sedientas
las serranas,
cual simples codornices al reclamo
que les miente la voz y verde cela
entre la no espigada mies la tela.
Prosificación: Las
serranas
se abaten sedientas al concento cristalino, cual [unas] simples
codornices
[se abaten] al reclamo que les miente la voz y cela la tela verde entre
la mies no espigada.
Observaciones: Las serranas
se abaten sedientas hacia el sonido del agua de la fuente, como las
codornices
son atraídas hacia el reclamo que imita su voz al tiempo que
oculta
entre las mieses no espigadas (verdes aún) la red verde con que
son capturadas.