3.4. Evaluar la información encontrada
Una vez hemos determinado cuál es
nuestra necesidad de información, hemos diseñado nuestra estrategia de
búsqueda, seleccionado las fuentes apropiadas de información, es el momento de
evaluar los resultados obtenidos de internet para ver si se ajustan a lo que necesitamos y,
en caso contrario, revisar nuestras fuentes. En el proceso de búsqueda, nos
podemos encontrar con una amplia variedad de información sobre nuestro tema.
Sin embargo, no toda la información tendrá el mismo valor, por ello, hemos de seleccionar las fuentes de información
adecuadas, teniendo en cuenta diferentes aspectos.

- su relevancia para nuestro tema
de trabajo
- la naturaleza de sus
contenidos: estadísticos, bibliográficos, biográficos, legislativos, etc.
- la autoridad en la materia de
quienes elaboran la información
- la actualización de sus
contenidos
- su nivel de especialización
- su autenticidad: que podamos
identificar quienes las producen, editan, etc.
- su propósito, que puede estar
orientado al mundo académico, ser informativo o divulgativo
- el formato: textual,
multimedia, sonoro, gráfico, etc.
- el idioma
- su origen: si son personales,
institucionales…
- su accesibilidad