Enfermedades
de las vías urinarias
Primera parte: Diagnóstico y terapéutica general.
Rafael Mollá Rodrigo
«Diagnóstico general
de las enfermedades de las vías urinarias.-Importancia
y necesidad de un diagnóstico oportuno y preciso.-Medios
generales de diagnóstico.-Cuadro sinóptico.
No vamos a discutir si en el
orden teórico, está o no justificada la especialidad
quirúrgica de las vías urinarias. La parte que
a]gunos estados generales toman en el origen de muchas enfermedades
de los órganos urinarios, y recíprocamente, los
estados generales a que dan lugar afecciones de origen primitivamente
local, hacen arbitraria la concepción teórica de
la especialidad. Pero si descendemos al terreno práctico,
en el cual hemos de
movernos durante la exposición de estas lecciones, basta
la la consideración de su inmensa importancia de la frecuencia
de estas enfermedades, normales algunas de ellas, si vale la
paradoja, en las edades extremas de la vida, si consideramos
la jerarquía fisiológica de los órganos
sobre que asientan y la trascendencia que para el individuo y
la especie pueden tener los descuidos en el diagnóstico
y la terapéutica, se comprenderá la necesidad de
un detenido estudio de estas enfermedades, el
por qué de la agrupación formando una especialidad,
y la razón de ser de las enseñanzas y clínicas
especiales en el extranjero, sobre todo, al frente de las cuales
figuran nombres tan respetables como los de Thompson y Guyon.
Pocas enfermedades, en efecto, imponen al práctico el
deber de un concienzudo estudio y un conocimiento tan perfecto
como las de los órganos urinarios, y pocas también,
como afirma Thompson, la falta de conocimientos expone al médico
a errores tan burdos y de tanta trascendencia para el paciente.
¿Con qué facilidad no se han confundido las incontinencias
de orina verdaderas con las falsas? La necesidad de un diagnóstico
oportuno se impone por la índole de estas enfermedades
y por la rapidez con que originan complicaciones y trastornos
funestos para la región y para la vida del paciente. Excepto
en los traumatismos y en las afecciones agudísimas, en
cirugía general pocas veces la intervención del
cirujano se dirige a llenar una indicación vital, sino
que las más de las veces, aun no tratándose de
una operación de las llamadas ortopédicas o de
complacencia, es de elección el momento operatorio, o
por lo menos, no reviste la intervencion carácter de urgencia.
En las enfermedades de las vías urinarias, por el contrario,
encuentra el práctico ocasión frecuente de llenar
indicaciones vitalísimas mediante la intervención
quirúrgica, dependiendo la salvación o la muerle
del enfermo de la rapidez y habilidad con que el cirujano llena
las indicaciones operatorias. Ejemplo palmario de lo expuesto,
son las intervenciones en los casos de retenciones completas
de orina o de infiltraciones urinarias.
Pero la indicación terapéutica en el orden clínico,
surge naturalmenle del diagnóstico, de lo cual se deduce
la necesidad de diagnósticos precisos, exactos y oportunos,
que sean fuente de salvadoras indicaciones. El primer problema
que hemos de abordar es, pues, el del diagnóstico.
En vías urinarias puede seguirse un plan general de investigación,
una pauta a la que puede someterse el interrogatorio y la exploración
clínica para llegar fácilmenle al diagnóstico,
pudiendo este método ponerse en práctica la inmensa
mayoría de las veces, porque, como veremos, la sintomatología
general del aparato urinario es muy corta, pues no pasan de media
docena los síntomas que hay que valorar para llegar a
la inducción diagnóstica.
|
 |
La division de los síntomas
en funcionales y físicos cabe perfectamenle aplicarla
a las enfermedades que nos ocupan. Los síntoma físicos,
con su carácter objetivo, tienen indudablemente más
valor real para el diagnóstico, pero como estos síntomas
no siempre existen o no siempre se aprecian, de ahí que
asuman los síntomas funcionales inapreciable valor por
su frecuencia, por su doble carácter subjetivo y objetivo
muchas veces y porque estos síntomas son siempre los que
por su prioridad en la presentación y por su pertinacia
indican al cirujano la necesidad de una exploración diagnóstica
o de una intervención terapéutica. Vease, pues,
todo el valor que alcanzan los síntomas funcionales.
El plan general de interrogación y exploración
a que antes aludíamos y que es un verdadero método
para llegar al diagnóstico, se reduce al empleo ordenado
de los distintos medios con que cuenta el cirujano para investigar
y encontrar los síntomas, coordinar y valorar éstos
e inducir, por fin, el diagnóstico, valiéndose,
al efecto, desde la interrogación y la observación
en todas sus formas hasta la exploración manual e instrumental
con todos los medios auxiliares y complementarios del diagnóstico.
El orden que debe seguirse en el empleo de este método
es el siguiente: Antes que la exploración quirúrgica
debemos someter al enfermo a un interrogatorio metódico
y bien dirigido, investigando en primer término la
anamnesia y antecedentes fisilógicos y patológicos,
porque estos antecedentes pueden darnos la clave o ponernos en
camino de indagar la naturaleza de la afección. En segundo
término hay que detenerse en el pasado morboso con relación
al aparato genito-urinario, investigando detenidamente el número,
asiento y naturaleza de las enfermedades que haya podido padecer.
Este estudio es de transcendencia, porque en pocos aparatos orgánicos
se ve cómo en éste la conexión de unas enfermedades
con otras, desde una blenorragia a una fístula urinaria,
por ejemplo, desde esta misma blenorragia a la nefritis quirúrgica
o
ascendente.
Después de los antecedenles y circunscritos ya al estado
actual del enfermo, siguiendo la interrogación, hemos
de dirigir las preguntas en el sentido de investigar todos los
síntomas funcionales representados por los transtornos
en la secreción y excreción urinaria y por las
condiciones y caracteres objetivos de la orina. Después
de la investigación de los síntomas funcionales
hay que pasar a la exploración, tanto manual como instrumental,
que nos pone en conocimiento de los síntomas físicos
y completa los elementos del diagnóstico. También
hay que investigar los síntomas generales.
He aquí un cuadro que comprende el orden en que hay que
dirigir la investigación de los síntomas locales:
Cuadro sinóptico de diagnóstico
1. Interrogatorio
a) Antecedentes patológicos generales
b) Pasado morboso de las vías urinarias
c) Preguntas encaminadas a la investigación de los síntomas
funcionales siguientes:
2. Investigación de
los síntomas funcionales
a) Transtornos en la excreción
Incontinencia de orina, Retención, Frecuencia, Retardo,
Dificultad, Dolor, Modificaciones en el chorro
b) Transtornos en la secreción
-En cantidad (Aumento, Disminución, Abolición
-En calidad (Orgánicos, Minerales, Organizados)
3. Síntomas físicos.
Lo son 1. Muchas alteraciones y cambios de la orina apreciables
por los sentidos. 2. Los apreciados por la exploración.
4. Exploración
1. manual o visual: Inspección, Palpación, Percusión
Tacto (rectal, vaginal, bimanual)
2. Instrumental: Endoscopia, Exploración eléctrica,
Cateterismo»
Rafael Mollá Rodrigo,
Resumen práctico de diagnóstico y técnica
médico-quirúrgica de afecciones de las vías
urinarias, Valencia, Pascual
Aguilar, 1889, pp.2-15
|