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Edith Calmar (1911-2003) pasará a la historia del cine noruego por ser la primera mujer en realizar un largometraje en Noruega con La muerte es una caricia (Døden er et kjaertegn) basada en una novela de Arve Moen y de ser la descubridora del talento de Liv Ullman en la que intervino en dos de sus largometrajes. Dirigió diez películas entre comedias y melodramas entre 1949 y 1959. |