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Cultura

Edificio La Nau - Reconstruir con simetría, dar unidad

 

Reconstruir con simetría, dar unidad

Luis Vives. José Aixá, 1880

 

Las instalaciones de la Universitat estaban arruinadas. El informe del arquitecto municipal Cristóbal Sales, en 1813, reclama reparaciones urgentes, pero éstas se demoran.

La reconstrucción empieza por la biblioteca. Tres salas provistas de estanterías adornadas con pilastras y cornisas de madera de pino y de peral y cierres de tela metálica realizadas por el carpintero Mauro Comín en 1837, permitieron alojar todos los libros de Vicente Blasco, con los del bibliotecario Domingo Mascarós, Mariano Liñán, Francisco Borrull y otros miembros del Claustro, junto con los procedentes de los conventos suprimidos, entre ellos la soberbia colección de códices procedente de San Miguel de los Reyes.

Pero al reconstruir los edificios era preciso reducir la anárquica composición del inmueble a criterios de simetría y sintaxis clásica por la cual su forma externa fuera expresión de la realidad interior. Por ello, el Claustro universitario encarga en 1839 un plan general del edificio al académico Timoteo Calvo Ibarra (1799-1879). En 1840 comenzaron las obras que debían extender el modelo de fachada presentado para la biblioteca por Joaquín Martínez a todo el lienzo de la calle de la Nave con una severa y elegante portada, levemente saliente en el centro. Al mismo tiempo, y hasta 1842, remodela el patio rectoral al estilo de un pequeño castillo renacentista. Arcos de medio punto, páteras, nichos con estucos y medallones de Bernardo Llácer hacen de él una alegoría de las enseñanzas que en ese momento se imparten, representando simbólicamente sus cuatro facultades: Ciencias, Medicina, Letras y Derecho.

Entre 1844 y 1845 se emprenderá la obra del patio mayor, levantando un peristilo de columnas de orden dórico con un potente entablamento en los lados recayentes al teatro y a la entrada desde la calle de la Nave. En 1871 la completará Sebastián Monleón (1815-1878), que estuvo al frente de otras numerosas mejoras como la construcción del observatorio meteorológico (1861), del salón rectoral (1864) y la reforma del teatro académico, donde abrió una nueva puerta, cerrando las dos existentes y dando a esta estancia su disposición actual. Obra suya también, concluida por Antonio Martorell (1845-1930), fue el Museo de Historia Natural (1872-1877), con una interesante cubierta acristalada sobre cuchillos de hierro. Martorell, con la ayuda de Luis Ferreres (1852-1926), continuaría también las obras de las fachadas en las calles Universidad y Salvá para “dar unidad y decoroso aspecto” al edificio, alineando al mismo tiempo dichas calles, preocupado no sólo por el monumento en sí mismo, sino también por el entorno urbano “mejorando notablemente la viabilidad y público ornato de esta parte central de la población”.

En 1880 se levantó en el centro del patio la estatua de Luis Vives, del escultor José Aixá (1834-1920), fundida en bronce de una sola pieza por Vicente Ríos en los talleres de La Primitiva Valenciana. En 1902, con ocasión de las fiestas del IV centenario de la fundación de la Universitat, se colocaron 17 medallones con bustos en relieve de personajes vinculados a la historia de la institución.

Los arquitectos Antonio Martorell y Timoteo Calvo

 

Edificio La Nau

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