Aliaga,
F. (1999). Internet e investigación educativa: posibilidades y necesidades en
un área emergente. Revista de
Investigación Educativa, vol 17 (2), pp. 486-489.. Disponible en http://www.uv.es/~aliaga/curriculum/Internet99.htm
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Internet e investigación educativas
Posibilidades y necesidades en un área emergente
Francisco M. Aliaga Abad[1]
Las nuevas
Tecnologías de la Información y la Comunicación van implantándose
paulatinamente en nuestra sociedad en un entorno de actitudes que oscilan entre
el entusiasmo, la apatía, el desconocimiento o la desconfianza. Según las
últimas encuestas ya hay más de un 10% de la población española que puede
considerarse internauta, con la
particularidad de que el mayor índice de implantación se encuentra entre los
jóvenes con formación universitaria, produciéndose asimismo un acelerado
crecimiento entre las capas de población en edad escolar (Primaria y
Secundaria).
Fuente: Estudio General de Medios (Primera oleada,
Feb-Marzo 1999)
Se trata, por tanto,
de un fenómeno de creciente importancia y que ya está empezando a tener efectos
sobre los estudiantes, con un impacto previsiblemente mucho mayor en un corto
espacio de tiempo. Ante esta realidad emergente nos encontramos escasamente
preparados:
§ A los
administradores educativos se les plantean problemas nuevos: algunos alumnos
han sido expulsados de universidades españolas por acceder a los ordenadores en
los que figuran los expedientes académicos. La implantación de
"Secretarías virtuales" para matricularse en muchos centros también
plantea nuevos retos.
§ A los
profesores les llegan sucesivas promociones de alumnos cada vez mejor
preparados para buscar información: en algunas universidades se ha detectado un
aumento del fraude (copia) en los trabajos presentados por los alumnos de un
250% (Pisani, 1998).
§ Los
investigadores educativos aún conocen poco sobre cuales son las potenciales
utilidades o eventuales inconvenientes de utilizar Internet para enseñar.
Tampoco aprovechan de una manera eficiente las posibilidades que estas nuevas
tecnologías les ofrecen (Aliaga, González Such y Bo, 1999).
§ Los
responsables políticos están decidiendo sobre inversiones multimillonarias para
empezar a implantar Internet en las escuelas sin información suficiente ni
planes claros sobre qué es lo conveniente y qué resulta innecesario, atendiendo
más a circunstancias de marketing
político que a mejoras educativas reales.
Desde la
perspectiva de los investigadores educativos la creciente implantación de estas
Nueva Tecnologías plantea una serie de tareas y retos que la sociedad nos
demanda que afrontemos. En este caso la investigación educativa tiene la
oportunidad de ir por delante de las necesidades sociales, y no por detrás como
suele hacer con demasiada frecuencia. Debemos dar respuestas a unas
circunstancias novedosas:
La "educación a través de Internet" como
objeto de estudio
Asumir que la
tecnología es buena para la enseñanza parece constituir un zeitgeist, un espíritu
de los tiempos que vivimos. Sin embargo, los resultados de recientes
investigaciones (cif. Wenglinsky,
1998) revelan una visión mucho menos clara: puede ser incluso contraproducente
a determinadas edades y para determinadas tareas. Incluso en ocasiones se
pueden obtener mejores resultados (mayor rendimiento académico) si se invierte
en nuevos tutores que si se hace en tecnología, y ello con gastos menores. Si
estos resultados se encuentran con la utilización de la enseñanza mediante
ordenador (CAI), cabe plantearse, cuando menos, algunas dudas sobre las presuntas
ventajas de otros procedimientos menos experimentados, como son los que se
basan en Internet.
La utilización
de Internet en la educación y formación en diversos niveles está teniendo un
crecimiento acelerado. Algunos estudios (como los de la Consultora Gartner
Group, citado por Pisani, 1999) pronostican que a finales del presente año el
92% de las grandes empresas estadounidenses habrán implantado sistemas de
formación on-line, y que este tipo de
cursos cubrirá el 50% de sus demandas, en lugar del poco más del 25% actual.
Respecto a la educación formal, la Encuesta Nacional sobre Tecnología de la
Información en Educación Superior norteamericana revelan que las asignaturas
que utilizan correo electrónico en la Universidad alcanzaban el 44,4% en 1998 (desde un 32,8% en 1997 y un 25% en 1996) y
que casi un cuarto (22,5%) de las materias universitarias utilizan actualmente
páginas Web como método de apoyo a la docencia (ofreciendo materiales,
recursos, etc). Aunque estos resultados son referidos a Estados Unidos (debido
a la falta de datos sobre España), muestran una tendencia que, sin duda,
afectará a nuestro país a corto o medio plazo.
La necesidad de
aclarar diferentes aspectos sobre la eficacia diferencial de las diversas
metodologías formativas en Internet hace imperiosa la creación de líneas de
investigación que permitan resolver las dudas planteadas. Sin embargo, resulta
asombrosa la escasez de investigación relevante que se esté realizando sobre el
tema. Un reciente editorial del Journal of Technology Education (Hayne, 1998)
ha revelado que la inmensa mayoría de literatura sobre las Nuevas Tecnologías
aplicadas a la educación (45% de los artículos de JTE) son teóricas (filosofía,
historia, posibles direcciones futuras, etc.), un 25% son estudios descriptivos
(encuestas, observaciones, etc), fundamentalmente sobre las percepciones de los
profesores o los alumnos de tecnología, otro 13% fueron estudios de caso, a o
análisis post-hoc. En total, sólo un 12% de los artículos se referían a
estudios controlados (experimentales o cuasi-experimentales) sobre
procedimientos formativos. Hayne se sorprende de que más del 75% de los
artículos en una revista tan especializada estén planteados de modo que
"haya poca posibilidad de aprender o descubrir algo nuevo o diferente".
La conclusión es que se necesita, y cuanto antes, la creación de líneas de
investigaciones bien controladas que nos permitan ir articulando un cuerpo de
conocimiento eficaz para el futuro. Entre los factores pueden resultar de
interés en estas nuevas líneas de investigación podrían considerarse las
diferencias sexuales o sociales en la utilización y aprovechamiento de estas
Nuevas Tecnologías y su relación con el rendimiento académico o el
autoconcepto, con el mundo laboral, la relación coste/beneficio, las
posibilidades de interacción para los alumnos de Teleformación, etc.
Herramientas para el investigador educativo
Aunque Internet
tuvo un origen militar, su primer gran desarrollo se realizó en el ámbito de la
investigación. De hecho, fue la vinculación con los centros de investigación y
con las universidades la que permitió el desarrollo de las tecnologías más
versátiles y potentes (como el WWW, creado en el CERN, o el gopher, creado en la Universidad de
Minnesota. Por tanto, la vocación investigadora de Internet es una de las que
tradicionalmente ha sido más importante, aunque últimamente se vea desbordada
por la vertiente comercial. Hay dos características que hacen de Internet un
medio de extraordinario interés para los investigadores en general:
· La comunicación: Internet
posibilita cambios drásticos en los métodos de investigación en Internet.
Aparecen procedimientos muy rápidos, seguros y baratos de intercambiar
información, como las revistas
electrónicas o los grupos de distribución (que desarrollaremos en
detalle), o como la multiconferencia, el chat,
los grupos de news, las
videoconferencias, etc.
· El
almacenamiento de información: La enorme cantidad de información a la que
se puede acceder en Internet supera, con mucho, las posibilidades de las
bibliotecas disponibles en las universidades mejor dotadas, lo que pone al
alcance de cualquiera este material. Esta circunstancia supone cambios muy
interesantes, que pueden afectar tanto
a la sociología del conocimiento como a un aumento en cantidad y calidad
de la investigación, al menos en cuanto a documentación, fase previa
fundamental en cualquier investigación.
Necesidades futuras: formación y colaboración
Ante la
consolidación de estas nuevas realidades, que tanto afectan a la investigación
y a la educación, hemos de plantear respuestas eficaces que permitan a los
investigadores educativos estar preparados y dar las respuestas pertinentes. A
nuestro entender esto se ha de plasmar básicamente en la planificación e
impulso de dos tipos de acciones:
- Formación:
en un entorno en cambio vertiginoso, la necesidad de adaptación y de
aprendizaje se convierte en una necesidad, so pena de utilizar mecanismos
anticuados y poco eficientes, lo que es sinónimo de menor calidad en las
producciones que se realicen. Esta formación puede ser individualizada, pero la colaboración parece
una vía más adecuada. Sería conveniente que organismos e instituciones (por
ejemplo las asociaciones profesionales o el CIDE) se planteasen cómo dar
respuesta a estas demandas.
- Colaboración:
la superación de las distancias que posibilitan las Nuevas Tecnologías de la
Comunicación y la Información posibilitan la creación de equipos
interinstitucionales que favorezcan investigaciones de mayores dimensiones y
mayor calidad. El establecimiento de equipos de colaboración por temáticas
específicas, sin importar la universidad de procedencia, sin duda podría
contribuir a ese objetivo. Un ejemplo de los posibles resultados los tenemos en
los servicios de Red que ha ido desarrollando AIDIPE: la página central se
mantiene desde la Universidad de Valencia, la revista RELIEVE desde la
Universidad de Cádiz,
Bibliografía
Haynie,
W.J. III (1998). Experimental Research in Technology Education:
Where is it?. Journal of Technology Education, Vol 9 (2) (documento electrónico
disponible en http://scholar.lib.vt.edu/ejournals/JTE/jte-v9n2/haynie.html).
Pisani,
F (1998). Internet también sirve para hacer trampa. El País, 25-septiembre (documento electrónico disponible en
http://www.elpais.es/p/d/temas/pisani/9pisan25.htm).
Pisani,
F. (1999). De la pizarra a la pantalla. El
País, 14 de Abril (documento electrónico disponible en
http://www.elpais.es/p/d/temas/pisani/4pisan14.htm).
Wenglinsky, H.(1998). Does It Compute?.Princenton (NJ): Educational Testing Service.
Aliaga,
F. (1999). Internet e investigación educativa: posibilidades y necesidades en
un área emergente. Revista de
Investigación Educativa, vol 17 (2), pp. 486-489.. Disponible en http://www.uv.es/~aliaga/curriculum/Internet99.htm
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[1] Dpto. MIDE-Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibañez, 21. 46010-Valencia. Francisco.Aliaga@uv.es