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El arco del camino, pues, torcido | 335 |
que
habían, con trabajo, por la fragosa cuerda del atajo las gallardas serranas desmentido, de la cansada juventud vencido, los fuertes hombros con las cargas graves |
340 |
treguas
hechas suaves, sueño le ofrece a quien buscó descanso el ya sañudo arroyo, ahora manso: merced de la hermosura que ha hospedado, efectos si no dulces del concento |
345 |
que, en
las
lucientes de marfil
clavijas, las duras cuerdas de las negras guijas hicieron a su curso acelerado en cuanto a su furor perdonó el viento. |
Sobre trastes de guijas
cuerdas mueve de plata
Pisuerga, hecho cítara doliente;
y en robustas clavijas
de álamo las ata
hasta Simancas,
que le da su puente.
Al son, pues, deste instrumento
partía un pastor sus quejas con el viento:
"Oh río, le decía,
que al tronco menos breve
le guarnecen de perlas tus espumas...
En esta canción las cuerdas son el agua, mientras que las guijas son los trastes (que en la guitarra están debajo de las cuerdas), porque están sumergidas, y las clavijas son los árboles cuyos pies blanquea la espuma. En la Soledad las guijas son las cuerdas, que recorren el cauce del arroyo como cuerdas sujetas por las clavijas, aunque aquí no hay nada que apunte a que debamos entender que éstas son árboles. Por el contexto, es más natural entender que las clavijas de marfil son las piernas de las serranas, que se han refrescado en el arroyo. La diferencia puede explicarse porque el arroyo es poco profundo, y las guijas no están sumergidas, sino que sobresalen en la corriente. Quizá cabría pensar en el agua como la mano que hace sonar las cuerdas. Esta música era tan tenue y suave que sólo se hizo audible cuando el viento dejó de soplar. (No es razonable imaginar el viento silbando en un día tan apacible, pero un viento no excesivamente fuerte puede hacer sonar a los árboles e imponerse sobre el murmullo del arroyo.)
Una vez más Góngora utiliza la sintaxis
como recurso expresivo: para dar idea del largo y fatigoso camino
que
han
tenido que seguir los montañeses usa una larga y fatigosa frase,
encabezada por dos largos ablativos absolutos llenos de
subordinaciones
y que luego se prolonga en largas explicaciones.