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Desde que fue asesinado el duque de Berry, su padre, el conde
Carlos de Artois, había ido adquiriendo cada vez más
peso político, secundado por los absolutistas más
radicales. Éstos consideraron que el duque de Richelieu era
demasiado liberal, por lo que éste perdió el apoyo
del conde de Artois y a finales de 1821
tuvo que dimitir de su cargo de primer ministro. El rey Luis XVIII
nombró entonces ministro de finanzas a Joseph de Villèle, que
pronto tomó el mando del gobierno, dispuesto a acabar con
todo resto de liberalismo en el país.
En Arabia reapareció el saudí Turki ibn Abdallah
dirigiendo una revuelta contra la ocupación egipcia.
Ese año murió el rey Chandrakanta Singha de Assam,
y su sucesor, Jogeshwar Singha,
decidió cambiar la protección birmana por la
británica, así que el rey Bagyidaw de Birmania se
dispuso a tomar represalias.
La expedición a África
de
la Américan Colonization Society había
pasado por diversas penalidades hasta que un oficial de la marina
estadounidense llamado Robert
Field Stockton convenció al jefe tribal conocido
como rey Pedro para que
le vendiera una franja de terreno al sur de la colonia
británica de Sierra Leona, en la zona que los portugueses
habían bautizado como cabo
Mesurado. Al parecer, de todos los argumentos presentados
por Stockton, el que el rey Pedro consideró más
persuasivo y lo llevó a firmar la venta sin vacilar fue la
pistola con la que Stockton le estaba apuntando a la cabeza en ese
momento.
Cauchy publicó su Cours d'analyse, un libro de texto en el que exponía el cálculo diferencial con el máximo rigor conocido en la época.
Fresnel publicó un artículo en el que explicaba la polarización de la luz bajo la hipótesis de que la luz es una onda transversal, es decir, que, sea lo que sea lo que vibra, las oscilaciones se producen en el plano perpendicular al avance de la onda. La hipótesis tuvo sus detractores, pero Fresnel consiguió un éxito innegable al mostrar que su teoría podía explicar el fenómeno de la doble refracción.
El químico Humphry Davy se interesó por la
conexión entre la electricidad y el magnetismo y
encargó a uno de sus ayudantes, Michael Faraday, que recabara información
sobre el tema. (Faraday había visitado París unos
años atrás y había entablado amistad con
Ampère.) Faraday no se limitó a recabar
información, sino que realizó sus propios
experimentos y obtuvo empíricamente valiosas leyes del
electromagnetismo. Faraday carecía de toda formación
matemática, pero demostró tener una gran
intuición que le permitió hablar de "líneas
de fuerza" sin ser capaz de dar una definición
matemática precisa. Sus resultados fueron fundamentales
para el desarrollo posterior del electromagnetismo. Ese año
construyó dos aparatos para producir lo que llamó "rotación
electromagnética", es decir, los primeros motores
eléctricos.
Stendhal fue expulsado de Milán por sus simpatías
hacia los carbonari.
Decidió entonces regresar a París.
Pushkin, siguiendo al general Ínzov, se instaló en
Besarabia, donde escribió su poema Gabrielada.
Hegel publicó su Filosofía del derecho.
A lo largo del año, las distintas ciudades griegas que
combatían el dominio otomano habían nombrado
diferentes senados locales, hasta que el 1 de enero de 1822 se constuyó la Asamblea Nacional de Epidauro,
con respresentantes de las distintas ciudades, tanto del
continente como de las islas. Su presidente fue Aléxandros
Mavrokordátos.
El 5 de enero la antigua
capitanía general de Guatemala fue anexionada al Imperio
Mexicano. Únicamente una de sus provincias, El Salvador, se
opuso a la anexión, pero Agustín de Iturbide
nombró capitán general de Guatemala a Vicente Filisola y le
encargó que sometiera a la provincia rebelde.
El 12 de enero la Asamblea Nacional de Epidauro proclamó la independencia de Grecia y el 25 de enero se aprobó una constitución provisional.
Las Provincias (teóricamente) Unidas del Río de la
Plata se encontraban en un completo estado de anarquía, en
las que unas luchaban contra otras, o sufrían luchas
partidistas internas o, en el mejor de los casos,
sobrevivían con total independencia. La anarquía se
palió en parte en virtud del Tratado del Cuadrilátero, que firmaron
cuatro de ellas: Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y
Corrientes, que establecía una alianza militar y un acuerdo
de libre navegación fluvial.
El dominicano José Núñez de Cáceres
trató de que Haití reconociera al Estado
Independiente del Haití Español, pero no sólo
no fue así, sino que Jean Pierre Boyer invadió la
mitad occidental de la isla y el 9 de
febrero entró en la capital, Santo Domingo,
unificando la isla. La invasión fue mayoritariamente bien
acogida, pues la mayor parte de la población de la parte
española de la isla la constituían los esclavos
negros, a los que Boyer liberó. Núñez de
Cáceres pasó unos meses en la isla tratando de
llegar a acuerdos clandestinos para obtener ayuda colombiana, pero
finalmente marchó a Venezuela.
El 13 de febrero las Cortes
españolas declararon nulos los tratados de Córdoba que reconocían
la independencia de México. Sin conocer la noticia, el 24 de febrero abrió sus
sesiones el congreso
constituyente del imperio, que reconoció a
Agustín de Iturbide como presidente de una junta de regencia. Los
diputados se dividieron entre republicanos y monárquicos.
Por otra parte, ningún príncipe europeo
aceptó la corona mexicana, por no enemistarse con
España.
Después de que el rey Juan VI de Portugal abandonara
Brasil se produjeron algunos brotes independentistas. A finales
del año anterior una guarnición portuguesa fue
forzada a abandonar Recife,
y otra sublevación era sofocada ahora en San Salvador de Bahía.
Los rebeldes huyeron y organizaron un movimiento de guerrillas. En
Minas Gerais se produjo
otro brote, pero el regente Pedro acudió allí en marzo con un pequeño
ejército y no recibió sino aclamaciones y muestras
de lealtad.
Varios centenares de griegos armados desembarcaron en la isla de
Quíos y empezaron a destruir mezquitas y a atacar a los
turcos, que se refugiaron en una ciudadela.
El 3 de abril un
ejército mexicano dirigido por Anastasio Bustamante derrotó en la batalla de Juchi a un
ejército realista.
Un millar de turcos desembarcó en Quíos y
torturó, ahorcó y mató de hambre a unos
20.000 griegos en lo que se conoce como la matanza de Quíos.
Otros 50.000 griegos fueron esclavizados y otros 23.000 fueron
exiliados. La noticia se extendió por Europa y avivó
las simpatías por la causa griega.
Rafael del Riego era diputado en las Cortes y fue elegido
presidente de las mismas. Apenas un mes después de su
alzamiento, un músico que entonces no tenía
aún cumplidos los treinta años —llamado José Melchor Gomís—
le dedicó un himno que desde entonces se conoce como Himno de Riego, y que el 7 de abril fue declarado himno de
España y fue cantado por el rey Fernando VII desde un
balcón del palacio real. Al parecer, la letra se debe a Evaristo Fernández de San
Miguel, uno de los militares que participaron en el
alzamiento desde el primer momento.
El 21 de abril, tras derrotar
a un contingente español, Antonio José de Sucre
entró en Riobamba.
Cabo Mesurado se convirtió en el emplazamiento definitivo
de Liberia, la colonia
africana fundada por los Estados Unidos para que los esclavos
negros liberados pudieran vivir en libertad. Ese año
llegó a Liberia un segundo barco con colonos y el 25 de abril fundaron una ciudad a la
que llamaron Cristópolis.
El 13 de mayo el regente Pedro
de Brasil se proclamó en Río de Janeiro "defensor perpetuo de Brasil",
y convocó una asamblea constituyente para el año
próximo. Pedro logró el apoyo de los masones, que
reforzaron su posición.
Agustín de Iturbide era el hombre más poderoso de
México, y sus relaciones con el congreso se deterioraban
cada vez más. Los sectores más radicales eran
partidarios de que la revolución tomara el cariz popular
original, anterior al plan de Iguala, y tachaban de tirano a
Iturbide. Por otro lado, una parte de los borbonistas, que esperaban
que algún príncipe de la casa de Borbón
aceptara el trono mexicano, al constatar que ninguno estaba
dispuesto a aceptarlo, empezaron a plantearse la posibilidad de
que el propio Iturbide fuera proclamado emperador, a la manera de
Napoleón. Otros, no obstante, lo consideraban inadmisible,
por aquello del derecho divino, y otros optaron por el
republicanismo. Una logia masónica a la que
pertenecían diputados y oficiales del ejército se
oponía abiertamente a la posible coronación de
Iturbide. Sin embargo, la noche del 18
de mayo un grupo de soldados salió a la calle
vitoreando a Agustín I.
A la mañana siguiente, Iturbide hizo público un
manifiesto en el que "se ponía a disposición del
pueblo" para aceptar el imperio, si así se le
ofrecía, aunque afirmó que la decisión
correspondía al congreso. Éste tuvo que reunirse en
sesión extraordinaria y, bajo presión popular y
militar, acabó otorgando el imperio a Iturbide.
El 24 de mayo, en las faldas
del volcán Pichincha,
Antonio José de Sucre derrotó de nuevo al
ejército español.
Incapaz de contener la revuelta griega, el sultán Mahmut
II hizo intervenir al egipcio Mehmet Alí. El 28 de mayo una flota de 30 barcos de
guerra y 84 transportes llegó a Creta bajo la
dirección de Hasán
Pachá, yerno de Mehmet Alí, y los egipcios
empezaron a quemar ciudades.
El año anterior el sultán Said bin Sultan de
Omán había recibido un pobre regalo del gobernador
de Mombasa, que teóricamente era su vasallo, y eso
se interpretaba en la práctica como una declaración
de independencia, así que Hamid ibn Ahmed,
tío del sultán, se presentó en Mombasa con 30
barcos y 4.000 hombres y puso las cosas en su sitio.
El capitán Charles John Napier, de la marina británica, construyó el Aaron Manby, el primer barco de vapor hecho de hierro en lugar de madera, que cruzó el canal de la Mancha y llegó a Le Havre el 10 de junio. Desde allí remontó el Sena hasta llegar a París.
El 16 de junio Simón
Bolívar entraba en Quito.
El 30 de junio, la guardia
real española fue insultada y apedreada por unos
manifestantes, contra los que cargó a bayoneta. Esa misma
noche, un oficial que había sido arrestado por sugerir un
levantamiento en favor del rey, fue asesinado en palacio por tres
granaderos de la guardia. Se difundió el rumor de que el
gobierno planeaba disolver la guardia real, y el 2 de julio cuatro batallones se
reunieron en las afueras de Madrid. El general Pablo Morillo trato
de disuadirlos, pero iniciaron una sublevación que fue
secundada en otros puntos de España.
Ese mismo día fue ahorcado Denmark Vesey, un esclavo negro que había
sido llevado a Carolina del Sur y allí había
terminado comprando su libertad. Preparó una
insurrección de esclavos que tendría que haberse
producido el 14 de julio, en el aniversario de la toma de la
bastilla, y que involucraba a miles de esclavos a lo largo de la
costa de Carolina del Sur. Su plan era embarcar hacia
Haití, pero dos esclavos lo delataron y el resultado fue de
35 ahorcados y 67 encarcelados.
El 3 de julio el rey Fernando
VII recibió a una delegación de los militares
sublevados.
Los realistas venezolanos trataban de reorganizarse. El 4 de julio Francisco Tomás
Morales fue nombrado Capitán General de Venezuela y se
dispuso a recuperar el territorio perdido.
El 5 de julio Fernando VII
desautorizó una orden ministerial por la que se enviaba un
ejército a enfrentarse a los batallones sublevados de la
guardia real. El 6 de julio la
guardia real secuestró al consejo de ministros, pero en la
madrugada del 7 de julio las
milicias dirigidas por Evaristo Fernández de San Mibuel
lograron doblegar a la guardia y la sublevación fue
sofocada. Ese mismo día llegó una nota firmada por
los embajadores de las cortes europeas en la que se hacía
responsable al gobierno de la salud del rey.
El 8 de julio murió
ahogado Percy Shelley mientras navegaba en velero por la Toscana.
Aún no había cumplido los treinta años. Unos
días antes su esposa Mary Shelley había sufrido un
aborto, y unos meses antes había muerto la hija de cinco
años que su hermanastra Claire había tenido con lord
Byron.
El 11 de julio Simón
Bolívar llegó a Guayaquil, donde había
concertado una entrevista con José de San Martín.
Allí dio un golpe de Estado y se proclamó Jefe
Supremo de la provincia, negando la legitimidad al gobierno de
José Joaquín de Olmedo. Olmedo decidió
exiliarse.
El 16 de julio un
ejército de unos 8.000 turcos derrotó a los griegos
en la batalla de Peta,
en Épiro.
Tras largos preparativos, el rey Bagyidaw de Birmania
envió a su general Bandula contra Assam al frente de 20.000
hombres. El rey Jogeshwar Singha tuvo que huir a Bengala mientras
Bandula anexionaba Assam a Birmania. Los británicos se
negaron a aceptar las peticiones birmanas para que les entregaran
al rey y reforzaron sus fronteras. Los birmanos no se atrevieron a
cruzarlas. Sin embargo, en la corte birmana se estaba formando un
"partido de la guerra" que incluía a la reina y al general
Bandula, partidarios de enfrentarse a Gran Bretaña si era
necesario.
El 21 de julio Agustín
de Iturbide fue coronado como el emperador Agustín I de
México. Se creó toda una fastuosa corte con
mayordomos, ayudantes, capellanes, etc. que hacía
empalidecer a la modesta corte del antiguo virreinato. Muchos
españoles que hasta entonces habían permanecido en
México amparados en las garantías del plan de Iguala
optaron por marcharse a España, otros de los partidarios
del plan de Iguala se hicieron republicanos.
El 26 de julio Bolívar
se entrevistó con San Martín. No se sabe qué
hablaron, pero acto seguido San Martín regresó a
Perú.
El 31 de julio Bolívar
decretó la anexión de Guayaquil a la
república de Colombia.
En agosto el regente Pedro de
Brasil exortó a los diputados brasileños en Lisboa a
que regresaran a Brasil y decretó que las tropas
portuguesas en Brasil debían ser tratadas como enemigas.
El ejército turco entró en el Peloponeso, y se
encontró con que los griegos habían adoptado una
política de tierra quemada. Se encontraron campos
devastados y pueblos arrasados, hasta que finalmente el
ejército griego atacó y obtuvo la victoria de Dervenakia, en la que los
turcos perdieron más de 20.000 hombres.
El 6 de agosto el rey Fernando
VII de España aceptó la dimisión del
gobierno, ofrecida reiteradamente desde la sublevación de
la guardia real y se formó un nuevo ministerio más
radical encabezado por Evaristo Fernández de San Miguel. El
general Francisco Javier de Elío (artífice de la
instauración del absolutirmo tras el regreso de Fernando
VII) fue ejecutado.
El 11 de agosto José
Antonio Páez derrotó a Francisco Tomás
Morales en Sabana de la Guardia.
Morales regresó a Puerto Cabello, que era el principal
reducto realista en Venezuela.
El vizconde de Castlereagh sufría una crisis nerviosa
debida en parte a un ataque de gota, la muerte de su padre,
sucedida el año anterior y las amargas críticas de
que era objeto como representante del gobierno en la Cámara
de los Comunes. Su crisis se convirtió finalmente en
paranoia y el 12 de agosto se
cortó el cuello con un abrecartas. Lord Byron tuvo el
detalle de escribirle este epitafio:
Posterity will ne'er survey A nobler grave than this: Here lie the bones of Castlereagh: Stop, traveller, and piss. |
La posteridad nunca
verá una tumba más noble que ésta: Aquí yacen los huesos de Castlereagh: Detente, viajero, y mea. |
Castlereagh fue sucedido como ministro de asuntos exteriores por
George Canning.
El 18 de agosto, un grupo de
absolutistas reunido en torno a Bernardo
Mozo
de Rosales, el marqués de Mataflorida, que había
regresado recientemente de su exilio en Francia, formó en
la Seo de Urgel un
gobierno paralelo al de Madrid que recibió el nombre de la
Regencia de Urgel. Esta
regencia proclamaba al rey Fernando VII como monarca absoluto, a
la vez que negaba obediencia a sus órdenes debido a su
falta de libertad. Sin embargo, Francisco Espoz y Mina
entró en la ciudad y puso en fuga a la Regencia.
El 25 de agosto murió
el astrónomo alemán William Herchel.
En México, el general Felipe
de
la Garza instó al congreso a proclamar una
república, y ofreció apoyo militar. El embajador
colombiano, Miguel Santa
María, animó a los diputados a aceptar la
oferta, pero la conspiración llegó a oídos
del emperador Agustín I, que expulsó del país
a Santa María y el 26 de agosto
ordenó el arresto de varios diputados. El 27 de agosto de la Garza
envió una carta al emperador respaldando a los diputados.
El rey Juan VI de Portugal había ordenado a su hijo Pedro
que regresara a Lisboa, y le había retirado su
título de regente de Brasil. A esto, Pedro contestó
ante el senado brasileño con un "Eu fico" (yo me quedo), que se hizo
célebre. El 7 de septiembre
Pedro estaba pasando revista a sus tropas cuando recibió
una nueva carta de Lisboa, y su respuesta fue desenfundar su
espada y gritar "Por mi sangre,
por mi honor y por Dios: haré a Brasil libre".
Mientras tanto, Juan VI aceptaba una constitución liberal,
aunque no su esposa, la reina Carlota Joaquina, que tuvo que
alejarse de la corte.
El 10 de septiembre
José de San Martín renunció a todos sus
cargos en el Perú y manifestó su decisión de
retirarse a la vida privada. El 20 de
septiembre se inauguró el congreso constituyente del
Perú, que nombró una Junta Gubernativa formada por tres de sus
miembros, presidida por José
de
La Mar.
El 45º regimiento de infantería tenía en
París fama de republicano, entre otras cosas porque sus
miembros se negaban a gritar "viva el rey". Por ello, a primeros
de año había sido trasladado a La Rochelle. Allí,
cuatro jóvenes sargentos, apellidados Bories, Pommier, Raoulx y Goubin, con edades entre los
20 y los 26 años, decidieron fundar una asociacion de carbonari, pero fueron
denunciados, juzgados y ejecutados el 21
de septiembre. Son recordados como "los cuatro sargentos de La
Rochelle".
El 22 de septiembre San
Martín dejó el Perú y se embarcó hacia
Chile.
Ese mismo día un egiptólogo francés de
treinta y dos años llamado Jean-François Champollion escribió
una carta a un colega en la que le comunica que ha conseguido
descifrar la escritura jeroglífica. Se basó para
ello en un facsímil de la piedra Rosetta (la original
estaba en Gran Bretaña) junto con otros textos
bilingües. Champollion descubrió que los
jeroglíficos representaban a veces palabras y a veces
sonidos. A partir de sus éxitos iniciales, en unas pocas
semanas encontró el equivalente fonético de un
centenar de jeroglíficos.
El congreso constituyente del Perú organizó un
ejército de unos 5.000 hombres, peruanos, chilenos y
rioplatenses que, dirigidos por Rudecindo
Alvarado se enfrentaron al virrey José de la
Serna, aunque sin mucho éxito.
El 3 de octubre se
inauguró el Theater in
der Josefstadt en Viena, y el programa incluyó una
revisión de Las ruinas de Atenas, con música de
Beethoven igualmente revisada. Entre los cambios más
relevantes figuraba una nueva obertura, que es conocida con el
nombre de La
consagración del hogar. Ese año Beethoven
terminó también sus sonatas para piano números 30, 31 y 32,
en las que había estado trabajando durante varios
años. Además, la Sociedad Filarmónica de
Londres le encargó una sinfonía, y un
príncipe ruso le ofreció una suma de dinero por
componer tres cuartetos de cuerda.
Schubert empezó a componer su octava sinfonía, si bien sólo
completó dos movimientos y dejó esbozado el tercero,
por lo que es conocida como la sinfonía
incompleta. Su ópera Alfonso und Estrella fue rechazada para su
representación.
Donizetti se instaló en Nápoles, donde
estrenó sus óperas La zingara y La
lettera anonima. En Milán estrenó Chiara e Serafina, ossia I pirati.
Sus obras tenían un gran éxito popular, si bien los
críticos no las alababan, y fuera de Italia eran
desconocidas.
El 12 de octubre el
primogénito del rey Juan VI de Portugal fue proclamado
emperador Pedro I de
Brasil.
El 31 de octubre el emperador
Agustín I de México disolvió la Asamblea
constituyente y la sustituyó por una Junta Instituyente, formada
por diputados leales, con la misión de lograr la
estabilidad política y económica. La junta
prohibió sacar dinero del país a los
españoles que quisieran emigrar y autorizó la
emisión de cuatro millones de pesos en papel moneda sin
ninguna clase de respaldo financiero. También
restringió la libertad de prensa.
El 20 de octubre las potencias
europeas se reunieron en el Congreso
de
Verona. El único monarca que asistió
personalmente fue el zar Alejandro I de Rusia. Estaba previsto que
el representante británico fuera el visconde de
Castlereagh, pero tuvo que ser sustituido por el duque de
Wellington.
El 19 de noviembre un
terremoto sacudió el centro de Chile, complicando una
economía ya de por sí complicada. Bernardo O'Higgins
logró, tras muchas negociaciones, que Gran Bretaña
le concediera un préstamo por un millón de libras.
Su gobierno era muy impopular, e impulsó una reforma
constitucional fue vista como una maniobra para aferrarse al
poder.
El 21 de noviembre Francia,
Austra, Rusia y Prusia firmaron un tratado secreto por el que se
comprometían a destruir
el sistema de gobierno representativo en cualquier estado de
Europa y confiaban a Francia la tarea de intervenir en
España para restablecer
el estado de cosas que existía antes de la
revolución de Cádiz. En Francia, las
opiniones sobre este "encargo" estaban divididas, pero el gobierno
lo vio como una forma de recuperar el lugar entre las grandes
potencias europeas perdido tras la derrota de Napoleón. Un
diputado llamado Jacques-Antoine
Manuel se opuso a la intervención en España
y fue expulsado del parlamento por la gendarmería. En la
calle fue recibido por la multitud entre aplausos.
Joseph de Villèle dirigía ya de hecho la
política nacional, y acababa de hacer que el parlamento
aprobara una ley de prensa por la que el Estado tenía
derecho a suspender cualquier periódico por el delito de "tendencia contraria a los intereses
del Estado".
San Martín había enviado una embajada a Europa en
busca de un rey para el Perú, pero el 22 de noviembre el congreso constituyente la
desautorizó y se decantó por convertir al
Perú en una república.
El 26 de noviembre el general
Felipe de la Garza se alzó en armas contra el emperador
Agustín I de México.
El 1 de diciembre fue coronado
el emperador Pedro I de Brasil. Por esas fechas ya no quedaban
tropas portuguesas en Brasil.
En México se mantenía todavía un reducto
realista en San Juan de Ulúa, y el ejército que
trataba de doblegarlo estaba al mando del general Antonio López de Santa Anna,
el comandante general de la provincia de Veracruz. Sin embargo,
sus esfuerzos no daban muchos resultados y Santa Anna se
enteró de que el emperador planeaba destituirlo.
Así, el que hasta entonces había sido para él
el "dignísimo y
particularmente amado emperador" se convirtió en "el déspota más
injusto". El 2 de diciembre
Santa Anna proclamó en Veracruz un manifiesto republicano y
el 3 de diciembre emitió
otro destinado a todo el país.
Guadalupe Victoria había sido encarcelado por sus ideas
republicanas, pero había logrado escapar de la
prisión y había huido a las selvas, pero el 6 de diciembre se presentó
ante Santa Anna dispuesto a prestarle su apoyo. Ese mismo
día ambos proclamaron el Plan
de Veracruz, según el cual se debía reunir
un congreso que siguiera las directrices marcadas por el plan de
Iguala. A éste se adhirieron otros antiguos insurgentes,
como Vicente Guerrero.
El 12 de diciembre los Estados
Unidos reconocieron la independencia de México.
El dictador Gaspar Rodríguez de Francia tomó
medidas para instaurar la autarquía en Paraguay. El Estado
intervino en todas las actividades económicas,
obligó a cultivar trigo y algodón y fomentó
la exportación de algunos productos, especialmente la yerba mate. La prensa fue
prohibida, así como la llegada de periódicos del
exterior, salvo los que pedía el propio dictador. Cuando
salía a pasear a caballo por las calles de Asunción,
los ciudadanos debían cerrar las puertas de sus casas, y si
alguno se lo encontraba de frente debía darle la espalda.
Nadie podía entrar o salir del país, ni desplazarse
por él, sin su permiso. Por lo demás,
Rodríguez de Francia aprovechó su dictatura para
llevar a cabo las venganzas más absurdas y arbitrarias. Por
ejemplo, declaró "mulatos
hasta la quinta generación" a todos los miembros
de la familia de una mujer a la que había pretendido de
joven y cuyo padre se había opuesto a la relación.
Al esposo de la muchacha lo tuvo encarcelado con grilletes tantos
días como había durado su matrimonio.
Carlos María de Alvear regresó a Buenos Aires
aprovechando una ley de amnistía y fue enviado a una
misión a Londres, donde logró que Gran
Bretaña reconociera la independencia de las Provincias
Unidas del Río de la Plata, aunque a la sazón
tenían poco de unidas.
El rey Jorge IV de Gran Bretaña visitó Edimburgo.
Era la primera visita a Escocia de un monarca británico
desde que lo hiciera Carlos II en 1650. La visita fue organizada
con gran lujo y espectáculo por Walter Scott, y las
ceremonias que organizó pusieron de moda nuevamente los kitts (las faldas masculinas
escocesas), que durante un tiempo habían estado prohibidas
por el gobierno inglés. La popularidad del rey
aumentó considerablemente en Escocia. Scott publicó
varias novelas ese año: El
pirata, Las aventuras de Nigel y Peveril del Pico.
Ese año murió el sultán Sulayman de
Marruecos, que fue sucedido por su sobrino Abd al-Rahman.
Un geólogo británico especializado en el estudio de
los fósiles llamado Gideon
Mantell encontró un diente enorme que no pudo
asociar a ninguna especie animal conocida. Consultó a
diversos especialistas y uno de ellos sugirió que el diente
se parecía al de una iguana, pero, si se respetaban las
proporciones, tendría que medir unos 18 metros de largo.
Mantell lo bautizó como iguanodón
(diente de iguana). (Estudios modernos reducen la longitud del
iguanodón a 9 metros.)
Fourier pudo publicar finalmente su ensayo sobre la Teoría analítica del
calor, que no dejaba de generar controversias sobre el
rigor matemático de sus desarrollos en series
trigonométricas. Poisson, además, afirmaba tener una
teoría alternativa.
Stendhal publicó De
l'Amour, un ensayo psicológico sobre el amor.
Washington Irving había observado con disgusto cómo
su Sketch Book era
publicado en Gran Bretaña sin su autorización, cosa
completamente legal, pues no existía ninguna ley
internacional sobre propiedad intelectual. Por ello pidió
consejo a su amigo Walter Scott y éste le recomendó
que publicara sus obras en Gran Bretaña a través de
su editor, y así lo hizo. En los sucesivo editaría
sus obras tanto en los Estados Unidos como en Gran Bretaña.
Así sucedió ese año con otra serie de
trabajos cortos titulada Bracebridge
Hall, que también publicó con el
pseudónimo de Geoffrey
Crayon. Por esas fechas Irving estaba de viaje por
Europa, en Dresde, concretamente.
Pushkin publicó Los
hermanos bandoleros, inspirado en Schiller.
El emperador Agustín I de México envió al
general José Gabriel de
Armijo a enfrentarse a Vicente Guerrero y otros antiguos
insurgentes que se habían alzado contra él. El 13 de enero de 1823 derrotó a
Guerrero y a Nicolás
Bravo en la batalla de Almolonga.
El 19 de enero un
ejército realista derrotó a un ejército
peruano en la batalla de Torata,
victoria que fue reafirmada por otra en Moquegua el 21 de
enero.
En Chile, el capitán general Ramón Freire se sublevó contra el
impopular gobierno de O'Higgins, y éste, para evitar una
guerra civil, dimitió el 28 de
enero. Él mismo tomó juramento a una junta
de tres personas, presidida por Agustín
Eyzaguirre, que gobernara interinamente.
En México, Santa Anna ganó para su causa a Pedro Celestino Negrete, que
era amigo personal del emperador Agustín I, y junto con
Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria establecieron el 1 de febrero el plan de Casa Mata, por el que
pretendían convertir a México en una
república. Varios generales del imperio se adhirieron a
él y en menos de dos meses las distintas provincias fueron
aceptándolo.
El 9 de febrero Vicente
Filisola obtuvo la rendición del gobierno de El Salvador y
su anexión al imperio Mexicano.
A raíz de las derrotas que el ejército peruano
estaba sufriendo ante los realistas, el 26 de febrero algunos generales que estaban
acampados con su ejército en Balconcillo, cerca de Lima, solicitaron al
congreso la disolución de la junta gubernativa y el
nombramiento de un "jefe
supremo que ordena y sea velozmente obedecido", cargo
para el cual sugerían al general José de la Riva Agüero. El congreso se
negó a aceptar tal solicitud, y el 27 de febrero el ejército avanzó
amenazador hacia Lima. El congreso comprendió entonces la
naturaleza de la "solicitud", hizo encarcelar al presidente de la
junta, José de la Mar, y el 28
de febrero Riva Agüero era nombrado presidente de la república
(y La Mar era excarcelado). El presidente del congreso se
exilió voluntariamente para protestar por la injerencia de
los militares. Riva Agüero encomendó la
dirección de la guerra contra los realistas al
general Andrés de Santa
Cruz.
La causa griega generaba cada vez más simpatías
entre la opinión pública europea, que veía a
Grecia como la cuna de la cultura occidental. Tales
simpatías horrorizaban a Metternich, que no admitía
ninguna clase de revolución contra un poder establecido. El
mayor logro de Metternich había sido inculcar estas ideas
al zar Alejandro I de Rusia, y sus progresos en esta línea
llegaron al punto de lograr la caída en desgracia de su
ministro de asuntos exteriores, el griego Ioannis Kapodistrias,
que trataba de implicar al zar en la causa de la independencia
griega. Kapodistrias había dejado su cargo el año
anterior y se había retirado a Ginebra, desde donde
proporcionaba apoyo material y moral a los revolucionarios
griegos.
Pero el caso griego terminó por hacer mella en las
convicciones del zar. Por una parte, Alejandro I estaba de acuerdo
con las teorías de Metternich, pero conquistar
Constantinopla era una antigua aspiración de los zares
rusos, que se consideraban herederos de los emperadores
bizantinos, y era duro desperdiciar la ocasión de ayudar a
los griegos para obtener un buen botín. George Canning, el
nuevo ministro británico de asuntos exteriores,
también era partidario de la independencia griega, en parte
por canalizar el romanticismo de la opinión pública
británica, y en parte por los beneficios que su país
podría obtener de una Grecia independiente que concediera a
Gran Bretaña un trato de preferencia. Canning veía
vacilar a Alejandro I y no estaba dispuesto a que Rusia tomara la
iniciativa en favor de la independencia de Grecia. Por ello en marzo declaró —para horror de
Metternich— que "Cuando una
nación entera se rebela contra su conquistador, la
nación no puede ser considerada como delincuente, sino
como una nación en estado de guerra". Poco antes,
Canning había notificado al gobierno otomano que
sólo mantendría con él relaciones amistosas
si los súbditos cristianos del imperio eran tratados con
respeto. Poco después se fundó un Comité de Londres para la
independencia de Grecia, que contó entre sus
miembros con Lord Byron.
Metternich se las arregló para evitar que Alejandro I
diera otro paso en esa misma dirección: lo convenció
de la conveniencia de separar los conflictos ruso-turcos de la
cuestión de la independencia griega, y propuso tratar el
asunto en diversas reuniones en San Petersburgo que no fueron sino
una forma de retrasar toda decisión y dar tiempo así
al Imperio Otomano de someter a los rebeldes.
Martín Rodríguez, el gobernador de Buenos Aires
decidió que la única forma viable de resolver los
conflictos fronterizos con los indios era exterminarlos,
así que organizó un ejército de 2.500 hombres
que partió hacia el sur el 6 de
marzo, aunque lo único que hizo fue desplazar la
frontera un poco más hacia el sur.
El 19 de marzo, tras haber
tratado en vano de recuperar su autoridad restaurando el congreso,
sin más apoyos que el clero, el emperador Agustín I
presentó una carta de abdicación.
El 29 de marzo se
reunió en Astros
la Segunda Asamblea Nacional
Griega, que estuvo caracterizada por las tensiones entre
dos facciones, la de los políticos, dirigidos por
Aléxandros Mavrokordátos, y la de los militares,
dirigidos por Theódoros Kolokótronis. Tal era la
división que los diputados de cada facción se
alojaban en dos campamentos diferentes en dos ciudades cercanas a
Astros.
El 1 de abril el congreso
mexicano nombró un triunvirato presididio por Pedro
Celestino Negrete para que gobernara provisionalmente la
nación con el título de Supremo Poder Ejecutivo. Éste fue
cambiando frecuentemente de composición a lo largo de los
meses siguientes.
En Chile se formó una Asamblea Constituyente que el 4 de abril nombró director
supremo a Ramón Freire, entre otras cosas porque se
había presentado con sus tropas en Santiago y era
difícil negarle nada.
El 6 de abril 95.000 soldados
franceses dirigidos por Luis Antonio de Borbón, el duque de
Angulema (el sobrino del rey Luis XVIII de Francia) se
disponían a cruzar la frontera española con la
misión de restaurar la monarquía absoluta. Fueron
conocidos como los cien mil
hijos de san Luis. Se encontraron con unos ciento
cincuenta liberales franceses que trataban de impedirles el paso
enarbolando banderas tricolores y cantando la marsellesa
(prohibida desde el Imperio). Los soldados dudaron, pero
recibieron orden de abrir fuego y mataron a algunos de los
manifestantes, mientras el resto huía. El 7 de abril entraban en
España. En general, encontraron poca resistencia. Los
leales al gobierno liberal se atrincheraron en algunas ciudades o
crearon guerrillas.
Ese mismo día el congreso Mexicano declaró ilegal
la coronación de Agustín de Iturbide como emperador
de México, así como el plan de Iguala, de modo que
la nación quedaba en libertad de escoger el sistema de
gobierno que considerara oportuno.
El 13 de abril la Segunda
Asamblea Nacional Griega aprobó una reforma de la
Constitución de Epidauro. La nueva constitución
establecía la protección de los derechos humanos, la
libertad de prensa, y la abolición de la esclavitud.
Además rebajaba la edad para votar de los 30 a los 25
años. El 18 de abril se
clausuró la Asamblea. Los políticos dominaban el
Senado, pero los militares se habían hecho con el control
del poder ejecutivo. Las disensiones entre ambos eran tales que se
acordó que ambos poderes residirían en ciudades
diferentes, alejadas entre sí. El ejecutivo se
instaló en Nauplia,
donde los militares tenían mucha influencia, y el Senado se
instaló en Kranidhi,
bajo la protección de las islas dominadas por armadores.
El 11 de mayo Agustín
de Iturbide embarcó rumbo a Europa. El congreso le
había concedido una pensión a condición de
que estableciera su residencia en Italia. México
quedó dividido entre partidarios de Iturbide y
republicanos.
El 23 de mayo el duque de
Angulema entró en Madrid, mientras el gobierno
español se trasladaba a Sevilla.
El rey Juan VI de Portugal tenía otro hijo, el infante Miguel, que era, como su
madre, partidario del absolutismo más radical. Aprovechando
una revuelta realista al norte del país, el 27 de mayo logró el apoyo de
un regimiento estaba en Vila
Franca de Xira, y que supuestamente debía haber
marchado a sofocar el alzamiento, y se alzó en armas contra
su padre con el apoyo de los partidarios de la reina. Al parecer,
se puso de acuerdo con su madre para forzar la abdicación
del rey, que en un principio se mostró dispuesto a defender
la constitución que había jurado, pero pocos
días después llegó a las puertas de su
palacio otro regimiento que lo aclamaba como monarca absoluto.
Entonces Juan VI decidió ponerse al frente de éste y
marchó a Vila Franca, donde su hijo no tuvo más
remedio que someterse, y entonces Juan VI volvió triunfante
a Lisboa. Allí disolvió las cortes y restauró
el absolutismo. Miguel fue nombrado jefe del ejército y la
reina volvió a la Corte.
El 14 de junio el gobierno
español se retiró a Cádiz, reteniendo como
rehén al rey Fernando VII.
El 18 de junio el
ejército realista entró en Lima. Muchos de los
integrantes del congreso republicano descubrieron que, en el fondo
de su ser, siempre habían sido realistas, y cambiaron de
bando, mientras que otros abandonaron la ciudad. El presidente
Riva Agüero fue presionado para que solicitara ayuda a
Colombia. El mes anterior había llegado a Perú
Antonio José de Sucre, a quien el 19 de junio el congreso autoridad igual a la del
presidente. El 23 de junio el
congreso depuso a Riva Agüero.
El 1 de julio un congreso
reunido en Guatemala con representantes de todas sus provincias
decidió separarse de México, convirtiéndose
así en las Provincias
Unidas del Centro de América. El 2 de julio el conbreso se
proclamó Asamblea
Nacional Constituyente y adoptó temporalmente la
constitución de Cádiz.
El 19 de julio Bernardo
O'Higgins salió de Chile rumbo a Gran Bretaña,
aunque finalmente se estableció en Perú.
Mientras tanto, en Perú, Riva Agüero decidió
que no reconocía su destitución, decretó la
disolución del congreso y formó un senado con diez
diputados leales.
El 24 de julio tuvo lugar la batalla del Lago Maracaibo,
tras la cual, el 3 de agosto
capituló Francisco Tomás Morales y el 5 de agosto los españoles
abandonaron definitivamente el territorio venezolano.
El 6 de agosto el congreso
peruano nombró presidente a José Bernardo de Tagle y Portocarrero,
marqués de Torre Tagle,
con lo que en principio había dos presidentes, ya que
algunos seguían considerando como tal a Riva Agüero.
La noche del 8 de agosto unos
450 griegos atacaron un campamento otomano en Karpenisi en el que
había unos 13.000 hombres. El ataque fue un éxito
hasta que el capitán griego, Markos Botsaris, resultó muerto de un
disparo. Entonces se retiraron dejando cerca de un millar de
turcos muertos.
Mehmet Alí fundó en Sudán la ciudad de Jartum.
Seis meses atrás había muerto accidentalmente en
Creta Hasán Pachá, pero Mehmet Alí
envió a la isla a otro de sus yernos, Hussein Bey, que llegó
con 12.000 soldados de refuerzo. Los Cretenses lograron reunir un
ejército de unos 3.000 hombres, pero fueron derrotados el 20 de agosto en la batalla de Amourgelles.
Ese mismo día murió el papa Pío VII, que fue
sucedido por el cardenal Annibale
Sermattei della Genga, que adoptó el nombre de León XII. Tenía
sesenta y nueve años y estaba enfermo, y precisamente fue
elegido con idea de que no durara mucho, pero, contra todo
pronóstico, se recuperó de su enfermedad.
Trasladó la corte pontificia del monte Quirinal al monte
Vaticano.
El 25 de agosto Andrés
de Santa Cruz se enfrentó a los realistas peruanos en la batalla de Zepita, que
resultó indecisa.
El 31 de agosto los cien mil hijos de san Luis
obtuvieron su victoria más reñida en España:
capturaron la península fortificada de El Trocadero, que
defendía Cádiz. En la operación perdieron
unos 400 hombres. A continuación los franceses empezaron a
bombardear Cádiz, donde unos 14.000 hombres
defendían al gobierno y a las Cortes.
El 1 de septiembre
Simón Bolívar entró en Perú.
Ese mismo día murió el economista británico
David Ricardo.
El gobierno de los Estados Unidos firmó el tratado de Moultrie Creek con
varios jefes semínolas, en virtud del cual se
establecía un extenso teritorio en Florida en el que los
semínolas podrían vivir bajo la protección de
los Estados Unidos siempre y cuando permanecieran en paz y
respetaran las leyes. Además, los semínolas se
comprometían a permitir que se trazaran carreteras para
cruzar su territorio así como a capturar y devolver
cualquier esclavo fugitivo que entrara en su territorio.
Rafael de Riego trataba de organizar la resistencia contra los
franceses en Andalucía, pero el 15
de
septiembre fue abandonado por sus soldados y tomado
prisionero.
Ese mismo día el gobierno de Buenos Aires presentó
un memorandum en Río de Janeiro reclamando la
soberanía de la provincia Cisplatina. La respuesta que
recibió venía a decir esencialmente: "De eso ni hablar".
Tras tres semanas de bombardeo, el gobierno liberal
español llegó a un acuerdo con el rey Fernando VII:
Éste sería liberado bajo la promesa de que
defendería el régimen constitucional, y a cambio se
rendiría la ciudad de Cádiz. Así se hizo el 23 de septiembre, pero, tan pronto
como el rey se vio arropado por los franceses, faltó una
vez más a sus compromisos y el 1
de octubre declaró nulas todas las leyes aprobadas
en los tres años de la historia de España conocidos
desde entonces como el trienio
liberal o trieno
constitucional. Durante los años siguientes, unas
30.000 personas fueron ejecutadas. Juan Martín Díez,
el Empecinado, que había combatido a los franceses,
huyó a Portugal. Con todo, la represión fue menos
severa de lo que podría haber sido gracias a la
presión del gobierno francés.
El octubre una
coalición de varias tribus indias atacó
simultáneamente varias ciudades del sur de la provincia de
Buenos Aires. El gobernador Martín Rodríguez, sin
fuerzas suficientes para responder a tales ataques, empezó
a gestionar el alquiler de un ejército a la provincia de
Entre Ríos.
La resistencia liberal en Cataluña había estado
dirigida por Francisco Espoz y Mina, pero el 2 de noviembre se rindió Barcelona, y Espoz
y Mina tuvo que huir a Gran Bretaña. También
Francisco de Goya consideró prudente el exilio, y se
marchó a Burdeos.
El 7 de noviembre fue ahorcado
en Madrid Rafael de Riego, entre los insultos de la misma
población que unos meses antes lo había aclamado.
El 18 de noviembre el congreso
peruano promulgó una constitución y ratificó
al marqués de Torre Tagle como presidente de la
república.
El 23 de noviembre el duque de
Angulema entraba en Francia, dejando en España un
ejército de ocupación de 45.000 hombres.
Simón Bolívar había ordenado combatira a
José de la Riva Aguero y estuvo a punto de desencadenarse
una guerra civil en el Perú, pero el 25 de noviembre Riva Agüero fue apresado por
sus propios partidarios, quienes desobedecieron la orden de
fusilarlo y lo desterraron a Guayaquil.
El 29 de noviembre se
celebró en Berlín la boda del príncipe Federico Guillermo (hijo del
rey Federico Guillermo III de Prusia) con Isabel Luisa de Baviera, hija
del rey Maximiliano I.
Gran Bretaña estaba apoyando a las colonias
españolas en América en su lucha por la
independencia. Aportaba dinero en forma de préstamos
sustanciosos, así como soldados voluntarios y material de
guerra, siempre de forma extraoficial. Su objetivo era bien claro:
romper el monopolio español sobre el comercio con sus
colonias y, más aún, obtener un trato de favor, si
no de exclusividad, en dicho comercio. En todas las reuniones de
las potencias europeas acaecidas tras el Congreso de Viena, Gran
Bretaña se había ocupado de vetar toda idea de
ayudar a España a recuperar sus colonias. Sin embargo, su
posición era delicada, pues difícilmente
podía defender la creación y el reconocimiento de
repúblicas independientes en una Europa dominada por las
ideas de Metternich, que no concebía otra forma de gobierno
que la monarquía absoluta y que sostenía sin vacilar
el derecho de las potencias a intervenir en cualquier país
extranjero para sofocar cualquier clase de revuelta. Por ello, el
ministro británico de asuntos exteriores, George Canning,
llevaba un tiempo animando a los Estados Unidos a que hicieran una
declaración contraria a toda intervención europea en
América. Canning se ofreció a hacer una
declaración conjunta, pero —tal y como probablemente
esperaba— el secretario de Estado estadounidense, John Quincy
Adams, consideraró que en tal caso la declaración
sería considerada en Europa como una iniciativa
británica en la que los Estados Unidos
desempeñarían un papel secundario, si no
insignificante. Por ello, Adams sugirió al presidente
Monroe que hiciera una declaración unilateral en esa
línea, sin el respaldo oficial británico, pero
contando con que Gran Bretaña la respaldaría
tácitamente. Esto era justo lo que Canning deseaba. Thomas
Jefferson también se mostró partidario de tal
declaración.
Adams propuso que fuera enviada a las principales potencias
europeas. En ella se establecería que, en contrapartida a
la no intervención de Europa en los asuntos americanos, los
Estados Unidos tampoco intervendrían en los asuntos
europeos. Sin embargo, el secretario de Guerra, John Caldwel
Calhoun, se opuso a lo del envío de la declaración.
Muchas potencias podrían considerarla ofensiva y rechazarla
despectivamente. Finalmente se optó por que la
declaración formara parte del discurso sobre el estado de la nación que
James Monroe pronunció en el Congreso el 2 de diciembre:
Los ciudadanos de los Estados Unidos abrigamos los más amistosos sentimientos en favor de la libertad y felicidad de los pueblos en ese lado del Atlántico. En las guerras de las potencias europeas por asuntos de su incumbencia nunca hemos tomado parte, ni comporta a nuestra política el hacerlo. Solo cuando se invadan nuestros derechos o sean amenazados seriamente responderemos a las injurias o prepararemos nuestra defensa. Con las cuestiones en este hemisferio estamos necesariamente más inmediatamente conectados, y por causas que deben ser obvias para todo observador informado e imparcial. El sistema político de las potencias aliadas es esencialmente diferente en este respecto al de América. Esta diferencia procede de la que existe entre sus respectivos Gobiernos; y a la defensa del nuestro, al que se ha llegado con la pérdida de tanta sangre y riqueza, que ha madurado por la sabiduría de sus más ilustrados ciudadanos, y bajo el cual hemos disfrutado de una felicidad no igualada, está consagrada la nación entera. Debemos por consiguiente al candor y a las amistosas relaciones existentes entre los Estados Unidos y esas potencias declarar que consideraremos cualquier intento por su parte de extender su sistema a cualquier porción de este hemisferio como peligroso para nuestra paz y seguridad. Con las colonias o dependencias existentes de potencias europeas no hemos interferido y no interferiremos. Pero con los Gobiernos que han declarado su independencia y la mantienen, y cuya independencia hemos reconocido, con gran consideración y sobre justos principios, no podríamos ver cualquier interposición para el propósito de oprimirlos o de controlar en cualquier otra manera sus destinos, por cualquier potencia europea, en ninguna otra luz que como una manifestación de una disposición no amistosa hacia los Estados Unidos. En la guerra entre esos nuevos Gobiernos y España declaramos nuestra neutralidad en el momento de reconocerlos, y a esto nos hemos adherido y continuaremos adhiriéndonos, siempre que no ocurra un cambio que en el juicio de las autoridades competentes de este Gobierno, haga indispensable a su seguridad un cambio correspondiente por parte de los Estados Unidos.
Los últimos acontecimientos en España y Portugal demuestran que Europa no se ha tranquilizado. De este hecho importante no hay prueba más concluyente que aducir que las potencias aliadas hayan juzgado apropiado, por algún principio satisfactorio para ellas mismas, el interponerse por la fuerza en los asuntos internos de España. Hasta que punto pueden extenderse, por el mismo principio, estas interposiciones es una cuestión en la que están interesados todas los países independientes, aun los más remotos, cuyas formas de gobierno difieren de las de estas potencias, y seguramente ninguno de ellos más que los Esados Unidos. Nuestra actitud con respecto a Europa, que se adoptó en una etapa temprana de las guerras que por tanto tiempo han agitado esa parte del globo, se mantiene sin embargo la misma, cual es la de no interferir en los asuntos internos de ninguna de esas potencias; considerar el gobierno de facto como el gobierno legítimo para nosotros; cultivar con él relaciones amistosas, y preservar esas relaciones con una política franca, firme y varonil, satisfaciendo siempre las justas demandas de cualquier potencia, pero no sometiéndose a injurias de ninguna.
Pero con respecto a estos continentes, las circunstancias son eminente y conspicuamente diferentes. Es imposible que las potencias aliadas extiendan su sistema político a cualquier porción de alguno de estos continentes sin hacer peligrar nuestra paz y felicidad; y nadie puede creer que nuestros hermanos del Sur, dejados solos, lo adoptaran por voluntad propia. Es igualmente imposible, por consiguiente, que contemplemos una interposición así en cualquier forma con indiferencia. Si contemplamos la fuerza comparativa y los recursos de España y de esos nuevos Gobiernos, y la distancia entre ellos, debe ser obvio que ella nunca los podrá someter. Sigue siendo la verdadera política de los Estados Unidos dejar a las partes solas, esperando que otras potencias sigan el mismo curso...
Con el tiempo, esta declaración de intenciones fue
conocida como la doctrina
Monroe, sintetizada en la frase América para los americanos. En Europa
fue acogida con indiferencia, principalmente porque los Estados
Unidos no tenían la capacidad militar necesaria para
hacerla efectiva.
El Senado y el ejecutivo griegos no dejaban de enfrentarse una y
otra vez. La tensión llegó a su extremo cuando el 19 de diciembre el senado
cesó a un miembro del ejecutivo, Andréas Metaxás, y lo
sustituyó por un político. El 21 de diciembre un hijo de Kolokótronis
marchó al frente de doscientos hombres y disolvió el
Senado. Éste se volvió a reunir y decretó el
cese de todos los miembros del ejecutivo. Se inició
así una guerra civil.
El 27 de diciembre Chile aprobó una nueva constitución.
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