiente a esta afirmación es el derecho de participación.
El personalismo se traduce en una filosofía social basada en las nociones de alienación y participación. La auto-integración y la realización no se obtienen sólo por una auténtica unidad interior alcanzada por el individuo, sino por la unidad alcanzada entre el individuo y los demás. Por lo tanto, los individuos han de ser libres de participar con otros en la sociedad. La sociedad debe permitir que cada uno de sus miembros alcance este fin último, de acuerdo con su naturaleza objetiva y sus necesidades subjetivas. La participación significa recurrir a otros y optar por unirse en todas las esferas de la vida social: políticas, económicas y culturales.
Se define la alienación como una pérdida de la capacidad de auto-realización. La alienación social significa que el individuo es incapaz de desarrollar un modo de vida auténtico. El proceso social está impedido, incluso distorsionado, porque la persona no puede asumir su identidad como un individuo dentro de los confines de la sociedad. La vida social ocurre afuera y más allá de Èl.26 La sociedad funciona casi a expensas del individuo.
La alienación es lo opuesto a la participación. A menudo asociada al pensamiento marxista, la alienación tiene un lugar propio en la antropología personalista. La alienación hace que el hombre pierda su capacidad de auto-realización dentro de la comunidad. El hombre puede vivir y actuar en comunión con otros, pero no alcanzará su auto-realización. La alienación se produce cuando se niega la oportunidad de la participación en la vida social.27 La alienación puede estar causada por la discriminación social, la privación económica o la carencia de capacidades sociales.
En contraste con la alienación, la participación confirma al yo y permite que el individuo florezca. La participación ayuda a los individuos a alcanzar la auto-realización a travós de relaciones interpersonales y sociales.28
La aplicación de la máxima personalista -cada persona debe afirmarse por su propio valor- en todas las situaciones sociales genera la solidaridad genuina. La solidaridad es el estado de lo social en el que la participación plena es posible para todos. Pero dada la imperfección de la naturaleza humana, puede resultar difÌcil aplicar la máxima personalista.29
El personalismo económico es una disciplina compuesta. La primera parte de la misma consiste en los fundamentos filosóficos y teológicos delineados antes. Pero los personalistas tratan de dialogar con los economistas. El personalismo económico hace uso de las ideas de lo que se ha llamado economía de libre mercado. Ahora examinaremos esta área de investigación económica.
LA SÍNTESIS DEL PERSONALISMO ECONÓMICO
Los personalistas sostienen que sus ideas sobre el significado y la dignidad de la persona son aplicables a otras disciplinas académicas, especialmente a las ciencias humanas. Una ciencia humana que recientemente ha atraído la atención de varias personalidades, incluido Juan Pablo II, es la economía.
Los Progenitores del Personalismo Económico
Sería no sólo presuntuoso, sino también ingenuo, ofrecer el personalismo económico como la interpretación "correcta" del pensamiento social cristiano. Tratamos de presentarlo como una alternativa viable a la mayor parte de las interpretaciones anteriores y como un complemento de algunas de las otras. Sin embargo, reconocemos que es un sistema de pensamiento relativamente oscuro, no comprobado en muchos sentidos y de ningún modo completo en su alcance o su conocimiento. No obstante, el personalismo económico es un punto de partida excelente para que los cristianos de buena fe inicien su análisis social.
El personalismo económico no es sui generis, autónomo, sin fuentes. Tiene ancestros intelectuales como cualquier sistema de pensamiento o corriente intelectual nueva. El Papa Juan Pablo II es el progenitor intelectual del personalismo económico, pero otros han hecho contribuciones invalorables tomando a Juan Pablo II como su inspirador y modelo. Todos estos mentores intelectuales reconocieron el fracaso de las interpretaciones anteriores del pensamiento social católico. Por una razón u otra, estos hombres y mujeres encontraron deficientes los intentos anteriores de una sÌntesis genuina. Se necesitaba una teoría nueva, que facilitara el diálogo entre economistas y teólogos acerca de las profundas ideas personalistas de Juan Pablo II.
Aunque todos estos hombres han desempeñado un papel esencial en el desarrollo del personalismo económico, subsiste la necesidad de una elaboración completa, académica. Este cuerpo literario requiere una unificación sistemática y conceptual. Por tanto, uno de los fines del Centro para el Personalismo Económico es la articulación de las ideas de los pensadores antes mencionados en una filosofía social viable.
CONCLUSIÓN
Este resumen ha tratado de brindar una respuesta detallada al interrogante: ¿Qué es el personalismo económico? Ha ofrecido luces acerca del desarrollo histórico y de los princios teóricos que residen detrás de esta nueva ciencia. Aunque hemos tratado ser muy abarcativos, restan aún muchos aspectos de este modo de pensar por examinar.
El desarrollo previo se ha concentrado en una defensa del personalismo económico como un marco metodológico útil para aclarar la relación existente entre los valores morales objetivos y la valuación económica subjetiva. El resultado neto de esta tesis es eminentemente práctico: el descubrimiento del nexo existente entre la experiencia, el valor humano, la dignidad y los intereses propios de la persona que actúa, por una parte; y la sociedad, la experiencia de las personas que actúan con otras como un orden social extendido, por otra. Se trata de promover un orden económico humano que se beneficie de la actividad del mercado pero no reduzca a la persona humana a un mero elemento más de los fenómenos económicos.92
Desde este punto de vista, los problemas humanos y los problemas de la organización social son indivisibles. El gran interrogante del siglo Veinte, sin duda alguna, será saber si se puede evitar ese predominio de los tecnócratas, de derecha o izquierda, que pierde de vista al hombre en la organización de sus actividades.93
La máxima personalista de afirmar a la persona por su propias valía deberá adoparse como el principio fundacional de la ética, la filosofía polÌtica y la política social. En efecto, tal es el lema fundamental del personalismo económico. Es una guía implícita en la enseñanza social cristiana. Los personalistas económicos buscan estructuras sociales que afirmen el valor de cada persona y permitan su plena participación en el orden social.
CRITICA A ESTA CONCEPCIÓN
Filosofía y teología
Sí solo se explora los estudios del Papa en fenomenologia y la influencia de Max Scheler Weigel no le hace justicia a las raíces del personalismo cristiano. El parece que no se da cuenta de la conexión con otros grandes personalistas filósofos y teólogos haciendo parecer como si el personalismo de Juan Pablo hubiera salido de ninguna parte sin raíces (con excepción de otros personalistas polacos). Como dice Kenneth Schmitz en The Center of the Human Drama: The Philosophical Anthropoloty of Karol Wojtila/Papa Juan Pablo II, publicada por la Prensa de la Universidad Católica de America, el análisis del Papa "debe estar situado dentro de la amplia tradición del personalismo cristiano que ha florecido en nuestro propio siglo, principalmente bajo el auspicio católico francés. Schmitz da ejemplos: "Esto incluye el personalismo de Maurice Blondel con su énfasis en la acción. El espectro del personalismo católico también incluye el personalismo socio - político de Emmanuel Mounier, también como el personalismo metafísico de Jacques Maritain y el personalismo concreto de Gabriel Marcel. Pero su trabajo también conlleva una cierta afinidad con el personalismo no- católico, tal como el protestante de Paul Ricoeur y el judío Martin Buber, así como algunos aspectos del pensamiento de Emmanuel Levinas. Final-mente, él es uno de un número de personalistas polacos…" (p. 35-36)
Uno se pregunta como se pueden tomar la filosofía y la antropología personalista profunda de Juan Pablo II y concluir que él endosa una economía que en práctica es completamente utilitaria en su tratamiento de la persona, el trabajador. ¿Cómo, en el nombre del Papa, pueden estos hombres promover un mercado global que incluye un abuso consistente de los trabajadores y especulación e intereses exorbitantes en el financiamiento, dando carta blanca a una economía basada en el autointerés?
Esto puede ser explicado por la teoría de James Hanink (en su trabajo sobre personalismo a ser publicada próximamente) que personas que no estan familiarizadas con el pensamiento personalista, "en particular como se ha desarrollado en los círculos franceses con los que Wojtila comparte tanto," encuentran el personalismo misterioso. El sugiere que aquellos que escuchen sobre la incomparable dignidad de la persona humana puedan no comprender completamente el contexto del pensamiento del Papa. El hace hincapié que esta dignidad "no debe sugerir una autofelicitación antropocentrismo" - por que es siempre en comunidad y la comunión de la Trinidad, siempre en contra del utilitarismo.
Economía papal versus Economía de Mercado
Unos cortos ejemplos ilustran las diferencias desnudas en el acercamiento del Papa a la economía y la producción y la presentada por Weigel. Weigel describe positivamente las ideas del Papa en la encíclica Laborem Exercens (Sobre Trabajo Humano). El aun menciona que siempre ha sido la encíclica favorita de Juan Pablo, pero se propone a desacreditarla en cualquier aplicación al mundo real: "La breve discusión de la situación del mundo económico en la encíclica es tal vez la sección menos persuasiva." Weigel declara claramente que el Papa está muy atrasado en el tiempo, de hecho atrasado todo un siglo, que él no comprende la economía global de hoy y la revolución de las computadoras y que está equivocado en su preocupación del peligro de la contaminación. (p. 421).
Es incomprensible que en su discusión de Laborem Exercens, Weigel deje de mencionar lo que Juan Pablo II llama el criterio llave para la evaluación de cualquier sistema económico: "Por lo tanto en cada caso, un salario justo es el medio concreto de verificar la justicia del sistema económico…no es el único medio de comprobarlo, pero es uno particularmente importante y en un sentido el medio llave" (n. 80).
Una evaluación de los salarios ahora pagado por las compañías del primer mundo en los países pobres en las maquiladoras (y en las talleres de abuso de los Estados Unidos), muchas veces unos pocos centavos por hora y algunas veces pagados a niños, podría concluir que esta economía esta quebrada y debe condenarse.
Cuando él critica las observaciones de la teología de la liberación, Weigel deja de mencionar que el segundo documento del Vaticano sobre la teología de la liberación, La instrucción sobre libertad y liberación cristiana, es un mandato para todos los cristianos para que trabajen para una civilización de amor." El documento no solo hace énfasis en la necesidad para una reflexión renovada en "lo que constituye una relación entre el mandamiento supremo del amor y el orden social considerado en toda su complejidad," sino la necesidad de una verdadera civilización de trabajo, donde las relaciones del trabajo justo son una "pre condición necesaria para un sistema de comunidad política capaz de favorecer el desarrollo integral de cada individuo."
El abogado de dejar que el mercado determine el bien común no menciona que los salarios deben permitir al trabajador y a su familia tener acceso a un estándar de vida verdaderamente humano en el orden material, social, cultural, y espiritual. Es la dignidad de la persona la que constituye el criterio para juzgar el trabajo, y no en la forma contraria" (n. 81 - 86)
Desafortunadamente, la economía que ha sido apoyado y continúa siendo impulsada en todo el mundo por George Weigel, Michael Novak, P. Sirico y P. Richard Neuhaus es todo menos personalista o democrática. El temor del gran personalista Emmanuel Mounier que la palabra personalismo fuese falseada para enmascarar al individualismo es logrado acá.
La economía neoliberal incluye la absolutización de la economía, la reducción y el deterioramiento de los servicios públicos, el desempleo, la destrucción del medio ambiente y los recursos naturales, de la creciente brecha entre los ricos y pobres, y de la competencia desleal que pone a las naciones pobres en una situación de creciente inferioridad", tan censurada por el Papa Juan Pablo II en Iglesia en América en 1999 (n. 20). Está basada en una ideología de "autointerés iluminado" que promete, todo la evidencia de lo contrario, que la gente buscando su propio bien económico terminará al final creando un bien común. Aquellos que insistan que el Papa ha bendecido la economía neoliberal deben leer Iglesia en América, donde en enero de 1999 es condenada por su nombre como un pecado social que clama al cielo.
Es desafortunado, aun trágico, que un escritor e investigador de la habilidad de Weigel pueda presentar a los esfuerzos de Juan Pablo II a través del lente de la economía neoliberal. El es incapaz de ver, como Juan Pablo II, que mientras cambiar corazones y formar conciencias es tan importante, cambiar las estructuras injustas es también requerido para que otros tengan la posibilidad de vivir como personas: "No hay brecha entre amar al vecino y desear justicia. El contrastar a los dos es distorsionar a ambos el amor y la justicia … Las iniquidades malvadas y la opresión de todo tipo que aflige a millones de hombres y mujeres de hoy abiertamente contradice el Evangelio de Cristo y no puede dejar la conciencia de ningún cristiano indiferente" (Instrucción en libertad y liberación cristiana)
La sangre del pobre esta en nuestro umbral y en nuestros corazones, con los inmigrantes que vienen cada día a nosotros. No podemos hablar de la maravillosa economía que pueda gotear para ayudarlos algún día, cuando los pasados treinta años han indicado que las únicas gotas que han caído han sido de sangre.
PROYECCIÓN ACTUAL DE SU OBRA
1. INSPIRACIÓN DEL MOVIMIENTO TRABAJADOR CATOLICO
Para Marcos y Luisa Zwick, Emmanuel Mounier fue el inspirador del movimiento Trabajador Católico.
Mounier artículo las ideas del personalismo, de los seres humanos creados en la imagen y semejanza de Dios y renovados en Cristo, personas cuya responsabilidad es la de adoptar una función activa en la historia, aunque la última meta vaya más allá de lo temporal y más allá de la historia humana. En esta conceptualización encuentran las raíces del movimiento Trabajador Católico.
En 1932 Mounier fundó una revista llamada Esprit en Francia donde él como editor, lanzó los principios del personalismo y donde los escritores de las siguientes décadas publicaron sus ideas sobre este tema.
La visión de Mounier influyó fuertemente a Dorothy Day y a Peter Maurin.
A Mounier le debemos el énfasis del Trabajador Católico en la responsabilidad personal en la historia (el no retirarse del mundo) integrado por Dorothy Day en su práctica diaria de las Obras de Misericordia.
William Miller, en Un duro y terrible amor (A Harsh and Dreadful Love, Image Books, 1974) describe este personalismo como central al pensamiento y acción del Trabajador Católico:
"El tema de la idea del personalismo sostenida comúnmente por Mounier, Maritain y el Trabajador Católico era que la primacía del amor cristiano debe salir de su posición en limbo en lo que concierne los asuntos humanos y debe ser infundido al proceso de la historia. El hecho central de la existencia no debe ser el procedimiento, con el hombre aferrándose a cualquier lugar que encuentre más tolerable; el amor debe redimir al procedimiento mismo."
QUE ES EL MOVIMIENTO TRABAJADOR CATOLICO
El movimiento Trabajador Católico fue fundado en
1933 en Nueva
York por Peter Maurin y Dorothy Day para implementar las enseñanzas de los
Evangelios y la doctrina social de la Iglesia, especialmente como
esta presentada en las encíclicas sociales.
Su primer proyecto de Peter y Dorothy era la
fundación del periódico
Trabajador Católico.
Un principio básico de su movimiento era
hospitalidad y ellos
empezaron a recibir a personas desamparadas inmediatamente en su casa.
El movimiento creció y pronto empezaron otras
casas de hospitalidad en
otras ciudades de EE.UU.
Al corazón del movimiento era pacifismo. Desde el
principio Peter y
Dorothy desarrollaron la teología, las raíces, de pacifismo católico.
Personalismo, que enfoque en la persona creado en
la imagen y
semejanza de Dios, estaba relacionado con implementar Mateo 25, "Lo que hicieron
por uno de mis hermanos mas pequeños, lo hicieron conmigo." Se debe tratar a
cada persona como Jesús. Como San Benedicto había enseñado hace muchos siglos,
el huésped es Cristo. Este pensamiento personalista tiene sus raíces en lo
escrito de Emmanuel Mounier, Jacques Maritain.
El movmimento también tuvo interés en comunidades
agrícolas donde
cada comunidad podría crecer sus verduras, trabajar en artesanías,
viviendo en comunidad cristiana.
El movimiento del Trabajador Catolico no tiene
organización nacional
ni casa central. Casa Juan Diego, el Trabajador Catolico de Houston, es
una de mas de cien casas del movimiento que existen hoy, dando
hospitalidad, trabajando contra guerras sin sueldos ni remuneración.
Intenciones y propósitos del movimiento del
Trabajador Católico:
Por Dorothy Day (1897-1980)
Por consideración a los nuevos lectores, por consideración de los hombres que
están en las filas esperando el pan, por los empleados y los
desempleados, los trabajadores organizados y no organizados, y también por
nosotros mismos, debemos reiterar una y otra vez lo que son nuestras intenciones
y propósitos.
Junto con las obras de misericordia, alimentando,
vistiendo y dando albergue a nuestros hermanos y hermanas, debemos adoctrinar.
Debemos "dar una razón por la fe que hay en nosotros." De otra manera seremos
miembros desparramados del Cuerpo de Cristo, no somos "todos miembros el uno del
otro."
Sino nuestra religión sería un opiata para nosotros solos, para nuestra
comodidad o para nuestra seguridad individual o costumbre indiferente.
No podemos vivir solos. No podemos ir al cielo solos. De otra manera, como dijo Péguy, Dios nos dirá a nosotros: "¿Dónde están los otros?"
(Esto es en un sentido solamente que, de hecho, creemos que debemos ser lo que queremos que la otra persona sea. Debemos vernos a nosotros mismos, nuestras propias vidas primero).
Si no continuamos adoctrinando, perdemos la
visión. Y si perdemos la visión, nos convertimos solamente en filántropos,
repartiendo nuestros
paliativos.
La visión es ésta: Estamos trabajando hacia "un
nuevo cielo y una nueva tierra, donde exista la justicia." Estamos trabajando
por un orden social
cristiano. Estamos tratando de decir con acción: "Hágase tu voluntad en la
tierra como en el cielo."
Creemos que toda la gente son hermanos y hermanas en la Paternidad de Dios. Esta enseñanza, la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo, implica hoy el caso de los sindicatos (donde la gente se habla el uno al otro de hermanos y hermanas); esto envuelve la cuestión racial, envuelve cooperativas, uniones de crédito, artesanías; envuelve Casas de Hospitalidad y Comunidades Agrícolas. Es con todos estos medios que podemos vivir como si creyéramos de hecho que todos somos miembros el uno del otro, sabiendo que cuando "la salud de uno de los miembros sufre, la salud del cuerpo entero disminuye."
Esta obra nuestra hacia un nuevo cielo y una nueva tierra demuestra una correlación entre lo material y lo espiritual, y, por consiguiente, reconoce la primacía de lo espiritual. Alimento para el cuerpo no es suficiente. Debe haber alimento para el alma. Así pues, los líderes de la obra, y tantos como podamos inducir a que se unan a nosotros, deben de asistir a Misa diaria, para recibir alimento para el alma. Y nuestras percepciones aceleran, y al rogar para que nuestra fe crezca, veremos a Cristo en cada uno de nosotros, y no perderemos la confianza en aquellos que nos rodean, no importa cuán escabroso sea su progreso. Es más fácil tener fe de que Dios apoyará cada Casa de Hospitalidad y Comunidades Agrícolas y abastecerá nuestras necesidades en la manera de alimento y dinero para pagar cuentas, que el mantener una fuerte, vigorosa, fe viviente en cada individuo a nuestro alrededor de ver a Cristo en él. Si perdemos la fe, si dejamos de trabajar en adoctrinar, estaremos en alguna manera negando a Cristo de nuevo.
Debemos practicar la presencia de Dios. El dijo
que cuando dos o tres están reunidos juntos, allí está El en medio de ellos. El
está con nosotros
en nuestras cocinas, en nuestras mesas, en las líneas para el pan, con nuestros
visitantes, en nuestros ranchos. Cuando pedimos por nuestras
necesidades materiales, nos arrima cerca de Su humanidad. El, también necesitó
alimento y albergue. El, también calentaba Sus manos en un fuego y se acostaba
en un banco a dormir.
Cuando tenemos lecturas espirituales a las horas de comer, cuando rezamos el rosario por la noche, cuando tenemos grupos de estudio, foros, cuando salimos a distribuir literatura en las reuniones, o la vendemos en las esquinas de las calles, Cristo está allí con nosotros. Lo que nosotros hacemos es muy poco. Pero es como el muchachito con unas cuantas barras de pan y pescados. Cristo tomó lo poquito y lo aumentó. El hará el resto. Lo que nosotros hacemos es tan poco, podrá parecer que nosotros estamos fallando constantemente. Pero solamente si la semilla cae dentro de la tierra y muere, habrá cosecha.
Y ¿por qué debemos de ver resultados? Nuestra labor es sembrar. Otra generación estará levantando la cosecha.
Cuando escribimos en estos términos, estamos
escribiendo no solamente para nuestros compañeros de trabajo en treinta otras
Casas, a otros grupos de Trabajadores Católicos que se están reuniendo para
discusión, sino para todo lector de este periódico. Estamos con la misma opinión
del lema de la Unión Marítima Nacional, que cada miembro es un organizador.
Estamos sosteniendo el ideal de responsabilidad personal. Ustedes pueden
trabajar mientras andan vagando por el país en trenes cargueros, si están
trabajando en una fábrica o en un campo, construcción de buques o una
gasolinera. No dependen ustedes de ninguna organización que significa solo
números en papel, que significa solamente la labor de unos pocos. No estamos
hablando de
acción masiva, grupos de presión (temido potencial para el mal como para el
bien). Nos estamos dirigiendo a cada lector individual de El Trabajador
Católico.
El trabajo aumenta cada mes, la circulación aumenta, llegan cartas de todo el mundo, se escriben artículos acerca del movimiento en muchos países.
Estadistas observan el trabajo, los estudiantes lo estudian, los trabajadores sienten su atracción, aquellos que están necesitados vienen hacia nosotros y se quedan a participar. Es una manera nueva de vida. Pero aunque crecemos en números y lleguemos a lejanos rincones de la tierra, esencialmente el trabajo depende en cada uno de nosotros, en nuestra manera de vivir, las pocas obras que hacemos.
"¿Dónde están los otros?" dirá Dios. No lo neguemos a El en aquellos a nuestro alrededor. Aún aquí, ahora mismo, nosotros podemos tener una nueva tierra, !donde habite la justicia!
Ante la Revolución Francesa y sus consecuencias, los cristianos adoptarán posturas diversas e incluso contradictorias. No pocos católicos asumirán una actitud crítica, que en ocasiones se traducirá en franca condena.
No obstante, ya en las primeras décadas del siglo XIV se advertirá que un grupo significativo de cristianos se abocará a una tarea de atento discernimiento entre los postulados políticos y los socio-económicos que la ideología liberal, a la postre predominante, sustentara. En cuanto a los políticos, serán compartidos, entendiendo incluso que debían de ser profundizados y universalizados en su aplicación a todos los ciudadanos, en razón de que la Revolución Francesa en su aplicación concreta sólo resultó beneficiosa para la burguesía que en definitiva resultó la triunfante. En lo que a los principios y políticas socio-económicas se refiere, adoptarán una línea acérrimamente crítica, en virtud de la filosofía que les daba sustento, y consecuencias que ello acarreaba fundamentalmente para el trabajador, su familia y los pobres en general.
De entre las variadas corrientes que entonces surgirán en el seno de lo que luego habrá de denominarse el "social-cristianismo" emergerá a mediados del siglo pasado la "Democracia Cristiana". Aún cuando no exclusivamente, el movimiento principalmente tendrá sus inicios en Francia. De entre sus representantes más descollantes, destáquense Federico Ozanán (1813- 1853), y Philippe Buchez (1796- 1865). Aún cuando ambos respondan a una matriz común, sus ideas y propuestas tendrán un perfil diferente.
La Revolución Francesa, abolió todos los privilegios, menos los de la riqueza. De este modo no resolvió los problemas sociales, y al disolver por la ley Chapelier en 1791, lo que quedaba de las antiguas corporaciones, contribuyó a acentuar la pauperización del naciente proletariado, generado por la Revolución Industrial. "La Revolución del 48", acaecida en Francia, resultará una consecuencia natural de los problemas sociales no resueltos, y a los que la llamada "Monarquía Burguesa" de Luis Felipe no sólo no puso remedio sino que agravó.
En América Latina, siguiendo el ejemplo de los partidos políticos europeos de posguerra, surgirán también con posterioridad, partidos de similar orientación demócrata cristiana. En algunos casos, en estas nuevas agrupaciones políticas se detectará asimismo la presencia de viejos movimientos demócrata cristianos, como por ejemplo en el Uruguay, donde esta corriente, -la "Unión Democrática Cristiana"-, surgida en el año 1904, con un muy fuerte compromiso social. A ello se sumará la influencia, en primer lugar, de Jacques Maritain y posteriormente, de manera muy profunda, de Emmanuel Mounier y Joseph Lebret. Todas estas influencias le darán al Partido Demócrata Cristiano del Uruguay un perfil específico, que reafirmará la originaria doctrina comunitaria, con las propuestas de una sociedad alternativa, a recorrer a través de una vía no capitalista.
Modernamente, el pensador francés Emmanuel Mounier, que tanta influencia ejerciera en el ideario de la Democracia Cristiana uruguaya, rescatará buena parte de las ideas "buchezianas", que trabajará y sintetizará en lo que habrá de denominarse y será ampliamente conocido en la década de los años "60" como "Personalismo comunitario".
En el caso concreto del pensamiento "bucheziano" retomado por Mounier y que sirve de fundamento ideológico al Partido Demócrata Cristiano Uruguayo, dos son sus ejes axiales: la base axiológica de su propuesta, donde los valores éticos, ocupan lugar fundamental; y la dimensión comunitaria. En este sentido la corriente cristiana pone el énfasis como alternativa al individualismo, en la comunidad. Esta deberá expresarse en el campo de la organización social , a través del poder de las organizaciones intermedias, con poder descentralizado que asegure la participación activa de los ciudadanos, pero también en el plano económico con la transformación paulatina de la empresa. Según esta línea de pensamiento, el individuo para alcanzar su pleno proceso de personalización deberá estar integrado en un rico entramado social, tejido que a través de sus múltiples redes le ofrezca a la persona variadas relaciones que al mismo tiempo que lo confirmen como individuo le permitan, animado por sus valores solidarios, constituirse en fuerte protagonista de los progresos sociales. El pueblo organizado superará así tanto la atomización del liberalismo, como los peligros del Estado burocrático y omnipotente.
En abril de 1947, precisamente en la ciudad de Montevideo, se reunirá un grupo de personalidades que en Latino América compartían el ideario demócrata cristiano. En este encuentro se sentarán las bases de lo que después será el movimiento demócrata cristiano y el inicio de los partidos que en el Continente se funden inspirados en esta doctrina. Dicha reunión será convocada por el uruguayo Dardo Regules y los chilenos Eduardo Frei Montalva y Tomás Reyes Vicuña, el argentino Manuel Ordóñez, el brasileño Alseu Amoroso Lima, -más conocido por su seudónimo de escritor, Tristán de Athayde-, y finalmente Rafael Caldera que se adherirá pero no podrá concurrir porque la dictadura venezolana habrá de impedírselo. También concurrirá como invitado Eduardo Cayota, fundador en 1904 de la Unión Democrática Cristiana del Uruguay. En este congreso se creará asímismo la Organización Demócrata Cristiana de América, -ODCA-. En el año 1949, los participantes volverán a reunirse, también en Montevideo, testimonio de su firme resolución de impulsar y concretar en América el movimiento.
Si bien una de sus preocupaciones prioritarias, fue sin duda, defender el estado de derecho y la democracia, no descuidaron en absoluto, su interés por los problemas sociales. En cuanto a su preocupación por la democracia, es de recordar que en ese momento numerosos países del continente sufrían regímenes totalitarios y que, además, no pocos cristianos, se sentían atraídos por las soluciones de fuerza, tales como el franquismo español. También por parte de los participantes de este inicial encuentro se exteriorizará un franco rechazo a los regímenes autoritarios de Europa del Este, que en ese momento existían bajo el signo y la orientación staliniana.
En cuanto s la problemática social, el encuentro se pronunciará en forma terminante y contundente contra el régimen capitalista. Definiéndose como un movimiento no confesional, en su acta fundacional del 23 de abril de 1947, definirá que "su fundamento son los principios del humanismo cristiano". En virtud de lo manifestado, en su numeral 4° la referida declaración expresará: "El movimiento procura la redención del proletariado por la liberación creciente de los trabajadores de las ciudades y de los campos, y su acceso a los derechos y responsabilidades del poder político, económico y cultural". Finalmente en su numeral 8° se determinará: "El movimiento se empeña en la superación del capitalismo, individualista o estatal, por medio del humanismo económico", agregando que para la organización de la economía, entre otros principios, este humanismo se regirá por dos criterios fundamentales: "el predominio de la ética sobre el lucro" y "el predominio del trabajo sobre el capital", procurando asímismo, en el plano empresarial, que " el salario sea sustituido por la participación".
A posteriori de estos encuentros, surgirán los partidos demócratas cristianos de América, que se irán configurando de acuerdo a la realidad e historia peculiar de cada país. En este sentido, pues, el Partido Demócrata Cristiano uruguayo -fundado formalmente el 25 de febrero de 1962-, tendrá su propio perfil originado como ya se señalara, en los pensadores que tanto influyeran en quienes elaboraran su doctrina y propuestas. Asímismo la rica historia de la vieja Unión Democrática Cristiana de principios de siglo, que tanto luchara junto con los anarquistas en la obtención de lo que después serán las leyes sociales que caracterizaran al País, constituirá un importante antecedente que también gravitará en la conformación y actuación hasta el presente del Partido. Finalmente como antecedente doctrinario del P.D.C. cabe mencionar el ideario artiguista, ya que los demócratas cristianos uruguayos fueron a principios de siglo los primeros en reivindicar explícitamente sus propuestas de carácter social en momentos que muchos eran los que denigraban al prócer.
3. PAULO FREIRE Y SU PEDAGOGÍA LI BERADORA
Presentando a Paulo Freire
Paulo Freire nació en 1921 en Recife, una de las regiones más pobres del nordeste de Brasil y murió de infarto en São Paulo, Brasil el 2 de Mayo, 1997. Repentinamente fue obligado a experimentar la realidad directamente, primero trabajando con el Servicio Social de la Industria (SESI) y después en el Servicio de Extensión Cultural de la Universidad de Recife.
Paulo Freire desarrolló el proceso de "conscientización" como educación auténtica. Su proceso intensificaba la alfabetización con percepción política, habilitando a los oprimidos adquirir conocimiento y poder. Su pensamiento sobre la Filosofía de educación fue expresada por primera vez en 1958 en su disertación doctoral en la Universidad de Recife, y después en su trabajo como Profesor de Historia y filosofía de la educación en la misma universidad, como sus experimentos iniciales con la enseñanza de los analfabetos.
La metodología que él desarrolló fue usada extensamente en las campañas de alfabetización y fue considerada una amenaza al viejo sistema al punto que Freire fue encarcelado inmediatamente después del golpe militar de 1964. Fue puesto en libertad setenta días después e incitado para salir del país. Freire fue a Chile donde pasó cinco años trabajando con la UNESCO y el Instituto Chileno de Reforma Agraria con programas de educación de adultos.
Después actuó como profesor de la Universidad de Harvard en la Escuela de Educación, en los Estados Unidos, y trabajó conjuntamente con varios grupos, empeñados en nuevas experiencias educativas en áreas rurales y urbanas. Después, durante 10 años, fue Consultor Especial de la Oficina de Educación del Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra (Suiza), trabajando como consejero educacional de los gobiernos del tercer mundo, particularmente en Africa.
En 1980, volvió a Brasil, después de 16 años de exilio, para "re-aprender" su país, trabajando como profesor de la Universidad Católica de São Paulo, en Campinas, PUC-Campinas. En 1989 se tornó Secretario de Educación en São Paulo, la mayor ciudad de Brasil. Durante su estadía se esforzó para implementar movimientos de alfabetización, para rever el curriculum e incrementar los salarios de los educadores.
Paulo Freire fue un hombre con gran sentido del humor pero sin embargo algunas veces se disgustaba con todo tipo de injusticia. Fue padre de cinco hijos con su primera esposa Elza. Después de su muerte se casó con una ex-estudiante, Ana Maria.
Paulo Freire es autor del libro Pedagogía del Oprimido, Educación como Practica de la Libertad; Educación para una Consciencia Critica; Pedagogía en Proceso; Pedagogía de la Ciudad y Pedagogía de la Esperanza. Su trabajo ha sido sujeto de cientos de disertaciones y tesis de doctorado durante las últimas décadas. Recibió docenas de doctorados Honoris Causa de universidades de todas partes del mundo y numeroso premios, incluyendo el Premio de Paz de UNESCO en 1986. Su último libro, titulado Pedagogía de la Autonomía, fue lanzado el 10 de abril de 1997.
MOUNIER EN LA VIDA Y OBRA DE FREIRE
Paulo Freire ha sido influenciado en maneras diferentes: su pensamiento humanístico fue inspirado por el personalismo de Emmanuel Mounier (1905-1950) y por el existencialismo (Martin Buber), fenomenologia (Georg Hegel) y Marxismo (Antonio Gramsci y Jürgen Habermas). En todo caso, no solo se puede decir que Paulo Freire fue ecléctico. Integra los elementos fundamentales de estas doctrinas filosóficas sin repetirlas de una forma mecánica o preconceptuosa. La asociación entre el Humanismo y el Marxismo, entre temas Cristianos Y Marxistas, enriquece sus textos y los deja ser leídos por un público amplio.
La pedagogía de Paulo Freire adquirió otro sentido universal desde la relación entre opresor/oprimido que examinó lo que ocurre por todo el mundo y sus teorías han sido enriquecidas con muchas experiencias variadas de muchos piases. Además de los países donde Paulo Freire aplicó sus ideas directamente, muchos otros han prestado su método obteniendo resultados positivos.
Entre las intuiciones originales del paradigma de la educación popular, inspirada por el, podemos destacar:
a. La educación enfocada en la producción y no solo en la transmisión de conocimiento;
b. La defensa por una educación de libertad, la condición primera para una vida democrática.
c. El rechazo de autoritarismo y manipulación, que crean jerarquías entre educadores que saben (y entonces enseñan) y estudiantes que tienen que aprender (y entonces estudiar).
d. La defensa de la educación como un acto dialógico en el descubrimiento riguroso sin embargo llenos de imaginación;
e. La noción de una ciencia abierta a las necesidades populares y, finalmente,
f. Una comunidad y planeamiento participativo.
La notoriedad del trabajo de Paulo Freire no solo se debe a su teoría del conocimiento, pero porque insistió en la idea que es posible, necesario, y urgente cambiar las cosas. No solo convenció muchas personas, en muchas partes del mundo, a través de sus teorías y prácticas, pero también porque se podía despertar con ellos, la capacidad de soñar una realidad nueva, mas humana, menos fea, y mas justa. Ha sido como un guardián de la utopía. Dejo su legado. Que esto no solo es bueno para los países pobres pero para los ricos también
Qué deja un educador como legado?
En primero lugar, deja su vida, una bibliografía. Paulo nos encantó con su ternura, su dulzura, su carisma, su coherencia, su compromiso y su seriedad. Sus palabras y aciones eran palabras y aciones de lucha por un mundo que era "menos feo, menos malvado, y menos deshumano," como el solía decirnos. Por un lado amor y esperanza, pero también nos dejó una legado de atrocidad cotidiano por la injusticia, que nos decía que no podíamos "endulzar" o "cubrir de azúcar" con nuestras palabras.
Además, su testimonio de una vida comprometida a la causa de los oprimidos, nos dejó con un cuerpo inmenso de trabajo, registrado en varias ediciones de libros, artículos, y videos que se encuentran por todo el mundo. Algunos me han preguntado porque su pedagogía ha hecho tanto suceso. Yo respondí que era porque su "pedagogía del dialogo" no humillaba el estudiante o la otra persona. Una pedagogía conservadora humilla los estudiantes mientras la pedagogía de Paulo Freire daba dignidad a los estudiantes, poniendo el educador a su lado- con el propósito de orientar y dirigir el proceso educativo- pero como un modo de busca, como eran. El educador también es un aprendiz. Este es el legado de Freire.
Paulo Freire no defendía la educación simplemente como una técnica basada en la teoría del conocimiento, y si como un mapa político, social y antropológico del hacer. Como él basó su práctica y teoría en la antropología, construyó una pedagogía que era profundamente ética. Es necesario conscientizar, sin causar violencia a la consciencia de los otros.
En el desarrollo de su teoría educacional, Paulo Freire, trató por un lado, de desmistificar el sueño pedagógico de los 1960s que, por lo menos, en América Latina, veía a la escuela responsable por cambiar todo y, por otro lado, pasando el pesimismo de los 1970s cuando la gente pensaba que la escuela era puramente reproductora. Al hacer esto pasó de la pedagogía ingenua al pesimismo negativo, manteniéndose verdadero a la idea de la utopía, soñando sobre lo posible.
Generaciones de educadores, antropólogos, cientistas sociales y políticos, profesionales en ciencias biológicas y naturales fueron influenciados por Freire y ayudaron a construir una pedagogía fundada en la liberación. No solo en América Latina. Lo que escribió era parte de las vidas de toda una generación que aprendió a soñar con un mundo de igualdad, equidad y justicia, que luchaba y continua a luchar por este mundo. Muchos continuaron su trabajo, aunque no dejó "discípulos." Nada podía ser menos Freirano que ser discípulo o seguir ideas. Siempre nos desafiaba para "reinventar" el mundo, buscar la verdad, y no copiar las ideas. Paulo Freire nos dejó con raíces, alas, y sueños. El la mejor legado que un educador nos puede dejar.
En los últimos años de su vida Paulo Freire nos mostró casi constantemente su aprensión sobre el agradecimiento e continuidad- sin "continuismo"- de sus ideas y legado, mismo como el mantenimiento y acumulación de los educadores pedagógicos críticos.
Persistía con amigos cercanos, y hasta con la prensa, durante muchas entrevistas, sobre la contingencia y transcendencia social. Sentía que su cuerpo estaba por morir, pero también cerca de la vida eterna de sus ideas y sueños de libertad.
Para todos los educadores críticos envueltos con las ideas freiranas que han construidos, durante muchos años y con muchos desafíos, sus sueños se cumplem y continúan con el Legado de Paulo Freire. Esa idea refuerza diariamente el proyecto de crear una organización que los congregue. Por esta razón, nació el Instituto Paulo Freire. Paulo Freire ayudó en su creación colocando lo mejor de su inteligencia y alma en los últimos años de su vida.
Las ideas de Paulo Freire cruzan las fronteras de disciplinas, culturas, ciencias y de América Latina. Al mismo tiempo, sus reflexiones fueron profundizadas con el tema que siguió toda su vida – educación como práctica de la libertad- su abordaje se extendió a otras áreas del conocimiento, creando raíces en diferentes partes del mundo - de los "moçambos" barrios pobres de Recife, Brasil, a las comunidades "barakunins" de Japón. Esto fortaleció su teoría y práctica educativa y ayudó a estimular reflexiones no solo de educadores como también de doctores, terapeutas, cientistas sociales, filósofos, antropólogos, y otros profesionales. Su pensamiento es considerado un modelo interdisciplinario.
No podemos ver a Freire solamente como un educador de adultos o académico, o reducir su trabajo a una técnica o metodología. Podemos ver el trabajo de Freire dentro de un contexto de "naturaleza profunda y radical de su teoría y práctica anti-colonial y su discurso post-colonial" (Henry Giroux, "Paulo Freire and the Politics of Postcolonialism", en Peter McLaren and Peter Leonard, editores, Paulo Freire: a Critical Encounter, Routledge, 1993, página 177). Freire asumía los riesgos de cruzar fronteras para poder leer mejor el mundo y facilitar nuevas posiciones sin sacrificar sus compromisos y principios.
Las fronteras siempre están a nuestro alrededor. Los intelectuales y educadores que ocupan barreras estrechas no se dan cuenta que las fronteras también tienen la capacidad de capturarlos. De esta forma, necesitamos considerar la importancia del trabajo de Paulo Freire en términos globales. Seria ingenuo considerar que su pedagogía es solamente para el "tercer mundo."
Las primeras experiencias de Freire con educación de adultos ocurrió en los años 50 en el nordeste de Brasil. En Chile ayudó a reconstruir un nuevo sistema de educación durante los años 60 y, en diferentes países Africanos, durante los años 70. Volviendo a Brasil, después de 16 años de exilio, se envolvió durante los años 80, con la construcción democrática de las escuelas públicas y populares de América del Sur. La última experiencia práctica ocurrió durante los años 90 en São Paulo (Brasil), como Secretario de Educación, promoviendo la formación crítica de educadores y educación de adultos, la reconstrucción del curriculum y un proyecto interdisciplinario de educación.
¿Porque fue reconocido mundialmente?
En tiempos de educación burocrática, formal, y estricta, el consideraba las necesidades y problemas de la comunidad y las diferencias socio-etno-culturales, diferencias de genero en diferentes contextos. El trataba de fortalecer al más humilde, a la gente común, para ayudarlos a tomar sus propias decisiones con autonomía. Su método pedagógico consideraba la participación activa y consciente.
1.4. Eugène Ionesco
Uno de los autores teatrales más emblemáticos de este siglo, mordaz y sobre todo dotado de un gran sentido del humor, sus obras reflejan, su punto de vista pesimista respecto a la condición humana, nuestra incapacidad para entendernos y lo ridículo de la existencia. Principal exponente del teatro del absurdo, creó situaciones escénicas sin lógica, en las que utilizaba un lenguaje sin sentido alguno con el fin de resaltar el aislamiento y la extrañeza que sienten los seres humanos. Su éxito se basa en haber extendido sus técnicas dramáticas surrealistas a un público, el teatral, habituado al realismo.
En 1938, él obtuvo una concesión rumana del Estado para ir a París a escribir una tesis (que él nunca acabó) en: " el asunto del pecado y el asunto de la muerte en poesía francesa desde Baudelaire ". En París, él estuvo interesado en las escrituras de Emmanuel Mounier, Berdiaev, Jacques Maritain y Gabriel Marcel
Sus obras teatrales describen la ridícula y fútil existencia humana en un universo totalmente impredecible, en el cual, debido a sus innatas limitaciones, las personas son incapaces de comunicarse unas con otras. Su pesimismo forma parte de la base del teatro del absurdo, un movimiento teatral que se lamenta de la falta de sentido de la condición humana. A pesar de las serias intenciones de Ionesco, sus obras rezuman humor y son ricas en situaciones cómicas. Movimiento de vanguardia, especialmente al introducir las obras de un sólo acto, los autores del teatro del absurdo utilizan técnicas tales como el ambiente sofocante, el nonsense y las situaciones ilógicas para enfatizar la extrañeza y la alienación humana.
La cantante calva (1950) es una sátira que exagera algunos aspectos de la vida cotidiana con el fin de demostrar la falta de sentido del personaje. Éstos forman un gran galimatías al hablar y se muestran incapaces de comunicarse unos con otros. Ionesco utiliza esta misma técnica recitativa en La lección (1950), en la cual, un profesor lunático asesina a sus alumnos. En esta obra toca el tema del miedo a la muerte, que formará parte inseparable de sus últimos trabajos. En Las sillas (1952) dos ancianos hablan con dos personajes inexistentes. Amadeo o cómo salir del paso (1953) trata de una pareja dentro de la cual los sentimientos que una vez tuvieron el uno hacia la otra, muertos ya, van produciendo un cadáver que crece amenazadoramente hasta que consigue atraparlos a ambos. El nuevo inquilino (1956) se centra en un personaje confinado en el espacio de un sillón. En El rinoceronte (1959), la obra quizá más conocida de Ionesco, los habitantes de una pequeña ciudad se transforman en rinocerontes. El personaje principal, prototipo del hombre normal al comienzo de la obra, va siendo apartado de la vida de la pequeña sociedad de su ciudad a medida que lucha contra el conformismo de sus habitantes. La sed y el hambre (1964) retrata a un hombre que, hastiado por un estable matrimonio, busca satisfacción por doquier, aunque sin éxito alguno. Entre las demás obras de Ionesco hay que citar El rey se muere (1962) y Macbeth. Ionesco fue nombrado miembro de la Academia Francesa en 1970. Escribió asimismo textos sobre teatro, memorias, y la novela El solitario (1974).
1.4. LA INFLUENCIA DE MOUNIER EN LA EVOLUCION DE LA IGLESIA CATOLICA Y EN ESPECIAL DE LA INSTITUCIÓN PAPAL.
Resulta indudable la influencia que el pensamiento de Mounier ha tenido en la iglesia católica, a partir de la posguerra.
1.4.1. Con la encíclica papal “Populorum progressio” Pablo VI sorprendió a muchos. Sin embargo con ella traza una linea de acción política papal que iniciara con su primera encíclica “Ecclesiam Suam” en la que afirma “La iglesia está viva, hoy más que nunca, ... comienza hoy el trabajo y no acaba nunca”. En efecto Pablo VI sostiene que El desarrollo exige transformaciones audaces profundamente innovadoras. Hay que emprender, sin esperar más, reformas urgentes. Los cambios son necesarios, las reformas profundas, indispensables. No son las palabras de ningún agitador revolucionario sino el espíritu y la letra de un “solemne llamamiento para una acción concreta a favor del desarrollo integral del hombre y del desarrollo solidario de la humanidad.
Pablo VI invita a actuar. Y para actuar es necesario elegir un camino, unos medios, un fin. La fidelidad a esta línea, la honradez en el uso de esos medios, el optimismo de la mirada hacia el futuro, son los elementos que harán posible nuestra actuación. La realización concreta deberá desarrollarse a lo largo del tiempo. Unos hombres, plenamente humanos, la llevarán a cabo. Los fracasos, las caidas, las desviaciones, la harán cada vez más pura, más realista, más desinteresada.
1.4. 2. JUAN PABLO II.
Es indudable la influencia de las doctrinas personalistas en el pensamiento y acción de este papado de Juan Pablo II. Sus encíclicas le hacen justicia a las raíces del personalismo cristiano. Como dice Kenneth Schmitz en The Center of the Human Drama: The Philosophical Anthropoloty of Karol Wojtila/Papa Juan Pablo II, publicada por la Prensa de la Universidad Católica de America, el análisis del Papa "debe estar situado dentro de la amplia tradición del personalismo cristiano que ha florecido en nuestro propio siglo, principalmente bajo el auspicio católico francés. Schmitz da ejemplos: "Esto incluye el personalismo de Maurice Blondel con su énfasis en la acción. El espectro del personalismo católico también incluye el personalismo socio - político de Emmanuel Mounier, también como el personalismo metafísico de Jacques Maritain y el personalismo concreto de Gabriel Marcel. Pero su trabajo también conlleva una cierta afinidad con el personalismo no- católico, tal como el protestante de Paul Ricoeur y el judío Martin Buber, así como algunos aspectos del pensamiento de Emmanuel Levinas. Finalmente, él es uno más de un número significativo de personalistas polacos…" (p. 35-36)
En esta biografía el énfasis de Weigel con respecto al personalismo está en un prolongado criticismo de la traducción del libro de Wojtila, al inglés y especialmente su título, The Acting Person. El frecuentemente menciona el énfasis del Papa en la gran dignidad de la persona humana.
Su presentación habría sido enriquecida, sin embargo, por un concepto llave que Hanink ha identificado en el personalismo de Wojtila: aquello del "intransitivo." Hanink hace énfasis que "viendo la primacía del intransitivo es crucial en aun un escueto esquema de su trabajo."
Esta "tesis de la intransividad" nos dice que "al actuar cambiamos el mundo alrededor nuestro, pero más importante nos cambiamos y nos trascendemos a nosotros mismos." Wojtila hace énfasis de como la dimensión intransitiva de nuestra acción la da forma a nuestros carácteres", "las acciones humanas una vez realizadas." El observa, "no se desvanecen sin dejar huella; ellas dejan su valor moral, que constituye una objetividad real intrínsecamente cohesiva con la persona , y por lo tanto una realidad también profundamente subjetiva" (The Acting Person, p. 149). Hanink indica que la ironía que "tantos suponen que está en la producción transitiva que nos hacemos libres."
Cultura Primero, pero que Cultura?
Un tema del libro es el acercamiento a la economía de Juan Pablo II y a la compresión de la vida y civilización que es "primero cultura," cultura antes de economía. En Centesimus Annus él explica la caída de los países comunistas por su falta de compresión en la importancia de subordinar la economía a la cultura, un comentario fascinante. Los católicos neoconservadores han escrito extensamente sobre la importancia de la cultura en los escritos de Juan Pablo y este libro no es una excepción. Sin embargo Weigel y sus amigos no toman responsabilidad por el hecho que la economía que ellos promueven en el nombre de la Iglesia destruye las culturas, homogeneizandolas en una cultura materialista, comercial. El bombardeo de la publicidad relacionado al mercadeo internacional y a la resultante mentalidad consumista distrae de y hace irrelevante la cultura y religiosidad popular indígena.. Misioneros que regresan de países como Filipinas lamentan que la preocupación de la juventud pobre no es su propia cultura, sino la absoluta importancia de obtener un par de jeans "Guess".
Weigel completamente omite los criticismos frecuentes de Juan Pablo sobre la sociedad de consumo como estructura del pecado.
Los propios escritos del Papa enseñan que la cultura está constituida por la praxis humana - pero esto es verdad solamente "hasta que a través de ella la gente se haga mas humana, y no meramente adquiera mas medios." La destrucción de la cultura por el mercado no es accidental. Los escritores que favorecen la integración de todas las economías en el mercado global actualmente nombran la existencia de culturas locales distintivas como una barrera comercial y sueñan con una cultura de consumo con marca de nombre que represente las primeras lealtades de la gente, (Akio Morita, "Toward a New World Economic Order," The Atlantic Monthly, junio de 1993). El tardío Roberto C. Goizueta, presidente de la compañía Coca Cola, se regocijó que "la gente alrededor del mundo estén hoy día conectados por nombres de marca de productos de consumo así como por todo lo demás."
Weigel no puede estar sin darse cuenta que lo que su revivir de Adam Smith y su "autointerés iluminado" en la creación de la riqueza, en realidad ha creado una monocultura de consumo. Es casi como si el nuevo Cuerpo Místico es la cultura de Coca Cola. Nace la pregunta, ¿puede esta sociedad de consumo aun llamarse cultura?
Siguiendo a Gabriel Marcel, los escritos de Juan Pablo II presentan el desafío dramático de la situación contemporánea por el humanum, la cuestión de ser y tener: "Junto a las sociedades y gente que tienen una sobreabundancia de medios existen sociedades y gente que sufren por la falta de los mismos, de una insuficiencia de medios. Sobra decir que deberíamos trabajar por una justa distribución de bienes. Este es un principio autoevidente. Un apartarse de la realización de este principio es una amenaza a lo humano. Uno podría preguntar, sin embargo, si la amenaza no es más grande donde una sobreabundancia de medios, una sobre fluidez de lo que tiene la gente, obscurece quienes son y quienes deben ser" (Karol Wojtila, "The Problem of the Constitution of Culture through human praxis," Person and Community. Selected Essays, traducido por Theresa Sandok, OSM (Catholic Thought fron Lublin), Peter Lang, 1993.
Según Wojtila, en la acción hacemos nuestra cultura, nosotros formamos cultura en nuestras acciones auto-determinantes" (Hanink); pero en otro nivel "nosotros siempre simultáneamente 'hacemos a nosotros mismos,' 'creamos' a nosotros mismos."
En síntesis, aquellos que quieran comprender el pensamiento de Juan Pablo II y balancear la interpretación harían bien en leer Iglesia en América, el reporte del sínodo publicado en enero de este año, la segunda instrucción en la teología de la liberación, las encíclicas de este pontificado o los libros mencionados en el cuerpo de este artículo.
El Santo Padre nos lleva a los Evangelios y presenta, el llamado de entregar el poder, dar todo lo que tenemos, seguir a Jesús y de recibirlo a El en los pobres.
1.5. EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE COLOMBIA
Por el origen del proceso constituyente que se dio en Colombia en el año de 1990-1991 para la convocatoria de una Asamblea Nacional que recogiera el inconformismo social reinante y redefiniera la institucionalidad democratica, bastante lesionada y erosionada por los factores de violencia política, desestabilidad institucional por fenómenos como el narcotráfico, guerrilla, etc., que posibilitó que muchas fuerzas y sectores de la sociedad colombiana y no necesariamente políticos, como el caso de los estudiantes que impulsaron el fenómeno masivo de su convocatoria a traves de la séptima papeleta electoral, de los gremios de la producción, del comercio, de los sindicatos, de las asociaciones y organizaciones de carácter cívico, participaran en el proceso constituyente que se denominó internamente el REVOLCÓN, produjo una Constitución Política que sí bien es una aproximación en su concepción originaria de algunas Constituciones de paises que han adoptado el Estado Social de Derecho, presenta el ingrediente que por la misma mixtura de su integración, hubo de conciliar muchas fuerzas y sectores de la sociedad en ella representada, como en el caso de los representantes de diferentes religiones y cultos, que en la pugna de las coaliciones y acuerdos lograron imponer algunas prerrogativas como la libertad de cultos y el reconocimiento institucional de que la religión católica no sería la única oficial en el país. Sin embargo, en conjunto, también lograron consolidar, incluso desde el mismo preámbulo, una dimensión cristiana de la institucionalidad colombiana que se refleja en su parte inicial y que a primera vista, no riñe en absoluto con los postulados de la doctrina del personalismo comunitario de Mounier.
Veamos:
Preámbulo
EL PUEBLO DE COLOMBIA,
en ejercicio de su poder soberano, representado por sus delegatarios a la Asamblea Nacional Constituyente, invocando la protección de Dios, y con el fin de fortalecer la unidad de la Nación y asegurar a sus integrantes la vida, la convivencia, el trabajo, la justicia, la igualdad, el conocimiento, la libertad y la paz, dentro de un marco jurídico, democrático y participativo que garantice un orden político, económico y social justo, y comprometido a impulsar la integración de la comunidad latinoamericana, decreta, sanciona y promulga la siguiente
CONSTITUCIÓN POLÍTICA
De los principios fundamentales
CARÁCTERES DEL ESTADO COLOMBIANO
ART. 1º—Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general
El principio de solidaridad. “El principio de solidaridad social ha dejado de ser un imperativo ético para convertirse en norma constitucional vinculante para todas las personas que integran la comunidad (C.N., art. 1º).
La decisión de elevar a rango constitucional el principio de solidaridad social tuvo su origen en el repudio a la injusticia social y en la convicción de que su gradual eliminación compromete a la sociedad entera y al Estado’’. (C. Const., sent. T-533, sep. 23/92, M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz).
De la dignidad y la solidaridad en el Estado social de derecho. “Ahora la carta no sólo propende por la persona sino que a su materialidad ontológica le agrega una cualidad indisoluble: la dignidad.
Se trata pues de defender la vida pero también una cierta calidad de vida. En el término “dignidad”, predicado de lo “humano”, está encerrada una calidad de vida, que es un criterio cualitativo. Luego para la Carta no basta que la persona exista; es necesario aún que exista en un marco de condiciones materiales y espirituales que permita vivir con dignidad.
Para ello se introdujo el concepto de democracia participativa en el Estado social de derecho, que busca simultáneamente que el estado provea a la satisfacción de las necesidades sociales y que, a su vez, la sociedad civil participe en la consecución de los fines estatales”. (C. Const., sent. C-575, oct. 29/92. M.P. Alejandro Martínez Caballero).
JURISPRUDENCIA.—Principio de dignidad. “1. El respeto de la dignidad humana debe inspirar todas las actuaciones del Estado. Los funcionarios públicos están en la obligación de tratar a toda persona, sin distinción alguna, de conformidad con su valor intrínseco (C.N., arts. 1º, 5º y 13). La integridad del ser humano constituye razón de ser, principio y fin último de la organización estatal.
El principio fundamental de la dignidad humana no sólo es una declaración ética sino una norma jurídica de carácter vinculante para todas las autoridades (C.N., art. 1º). Su consagración como valor fundante y constitutivo del orden jurídico obedeció a la necesidad histórica de reaccionar contra la violencia, la arbitrariedad y la injusticia, en búsqueda de un nuevo consenso que comprometiera a todos los sectores sociales en la defensa y respeto de los derechos fundamentales.
El hombre es un fin en sí mismo. Su dignidad depende de la posibilidad de autodeterminarse (C.N., art. 16). Las autoridades están precisamente instituidas para proteger a toda persona en su vida, entendida en un sentido amplio como “vida plena”. La integridad física, psíquica y espiritual, la salud, el mínimo de condiciones materiales necesarias para la existencia digna, son elementos constitutivos de una vida íntegra y presupuesto necesario para la autorealización individual y social. Una administración burocratizada, insensible a las necesidades de los ciudadanos, o de sus mismos empleados, no se compadece con los fines esenciales del Estado, sino que al contrario, cosifica al individuo y traiciona los valores fundamentales del Estado social de derecho (C.N., art. 1º)”. (C. Const., sent. T-499, ago. 21/92. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz).
JURISPRUDENCIA.—Estado social de derecho, dignidad humana, solidaridad y gasto público. "5. El carácter social de nuestro Estado de Derecho no es una fórmula retórica o vacía. Por el contrario, la naturaleza social que identifica al ordenamiento jurídico tiene clara expresión en la prevalencia de los derechos fundamentales, en la superación de la crisis del estado de derecho como sinónimo de la legalidad abstracta y en la inmediata realización de urgentes tareas sociales, todo lo anterior en desarrollo de los principios de solidaridad y dignidad humana.
La dignidad humana y la solidaridad son principios fundantes del estado social de derecho. Las situaciones lesivas de la dignidad de la persona repugnan al orden constitucional por ser contrarias a la idea de justicia que lo inspira. La reducción de la persona a mero objeto de una voluntad pública o particular (v. gr. esclavitud, servidumbre, destierro), los tratos crueles, inhumanos o degradantes (C.N., art. 120) simplemente aquellos comportamientos que se muestran indiferentes ante la muerte misma (p. ej. el sicariato), son conductas que desconocen la dignidad humana y, en caso de vulneración o amenaza de derechos fundamentales, pueden ser pasibles de repulsa inmediata por vía de la acción de tutela, sin perjuicio de las acciones legales correspondientes.
Toda persona tiene el deber constitucional de obrar de conformidad con el principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas (C.N., art. 95-2). Las autoridades de la República, a su vez, tienen la función de asegurar el cumplimiento de los deberes sociales de los particulares (C.N., art. 2º). La omisión de una acción humanitaria que podría evitar la vulneración de derechos fundamentales justifica la intervención judicial y compromete la responsabilidad de la persona renuente. El principio de solidaridad social no sólo se circunscribe a eventos de catástrofes, accidentes o emergencias, sino que es exigible también ante situaciones estructurales de injusticia social, en las cuales la acción del Estado depende de la contribución directa o indirecta de los asociados.
La justicia social no es un valor o ideal de libre apreciación por parte de los jueces constitucionales. Las concepciones de la comunidad y lo comúnmente aceptado como correcto o incorrecto son ejes referenciales para el enjuiciamiento y la determinación de lo razonablemente exigible. El juez constitucional no debe ser ajeno a los nociones de lo justo e injusto que tiene la opinión pública, más aún cuando la interpretación constitucional se apoya en los valores y principios consagrados en la Carta Política, bien para reconocerlos ora para promover su realización.
El Estado social de derecho mantiene el principio de legalidad, pero lo supera y complementa al señalar entre sus finalidades la de garantizar un orden político, económico y social justo (C.N., Preámbulo). La naturaleza social del estado de derecho colombiano supone un papel activo de las autoridades y un compromiso permanente en la promoción de la justicia social.
La defensa de los valores supremos del ordenamiento obliga al Estado a intervenir —dentro del marco constitucional— para proteger a las personas en su dignidad humana y exigir la solidaridad social cuando ella sea indispensable para garantizar derechos fundamentales como la vida y la salud.
El principio de justicia distributiva según el cual en la asignación de los recursos económicos de una sociedad se deberá tender a privilegiar a los sectores desfavorecidos sirve de fundamento al régimen impositivo, a las reglas de elaboración presupuestal, a la jerarquización del gasto y a la fijación de prioridades en materia de prestación de los servicios públicos.
El Estado social de derecho, los principios de dignidad humana y de solidaridad social, el fin esencial de promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los derechos, deberes y principios constitucionales y el derechos fundamental a la igualdad de oportunidades, guían la interpretación de la Constitución económica e irradian todos los ámbitos de su regulación, propiedad privada, libertad de empresa, explotación de recursos, producción, distribución, utilización y consumo de bienes y servicios, régimen impositivo, presupuestal y de gasto público’’. (C. Const., sent. T-505, ago. 28/92. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz).
FINES ESENCIALES DEL ESTADO
ART. 2º—Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.
Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares
L. 16/72. Convención Americana de los Derechos Humanos, Pacto de San José.
ART. 26.—Desarrollo progresivo. Los Estados partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno, como mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados.( § 0176-1).
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Todavía, el alcance moral de los ensayistas le faltan por lo menos dos ingredientes de una visión moral que nos lleva a nuestra acción en beneficio de los menos afortunados: 1) la responsabilidad al causar a los pobres de México y Centro América a inmigrar por nuestro estilo de vida de consumistas, y 2) La relación de acción moral a libertad humana, una libertad que solo puede existir si la dignidad de cada persona es luchada y preservada. Podemos encontrar las semillas de la noción enunciada en las líneas primeras de nuestra Declaración de la Independencia: "Nosotros mantenemos estas verdades como autoevidentes que todos los hombres han sido creados iguales …" Mientras que es verdad que los mismos padres fundadores de los EUA no actuaron en esta creencia (por lo tanto, esclavitud) no se puede negar que lo soñaron, por gracia de Dios.
Es la filosofía de Emmanuel Mounier del personalismo que correctamente ordena moralidad a la ley con el último fin de ser la libertad de cada persona humana: "Mediando como lo hace (la ley) entre teoría y practica, entre la absoluta introspección de nuestra preferencia moral y la propagación de la idea moral al público general, la ley dirigida a la libertad es el instrumento de nuestra liberación progresiva y de nuestra profundización de la hermandad en el universo de personas morales. Pero la tensión entre la ética de la ley y la ética de amor coloca el vasto campo de la moralidad personal entre la banalidad de la regla y la paradoja de la excepción; entre la paciente transformación de la vida diaria y los salvajes esfuerzos reformatorios de la libertad exasperada" (Personalism, University of Notre Dame Press, p.77.) Si nuestra moralización no nos lleva a ayudar personalmente a aquellos que sufren, quienes quiera que sean, y tomar en cuenta de nuestro rol en su sufrimiento, como con los inmigrantes, es farisaico. La moralidad, siendo ambas una asunto comunal y personal, va al tronco de los tres ramas del gobierno, ¡la gente! Si nuestras raíces no están en el amor desinteresado de nuestros vecinos pobres, somos parte de un árbol agonizante.