Victor Sjöström


La obra de Victor Sjöström, actor y director sueco (1879-1960) está formada por líricas visiones de los dramas humanos en la naturaleza. Muchos de sus films adaptan importantes obras literarias escandinavas del siglo XIX, que narran en tono romántico y realista, historias de personajes al borde de la locura por culpa de la injusticias sociales. Como la viuda desesperada (Hilda Borgström) al perder sus hijos en Ingeborg Holm (1913), el pescador noruego que lucha por sobrevivir en Habia un hombre basada en un poema de Ibsen (Terje Vigen, 1916), en donde muestra sus preferencias por la filmación al aire libre y el uso activo y poético del paisaje nórdico, tanto en el desarrollo de la acción como en la caracterización de los personajes; la madre soltera marginada (Greta Almroth) de La chica de la turbera (Tösen från Stormyrtorpet, 1917), o la pareja exiliada (Sjöström y Edith Erastoff) en Islandia en El proscrito y su esposa (Berg Ejvind och hans hustru, 1917), considerado por la crítica como el primer film con valor artístico de la Historia del Cine.

Con La voz de los antepasados (Ingmarssönerna, 1918), y Karin Ingmarsdotter (1920), adaptó una novela de Selma Lagerlöf sobre un matrimonio desgraciado (Sjöström y Harriet Bosse) por estar hecho contra la voluntad de la esposa. Mientras en sus siguientes films protagonizados también por él mismo, como El testamento de Su Excelencia (Hans nåds testamente, 1919), El monasterio de Sendomir (Klostret i Sendomir, 1919), El maestro Samuel (Masterman, 1920), la exitosa La carreta fantástica (Körkarlen, 1920), El juicio de Dios (Vem dömer, 1922), La casa asediada (Det omringade huset, 1922) y El barco infernal (Eld ombord, 1923), retrató magistralmente la vida provinciana demostrando como los vicios (especialmente la bebida) son fuente de todo mal.

Victor Sjöström también aceptó la invitación americana y en 1923 se fue a Hollywood, donde dirigió nueve películas bajo el nombre de Seastro, entre las que destacan dos éxitos. La mujer marcada (The Scarlet Letter, 1926) y El viento (The Wind, 1928), las dos protagonizadas por Lillian Gish y el actor sueco Lars Hansson. Pero igual que muchos otros artistas europeos en América, no se encontró a gusto a las órdenes de la industria de Hollywood y regresó a Suecia en 1928 y a su profesión de actor. Pero no volvió hasta no terminar el sueño de Stiller de hacer de Greta Garbo una estrella de Hollywood; la dirigió en La mujer divina (The Divine Woman, 1928). El último gran papel de Sjöström sería el de viejo catedrático Dr. Borg en Fresas salvajes (Smultronstället, 1957), una película que Ingmar Bergman contribuyó visualmente alrededor de la figura y faz de su viejo maestro, un final noble y honorable de una brillante carrera.


como director

Hilda Borgström en Ingeborg Holm (1913)

El proscrito y su esposa (1917)

La carreta fantástica (1920)

 
como actor

Junto a Ingrid Thulin en Fresas salvajes(1957) de Ingmar Bergman