Una mujer de 51 años con infección por virus de la hepatitis
C crónica y crioglobulinemia de tipo II, consultó por fatiga,
dolor en los tobillos y brotes recurrentes de lesiones de vasculitis superficial
en las piernas. No existía afectación renal. En suero se
detectaban anticuerpos contra VHC y VHC RNA, las transaminasas estaban
elevadas.
La figura muestra el aspecto de la pierna con flechas señlando
las zonas purpúricas de unos 2x3cm. La imagen B muestra el suero
del enfermo sin centrifugar tras incubarlo 48 horas a 4 ºC. La flecha
muestra el crioprecipitado, que tras el centrifugado mostró que
era del 4%. El análisis del crioprecipitado mostró que las
crioglobulinas estaban compuestas de cadenas kappa IgG y IgM policlonales.
La paciente fue tratada con interferón alfa (3 millones 3 veces a la semana)
durante 6 meses. La paciente mostró cierta sensación de cansancio
al inicio del tratamiento, pero los dolores articulares mejoraron a las
pocas semanas y las lesiones cutáneas mejoraron en 3 meses. Las
transaminasas volvieron a la normalidad. Tras la suspensión del interferón
alfa, las lesiones articulares y cutáneas recidivaron.
A. Obaid Shakil, M.D., and Adrian M. Di Bisceglie, M.D.
National Institutes of Health
Bethesda, MD 20892