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GUERRA ENTRE MÉXICO Y LOS ESTADOS UNIDOS II |
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Manuel Oribe seguía manteniendo bajo asedio la capital
uruguaya al frente de su propio gobierno. Fructuoso Rivera
trató de llevar una campaña contra los partidarios
de Oribe en el interior del país, pero en enero de 1847 fue derrotado en la batalla del Cerro de las
Ánimas.
En Persia, el profeta Siyyid Alí Muhammad Shirazi, conocido como el Bab, estaba ganando cada vez más adeptos, pero, tras la muerte del gobernador de Isfahan, su principal protector, los clérigos de la provincia intrigaron ante el sha Mohammad Sha para que actuara contra él. El sha ordenó al Bab que se presentara en Teherán.
El coronel Kearny y el comodoro Stockton unieron sus fuerzas y se
dispusieron a retomar Los Ángeles. El 8 de enero, mientras el ejército
estadounidense cruzaba el río San Gabriel, fue atacado por el ejército
del general Flores. Sin embargo, la artillería californiana
no fue efectiva, por la mala calidad de su pólvora y la
falta de municiones. Los estadounidenses cruzaron el río
con sólo seis bajas y pusieron en fuga a Flores. El 9 de enero Flores sufrió una
nueva derrota en La Mesa
y abandonó California esa misma noche, tras transferir el
mando a Andrés Pico. El 10 de
enero los estadounidenses tomaron Los Ángeles y
Archibald Gillespie pudo izar la misma bandera que el año
anterior se había visto obligado a arriar.
Mientras tanto, el presidente Mexicano Valentín
Gómez Farías estaba tratando de encontrar recursos
para financiar la guerra, y el 11 de
enero promulgó una ley de desamortización
de bienes eclesiásticos que puso al clero en su contra.
La situación del proletariado británico que Marx y
Engels denunciaban en sus escritos se extendía por Europa a
medida que se extendía la revolución industrial. En
Francia eran frecuentes las jornadas laborales de 14 horas
diarias, con salarios miserables de 20 céntimos diarios y
sin derecho a ninguna clase de vacaciones. Se calcula que en
Francia había unos 250.000 mendigos y unos tres millones de
personas inscritas en instituciones de beneficencia. Sin embargo,
mientras en Gran Bretaña se estaban aprobando
paulatinamente leyes de protección para los trabajadores
(ese mismo año se aprobó una que limitaba la jornada
laboral a 10 horas), en Francia había tan sólo una
ley a ese respecto, que tenía ya seis años, y que
prohibía trabajar a los niños menores de ocho
años y trabajar de noche a los menores de trece, si bien
rara vez se respetaba. Por otra parte la legislación
francesa negaba a los obreros el derecho de huelga o de
asociación, al contrario que la ley británica. Desde
el año anterior Francia vivía una de las crisis
económicas recurrentes del "capitalimo salvaje" de la
época, agravada por la plaga que afectaba al cultivo de la
patata y otros alimentos, que se estaba extendiendo desde Gran
Bretaña por toda Europa. El 13
de enero se produjo una revuelta en Buzançais, donde un
grupo de hambrientos se hizo con un cargamento de trigo. El
gobierno del rey Luis Felipe I respondió con
energía: veintiséis aldeanos fueron arrestados, de
los cuales tres fueron guillotinados y el resto enviado a trabajos
forzados.
Mientras tanto los disidentes de la Asociación por la derogación se
reunieron en Dublín y formaron una nueva asociación
a la que llamaron Confederación
Irlandesa. Pronto llegó a reunir unos 10.000
miembros, pero casi todos pertenecían a las clases
más humildes de la sociedad, hasta el punto de que la
tarifa de inscripción se redujo a una aportación
voluntaria, y los fundadores se comprometieron a sufragar los
gastos de su propio bolsillo si fuera necesario. La clase media
guardó las distancias y el clero mostró hostilidad
hacia la Confederación.
Ese mismo día John C. Frémont y Andrés Pico
firmaban el tratado de
Cahuenga, por el que los californianos abandonaban sus
armas y se comprometían a no volver a luchar contra los
estadounidenses, así como a obedecer su legislación.
A cambio se les reconocía los mismos derechos que a
cualquier otro estadounidense. Los prisioneros de ambos bandos
fueron liberados. Así terminaron las hostilidades en
California. El 16 de enero
Robert F. Stockton nombró a Frémont gobernador de
California.
Kearny había dejado el ejército de Nuevo
México bajo el mando del coronel Sterlin Price, el cual a su vez había
nombrado gobernador a Charles
Bent. Éste había tratado de convencer,
primero a Price y luego a sus superiores, de la necesidad de
obligar a los soldados a tratar con respeto a los mexicanos, pues
de lo contrario vaticinaba una revuelta. Ya a finales del
año anterior se había descubierto un proyecto de
alzamiento que había tenido que ser postpuesto, pero el 19 de enero la revuelta
estalló finalmente en Don
Fernando de Taos, bajo la dirección del mexicano Pablo Montoya y del indio Tomás Romero. Los
rebeldes acudieron a la casa del gobernador (que residía en
Taos, a pesar de que su despacho como gobernador estaba en Santa
Fe), tiraron la puerta abajo, dispararon flechas sobre él y
le arrancaron la cabellera delante de su mujer y sus hijos.
Seguidamente arrancaron también las cabelleras del Scheriff
y otras autoridades. El 20 de enero
unos quinientos hombres, entre mexicanos e indios, protagonizaron
ataques similares en Arroyo
Hondo y en Mora,
en los que murieron unos quince estadounidenses, entre ellos un
grupo de comerciantes que viajaban a Misuri.
Ese mismo día el parlamento venezolano reconoció a
José Tadeo Monagas como presidente de la república,
si bien la rebelión iniciada por Francisco José
Rangel se había extendido por diversas provincias y contaba
con varios cabecillas, como Ezequiel Zamora, los hermanos Manuel María y Juan Bautista Echendia, o Rafael Flores. Éste
último no tardó en ser capturado y ejecutado.
Los estadounidenses reaccionaron con rapidez ante el alzamiento
de Nuevo México. El coronel Price reclutó un
ejército de unos 400 hombres y se dirigió hacia
Taos. Por el camino, el 24 de enero,
Price se encontró con unos 1.500 rebeldes en lo alto de una
colina. A pesar de su mala posición atacó y los puso
en fuga tras matar a treinta y seis de ellos en la batalla de La Cañada.
(Su ejército contó sólo dos bajas.) Mientras
tanto, un destacamento de 80 soldados trataba de capturar a unos
200 rebeldes que seguían en Mora. No lo consiguieron y,
tras tres horas de escaramuzas por las calles del pueblo, tuvieron
que retirarse, pero dejaron unos 25 muertos entre las filas
enemigas, mientras que de los estadounidenses sólo
murió el oficial al mando, el capitán Israel R. Hendley.
El comandante supremo del ejército de los Estados Unidos
era a la sazón el general Winfield Scott. Sin embargo, el
presidente Polk se había abstenido de hacerlo intervenir en
la guerra contra México porque era un whig, y temía que se
convirtiera para los whigs
en lo que Andrew Jackson había sido para los
demócratas o, más claramente, temía que los wighs pudieran elegirlo como
candidato para las próximas elecciones presidenciales y
privaran así a Polk de un segundo mandato. Por eso
había enviado en su lugar a Taylor, que nunca había
expresado sus opiniones políticas. (De hecho, nunca
había participado en unas elecciones.) Cuando Polk se
enteró de que Taylor había pactado una tregua de dos
meses, se enfureció, pues los whigs tenían cada vez más poder
político (en las elecciones del año anterior para la
renovación de la cámara de representantes los whigs habían
conseguido la mayoría), y estaban usando la guerra en su
contra. Si la guerra no terminaba antes de las elecciones del
año siguiente, las posibilidades de Polk para la
reelección serían muy escasas. Para colmo, los whigs estaban empezando a
plantearse el elegir a Taylor como su próximo candidato
para la presidencia. Ante esta situación, Polk
consideró preferible enviar a Scott para reducir la
popularidad que estaba adquiriendo Tayor. Scott consideraba que
para derrotar a México era necesario ocupar su capital, y
que sería difícil llegar a ella desde Monterrey, que
dista 1.300 km de la Ciudad de México. Su propuesta era
dirigirse por mar hasta Veracruz, que está a sólo
400 km de la capital, y desde allí avanzar hacia
ésta. Polk había autorizado el plan y, más
aún, había ordenado a Taylor que enviara el grueso
de su ejército a Veracruz y permanecer en Monterrey a la
defensiva. Así, su propósito de privar a Taylor de
sus laureles se hizo evidente, y los whigs empezaron a presentar al general como un
mártir.
Los mexicanos habían interceptado un mensaje de Scott a
Taylor en el que le notificaba la orden de Polk de entregarle
nueve mil de sus hombres, con lo que Santa Anna se enteró
de que Taylor quedaría en Monterrey con menos de cinco mil
soldados. El 28 de enero,
mientras Scott se dirigía a Veracruz, Santa Anna
partió hacia Monterrey con un ejército de quince mil
hombres.
Ese mismo día dimitió el primer ministro
español Francisco Javier de Istúriz. El general
Francisco Serrano se había convertido en amante de la reina
Isabel II y había influido sobre ella para que permitiera
el regreso de algunos líderes liberales, los cuales
finalmente se habían impuesto en el parlamento y
habían provocado la caída de Istúriz, que fue
sucedido por el marqués Carlos
Martínez de Irujo, también moderado, pero
que intentó llevar adelante una política
conciliadora con los liberales.
Los rebeldes ahuyentados por Price en La Cañada
habían acampado en el Paso
del Embudo, un desfiladero por el que no podía
llevarse la artillería o los carros, así que Price
envió tres compañías a enfrentarse a ellos.
La batalla del Paso del Embudo,
librada el 29 de enero, fue un
éxito total para los estadounidenses. Sus bajas fueron un
muerto y un herido, mientras que los rebeldes contaron veinte
muertos y sesenta heridos, y nuevamente tuvieron que retirarse,
esta vez hasta Taos.
El 30 de enero la tuberculosis
acabó con la vida de Virginia, la esposa de Edgar Allan
Poe. El autor siguió al cortejo fúnebre envuelto en
su vieja capa de cadete, que durante meses había sido el
único abrigo de la cama de su esposa. Este suceso
desestabilizó aún más al ya de por sí
inestable Poe.
El 1 de febrero los
estadounidenses regresaron a Mora, esta vez con doscientos hombres
y dos obuses. Tras un breve enfrentamiento, los rebeldes huyeron a
los montes, y los estadounidenses incendiaron la ciudad y los
campos de trigo que la rodeaban en venganza por la muerte del
capitán Hendley.
El 3 de febrero Price
entró en Taos, y encontró a los rebeldes
atrincherados en una ciudadela fortificada. Instaló la
artillería e inició un asedio. Al tercer día
los rebeldes estaban acorralados en una iglesia. Price hizo un
agujero en la puerta de un cañonazo, acercó el
cañón y lo disparó cargado de metralla por el
agujero, tras lo cual los rebeldes se rindieron. En total hizo
unos 400 prisioneros, pero cerca de un millar había
escapado a las montañas.
Ese mismo día murió en París Marie
Duplessis, a los veintitrés años, velada por su
marido, que hacía semanas que no se apartaba de la cabecera
de su cama. Alejandro Dumas había marchado a España
con su padre para asistir al matrimonio del duque Antonio de
Orleans, y aún seguía allí. Poco
después publicaba su primer trabajo literario: un libro de
poemas titulado Pecados de
Juventud, en el que dedicó a Marie una
elegía titulada MD,
en la que se lee:
Pauvre fille! on m’a dit
qu’à votre heure dernière, Un seul homme était là pour vous fermer les yeux, Et que, sur le chemin qui mène au cimetière, Vos amis d’autrefois étaient réduits à deux! |
¡Pobre niña!
Me dijeron que en vuestra última hora, Un solo hombre estaba allí para cerraros los ojos, Y que en el camino que lleva al cementerio, Vuestros amigos de otrora ¡se habían reducido a dos! |
En efecto, al entierro sólo acudieron su marido, el conde
Perregaux, y el embajador ruso von Stackelberg.
En dos años, los franceses habían vencido toda la
resistencia de los tahitianos y el 9 de
febrero la reina Pomare IV aceptó regresar a
Tahití y gobernar bajo el protectorado francés.
El 12 de febrero Juan Lindo fue elegido
presidente de Honduras.
La salvedad de Wilmot fue propuesta nuevamente en el Congreso de
los Estados Unidos y, tras una semana de intensos debates, el
resultado fue el mismo que el del año anterior: el 15 de febrero la Cámara de
Representantes la aprobó y el Senado la rechazó.
El 16 de febrero tuvo lugar la
primera acción destacada de los guerrilleros carlistas en
España, cuando una partida dirigida por el cura Benet Tristany entró en
Cervera para hacerse con
dinero y municiones. Algunos historiadores toman este suceso como
el inicio de la Segunda Guerra
Carlista.
El 21 de febrero Taylor fue
informado de la cercanía del ejército de Santa Anna
(que se había reducido a unos 10.000 hombres a causa de las
deserciones durante la marcha). Inmediatamente, Taylor se
atrincheró en el rancho de Buena Vista, situado a unos 65 km de Monterrey.
Santa Anna pensó que los estadounidenses se retiraban, por
lo que el 22 de febrero les
pidió que se rindieran. Sin embargo, esa idea nunca
había pasado por la cabeza de Taylor y así le fue
comunicado. Santa Anna atacó al amanecer del 23 de febrero. La batalla de Buena Vista se
prolongó hasta el anochecer. Los mexicanos, superiores en
número, lograron algunas victorias locales sobre los
estadounidenses, pero Santa Anna se dio cuenta de que no
podía romper las líneas enemigas, que se
recomponían bajo la eficiente dirección de Taylor, y
cada acometida le suponía muchas bajas. Al finalizar el
día había perdido casi cuatro mil hombres entre
muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Las bajas de Taylor
eran poco más de setecientas. Pero a Santa Anna se le
ocurrió una forma muy astuta de ganar la batalla:
afirmarlo. Durante la noche, declaró que el enfrentamiento
había sido una victoria y se retiró con sus hombres
a marchas forzadas no fuera que al día siguiente su
"victoria" no lo pareciera tanto. La fama de Taylor creció
como la espuma.
Valentín Gómez Farías había dispuesto
que varios regimientos se dirigieran a Veracruz para defenderlo
del inminente ataque estadounidense, pero algunos oficiales
consideraron que era un momento tan bueno como cualquier otro para
dar un golpe de estado. El 27 de
febrero el general Matías
de la Peña Barragán se rebeló contra
el gobierno pidiendo que Santa Anna asumiera la presidencia y que
se derogaran las leyes de amortización.
Mientras tanto, Alexander Doniphan seguía su marcha hacia
Chihuahua con unos mil hombres. Pensaba cruzar el río Sacramento por un vado, pero
ese mismo día se enteró de que estaba protegido por
un ejército mexicano de unos 4.000 hombres. El 28 de febrero Doniphan inició
un ataque muy bien calculado y logró cruzar el río y
tomar la artillería mexicana. Al cabo de menos de una hora
los mexicanos huían en desbandada.
Ese mismo día moría el presidente haitiano
Jean-Baptiste Riché. Al parecer murió envenenado,
pues pretendía llevar adelante reformas políticas
similares a las que he costaron el puesto a su predecesor,
Jean-Louis Pierrot. La clase dirigente haitiana estaba harta de
presidentes con ideas propias, así que esta vez
buscó un sucesor que ofreciera garantías de no tener
grandes iniciativas: el general Faustin-Élie
Sououque, un antiguo esclavo de sesenta y cinco
años de escasa educación.
El 1 de marzo el
ejército gubernamental venezolano derrotó
decisivamente al ejército de los rebeldes Rangel y Zamora
en el sitio del Pagüito.
El 2 de marzo Doniphan entraba
en Chihuahua.
Entre las especulaciones sobre por qué Santa Anna
huyó de Buena Vista, una de ellas afirma que el general
recibió noticias del golpe de estado que se estaba
fraguando en su favor, y quiso regresar a la capital cuanto antes.
En cualquier caso, el 9 de marzo
envió un mensaje a Gómez Farías en el que le
comunicaba que estaba dispuesto a asumir el gobierno para acabar
con los disturbios. Mientras tanto, el general Scott ponía
bajo asedio a Veracruz, que, a causa del oportuno estado de
rebelión que vivía México, contaba con poco
más de 3.000 hombres para defenderse de los 12.000
estadounidenses que la sitiaban.
Justo José de Urquiza estaba tratando de llegar a un nuevo
acuerdo similar al tratado de Alcaraz que había firmado el
año anterior con el gobernador de Corrientes, Juan
Madariaga, pero que Juan Manuel de Rosas había rechazado.
Sin embargo, el 10 de marzo
Madariaga dio por cerradas las conversaciones sin haber llegado a
un consenso.
El 14 de marzo una patrulla
mató a Francisco José Rangel. Fue decapitado y su
cabeza fue llevada a Caracas.
El 21 de marzo Santa Anna
prestó juramento como presidente de los Estados Unidos
Mexicanos.
El emperador vietnamita Thieu Tri había encarcelado a
varios misioneros católicos que se obstinaban en entrar
ilegalmente en el país tras haber sido expulsados. El 23 de marzo una flota de guerra
francesa llegó a las costas vietnamitas para exigir
garantías de seguridad para los ciudadanos franceses y el
cese de la persecución de misioneros. Por una
cuestión de orgullo, los funcionarios no hicieron llegar a
los franceses la respuesta del emperador, y la flota empezó
a destruir sistemáticamente los fuertes costeros y las
naves vietnamitas. La respuesta del emperador fue considerar a los
misioneros cristianos como espías extranjeros y ordenar su
ejecución inmediata.
El 25 de marzo fue capturado
el rebelde venezolano Ezequiel Zamora. Fue juzgado y condenado a
muerte, pero el presidente Monagas le conmutó la pena
capital por la de diez años de prisión.
Scott recibió informes de que Santa Anna se dirigía
a Veracruz con un ejército, así que
intensificó el ataque sobre la ciudad y la sometió a
un bombardeo continuo. El 25 de marzo
una comisión de notables pidió una tregua para que
las mujeres y los niños pudieran abandonar la ciudad, pero
Scott no podía perder el tiempo y el bombardeo
continuó. Esa misma noche los mexicanos se ofrecieron para
negociar la rendición, que tuvo lugar el 29 de marzo. Los estadounidenses
contaron apenas 13 muertos y 55 heridos, mientras que entre los
mexicanos hubo casi 800 muertos, la mitad de ellos civiles. No
obstante, entre los soldados estadounidenses se declaró un
brote de fiebre amarilla.
El 2 de abril Santa Anna
cedió la presidencia de México al general Pedro María de Anaya.
Mientras tanto los estadounidenses capturaban a Pablo Montoya y
Tomás Romero, los cabecillas de la revuelta de Nuevo
México. El indio Romero fue asesinado en su celda por un
soldado antes de ser juzgado, mientras que Montoya fue juzgado y
ahorcado el 6 de abril. En
total hubo 21 ahorcamientos públicos.
El 18 de abril los
ejércitos de Santa Anna y Scott se enfrentaron en la
batalla de Cerro Gordo.
Santa Anna contaba con unos 7.000 hombres, mientras que Scott
tenía algo más de 8.000. Los estadounidenses
barrieron a los mexicanos, que acabaron con un millar de bajas y
unos 3.000 hombres hechos prisioneros. Las bajas estadounidenses
fueron moderadas. Al mismo tiempo, el comodoro Mattew Perry
hacía progresos en el bloqueo del golfo de México.
Ese mismo día tomó el puerto de Tuxpan.
El jefe supremo de Costa Rica, José María Alfaro
Zamora, promulgó una constitución y convocó
elecciones, en las que fue derrotado por José María Castro
Madriz, que el 8 de mayo
paso a ser el nuevo presidente de Costa Rica.
El 15 de mayo Scott entraba en
Puebla, a 120 km de la
capital mexicana, sin encontrar resistencia alguna. Allí se
dispuso a reorganizar su ejército y esperar refuerzos. Ante
el fracaso del ejército, el presidente Anaya había
autorizado la formación de guerrillas que trataran de
hostigar en lo posible a los enemigos.
Ese mismo día murió en Génova el
irlandés Daniel O'Connell, en el transcurso de una
peregrinación a Roma.
El año anterior un médico húngaro llamado Ignaz Semmelweis había
sido contratado como auxiliar en la primera clínica de
obstetricial del Hospital General de Viena. El hospital
tenía dos clínicas, que atendían
gratuitamente a mujeres embarazadas que no podían hacerse
cargo de sus hijos (en muchos casos eran prostitutas o mujeres de
baja condición social que habían concebido un hijo
ilegítimo). Era una medida destinada a evitar el
infanticidio de hijos no deseados. A cambio de los servicios
gratuitos, las mujeres consentían en participar como
pacientes en las prácticas de los estudiantes de medicina.
Era bien conocido que la cantidad de mujeres que morían en
la primera clínica a consecuencia de la fiebre puerperal era mucho
mayor que en la segunda. Las nuevas pacientes eran asignadas un
día a una clínica y al día siguiente al otro
(con lo que la asignación resultaba totalmente aleatoria),
pero Semmelweis contaba haber visto mujeres arrodilladas
suplicando que no las inscribieran en la primera. Algunas incluso
preferían tener a sus hijos en la calle. La diferencia era
de un 10% de muertes en la primera clínica frente a un 4%
en la segunda. Semmelweis estaba intrigado (o más bien
obsesionado) por explicar esa diferencia. De hecho, los casos de
fiebre puerperal en las mujeres que tenían a sus hijos en
la calle era incluso menor que en ambas clínicas.
Semmelweis trató de encontrar diferencias significativas
entre ambas clínicas y sólo encontró una: en
la primera se entrenaban los estudiantes de medicina, mientras que
en la segunda lo hacían las matronas. Ese año, un
médico amigo suyo llamado Jakob
Kolletschka murió poco después de haberse
cortado con un bisturí mientras realizaba una autopsia, y
su cadáver mostró características similares a
los de las mujeres que morían de fiebre puerperal. Esto
llevó a Semmelweis a conjeturar que los estudiantes de
medicina transmitían algún género de "partículas
cadavéricas" de los cadáveres que
examinaban en las autopsias a las pacientes que examinaban en la
clínica. Entonces obligó a los estudiantes a lavarse
las manos antes de entrar en la clínica con hipoclorito de
calcio. La mortalidad del més de abril había sido
del 18%, mientras que en junio pasó a ser del 2.2%, en
julio del 1.2%, en agosto del 1.9% y al año siguiente hubo
dos meses con mortalidad nula.
El carlista Benet Tristany, tras haber sufrido algunas derrotas,
fue capturado con sus principales colaboradores, y todos ellos
fueron fusilados el 17 de mayo.
Sin embargo, el número de guerrilleros carlistas
había ido aumentando a lo largo del año, y a la
sazón se calcula que había unos 4.000. A ellos se
enfrentaba el general Manuel
Pavía al frente de un ejército regular de
unos 40.000 hombres.
El 20 de mayo Santa Anna
retomó la presidencia de México.
Los rebeldes de Nuevo México se habían reorganizado
y el 26 de mayo unos quinientos
de ellos, entre mexicanos e indios, tendieron una emboscada a unos
200 soldados en marcha por un desfiladero llamado Red River Canyon. Los
estadounidenses repelieron el ataque con mínimas bajas, y
los rebeldes intentaron una nueva acometida al día
siguiente, pero también fueron rechazados dejando al menos
17 muertos, frente a los 5 muertos y 9 heridos en sus propias
filas.
Karl Marx había creado en Bruselas un Comité de correspondencia
comunista, integrado por quince hombres, pero en junio se unió con una
sociedad secreta londinense llamada Liga de los justos, que había sido
fundada en París por trabajadores alemanes hacía
once años, pero que había tenido que trasladarse a
Gran Bretaña y ahora contaba con cerca de un millar de
miembros en varios países, incluidos algunos de
Latinoamérica. La unión se realizó en un
congreso celebrado en Londres, al que acudió Engels. En
él se decidió cambiar el nombre de la liga por el de
Liga comunista.
Además, Engels convenció a los representantes para
que cambiaran el lema de la Liga de los justos (que era "Todos los hombres son hermanos")
por una frase de Marx: ¡Trabajadores
de todos los países, uníos! Marx
introdujo algunas reformas, como la de suprimir lo que el llamaba
"autoritarismo supersticioso",
en referencia a los rituales más o menos teatrales que
acostumbraban a celebrar las sociedades secretas.
El 16 de junio, tras dos
días de operaciones, Mattew Perry tomó el puerto de
Tabasco, con lo que los estadounidenses controlaban ya todos los
puertos relevantes del golfo de México.
El 6 de julio un destacamento
de unos 60 soldados estadounidenses se presentó en Las Vegas (Nuevo
México) en busca de unos milicianos rebeldes que
habían matado a tres soldados unos días antes. La
ciudad estaba defendida por una cantidad indeterminada de
rebeldes, pero al cabo de quince minutos de combate se
habían dado a la fuga dejando unos cincuenta prisioneros.
Tras el combate, los estadounidenses encontraron los
cadáveres de los tres soldados que buscaban, incendiaron
algunos edificios como represalia y abandonaron la ciudad con los
prisioneros, que fueron llevados a Santa Fe. Seis de ellos
serían ahorcados al mes siguiente.
En Francia había estallado un escándalo
político, cuando salió a la luz que, cuatro
años atrás, el general Amédée Despans-Cubières
(ex-ministro de la guerra del rey Luis Felipe I) había
sobornado al entonces ministro de trabajos públicos, Jean-Baptiste Teste, para que
le concediera la explotación de una mina de sal. El 8 de julio ambos ex-ministros y
otros implicados acudieron a declarar ante la Cámara de los
Pares por decisión del rey.
Luis Felipe I había prohibido las reuniones de liberales y
demócratas, pero la oposición empezó a
organizar reuniones bajo el inocente nombre de "banquetes", el primero de
los cuales se celebró en París el 9 de julio, con 1.200 "invitados",
entre los que había 86 diputados. Los "banquetes" se
celebraban abiertamente, incluso con una orquesta de
acompañamiento durante la comida (cada invitado se pagaba
la suya). Al terminar la comida empezaban los "discursos", que los
convertían en auténticas reuniones políticas.
Ese mismo día unos 200 rebeldes de Nuevo México
atacaron a una guarnición estadounidense en Cienega Creek, que se vio
obligada a retirarse a las afueras. Los rebeldes localizaron su
nueva posición y volvieron a atacar, entablándose
así un sangriento combate del que los estadounidenses
resultaron vencedores. Fue el último incidente
bélico que tuvo lugar en Nuevo México. Los rebeldes
se desalentaron y abandonaron la lucha.
El 17 de julio el general
Despans-Cubières fue condenado a la degradación
cívica y a pagar una multa de 10.000 francos, mientras que
Jean-Baptiste Teste fue condenado a tres años de
prisión, la devolución al Estado de los 94.000
francos del soborno y al pago del mismo importe al hospicio de
París.
Con la Alta California ya pacificada, las fuerzas estadounidenses
pasaron a ocupar posiciones estratégicas en la Baja
California. El 21 de julio una
compañía de voluntarios de Nueva York
desembarcó en La Paz
(en la costa oriental de la península de California) sin
encontrarse resistencia alguna, y poco después se
ocupó también San
José del Cabo, en el sur de la península.
Ese mismo día España reconoció la
independencia de Bolivia.
El 22 de julio se
inauguró la Dieta de
Nacaome, en Honduras, con representantes de El Salvador,
Honduras y Nicaragua, en un nuevo intento de formar un estado
centroamericano unificado. Se invitó a participar a Costa
Rica y Guatemala, pero no aceptaron.
Al llegar la primavera, Brigham Young había salido del
campamento de invierno con una parte de los mormones constituyendo
así la vanguardia de su migración hacia el oeste.
Como muchos de sus seguidores, había contraído la
llamada fiebre de las
montañas, y viajaba en una carreta de enfermos. El
24 de julio llegó al valle del Lago Salado, en
territorio mexicano, y al verlo dijo: Éste es el lugar, vayamos a él.
Durante los días siguientes empezaron a roturar la tierra,
construir un sistema de irrigación y a plantar patatas y
nabos. Ésos fueron los comienzos de la que con el tiempo
sería Salt Lake City.
Por esas fechas terminaba el servicio del batallón
mormón. No había librado ninguna batalla (excepto
una contra unos toros salvajes en su marcha hacia Nuevo
México), pero había colaborado eficientemente en las
labores de ocupación. Unos pocos se realistaron por seis
meses más, otros se quedaron en California y otros
partieron hacia Salt Lake City.
Mientras tanto, muchos mormones rigdonitas se sintieron
defraudados con su nuevo líder y uno de ellos, William, Earl M'Lellin,
convenció a David Whitmer para que se declarara sucesor de
Joseph Smith en Kirtland. Muchos rigdonitas se hicieron entonces whitmeritas, entre ellos
Martin Harris. Sin embargo, Whitmer nunca puso mucho entusiasmo en
el proyecto y su Iglesia no tardó en disolverse.
Aunque la esclavitud estaba prohibida en México, los
indios vivían en un estado de servidumbre que en nada se
diferenciaba de la esclavitud. Entre los peor parados estaban los
indios mayas, que vivían en la península del
Yucatán. Todos estaban endeudados con los terratenientes
para los que trabajaban. Tenían que comprar la comida y
otros bienes en mercados de sus señores a los precios
fijados por éstos. Ningún indio podía
abandonar la tierra de su señor sin saldar su deuda —cosa
imposible— y las deudas se transmitían de padres a hijos,
con lo que todos nacían ya endeudados. La península
de Yucatán se hallaba en estado de rebeldía contra
México, y en las guerras contra los ejércitos
gubernamentales los mayas eran usados como "carne de
cañón". Todas estas circunstancias llevaron a
algunos caciques mayas a fraguar una revuelta. El 26 de julio fue ahorcado Manuel Antonio Ay, uno de los
líderes rebeldes, tras un juicio sumarísimo en el
que se le hizo confesar que, en efecto, planeaba una revuelta.
Ese mismo día el gobernador de Liberia, Joseph Jenkins
Roberts, tras haber celebrado un referéndum,
proclamó la independencia de la colonia. No se trataba de
un acto de rebeldía contra los Estados Unidos, sino todo lo
contrario. La American
Colonization Society hacía años que
había quebrado y Liberia era una carga económica
para los Estados Unidos, así que éstos realizaron
todos los preparativos necesarios para que los afroamericanos
proclamaran su independencia. En total había unos 3.000
colonos, quienes promulgaron una Constitución similar a la
de los Estados Unidos en la que los indígenas liberianos
(que constituían el 95% de la población) no
tenían derecho al voto. En efecto, los americoliberianos
habían asimilado completamente la cultura estadounidense,
hablaban inglés, vivían como estadounidenses y
construían casas e iglesias similares a las
estadounidenses, y trataban a los nativos como los estadounidenses
sureños trataban a los negros. No era una cuestión
de racismo (puesto que los americoliberianos eran tan negros como
los nativos, o a lo sumo un poco menos), sino de cultura: los
nativos eran unos salvajes testarudos que pretendían
mantener su modo primitivo de vida, sus lenguas grotescas y sus
falsas religiones animistas. No obstante, la colonia de Maryland
en Liberia no se unió a la nueva república, sino que
siguió dependiendo de la Maryland
Colonization Company, pues a ésta le interesaba
mantener el monopolio comercial con la zona.
El 30 de julio el maya Cecilio Chi se rebeló
en Tepich
(Yucatán), donde ordenó la muerte de todos los
blancos. Jacinto Pat
se unió a la revuelta desde el sur. La primera
reacción del gobierno fue matar caciques mayas
arbitrariamente, aunque no tuvieran ninguna implicación en
la revuelta.
El general Scott se encontraba en un dilema: sabía que los
méxicanos no tardarían en cortar la larga
línea de comunicación que lo conectaba con Veracruz,
con lo que debía decidir si las reforzaba o si continuaba
su avance renunciando a la comunicación. A la vista de la
facilidad con la que había avanzado hasta el momento,
optó por lo primero y el 7 de
agosto continuó su marcha hacia la Ciudad de
México.
El coronel Kearny consideraba que, de acuerdo con las
órdenes recibidas, le correspondía a él
ocupar el cargo de gobernador de California, y no al coronel John
C. Fréemont. Solicitó una confirmación a
Washington y, una vez la recibió, instó a
Frémont a cederle el mando. Éste se resistió
y, cuando Kearny perdió la paciencia, lo mandó
arrestar y lo envió a Washington para ser juzgado en un
consejo de guerra. Allí fue declarado culpable de
amotinamiento, desobediencia a un oficial superior y mala
conducta. No obstante, el presidente Polk, si bien
consideró adecuada la sentencia, le conmutó la pena
de expulsión del ejército con deshonor en
agradecimiento a los servicios prestados. Poco después
estaba de nuevo en California, donde compró un rancho.
El 10 de agosto la flota
estadounidense en el Pacífico recibió órdenes
de descender hacia el sur para bloquear Mazatlán y otros puertos de la costa oeste
por los que México podía recibir suministros.
El año anterior una flota francesa había entregado
a las autoridades coreanas una carta en la que pedía
explicaciones por la muerte de Pierre Maubant y los otros dos
misioneros franceses ejecutados nueve años atrás. En
ella se indicaba que un año después los franceses
volverían para recibir una respuesta. En su respuesta, el
gobierno coreano explicó que los misioneros habían
sido condenados según las leyes coreanas, pues "sus acciones eran más
criminales que las de los homicidas y los incendiarios".
El capitán Lapierre,
al mando de la expedición francesa, rebatió los
argumentos coreanos y advirtió que cualquier francés
que en un futuro fuera arrestado en Corea debía ser enviado
a Pekín, y que en caso contrario el país
debería atenerse a las consecuencias.
El 17 de agosto Scott se
encontraba ante los suburbios meridionales de la capital mexicana.
Contaba con unos 8.500 hombres y el 19
de agosto se enfrentó a unos 5.000 mexicanos bajo
el mando del general Gabriel
Valencia en la batalla
de Padierna, que fue un cúmulo de torpezas por
parte mexicana contrastada por la brillante actuación de
Scott. Santa Anna se encontraba cerca con más hombres, pero
no envió ningún refuerzo a Valencia. Los mexicanos
tuvieron que retroceder hasta el convento de Santa María de Churubusco,
donde el general Anaya tomó el mando. Al descontar muertos,
heridos y desertores, sólo quedaban unos 1.300 hombres,
mientras que el ejército de Scott estaba
prácticamente intacto. No obstante, a los mexicanos se
unió el batallón
de San Patricio, un grupo de irlandeses que habían
desertado del ejército estadounidense por causas poco
claras (hay quien dice que en el ejército no se les dejaba
celebrar misa los domingos, o que eran discriminados por su
religión católica, o simplemente que simpatizaron
con los mexicanos por ser católicos también). El 20 de agosto se produjo un nuevo
enfrentamiento, que terminó cuando, tras un duro combate,
los estadounidenses entraron en el convento. El general Anaya fue
hecho prisionero y se cuenta que, cuando un oficial le
pidió que entregara las municiones de que dispusiera,
respondió: Si hubiera
parque (municiones), no
estarían ustedes aquí. Los desertores del
batallón de San Patricio fueron juzgados, algunos fueron
ahorcados y a otros se les marcó con hierro candente en la
mejilla una D de desertores.
El 24 de agosto se
suicidó en prisión el duque Carlos de Choiseul-Praslin,
que una semana antes había sido detenido por la
policía de París por haber matado a su esposa con un
cuchillo, por desavenencias matrimoniales. La oposición al
rey Luis Felipe I usó el asunto para censurar la
corrupción de las costumbres de la alta sociedad que
rodeaba al monarca. Incluso se llegó a insinuar que el
suicidio había sido fingido por el gobierno para dejar
escapar al duque en secreto.
El 3 de septiembre la reina
Isabel II de España firmó un decreto por el que el
general Espartero podía regresar de su exilio en Gran
Bretaña y, más aún, lo nombraba senador. No
obstante, Espartero no regresó de momento, porque poco
después fue nombrado embajador de España en Gran
Bretaña.
El 8 de septiembre Scott se
encontraba en los campos de Molino
de
Rey, a 3 km de las murallas de la Ciudad de
México, al frente de un destacamento de unos 2.800
soldados. Allí le esperaba atrincherado un ejército
de unos 4.000 mexicanos, que sufrió una nueva derrota.
El siguiente obstáculo que tuvo que superar Scott para
llegar a la Ciudad de México fue el castillo de Chapultepec, un colegio
militar donde Santa Anna había dispuesto unos 4000 soldados
de infantería bajo la dirección de Nicolás
Bravo. Esta vez Scott contaba con 13.000 soldados, que el 13 de septiembre le proporcionaron
una nueva victoria. Entre las bajas mexicanas estuvieron seis
cadetes de entre 14 y 18 años que pidieron permiso para
quedarse en el castillo cuando fue desalojado por el
ejército y que son recordados como los Niños héroes de
Chapultepec. Nicolás Bravo fue hecho prisionero.
Esa misma noche los estadounidenses entraban en la capital
mexicana. El 14 de septiembre
tuvieron que luchar en las calles de la ciudad y al llegar la
noche Gómez Farías se rindió y la bandera
estadounidense ondeó en la Ciudad de México. Santa
Anna había huido de la ciudad camino de Puebla, donde ese
mismo día el general Joaquín
Rea pedía la rendición de la
guarnición que Scott había dejado. Ante la negativa,
inició un asedio. El 15 de septiembre el congreso mexicano
nombró presidente provisional al presidente del Tribunal
Supremo, Manuel de la
Peña y Peña.
El 22 de septiembre Santa Anna
llegó a Puebla y solicitó nuevamente la
rendición de la plaza, y nuevamente los estadounidenses se
negaron en redondo.
El 30 de septiembre un buque
estadounidense entró bajo bandera británica al
puerto de Mulege, en la
costa oriental de la península de California y, un vez
anclado en el puerto, izó la bandera estadounidense. El 1 de octubre el capitán
exigió a las autoridades de la ciudad que depusieran las
armas, que se comprometieran a mantenerse neutrales y que no
tuvieran ningún contacto conl la costa oriental del golfo
de California. La mayor autoridad militar mexicana en Mulege era
el capitán Manuel Pineda,
al frente de unos doscientos milicianos, que respondió
protestando por el uso de la bandera británica para entrar
en el puerto y negándose a acatar las exigencias
estadounidenses. Tras esta respuesta, una partida de soldados
desembarcó al tiempo que la artillería bombardeaba
el puerto y, sin mucha dificultad, expulsaron a todos los
milicianos. Unos días después el puerto mexicano de
Guaymas cayó en
poder de los estadounidenses.
Las pugnas y tensiones entre moderados y liberales habían
hecho que, a lo largo del año, España hubiera tenido
cuatro primeros ministros sucesivos, todos del partido moderado, y
el 4 de octubre Narváez
se convirtió en el quinto.
El 5 de octubre Joseph Jenkins
Roberts ganó las primeras elecciones presidenciales
liberianas.
El 7 de octubre la Dieta de
Nacaome aprobó un convenio para crear un gobierno
centroamericano provisional y convocar una asamblea constituyente,
pero El Salvador no lo ratificó y quedó sin efecto.
El general Scott envió al general Joseph Lane con 3.000
hombres para liberar a Puebla del asedio de los mexicanos. El 8 de octubre sus espías le
informaron de que Santa Anna se había marchado de Puebla
con casi la mitad del ejército de Rea, y que se encontraba
en Huamantla, camino de
Veracruz. El 9 de octubre la
vanguardia de Lane, dirigida por el capitán Samuel Walker atacó a
los mexicanos en dicha ciudad, pero Santa Anna dirigió un
contraataque que mantuvo a raya a los estadounidenses y Walker
murió. Más tarde llegó Lane con el grueso del
ejército y expulsó a los mexicanos de Huamantla.
Cuando se enteró de la muerte de Walker dio permiso a sus
hombres para que incendiaran y saquearan la ciudad. Poco
después Manuel de la Peña entregaba el mando del
ejército (que hasta el momento había detentado Santa
Anna) a José Joaquín de Herrera. Santa Anna se
exilió en Nueva Granada.
A principios de año, Samuel Walker había encargado
a Samuel Colt la fabricación de 1.000 revólveres.
Hacía tiempo que Colt había cerrado su
fábrica de armas, pero creó un nuevo diseño
de revólver en colaboración con Walker y
encargó su fabricación a Eli Whitner Blake, sobrino del inventor de la
desmotadora, que había abandonado sus estudios de derecho
para colaborar con su tío en su fábrica de armas.
Tras la muerte de su tío se asoció con sus dos
hermanos y, además de armas, fabricaba cerraduras, bisagras
y otros mecanismos de diseño propio que habían
patentado. Whitner fabricó los mil nuevos colts Walker solicitados, y
pronto tuvo que satisfacer un nuevo pedido de otros mil. Colt
recibió 10 dólares por cada pieza vendida.
El 12 de octubre Lane
dispersó a los soldados que asediaban Puebla.
En noviembre se celebró
en Londres el segundo congreso de la Liga Comunista, al que
asistieron Marx y Engels, los cuales recibieron el encargo de
redactar un manifiesto que expresara los objetivos de la
organización. Ese año Marx publicó en
París y Bruselas La
miseria de la filosofía, en alusión a la
obra de Proudhon, La
filosofía de la miseria, y en él rebate los
argumentos económicos y filosóficos del autor
francés.
El 4 de noviembre murió
el compositor Felix Mendelsohnn de una apoplejía a los 48
años de edad.
Ese mismo día murió el emperador vietnamita Thieu
Tri. Fue sucedido por su hijo Tu
Duc, que era más radical que su padre en su
aversión a toda innovación y a toda influencia
extranjera. No obstante, no hizo efectiva la orden que
había dictado su padre de ejecutar a todos los misioneros
católicos.
El 16 de noviembre Manuel
Pineda, al frente de unos 300 milicianos, trató de
arrebatar La Paz a los estadounidenses, pero tuvo que desistir al
segundo día. Por esas fechas los estadounidenses ocuparon
el puerto de Mazatlán.
El 20 de noviembre
murió el príncipe elector Guillermo II de
Hesse-Kassel. Fue sucedido por su hijo Federico Guillermo, que ya
llevaba más de diez años como regente. El nuevo
príncipe elector planeó un golpe de estado para
abolir la constitución y aumentar su poder, pero no
contó con el apoyo del ejército y su proyecto no
prosperó.
Mientras tanto Manuel Pineda enviaba a unos 150 milicianos a
retomar San José del Cabo, pero nuevamente el intento fue
abandonado al segundo día.
En Argentina, tras la ruptura de las negociaciones entre Juan
Madariaga y Justo José de Urquiza, éste pidió
instrucciones a Juan Manuel de Rosas, quien le ordenó
atacar de nuevo a Madariaga. Urquiza trató de retrasar en
lo posible el enfrentamiento, pues confiaba en convencer a Rosas
de que aceptara un acuerdo de paz, pero llegó un punto en
que Rosas podría ver como un desafío la
dilación, y así el 27 de
noviembre Urquiza y Madariaga se enfrentaron en la batalla de Vences. Urquiza
obtuvo un éxito completo. Los correntinos contaron 700
muertos, más los que fueron degollados y fusilados
después de haberse rendido. Madariaga y sus allegados
tuvieron que huir al Paraguay, desde donde luego pasaron a Brasil.
En corrientes se reunió de nuevo la legislatura federal que
Madariaga había disuelto y ésta eligió como
gobernador a Benjamín
Virasoro, quien colaboró completamente con Rosas,
de modo que el caudillo bonaerense era finalmente acatado por
todas las provincias Argentinas (salvo el Paraguay, al que Rosas
también consideraba como tal).
Mientras tanto Manuel Pineda lograba poner bajo asedio la ciudad
de La Paz con 500 milicianos. Ese mismo día lanzó un
ataque contra la guarnición estadounidense, pero
resultó en un nuevo fracaso.
El 29 de noviembre la colonia
polaca en París celebró el decimoséptimo
aniversario de la insurrección polaca contra Rusia. El ruso
Mijaíl Bakunin fue invitado a pronunciar un discurso, en el
que afirmó que la emancipación de Polonia
sería también la emancipación de Rusia, e
instó a los polacos a salvar a Rusia combatiéndola.
Predicó un alzamiento en rusia de campesinos y soldados
unidos con la juventud para derribar el poder del zar. La embajada
rusa presentó una queja y, poco después, Bakunin fue
expulsado de Francia. Marchó a Bruselas a reunirse con
Marx.
El uruguayo Fructuoso Rivera había iniciado unas
negociaciones con Manuel Oribe sin el consentimiento del gobierno,
por lo que el 4 de diciembre
fue arrestado y deportado al Brasil en un buque francés "por todo el tiempo que dure la
presente guerra".
El 7 de diciembre, en su
informe anual ante el Congreso, el presidente Polk afirmó:
Poco después del inicio de la guerra, Nuevo México y las Californias fueron ocupadas por nuestras fuerzas. Nuestros oficiales militares y navales recibieron órdenes de conquistarlas y retenerlas en espera de lo que disponga un tratado de paz. Esas provincias están ahora indiscutiblemente en nuestro poder y así lo han estado durante varios meses. La resistencia por parte de México se ha reducido a un mínimo [...] Estoy satisfecho de que nunca tendrán que ser devueltas a México.
El "mínimo de resistencia" era principalmente el
infatigable Manuel Pineda, que tenía La Paz bajo asedio,
pero el asedio duró lo que tardó en llegar un buque
de guerra estadounidense. El 8 de
diciembre, al verlo venir, Pineda ordenó la
retirada a sus hombres.
Seis grandes terratenientes irlandeses habían sido
asesinados a tiros, así como otros propietarios menores,
por lo que el parlamento aprobó una ley que permitía
actuar más enérgicamente contra estas acciones y se
enviaron a Irlanda tropas adicionales.
El 17 de diciembre
murió María Luisa de Austría, la que fuera
segunda esposa de Napoleón I. El congreso de Viena le
había concedido el ducado de Parma, con carácter
vitalicio pero no hereditario. Según lo previsto, el duque
de Lucca (hijo del duque Carlos I de Parma) recuperó el
ducado como Carlos II.
Después de haber librado algunos combates contra los
franceses, el argelino Abd al-Qádir se había visto
obligado a refugiarse en Marruecos, pero el sultán Abd
al-Rahmán estaba aliado con Francia y logró
expulsarlo de su territorio. El 21 de
diciembre, de nuevo en Argelia, se vio perseguido por los
franceses y envió una carta ofreciendo su rendición
a cambio de que se le permitiera retirarse a Alejandría o a
Acre. El general Louis de
Lamoricière aceptó esta condición.
En Bolivia, varios caudillos disputaban la presidencia a
José Ballivián. Los más importantes eran el
ex presidente José Miguel de Velasco y Manuel Isidoro Belzu.
Éste se dirigía hacia la capital al frente de un
ejército. Ballivián, viéndose incapaz de
detenerlo, renunció a la presidencia el 23 de diciembre, cedió el
mando al presidente del consejo de Estado, Eusebio Guilarte Vera y
huyó a Chile (y de ahí a Brasil) antes de que Belzu
lo capturara.
Ese mismo día Emma Smith se casó con el mayor Lewis Crum Bidamon, que no era
mormón. Vivieron en la entonces casi desértica
Nauvoo.
El 24 de diciembre Abd
al-Qádir se entregó a los franceses. El gobernador
general de Argelia, Enrique de Orleans, ratificó el
compromiso de enviarlo a Alejandría o a Acre, aunque era
necesaria la aprobación de su padre, el rey Luis Felipe I.
Abd al-Qádir insistió en abandonar Argelia lo antes
posible y se le ofreció ser llevado a Francia
provisionalmente ese mismo día. Así, el emir
embarcó junto con su séquito, formado por 61
hombres, 21 mujeres y 15 niños (entre ellos su madre, sus
tres esposas y sus dos hijos).
En diversas ciudades de Francia (París, Orleans, L'ille,
Dijon, Amiens, Ruen) se habían celebrado ya casi 70
"banquetes" que habían llegado a reunir entre todos a unos
17.000 "invitados" de todas las tendencias políticas. Los
"invitados" se oponían a la política del gobierno y
propugnaban, entre otras cosas, una reforma electoral que
aumentara el censo de votantes. Durante unos meses fueron
tolerados, pero el 25 de diciembre
el gobierno los prohibío.
El 27 de diciembre Brigham
Young ya había reorganizado el Negocio de los Santos de los
Últimos Días en Salt Lake City, con él mismo
como presidente, por supuesto. Para esa fecha, cerca de 2.000
mormones habían completado el trayecto desde el campamento
de invierno en Iowa hasta Salt Lake City, en México, y
aún quedaban muchos más que emprenderían el
viaje al pasar el invierno.
El 28 de diciembre se
inauguró una nueva legislatura en Francia, y el discurso
del rey Luis Felipe I, que rechazaba toda reforma, relanzó
la campaña de los banquetes, aunque ahora fueran ilegales.
El 29 de diciembre Abd
al-Qádir desembarcó en Toulon y fue puesto en
cuarentena.
En Suiza se descubrió que, dos años atrás,
siete cantones católicos habían formado una alianza
secreta llamada Sonderbund
(alianza particular) y que ahora ésta intentaba aliarse con
Austria. El parlamento suizo, dominado por protestantes
radicalmente contrarios a los católicos, exigió la
disolución de la Sonderbund,
pero los cantones que la integraban se negaron a acatar la orden y
el ejército intervino en una mini guerra civil que, al
parecer, dejó menos de un centenar de muertos, pero en la
que los protestantes lograron imponerse, expulsaron a los jesuitas
de territorio suizo y empezaron a preparar una nueva
constitución más centralista.
El Bab había pasado unos meses en un campo cercano a Teherán sin que se le diera ocasión de ver al Sha, que había reclamado su presencia. El primer ministro hizo que fuera llevado a Tabriz, donde fue encarcelado. Poco después fue trasladado a una fortaleza cercana a la frontera turca. Allí empezó a escribir el llamado Bayán persa, en el que se identifica a sí mismo con el duodécimo imán que esperaban los chiitas, y declara derogada la ley islámica, que debía ser sustituida por la ley babista. Todo el libro (que quedaría incompleto) gira alrededor de "Aquel a quien Dios pondrá de manifiesto", que es un nuevo profeta que estaba por venir.
Samuel Morse hizo una demostración de su telégrafo ante el sultán Abdulmecit I, que le otorgó la patente de su invento para el Imperio Otomano.
Un profesor de química de la universidad de Turín
llamado Ascanio Sobrero
sintetizó por primera vez una sustancia química, un
líquido, al que llamó piroglicerina, aunque más tarde se le dio
el nombre de nitroglicerina.
Se trataba de un potente explosivo muy difícil de
controlar, pues cualquier movimiento brusco bastaba para hacerla
explotar con una potencia muy superior a la de la pólvora.
Sobrero desaconsejó enérgicamente su uso, tanto en
cartas privadas como en un artículo en un periódico,
debido a su enorme peligro.
Un joven médico llamado Hermann
von
Helmholtz, había estudiado algunos trabajos de
física en relación con un estudio sobre el
metabolismo muscular, y ahora publicaba un tratado titulado Sobre la conservación de la
fuerza, en el que postulaba que la energía
mecánica, el calor, la luz, la electricidad y el magnetismo
eran manifestaciones de una misma "fuerza" (hoy diríamos
energía). Así, se considera que von Helmholtz fue el
primero en enunciar el principio
de conservación de la energía en toda su
generalidad. En su trabajo citaba a Joule, pero no a von Mayer, lo
que alimentó la controversia que ya existía entre
ambos sobre la prioridad en el establecimiento de la equivalencia
entre calor y trabajo. Ese año Joule presentó su
teoría en Oxford ante varios científicos eminentes,
entre los cuales se encontraban Michael Faraday, George Gabriel Stokes (autor
de importantes contribuciones a la mecánica de fluidos y al
estudio de la aberración de la luz) y el joven William
Thompson, que se mostró escéptico ante las ideas de
Joule. Éste trataba de desacreditar la teoría del
calórico, según la cual el calor era una sustancia
que se transmite entre los cuerpos, y con ella la
termodinámica desarrollada por Carnot y Clapeyron, que se
fundaba en aquélla. Sin embargo Thompson se dio cuenta de
que la termodinámica tenía una razonable base
experimental y se dedicó a diseñar nuevos
experimentos que la confirmaran. Ya en 1848
extendió la teoría de Carnot-Clapeyron para
conjeturar que debía existir una temperatura mínima,
un cero absoluto. Sin
embargo, al mismo tiempo empezó a dudar de la teoría
del calórico y se planteó la posibilidad de que las
teorías de Joule fueran compatibles con la
termodinámica.
Ese año una muchedumbre incendió el templo que los
mormones habían dejado en Nauvoo.
El presidente de Haití, Faustin Soulouque, resultó
tener más carácter del que se le había
supuesto y llevó adelante una política en favor de
los negros frente a los mulatos. Ese año se hizo nombrar
presidente vitalicio.
En Somalia murió el sultán Yusuf Mahamud Ibrahim,
que fue sucedido por su hijo Ahmed
Yusuf.
Alejandro Dumas hijo publicó su novela La dama de las camelias, en
la que presenta una versión muy idealizada de la
relación que había mantenido con Marie Duplessis,
convertida en Margherite
Gautier, mientras que él mismo se identifica con
el personaje de sus mismas iniciales: Armand Duval. Pronto fue adaptada como obra de
teatro y tuvo un gran éxito, lo que le animó a
proseguir su carrera como dramaturgo.
Charles Dickens terminó la publicación por entregas
de su novela Dombey and son,
iniciada dos años atrás.
Robert Schumann compuso su única ópera Genoveva. Su propósito
era abolir los recitativos, a los que consideraba una
interrupción del fluir de la música.
John Stuart Mill publicó sus Principios de economía política,
considerado como una de las obras más importantes de
economía política del siglo XIX.
El astrónomo estadounidense William Cranch Bond, de la universidad de Harvard
y su hijo George Philipps Bond
descubrieron un nuevo satélite de Saturno, que dos
días después fue descubierto independientemente por
el británico William Lassell, que le dio el nombre de Hiperión.
El físico francés Hippolyte
Fizeau redescubrió el efecto Doppler, por el que
la luz emitida por un cuerpo en movimiento se ve más rojiza
si se aleja del observador y más violácea si se
acerca a él. Esto ya lo había predicho Christian
Doppler seis años atrás, pero Fiezeau hizo una
observación adicional que, al menos en teoría,
permitiría medir la velocidad con la que las estrellas se
acercan o se alejan de la Tierra: el espectro de la luz procedente
de cada estrella presenta unas líneas oscuras, las llamadas
líneas de Fraunhofer, que indican que ciertos colores muy
precisos no están presentes en ella. Estas líneas no
son exactamente las mismas en todas las estrellas, pero hay
ciertos patrones que se repiten en todas ellas. Fizeau
observó que, en una estrella que se acerca o se aleja de la
Tierra, esas líneas de Frauhofer estarán desplazadas
hacia el rojo o el violeta respecto a las que aparecen en el Sol,
y midiendo dicho desplazamiento se puede calcular la velocidad con
la que la estrella se acerca o se aleja.
La guerra entre México y
los Estados Unidos I |
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