Objetivos y alcance de la Revista Española de Bibliología

Mayo 1997

Si hay algo en lo que actualmente se conciten el nucleo de los cambios y alteraciones que estan ocurriendo en el mundo de la Documentación este es el escrito, aglutinador de todas las operaciones constitutivas de las disciplinas que conforman nuestras especialidades, desde la historia del libro hasta los sistemas multimedia. Asi pues el escrito o las Ciencias del Escrito constituyen el objeto de la Revista Española de Bibliología. Y mas concretamente el estudio sistemático de las condiciones de produccion, difusión y utilización de los escritos bajo todas sus formas, desde los impresos a los electrónico s, incluyendo la busqueda de los factores de explicación de los fenómenos en el implicados para descubrir sus perspectivas de evolución tanto cuantitativas como cualitativas.

El escrito como fenómeno comunicativo colectivo se inscribe de lleno en el desarrollo económico, político, cultural, de la sociedad de la que surge y a la que representa como memoria registrada de la misma, de tal modo que las variaciones estructurales de ésta afectan a lo largo de la historia a sus modos de representación y de apropiacion colectiva, dando lugar a diversas categorias que se encierran en los extremos del segmento constituido por el escrito manuscrito y el escrito informático y electrónico. La diversificación, junto a los cambios sociales y tecnológicos han afectado tanto a su forma como a su contenido modificando las relaciones existentes entre las funciones discursiva, icónica y documental que subyacen en todo escrito, originando por tanto diversas formas de representación. Podemos considerar la aparición de diversas categorias históricas de escritos dando lugar a los distintos dispositivos estructurales, que en última instancia encuentran su explicación en la evolución social. Estas categorias cubren un amplio elenco representado por:

• El escrito manuscrito.
• El escrito impreso.
• El escrito impreso periódico.
• El escrito institucional y documental.
• El escrito luminoso y fugitivo.
• El escrito informático.
• El escrito electrónico

La constitución de todo escrito requiere un proceso que comporta una serie de fenómenos implicitamente ligados a él.

Es precisa en primer lugar la existencia de un autor, de un emisor, individual o colectivo, que pretenda comunicar algo, que desee transmitir un mensaje. Para ello ha de existir un pensamiento cuya expresión ha de formularse mediante una lenguaje que permita plasmar la necesidad de escribir. Sin embargo el escrito no es más que uno entre los posibles sistemas de comunicación, cuya utilización depende no solo de la existencia de un pensamiento y un lenguaje, sino de la de un receptor, de una finalidad y de una distancia espacio-temporal.

La voluntad de escribir requiere ademas como condición la existencia de un sistema de escritura, de un sistema de signos que han de ser conocidos previamente por el emisor, en virtud de los cual hara una determinada utilización de los mismos.

Todo este proceso condiciona el acto de la escritura que presupone la existencia de

• una imagen mental gráfica, la cual a su vez constituye un sistema de preescritura, en el que la memoria desempeña la función de soporte primario.
• de un sistema de inscripción, en el que aparecen implicados: los útiles y productos inscribientes y los soportes.
• de un escrito manuscrito, cuya especificidad es la grafía que supone una de las manifestaciones de la representación visual, en tanto que el escrito en primera instancia constituye una imagen formal sobre el soporte, distinta según sea su tipologia, y que habrá que poner en relacion con otras formas de representación. 09

Además obedece a una necesidad de comunicación, a una demanda de información que presiona para obtener respuesta y que se cumplimenta con la reproducción del mismo, con su multiplicacion en numerosos ejemplares, y su distribución.

Para ello precisa de la existencia de unas estructuras económicas y financieras, productivas y distributivas que permitan satisfacer las necesidades de consumo cultural de los lectores, y de unas estructuras de conservación y tratamiento que den respuesta a sus necesidades informativas.

Finalmente el escrito llega a un lector, a un usuario, a un receptor que decodifica el sentido, que extrae unas informaciones, mediante la aplicación de un conjunto de conocimientos de habibilidades memorizadas. En el momento en el que el escrito es utilizado deviene en documento.

Además todo este proceso de transferencia que se dirige desde el autor al lector sufre a continuación un mecanismo de retroacción a través de los mecanismos de feed back comercial y cultural, mediante los cuales autor y editor obtienen indicios pausibles del grado de aceptación de las obras.

Todo este conjunto de elementos y fenómenos constituyen un sistema formado por una serie de dispositivos, articulados para alcanzar un mismo fin. El escrito es el nucleo de este sistema, y la necesidad de comunicación escrita es la que determina en el seno del mismo el tipo de información requerida, el papel de los lenguajes a emplear, la naturaleza de sus relaciones, del soporte, el modo de reproducción, así como la organización necesaria para su consecución.

Todos estos fenómenos comunicativos no se producen aisladamente. El escrito no constituye un universo en sí, aislado del resto de la vida económica, social y política, sino que se inscribe de lleno en estas apareciendo como uno de los medios de expresión de la correlación de fuerzas e ideología de los distintos grupos y clases sociales. Sólo desde esta perspectiva podemos desplazar el nivel de causalidad de la comunicación escrita al de las motivaciones primigenias de ésta, encontrando la explicación última en el estudio de la sociedad que la genera. El análisis sociopolítico del escrito parte del principio de que éste surge en el seno de una colectividad determinada por el contexto demográfico, geográfico, histórico y económico que la conforma, y en la que las estructuras socioculturales son el reflejo de las orientaciones impuestas por la sociedad dominante, la cual responde a las necesidades de comunicación organizando un tipo particular de sistema bibliológico, de tal manera que son las estructuras económicas, ideológicas y políticas las que condicionan la aparición y el desarrollo de las distintas formas comunicativas observadas.

Este es el campo prolijo pero delimitado en el que se desarrolla la Revista Española de Bibliología, cuya pretensión es convertirse en instrumento de análisis y de reflexión acerca de todos aquellos fenómenos que afectan al mundo del escrito en particular y de la comunicación en general.