|
|
VER AQUÍ EL DOCUMENTO DE INFORUTA
|
VER AQUÍ LAS CRÓNICA GASTRONÓMICA
|
CRÓNICA DE GASES Y ASTRONOMÍA
Hola estimados comensales. La crónica gastronómica de hoy tiene tintes alegres, pues aunque hay que avanzar que el precio no se ha podido mejorar en absoluto sino que más bien se va incrementando, por lo menos en esta ocasión el ingenio sí que ha hecho acto de presencia y ha adornado la carta. El lugar. Hoy nuestras tripas han guiado nuestros pasos hasta un camping, concretamente hasta el camping de Campell. En ese camping está situado un local rústico como corresponde al sitio, La Bruixa de l'Aguar, y en el comedor de ese lugar es donde nos han recibido y al tiempo nos han sorprendido, pues no esperábamos encontrar lo encontrado. El salón. El salón es casi de un albergue de montaña, con vigas de madera y un par de ventanales con unas vistas excepcionales hacia el valle con salida hacia el mar, donde se puede ver perfectamente la espalda del Montgó y la villa de Denia. Con la magnífica vista que había antes de entrar al salón parecía difícil que el salón pudiera tener las condiciones óptimas de luz pues desde fuera y cegados por el sol parecía que estaba oscuro, sin embargo una vez dentro y ya acostumbrados a la luz, no era esto sino más bien todo lo contrario, un salón muy agradable con unos baños en condiciones. Las mesas estaban dispuestas tres en forma de púas de peine y una un poco más corta a modo de mesa presidencial o a modo del lomo del peine. Los asientos eran silla junto a silla en fila y una fila encarando a la otra. Estupendos cubiertos que casi podía ser de alpaca con adecuada vajilla y magnífica cristalería. Los entrantes. Por supuesto no nos hemos podido resistir la espera, y previamente habíamos ya dado cuenta de una cantina importante de PAN con aceite por encima. La primera sorpresa ha sido con los entrantes, pues nos han presentado un plato para cada cuatro de grandes filetes de lomo de sardina adobadas con tomate natural rayado y acompañados de pebreritas amarillas en salmuera que ha causado sensación entre el público. Pebreritas que esta vez si picaban algo. Ensaladas. Hoy nos han sorprendido absolutamente con el tema de la ensalada. Nos han puesto a cada uno un plato de ensalada. Como debe ser cuando pagas verdadero dinero por una comida. Ya pensaba yo que los primeros comensales de la mesa nos estaban gastando los una broma a los últimos, cuando he empezado a ver que se quedaban varios platos por el extremo opuesto a mi lugar en la mesa. Nada mas lejos de la intención de mis compañeros de mesa, la sorpresa, la agradable sorpresa ha sido que sencillamente que nos tocaba una ensalada por persona, y vaya ensalada. Cebolleta tierna finamente cortada, tomate Raff gorditos, acompañado de una especie de pimiento verde en juliana y aceitunas verdes y negras sin hueso, regado todo con buen aceite de oliva. Fantástico plato para los adoradores de la ensalada. El plato principal. Para cuando nos han venido a sacar el primer plato a algunos ya casi habíamos comido. Arroz meloso con habas y perdíz, se llamaba el difunto. Desde luego los arroces dan mucho de sí, y si no que se lo pregunten a mi madre que lo hace con cualquier cosa. Sin duda alguna el plato de hoy ha sido un arroz cuando menos curioso e insospechado, pues no es nada habitual en las cartas de los restaurantes y de hecho yo no lo había probado nunca con ese formato. Este mundo del arroz da para mucho, que si esta pasado, que si no está cocido, que si tiene el corazón duro, que si le falta sal, la cuestión es opinar, y por eso voy a dar mi opinión. En mi opinión el concepto de meloso implica que tiene que quedar un cierto rastro de humedad en el plato, concretamente un poquito más que un poquito menos, y este no lo tenía. Este arroz se parecía casi más a un arroz al horno que a un arroz meloso. Sin embargo, por lo que yo pude apreciar cuando el camarero retiró los platos, o había mucha hambre o prácticamente nadie dejó ni la muestra, así que meloso o seco la cosa es que desapareció. Yo personalmente lo encontré bien cocido, aunque un poquito falto de sabor, la perdiz me decepcionó, quizá fuera de criadero y no salvaje, dada la blandura y blancura de sus carnes. Pero el compromiso quedó dignamente salvado. Postres. Un plato a modo de tabla de muestra con diferentes porciones de diferentes tartas, supongo que caseras para cada cuatro comensales,componían el postre. También he visto cómo han salido a la mesa algún que otro plato colmado de diferentes frutas ya peladas y listas para degustar, destinado a aquellos que no les van los dulces en forma de tarta. Muy buen detalle. Cafés. Cada uno ha pedido bien café, bien infusión de otras hierbas más o menos del lugar y adobados con el licor que buenamente era de su gusto. La dolorosa. Nunca mejor dicho pues el día anterior, las Mª dolores o por lo menos algunas, celebraban su Santo. 54 comensales por 16 € cada uno suman un total de 864 €, y esa ha sido la cantidad que nos hemos alejado en la bruja del agua. 16 € por persona ha sido la factura. No es nada barato, pero por lo menos ha estado vestido de una intención y una imaginación que no es frecuente ver. En resumen ha sido una buena comida en opinión general y a juzgar por las caras de satisfacción de todos cuando hemos abandonado el lugar que nos ha despedido con la misma vista con la que nos ha recibido, la magnífica panorámica del valle con la mar de Denía al fondo. Casi se me olvidaba, Vicente y Simón han sacado a la cocinera de sus fogones al salón para que recibiera el aplauso de todos los comensales. Yo también he aplaudido pues en Valencia se estaban celebrando las Jornadas por la integración, y con la que está cayendo. (Estos Romanos están locos). La Dent Ellada.
|