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ESTROFA XXXVI | SIGUIENTE |
En la rústica greña yace oculto el áspid, del intonso prado ameno, antes que del peinado jardín culto en el lascivo, regalado seno: en lo viril desata de su vulto lo más dulce el Amor de su veneno; bébelo Galatea y da otro paso por apurarle la ponzoña al vaso. |
La estrofa anterior era clara y directa, porque describía lo que estaba viendo Galatea, pero ahora pasamos a ver lo que piensa, y todo se vuelve más confuso: hipérbatos y cultismos muestran lo desconcertada que se siente Galatea: nunca había visto nada igual y nunca había sentido algo parecido:
En la rústica greña yace ocultoNo tiene explicación, pero las greñas y el cabello desaliñado de Acis le resultan mucho más atractivos e irresistibles que los cabellos cuidadosamente peinados de Glauco o de Palemo.
el áspid, del intonso prado ameno,
antes que del peinado jardín culto
en el lascivo, regalado seno:
en lo viril desata de su vultoPero donde se concentra el veneno del Amor, lo que más la atrae, es su rostro viril, que la mueve a avanzar para verlo más de cerca, ya completamente cautivada.
lo más dulce el Amor de su veneno;
bébelo Galatea y da otro paso
por apurarle la ponzoña al vaso.