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En 1610 estalló una disputa religiosa en los Países Bajos que llevaba fraguándose desde hacía casi una década. Un año antes había muerto el teólogo Jacobus Arminius, y ahora sus discípulos presentaban una Reexposición de su doctrina que Franz Gomar se apresuró a combatir con una Contrarreexposición. Se formaron así dos facciones: el arminianismo fue secundado por la burguesía mercantil y republicana de Holanda, Utrecht y Overijssel, mientras que el gomarismo era defendido por la nobleza y parte del campesinado. En particular, Mauricio de Nassau se declaró gomarista, mientras que su rival político, Johan vas Oldenbarneveldt, protegió a los arminianistas.
Ese año murió Federico IV, el elector palatino
promotor de la Unión Evangélica. Fue sucedido por su hijo
de catorce años Federico V.
Mientras tanto, su rival y promotor de la Santa Liga, el duque
Maximiliano I de Baviera estaba organizando un potente ejército,
tarea que encomendó a Jean
T'Serclaes, el conde de Tilly,
que había adquirido experiencia militar combatiendo a los turcos.
En Inglaterra, los protestantes radicales estaban formando un
partido puritano que también estaba adquiriendo tintes
políticos: los puritanos consideraban que el derecho divino de
la monarquía estaba supeditado al derecho de la nación.
En noviembre, veintinueve
personas fueron juzgadas en Zugarramurdi,
en España, acusadas de brujería.
De ellas, seis fueron quemadas en la hoguera, cinco fueron quemadas en
efigie y dieciocho fueron absueltas.
Dos años atrás, el marqués de Santa Cruz había intentado sin éxito tomar la ciudad de Larache, en Marruecos. Ahora, las luchas entre Mulay Sayj y Mulay Zaydán, dos aspirantes al trono de Marruecos, permitieron una alianza entre el primero y los españoles, por la que éstos recibirían Larache (después de conquistarla) a cambio de ayudar a Sayj a ocupar el trono. Los españoles tomaron la ciudad y luego Sayj la entregó según lo pactado.
El pintor Caravaggio murió de malaria. Rubens se había
casado el año anterior y ahora pintaba un autorretrato junto a
su esposa. También es de esta época el tríptico La erección de la cruz, para
la catedral de Amberes, que
es su primera obra importante.
En Inglaterra, Ben Jonson estrenaba El alquimista. En 1611 publicó la tragedia Catilina, al tiempo que
hacía publicar una recopilación
con algunas obras de Shakespeare, que ese año estrenaba La tempestad. Cyril Tourneur
estrenaba La tragedia del ateo,
y Thomas Dekker la comedia The
roaring girl. Francis Beaumont escribió la comedia A king, and no more king y, en
colaboración con John Fletcher, The knight of the burning pestle,
una parodia de los poemas caballerescos. George Chapman publicó
una traducción de la Ilíada.
Los ingleses establecieron una factoría comercial en Masulipatam, en la India.
En España fueron nombrados seis comisarios especiales
encargados de capturar a los moriscos que hubieran desobedecido la
orden de expulsión, así como a los que hubieran regresado
clandestinamente. En Murcia fueron denunciados numerosos moriscos que
se habían convertido recientemente, y fueron expulsados a pesar
de su afán por hacer procesiones, disciplinarse e incluso por
ingresar en diversas órdenes religiosas.
El rey Felipe III nombró virrey de Sicilia al duque de Osuna,
que se había distinguido en la guerra contra Flandes y,
más recientemente, en la toma de Larache.
El 10 de mayo llegó a
Jamestown sir Thomas Dale, al
que De La Warr nombró subgobernador y lo dejó al frente
de la colonia mientras él marchaba a Inglaterra en busca de
suministros y nuevos colonos. Dale dirigió la colonia con mano
dura distribuyento tareas entre los colonos y tomando represalias
contra los que no cumplían con su parte.
En junio se derritieron los
hielos que tenían bloqueada la expedición de Hudson, que
inmediatamente se puso a explorar la costa occidental de la
bahía de Hudson, pero la tripulación estaba harta de
penalidades, así que lo abandonaron en un bote a la deriva junto
con su hijo y siete marineros leales. No se volvió a saber de
ellos. Los amotinados, después de sobrevivir a un ataque de los
esquimales, regresaron a Inglaterra.
Samuel de Champlain fundó la ciudad de Place Royal a unos 240
kilómetros al sur de Quebec, también junto al río
San Lorenzo.
El 11 de noviembre, un sacerdote
francés llamado Pierre de
Bérulle fundó el Oratorio
de Jesús y de María Inmaculada, más
conocido como el Oratorio de Francia,
una sociedad sacerdotal en el espíritu de la contrarreforma.
Kepler diseñó un telescopio que mejoraba sensiblemente
el de Galileo, y publicó un tratado titulado Dioptrice con los fundamentos
teóricos de la óptica geométrica. Está
escrito en un formato riguroso que recuerda a los Elementos de Euclides. Luego
murió su hijo de siete años, y poco después su
esposa. Entonces decidió trasladarse de Praga a
Linz.
Galileo visitó Roma, donde fue recibido con honores.
En Cremona murió a los setenta y seis años Andrea Amati, que había
ganado fama como constructor de violines. Había fabricado piezas
para el rey Carlos IX de Francia. Sus hijos Antonio y Girolamo continuaron su labor.
Para combatir la ambición del archiduque Matías, el
emperador Rodolfo II intentó que otro de sus hermanos fuera
reconocido como rey de romanos, pero Matías logró que
Rodolfo II fuera obligado a abdicar en su favor como rey de Bohemia, de
modo que conservó únicamente el título imperial.
El rey Cristián IV de Dinamarca declaró la guerra a
Suecia en un intento de mantener la hegemonía en el
Báltico, pero poco después murió el rey Carlos IX,
que fue sucedido por su hijo de diecisiete años Gustavo II Adolfo, y éste
empezó a gestionar la paz con Dinamarca.
También murió el duque Cristián II de Sajonia,
que fue sucedido por su hermano Juan
Jorge I.
En España murió de parto a los treinta años
Margarita de Austria, la esposa del rey Felipe III. Acababa de dar a
luz a su octavo hijo, Alfonso,
al que quien el pueblo dio el nombre de "el Caro", porque le costó
la vida a su madre (así que, a su lado, los otros habían
salido baratos, a pesar de los grandes derroches que acompañaban
a cada nacimiento real).
En Rusia surgió un movimiento de resistencia contra el zar
polaco Ladislao. Se organizaron dos reclutamientos masivos de soldados.
El segundo fue dirigido por Kozmá
Minin, que confió el mando militar a Dimitri Mijáilovich, el
príncipe Pozharski.
Entre ambos reunieron en Yaroslav una Asamblea
de la tierra rusa a modo de gobierno paralelo.
El gran mogol Yahangir se casó con una princesa persa, Mehr al-Nesa, conocida por el
sobrenombre de Nur Yahan (Luz
del Mundo), que desde ese momento fue, junto a su familia, la
auténtica gobernante del Imperio. Durante los años
siguientes, el persa se convirtió en la lengua de la
administración y de la vida cultural india.
En 1612 murió el emperador
Rodolfo II, y su hermano
Matías no tuvo ninguna dificultad en sucederle como Matías II.
En Polonia murió el derrocado zar de Rusia Basilio Shuiski.
Minin y Pozharski expulsaron a los polacos de Moscú.
También murió el duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga,
que fue sucedido por su hijo Francisco, pero éste murió
sin descendencia poco después, y fue sucedido por su tío Fernando, que era cardenal y tuvo
que pedir que se le relevara de sus votos, para casarse y conseguir un
heredero para el ducado.
El sultán otomano Ahmed I tuvo que firmar una paz desastrosa
con el sha de Persia, Abbas I.
Después de numerosas observaciones y numerosos
cálculos, Galileo obtuvo los periodos de revolución de
los satélites de Júpiter. Por esta época,
había adaptado su telescopio para poder observar el Sol, y en su
Discurso sobre cuerpos flotantes,
informó de que había observado en él unas manchas
oscuras que aparecían y desaparecían de tanto en tanto.
Los descubrimientos de Galileo contradecían cada vez más
patentemente las teorías aristotélicas que muchos
profesores universitarios tenían por incuestionables. Galileo no
dudaba en burlarse de ellos. En mayo
escribía:
Sospecho que este nuevo descubrimiento es el toque final para el entierro o, mejor dicho, para el juicio final de la pseudofilosofía. El entierro ya lo hicimos con las manchas de la Luna, los satélites de Júpiter, de Saturno y las fases de Venus. Espero, sin embargo, ver a los peripatéticos hacer un último esfuerzo para mantener la inmutabilidad de los cielos.
Un colono de Virginia llamado John
Rolfe aprendió las técnicas indias del cultivo del
tabaco y, mezclando una cepa nativa con otra variedad importada de las
Antillas, consiguió un producto de mucha mayor calidad que
pronto se convertiría en la principal fuente de riqueza de la
colonia. Mientras tanto el gobernador, lord De La Warr, moría en
Inglaterra antes de que pudiera regresar a la colonia.
Rubens pintó un segundo tríptico para la catedral de
Amberes: El descendimiento de la
cruz, en el que el estilo flamenco tradicional confluye con el
estilo renacentista italiano.
John Webster estrenó el drama El diablo blanco, una de las pocas obras suyas que se conservan. Francis Beaumont estrenó Coxcomb. También es de este año el drama El noble, atribuido a Cyril Tourneur.
En Londres apareció la primera traducción al
inglés de El Quijote,
a cargo de Thomas Selton.
Pero el
acontecimiento literario más relevante del momento fue la
difusión (en copias manuscritas) de la última
creación de Luis de Góngora, la Fábula de Polifemo y Galatea,
una obra cumbre de la poesía castellana. En ella desarrolla
plenamente su estilo personal, en el que combina magistralmente unos
versos de una musicalidad inaudita con una lógica y
precisión matemáticas y una imaginación y
originalidad desbordantes, todo ello al servicio de una riqueza
narrativa en la que quedan minuciosamente plasmados los detalles
más sutiles, tanto de la psicología de los personajes
como del marco de la acción. Como todo lo inusual, el estilo de
Góngora se prestaba a la
parodia, y así, el mundo literario español se
dividió entre los admiradores y detractores de Góngora.
Entre los últimos destacaba Francisco de Quevedo, que ya llevaba
unos cuantos años de enemistad personal contra él.
Lope
de Vega publicó Los pastores
de Belén, una novela pastoril en la que los pastores
relatan episodios bíblicos. Por esas fechas murió su hijo
Carlos Félix, y en 1613 murió su esposa, Juana de
Guardo. El poeta entró en una crisis que desembocó en
devoción religiosa.
El éxito del Quijote permitió a Cervantes imprimir
algunas obras que tenía inéditas desde hacía ya
algún tiempo. Ese año publicó las Novelas ejemplares, una
colección de doce relatos cortos. Quevedo pasó a Sicilia,
llamado por el virrey, el duque de Osuna, que le encargó
diversas embajadas, entre ellas la de sobornar a la camarilla del duque
de Lerma para conseguirle el nombramiento de virrey de Nápoles.
Góngora terminó una obra de teatro con una compleja
arquitectura prácticamente perfecta: Las firmezas de Isabela.
Francis Bacon fue nombrado fiscal general. El año anterior
había publicado una edición aumentada de sus Ensayos sobre moral y política.
El compositor Claudio Monteverdi se instaló en Venecia, donde
había sido nombrado maestro de capilla de San Marcos.
En Francia murió el poeta Mathurin
Régnier, a los cuarenta años, cuando estaba a
punto de ser aceptado como poeta oficial de la corte. Es autor de tres
epístolas, cinco elegías y poesías diversas, a
menudo licenciosas, pero su mayor contribución literaria son sus
diecinueve Sátiras,
que lo convierten en el padre del género en la literatura
francesa. En su Sátira a Rapin
defiende contra Malherbe la libre inspiración y la
fantasía de la poesía frente a la normativa rígida.
Concino Concini, el favorito de la regente de Francia, María
de Médicis, fue nombrado mariscal de Francia, a pesar de que no
había combatido en toda su vida.
El elector palatino Federico V, a sus diecisiete años, se
casó con Isabel, hija
del rey Jacobo I de Inglaterra y se convirtió en la cabeza de la
Liga Evangélica, ocupando el vacío que había
dejado su padre, al morir tres años atrás.
El rey Gustavo II Adolfo de Suecia firmó la paz de Knäred con Cristian IV de Dinamarca, en virtud de la cual, los navíos suecos quedaban exentos de peaje en los estrechos controlados por los daneses.
El 3 de marzo,
los rusos eligieron finalmente un nuevo zar,
hijo de Fiódor Filaret,
un sobrino de Anastasia Romanova, la que
fuera esposa del zar
Iván IV el Terible, y que estaba en poder de los polacos. Se
llamaba Miguel Fiodorovich
Románov, ahora Miguel
III, y empezó a esforzarse por restablecer el orden en un
país devastado por el hambre, las guerras y las revueltas. Por
su parte, el polaco Ladislao seguía considerándose el zar
legítimo. Los suecos y los polacos ocupaban todavía
importantes territorios rusos. Kozmá Minin se convirtió
en uno de sus consejeros.
Con la ayuda de los turcos, Gabriel
Bethlen expulsó de Transilvania a Gabriel Báthory
y se proclamó príncipe.
Samuel de Champlain había explorado ya un amplio territorio
al sur de Quebeq, territorio que ya era conocido como Nueva Francia. El príncipe
Henri de Condé fue
nombrado virrey de Nueva Francia, aunque no abandonó Francia,
sino que designo a Champlain como lugarteniente. Ese año
Champlain remontó el río Ottawa,
un afluente del San Lorenzo,
siempre con la ayuda de los indios.
En mayo Góngora envió a algunos amigos la primera versión de su Soledad primera, la primera parte de un proyecto que debía estar integrado por cuatro poemas y en la que llevaba su estilo mucho más lejos que en el Polifemo. Hacia finales de año empezaron a circular varios escritos, muchos de ellos anóminos, censurando o defendiendo apasionadamente el poema.
Galileo publicó sus Cartas
sobre las manchas solares, en las que daba más detalles
de sus descubrimientos sobre el Sol. En diciembre,
uno de sus discípulos, llamado Castelli,
que había conseguido recientemente una cátedra de
matemáticas en Pisa, fue invitado en una velada ante el gran
duque Cosme II de Toscana y su madre, Cristina
de Lorena, a explicar las contradicciones entre la
teoría heliocéntrica y las Sagradas Escrituras. Castelli
defendió la teoría copernicana con vehemencia y poco
después escribió a Galileo contándole el
éxito que tuvieron sus argumentos. Hasta entonces, Galileo
había evitado las controversias sobre asuntos religiosos, pero,
temiendo que Castelli no había tenido tanto éxito como
él creía y que pudiera haberse metido en algún
lío, escribió una Carta
a Castelli, en la que argumentaba que la Biblia debía
interpretarse a la luz de los descubrimientos científicos. Los
adversarios de Galileo hicieron llegar una copia de esta carta a la
Santa Inquisición, pero ésta no encontró nada
importante que objetar.
En 1614, el clero francés
escogió como su portavoz en los Estados Generales al obispo de
Luçon, Armand Jean du Plessis de Richelieu, que causó una
impresión muy favorable en la reina, María de
Médicis. En su discurso, afirmó que los reyes deben
dejarse aconsejar por eclesiásticos "por las virtudes de capacidad y prudencia
a que los obliga su profesión". No tardó en
convertirse en el capellán de la reina.
El rey Felipe III de España nombró virrey del
Perú a Francisco de Borja y
Aragón. Cuando iba a tomar posesión de su cargo,
estuvo a punto de ser capturado por el corsario neerlandes Spielberg, que estaba saqueando las
costas peruanas después de haber derrotado a una flota enviada
contra él.
El Quijote fue traducido al francés por César Oudin, mientras en
España aparecía una segunda parte (apócrifa) de la
novela firmada por un tal Alonso
Fernández de Avellaneda, del que no se sabe nada con
certeza, probablemente porque se trata de un pseudónimo.
Cervantes publicaba ese año un poema en tercetos titulado Viaje del Parnaso, donde juzga a
distintos escritores de la época.
Lope de Vega se ordenó sacerdote y publicó sus Rimas sacras, que contienen algunos
de los más bellos poemas religiosos de la literatura castellana:
Pastor,
que con tus silbos amorosos me despertaste del profundo sueño, Tú que hiciste cayado de ese leño en que tiendes los brazos poderosos, |
vuelve
los ojos a mi fe, piadosos, pues te confieso por mi amor y dueño, y la palabra de seguirte empeño, tus dulces silbos y tus pies hermosos. |
Oye,
Pastor, pues por amores mueres, no te espante el rigor de mis pecados, pues tan amigo de rendidos eres. |
Espera,
pues, y escucha mis cuidados, pero, ¿cómo te digo que me esperes, si estás, para esperar, los pies clavados. |
De estas fechas es también su drama Fuenteovejuna, basado en un hecho
sucedido en tiempos de los Reyes Católicos: los habitantes de Fuenteovejuna mataron al comendador
por sus abusos y, cuando los reyes conocieron los hechos, exculparon a
los aldeanos.
En Toledo murió el Greco. Entre los muchos poetas que
escribieron poemas en su memoria estuvo Luis de Góngora, que
compuso este magnífico soneto (que figura ser un epitafio para
su lápida), perfecto ejemplo de lo que más adelante la
crítica llamaría conceptismo:
Esta
en forma elegante, ¡oh peregrino!, de pórfido luciente dura llave el pincel niega al mundo más suave que dio espíritu a leño, vida a lino; |
Su
nombre, aun de mayor aliento dino que en los clarines de la Fama cabe, el campo ilustra de este mármol grave, venéralo y prosigue tu camino. |
Yace
el Griego, heredó Naturaleza arte, y el Arte estudio, Iris colores, Febo luces, si no sombras Morfeo. |
Tanta
urna, a pesar de su dureza, lágrimas beba, y cuantos suda olores corteza funeral de árbol sabeo. |
Ben Jonson publicó La
feria de san Bartolomé, una sátira del puritanismo.
Sir Thomas Dale fue nombrado gobernador de Virginia a raíz del fallecimiento de lord De La Warr, dos años atrás. Por esta época empezaban a llegar a Inglaterra los primeros cargamentos del tabaco cultivado por John Rolfe, y se vendieron a un precio muy elevado, confirmando así la apuesta de la colonia por este producto, todo ello a pesar de que el rey Jacobo I detestaba el hábito de fumar. El 5 de abril, Rolfe, que era viudo, se casó con la india Pocahontas (bautizada con el nombre de Rebeca), lo que consolidó las buenas relaciones de Virginia con los indios de la zona.
John Smith, el que fuera presidente de Virginia, exploró
minuciosamente la costa situada al norte del cabo Cod y, a causa de las
similitudes climáticas (o quizá porque los Franceses
habían bautizado poco antes una Nueva Francia), llamó a
la zona Nueva Inglaterra.
Un neerlandés llamado Adriaen Block llegó
también a la desembocadura del Hudson y circunnavegó una
isla conocida desde entonces como Manhattan
(derivado del nombre de la tribu india que vivía en ella),
así como otra isla a la que no se le dio ningún nombre en
especial, y que hoy se conoce con el descriptivo nombre de Long Island (Isla Larga). Luego
avanzó hacia el norte y descubrió la desembocadura del
río Connecticut. Desde
allí llegó al cabo Cod, donde una pequeña isla
situada al este de Martha's Vineyard lleva en su memoria el nombre de
isla de Block.
Otro neerlandés llamado Cornelis
May exploró la costa al sur del Hudson, y llegó
hasta el cabo May. Finalmente,
los neerlandeses levantaron un fuerte aguas arriba del Hudson, al que
llamaron Fuerte Nassau, aunque
luego le cambiaron el nombre por Fuerte
Orange. Desde allí se dedicaron al comercio de pieles con
los indios.
El teólogo escocés John Neper publicó un tratado titulado Mirifici logarithmorum canonis descriptio, en el que exponía una teoría matemática descubierta por él que permitía reducir las tediosas operaciones de multiplicar, dividir y extraer raíces cuadradas y cúbicas a sencillas sumas, restas y divisiones entre 2 o entre 3. El método consistía en sustituir los datos por otros números asociados a los que llamó logaritmos. Su tratado contenía tablas para calcularlos, confeccionadas laboriosamente en los ratos libres que le dejaban sus estudios teológicos. Los logaritmos de Neper no eran exactamente lo que hoy se conoce como tales. Estaban íntimamente relacionados con lo que hoy llamamos logaritmos de base 1/e, pero tampoco eran exactamente eso. De hecho, involucraban una constante arbitraria que Neper tomó igual a 107, porque construyó sus tablas de logaritmos a partir de tablas de senos, y las tablas de senos de las que disponía tenían una precisión de 7 cifras decimales.
En Japón algunos señores descontentos con el
autoritarismo de Tokugawa Ieyasu se agruparon en el castillo de Osaka
alrededor de Hideyori, el hijo del difunto shogun Toyotomi Hideyosi.
Los últimos descubrimientos astronómicos habían
hecho que la teoría copernicana pasara de ser una oscura
teoría matemática sobre la que entendían
únicamente los astrónomos, a convertirse en una oscura
teoría matemática sobre la que entendían
únicamente los astrónomos y de la que hablaban los
teólogos. Un dominico italiano, Nicolò
Lorini estaba armando
cierto revuelo con afirmaciones como que "... la opinión de ese
Hipérnico, o como se llame, es la de los que son los enemigos de
la Divina Escritura."
En febrero de 1615, otro
dominico, el padre Caccini,
pronunció desde el púlpito de Santa María la Novella, en
Florencia, un violento ataque contra Galileo, y poco después
presentó una denuncia contra él en el tribunal de la
Santa Inquisición. El Santo Tribunal empezó a interrogar
testigos y a comprar cartas, todo ello sin notificar nada al acusado.
En particular, se hizo con una carta escrita por Galileo ese mismo
año a la gran duquesa Cristina de Lorena, la madre del gran
duque Cosme II de Toscana. En esta Carta
a la Gran Duquesa, Galileo ataca enérgicamente a los
seguidores de Aristóteles, y defiende que la Biblia no puede ser
interpretada literalmente cuando ello contradice los hechos sobre el
mundo físico demostrados matemáticamente. Además,
por primera vez defiende abiertamente la tesis de que la teoría
copernicana no es un mero instrumento de cálculo para predecir
las posiciones de los planetas, sino que describe una realidad
física:
Afirmo que el Sol está situado en el centro de las revoluciones de los cuerpos celestes y que no cambia de posición, y que la Tierra gira sobre sí misma y se mueve alrededor del Sol. Más aún, [...] puedo confirmar este punto de vista no sólo refutando los argumentos de Ptolomeo y Aristóteles, sino también con muchos otros para la tesis opuesta, especialmente algunos relativos a efectos físicos cuyas causas quizá no puedan ser explicadas de otro modo, así como por otros descubrimientos astronómicos. Estos descubrimientos refutan claramente el sistema ptolemaico, y concuerdan admirablemente con esta otra postura, y la confirman.
Cuando Galileo se enteró de la investigación de la que
estaba siendo objeto, se alarmó, no tanto por sí mismo,
puesto que la teoría copernicana no estaba prohibida por la
Iglesia, sino precisamente por la posibilidad de que pasara a estarlo.
Por ello decidió marchar inmediatamente a Roma para defender a
la Ciencia de los ataques de los teólogos ignorantes (es decir,
de los teólogos).
Dos años antes, Galileo había adaptado su
diseño del telescopio para construir un microscopio (como en el
caso del telescopio, hay noticias de que ya se habían construido
instrumentos similares en los Países Bajos, pero Galileo
diseñó su microscopio partiendo de cero). Por estas
fechas afirmaba que había visto moscas "grandes como corderos",
y que tenían uñas y pelos en las patas. De todos modos,
estos primeros microscopios no resultaban ser muy útiles, porque
eran muy grandes y las imágenes que ofrecían eran muy
borrosas. Una simple lupa resultaba más eficaz.
Dos años atrás, Johannes Kepler había
contraído segundas nupcias, al parecer porque necesitaba que
alguien se hiciera cargo de sus hijos. Durante la boda le habían
llamado la atención ciertos toneles de vino, a raíz de lo
cual inició unas investigaciones sobre el volumen de
sólidos de revolución, que ahora publicaba. Su estudio se
basaba en argumentos de Arquímedes consistentes en una "resolución en indivisibles",
en el que se perfilan algunos rudimentos del cálculo
infinitesimal.
Henry Briggs, profesor de geometría en Londres, había leído con entusiasmo el libro de Neper sobre logaritmos apenas fue publicado, y tras contactar con él por correo, viajó a Edimburgo para conocerlo personalmente. En su correspondencia le había sugerido algunas mejoras a su teoría. En particular, Briggs insistía en la conveniencia de definir los logaritmos de modo que el logaritmo de 1 resultara ser igual a 0, cosa que no ocurría con la definición adoptada por Neper. En términos modernos, las ideas de Briggs consistían en sustituir los logaritmos de Neper por lo que actualmente se entiende por logaritmos decimales. De hecho, ya había empezado a construir tablas de logaritmos decimales. Neper le contestó que él mismo ya había tenido esa idea, pero que "su mala salud y otras razones de peso le impedían construir nuevas tablas."
Los ingleses enviaron una nueva
expedición en busca de un paso a las Indias por el noroeste.
Esta vez el capitán era Robert
Bylot, quien, a bordo del Discovery,
cruzó el estrecho de Davis. En la tripulación figuraba
como piloto William Baffin,
que había tomado parte en los viajes de Hudson y otros
exploradores. Los mapas que confeccionó hicieron que ahora lleve
su nombre la llamada isla de Baffin,
así como lo que en un principio se llamó bahía de Baffin (y aún hoy se le da a
veces ese nombre) aunque es más exacto llamarlo mar de Baffin, pues, en contra de lo que se
supuso, no está cerrado y, avanzando por él, se puede
llegar hasta el océano Ártico. Baffin fue el primero en
señalar que la brújula se desvía y deja de
señalar el norte en las latitudes muy septentrionales.
En su exploración de Nueva Francia, Samuel de Champlain
remontó nuevamente el río Ottawa y llegó hasta un
pequeño lago llamado Nipissing.
A poca distancia, encontró un lago mucho mayor, el lago Hurón.
Cervantes publicó la segunda parte de El Quijote. En ella, don Quijote y
Sancho Panza se encuentran con un ejemplar del Quijote apócrifo
de Avellaneda, y se burlan de su mala calidad literaria, así
como de las torpezas, falsedades e inexactitudes que contiene.
Más aún, en el summum
de la mordacidad, Cervantes hace
que don Quijote se
acuerde de Avellaneda en el testamento que dicta poco antes de morir:
Suplico a los dichos señores mis albaceas que si la buena suerte les trujere a conocer al autor que dicen que compuso una historia que anda por ahí con el título de Segunda parte de las hazañas de don Quijote de la Mancha, de mi parte le pidan, cuan encarecidamente ser pueda, perdone la ocasión que sin yo pensarlo le di de haber escrito tantos y tan grandes disparates como en ella escribe; porque parto desta vida con escrúpulo de haberle dado motivo para escribirlos.
Destacamos de esta
segunda parte del Quijote el diálogo
que Sancho Panza mantiene con su antiguo vecino, el morisco Ricote,
que, después de la expulsión, ha regresado a
España de incógnito. Sin duda, el modélico Ricote
dista mucho de ser el morisco típico, pero, a través de
él, Cervantes pone de manifiesto la injusticia de la orden de
expulsión sin cuestionarla formalmente en ningún aspecto.
En México murió el escritor Mateo Alemán.
En París murió Margarita de Valois, la que fuera
primera
esposa del rey Enrique IV. El príncipe Henri de Condé
encabezó una revuelta protestante. Su mariscal de campo fue el
poeta Thèodore Agrippa D'Aubigné, que desde el asesinato
de Enrique IV venía participando en toda clase de asambleas
protestantes abogando por la guerra.
El rey Luis XIII, a sus catorce años, se casó con Ana de Austria, la hija mayor del
rey Felipe III de España, de su misma edad, a la vez que Isabel, la hermana de trece
años del rey francés, se casaba con Felipe, el heredero
del rey español, que acababa de cumplir diez años.
Tras dos asedios, Tokugawa Ieyasu logró la rendición
de Hideyori y sus seguidores. El castillo de Osaka fue derruido y
Hideyori fue obligado a suicidarse junto con los principales jefes
rebeldes. Sin embargo, el shogun había sido herido en el
último asedio y murió en 1616.
Fue sucedido por su hijo Hidetada, en el que teóricamente
había abdicado años atrás. Hidetada
prohibió a los cristianos hacer proselitismo y construir
iglesias. Por otra parte, concedió a los neerlandeses el
monopolio del comercio con Japón.
Piero Guicciardini, el embajador toscano en Roma, escribía al gran duque Cosme II preocupado por Galileo y sus gestiones en Roma:
... él se enardece con sus opiniones y tiene una gran pasión dentro y poca fuerza y prudencia para saberla vencer, de manera que el cielo de Roma se le está volviendo muy peligroso. [...] ésta no es una región como para venir a disputar de la Luna ni como para querer, en el siglo que corre, sostener ni tener doctrinas nuevas.
El Papa Paulo V encargó al cardenal Roberto Bellarmino que la Sagrada Congregación del
Índice (de libros prohibidos) tomara una decisión
sobre el De reuolutionibus de
Copérnico. Los cardenales de la Santa Inquisición se
reunieron el 24 de febrero, y
dictaminaron que las teorías copernicanas eran "falsas, absurdas y en parte
heréticas, contradiciendo pasajes de las Escrituras y las
interpretaciones de los Santos Padres y teólogos".
Galileo, bien acogido en todas partes, no se dio cuenta de nada,
hasta que el 26 de febrero
recibió la orden de comparecer ante el cardenal Bellarmino,
donde, en presencia de un notario y de dos testigos, se le
ordenó que "abandonara
completamente la opinión de que el Sol sea el centro del mundo,
inmóvil, y de que la Tierra se mueva". Igualmente se le
prohibía que "tuviera,
enseñara o defendiera de ninguna forma, con palabras o escritos,
esta opinión; en caso contrario, el Santo Oficio
procederá contra él." El libro de Copérnico
fue suspendido "donec corrigatur",
es decir, mientras no fuera corregido (¡?)
El 3 de marzo, un edicto papal
anunciaba urbi et orbi que Galileo Galilei, matemático,
había sido advertido de que tenía que abandonar las
opiniones por él sostenidas hasta entonces, así
como la prohibición del De
reuolutionibus de Copérnico.
Galileo recibió todo esto como un jarro de agua fría,
y nunca llegó a saber que solo la protección del gran
duque había impedido que se tomaran medidas más graves
contra él. Regresó a Florencia y se dedicó a otros
estudios, principalmente continuando sus estudios sobre el movimiento y
la caída de los cuerpos.
Un cosmógrafo irlandés llamado Edward Wright tradujo del
latín al inglés el tratado de Neper sobre logaritmos.
Esta versión llegó a manos de Kepler, que se
entusiasmó con las simplificaciones que los logaritmos aportaban
a los complejos cálculos que realizaba cotidianamente.
El 19 de abril, Miguel de
Cervantes, un día después de haber recibido la extrema
unción, firmaba la dedicatoria de Los trabajos de Persiles y Sigismunda, una
historia septentrional. Se trata de una novela bizantina, que
fue publicada póstumamente, ya que Cervantes murió el 23 de abril. Diez días antes
había muerto William Shakespeare, pero, como Inglaterra no
había aceptado el calendario gregoriano, puede decirse que ambos
murieron "en la misma fecha".
Lope de Vega, a sus cincuenta y cuatro años, conoció a
Marta de Nevares, de
veintiséis, que le hizo olvidar los hábitos que
había tomado recientemente y se convirtió en el
último amor de su larga lista. En sus poemas será Amarilis y Marcia Leonarda.
Ben Jonson estrenó la comedia El diablo es un asno.
También datan de este año dos libros de poemas: Epigramas y El bosque. John Fletcher y Francis
Beaumont terminaron la comedia burquesa The scornful lady, y Beaumont
murió poco después. George Chapman tradujo la Odisea al inglés.
Ese año se estrenó en Oxford una comedia en
latín, The philosophaster,
protagonizada por un grupo de charlatanes y pedantes en una supuesta
universidad española. El autor era Robert Burton, vicario de la iglesia
de Santo Tomás.
En Rusia murió Kozmá Minin, y en Roma el rebelde
irlandés Hugh O'Neill.
Samuel de Champlain, siguiendo con su exploración de Nueva
Francia, descubrió el lago Ontario.
Desde allí regresó a Quebec y poco después
volvió a Francia.
Sir Thomas Dale abandonó Virginia y, en Inglaterra, fue
nombrado
comandante de la flota inglesa de la Compañía de las
Indias orientales.
Sir Walter Raleigh fue liberado de su cautiverio en la Torre de
Londres y, a sus sesenta y cuatro años, se embarcó a la
busca de El Dorado en una
expedición al Orinoco.
El duque de Osuna consiguió el título de virrey de Nápoles, y Francisco de Quevedo, en pago a su mediación, recibió el hábito de la orden de Santiago.
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