Que, puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es
en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de
la paz.
Preámbulo de la Constitución de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
16 de noviembre de 1945.
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