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La diplomacia estadounidense había negociado con España la
creación de un gobierno autónomo para Cuba que los insurgentes
pudieran aceptar en lugar de la independencia que reclamaban. El 1 de enero de 1898 se reunió por primera
vez, pero no convenció ni a los insurgentes ni al sector leal a
España de la sociedad cubana, que echaba de menos las técnicas
drásticas del general Weyler.
Ese mismo día el Magasin d'Éducation et de Récréation
empezó a publicar una nueva novela de Julio Verne, El soberbio
Orinoco, ambientada en Venezuela.
Emilio Salgari publicó una novela en la que presentaba un nuevo
personaje que se haría más famoso que su Sandokan. Se
trataba de El corsario negro, y está ambientada en
el Caribe, en los inicios del Imperio Español.
El 7 de enero se estrenó en Moscú la
ópera Sadko, de Rimski-Kórsakov.
Las sospechas que estaban recayendo sobre el comandante Esterházy
por el caso Dreyfus hicieron que, siguiendo recomendaciones del
Estado Mayor, el propio Esterházy solicitara comparecer ante un
consejo de guerra. El juicio se celebró el 10
de enero. En un proceso muy irregular, tres expertos
calígrafos no reconocieron la escritura de Esterházy en el
documento que había implicado a Dreyfus, Esterházy fue aplaudido,
los testigos de la acusación fueron abucheados y todas las
acusaciones recayeron sobre el coronel Picquart, que había
desatado las sospechas sobre Esterházy. El 11
de enero Esterházy fue absuelto por el tribunal tras
apenas unos minutos de deliberación y tuvo dificultades para
abandonar el tribunal, por los partidarios que le rodeaban y le
aclamaban.
El 12 de enero hubo en La Habana una
manifestación violenta de cubanos contrarios a la independencia de
la isla y furiosos con las concesiones que el gobierno hacía a los
insurgentes. Se lanzaron consignas anti-estadounidenses que los
corresponsales de la prensa amarilla se cuidaron de transmitir y
amplificar.
Ito Hirobumi volvió a ocupar el cargo de primer ministro japonés,
pero se encontró con que los dos partidos políticos mayoritarios
se opusieron a sus planes de aumentar los impuestos a los
terratenientes, así que decidió disolver el parlamento y convocar
nuevas elecciones.
Émile Zola había publicado varios artículos en favor de Dreyfus
en Le Figaro, pero ante las presiones de sus suscriptores,
el editor había dejado de aceptarlos. Zola se puso entonces en
contacto con otro periódico, L'Aurore, a quien
presenta un artículo especialmente agresivo, muy diferente a la
moderación habitual en la época. El título original propuesto por
Zola era Carta a M. Félix Faure, Presidente de la República,
pero la redacción quiso algo más llamativo y la mañana del 13 de enero la primera plana de L'Aurore
mostraba un gran titular de dos sílabas: J'Accuse... !,
con el subtítulo "Lettre au président de la République",
seguido de "Par Émile Zola". El artículo ocupaba
toda la primera página y, tras explicar las circunstancias del
caso, terminaba con una larga lista de acusaciones:
Yo acuso al teniente coronel Paty de Clam como laborante —quiero suponer inconsciente— del error judicial, y por haber defendido su obra nefasta tres años después con maquinaciones descabelladas y culpables. Acuso al general Mercier por haberse hecho cómplice, al menos por debilidad, de una de las mayores iniquidades del siglo. Acuso al general Billot de haber tenido en sus manos las pruebas de la inocencia de Dreyfus, y no haberlas utilizado, haciéndose por lo tanto culpable del crimen de lesa humanidad y de lesa justicia con un fin político y para salvar al Estado Mayor comprometido. Acuso al general Boisdeffre y al general Gonse por haberse hecho cómplices del mismo crimen, el uno por fanatismo clerical, el otro por espíritu de cuerpo, que hace de las oficinas de Guerra un arca santa, inatacable. Acuso al general Pellieux y al comandante Ravary por haber hecho una información infame, una información parcialmente monstruosa, en la cual el segundo ha labrado el imperecedero monumento de su torpe audacia. Acuso a los tres peritos calígrafos, los señores Belhomme, Varinard y Couard por sus informes engañadores y fraudulentos, a menos que un examen facultativo los declare víctimas de una ceguera de los ojos y del juicio. Acuso a las oficinas de Guerra por haber hecho en la prensa, particularmente en L'Éclair y en L'Echo de París una campaña abominable para cubrir su falta, extraviando a la opinión pública. Y por último: acuso al primer Consejo de Guerra, por haber condenado a un acusado, fundándose en un documento secreto, y al segundo Consejo de Guerra, por haber cubierto esta ilegalidad, cometiendo el crimen jurídico de absolver conscientemente a un culpable. No ignoro que, al formular estas acusaciones, arrojo sobre mí los artículos 30 y 31 de la Ley de Prensa del 29 de julio de 1881, que se refieren a los delitos de difamación. Y voluntariamente me pongo a disposición de los Tribunales. En cuanto a las personas a quienes acuso, debo decir que ni las conozco ni las he visto nunca, ni siento particularmente por ellas rencor ni odio. Las considero como entidades, como espíritus de maleficencia social. Y el acto que realizó aquí, no es más que un medio revolucionario de activar la explosión de la verdad y de la justicia. Sólo un sentimiento me mueve, sólo deseo que se haga la luz, y lo imploro en nombre de la humanidad, que ha sufrido tanto y que tiene derecho a ser feliz. Mi ardiente protesta no es más que un grito de mi alma. Que se atrevan a llevarme a los Tribunales y que me juzguen públicamente. Así lo espero.
Zola incitaba a que le demandaran, porque las demandas serían
civiles, y así arrancarían el caso de las manos de los militares.
La edición usual de L'Aurore era de 30.000 ejemplares,
pero de ese número se imprimieron 300.000. Las denuncias contra
Zola y L'Aurore no tardaron en llegar.
El 14 de enero murió el escritor y
matemático británico Lewis Carroll.
El 15 de enero Le Temps
publicó una petición en la que se reclamaba la revisión del juicio
contra Dreyfus, y que, además de Zola, firmaban diferentes
personalidades de la época, como el director del Instituto Pasteur
o el pintor Claude Monet, entre muchos escritores, historiadores,
etc.
El 23 de enero el periodista Georges
Clemenceau (el que había ideado el titular J'Accuse...!)
publicó un artículo en L'Aurore sobre el caso Dreyfus en
el que aparece tal vez por primera vez el uso del término "intelectuales"
en su sentido moderno. La derecha generó entonces un "antiintelectualismo"
que reprochaba a los "intelectuales" de "reflexionar más allá de
los intereses de la nación".
El presidente McKinley se vio obligado a contentar a la opinión
pública y envió a La Habana un buque de guerra, el Maine,
con el fin habitual de "proteger vidas y propiedades
estadounidentes". La llegada del barco fue notificada tan
sólo 18 horas antes de su entrada en el puerto, el 25 de enero, lo cual era contrario a los
convenios diplomáticos. Como respuesta, el gobierno español envió
a Nueva York el crucero Vizcaya.
El 30 de enero, el capitán del Maine,
Charles Dwight Sigsbee, mientras se dirigía a presenciar
una corrida de toros a la que había sido invitado en La Habana,
recibió de un desconocido una octavilla que decía lo siguiente:
¡ESPAÑOLES!
¡VIVA ESPAÑA CON HONRA!
¿Qué hacéis que os dejáis insultar de esa manera? ¿No veis lo que nos han hecho retirando a nuestro valiente y querido Weyler, que a estas horas ya hubiéramos acabado con esa indigna canalla insurrecta que pisotea nuestra bandera y nuestro honor?
¡Nos imponen la autonomía para echarnos a un lado y dar los puestos de honor y mando a aquellos que iniciaron esta rebelión, estos mal nacidos autonomistas, hijos ingratos de nuestra patria!
¡Y por último, estos cochinos yankees que se mezclan en nuestros asuntos, humillándonos hasta el último grado, y para más vejamen nos mandan uno de los barcos de guerra de su podrida escuadra, después de insultarnos en sus diarios y desde nuestra casa!
¡Españoles! Llegó el momento de acción, ¡no dormitéis! Enseñemos a esos viles traidores que todavía no hemos perdido la vergüenza y que sabemos protestar con la energía que corresponde a una nación digna y fuerte como es y siempre será nuestra España!
¡Mueran los americanos! ¡Muera la autonomía!
¡Viva España! ¡Viva Weyler!
Otra copia le llegaría luego por correo.
El 8 de febrero fue asesinado el
presidente guatemalteco José María Reina Barrios, a manos de un
ciudadano británico de origen suizo llamado Edgar Zollinger.
Su gabinete convocó una reunión de urgencia para designar un
sucesor, pero el ministro de gobernación y justicia, Manuel
Estrada Cabrera, que no había sido convocado, se presentó
pistola en mano y convenció a todos los presentes de que él era el
sucesor.
El embajador español en Washington era a la sazón Enrique
Dupuy de Lôme, que a finales del año anterior había escrito
una carta a un político y periodista amigo suyo, José
Canalejas, que después de haber visitado Washington para
negociar sobre la situación cubana, se había trasladado a La
Habana. Canalejas había solicitado la ayuda de un secretario para
despachar su abundante correspondencia, y el trabajo le fue
asignado a un joven de 28 años llamado Gustavo Escoto.
Éste había visto la carta de Dupuy de Lôme e, intuyendo que podría
ser relevante, la robó. Acabó vendiéndosela a John R. Caldwell,
corresponsal en La Habana del New York Herald. Tras pasar
por algunas manos más, la carta llegó a las oficinas del
periódico, donde fue fotografiada y el original fue enviado a
Washington. El 9 de febrero estaba en
manos del subsecretario de Estado que, tras comprobar su
autenticidad, pasó a informar al presidente McKinley. Esa misma
mañana el Herald publicaba la carta. En el pasaje más destacado,
Dupuy de Lôme hacía referencia al presidente y a su último
"mensaje al congreso", el discurso con que tradicionalmente el
presidente de los Estados Unidos informa cada fin de año sobre la
situación del país:
[...] El mensaje ha desengañado a los insurrectos, que esperaban otra cosa y ha paralizado la acción del Congreso; pero yo lo considero malo. Además de la naturaleza e inevitable grosería con que se repite cuanto ha dicho de Weyler la prensa y la opinión de España, demuestra una vez más lo que es McKinley, débil y populachero, y además un politicastro que quiere dejar una puerta abierta y quedar bien con los jingoes de su partido [...]
La opinión de Dupuy de Lôme no iba descaminada, pero que un
español se atreviera a criticar así al presidente de los Estados
Unidos no era algo que los estadounidenses pudieran aceptar. El
embajador presentó su dimisión inmediatamente, y le fue aceptada,
pero el daño ya estaba hecho.
Juan Lindolfo Cuestas había accedido provisionalmente a la
presidencia de Uruguay tras el asesinato del presidente Idiarte,
pero el 10 de febrero, unas semanas
antes de que terminara su mandato, disolvió las cámaras
parlamentarias y pasó a gobernar como dictador.
El 15 de febrero, pasadas las nueve de
la noche, dos explosiones sucesivas destrozaron la proa del Maine
en el puerto de La Habana, que no tardó en hundirse. Murieron 264
marines y 2 oficiales de un total de 354 ocupantes del barco. El
capitán y la mayoría de los oficiales se salvaron porque sus
camarotes estaban en la popa. Las causas de la explosión nunca han
llegado a dilucidarse (aunque lo más plausible que se se tratara
de un accidente interno), pero el 16 de
febrero el New York Herald las exponía claramente
en sus titulares: "El barco de guerra Maine partido por la
mitad por un artefacto infernal secreto del enemigo."
Randolph Hearst multiplicó sus corresponsales en La Habana. Se
dice que les dijo: "Traigan noticias, que de la guerra ya me
encargo yo". El World, de Pulitzer, también insistió
en que el Maine había sido blanco de una mina o de una
bomba. Sin embargo, parece ser que en privado reconocía que "nadie
fuera de un manicomio" podía realmente creer que España hubiera
decidido hundir el Maine. Pero toda la prensa atacó a
España y la opinión pública aceptó la versión.
El 23 de febrero, tras varias semanas
de juicio, Émil Zola fue condenado por difamación a la pena máxima
que permitía la ley: un año de cárcel y 3000 francos de multa. El
presidente del tribunal había hecho cuanto estuvo en su mano para
que el juicio no derivase hacia el caso Dreyfus. Su frase "la
cuestión no será tratada" se hizo célebre. Zola tuvo suerte
de ser condenado, pues si hubiera sido absuelto habría sido
linchado probablemente a la salida del tribunal. Su condena
reforzó la tenacidad de los defensores de Dreyfus. El 25 de febrero se creó la Liga Francesa
para la Defensa de los Derechos Humanos y del Ciudadano.
El general José Manuel Hernández había perdido el año pasado las
elecciones presidenciales venezolanas, pero, tomando como excusa
que habían sido fraudulentas, no quiso acatarlas, y el 1 de marzo se internó en las montañas con
algunos seguidores.
En el parlamento austriaco se estaba debatiendo una renovación
del acuerdo que había convertido al Imperio Austriaco en el
Imperio Austro-Hungaro. La tercera etnia más influyente en el
Imperio después de la alemana (austriaca) y la húngara era la
checa, y una de las propuestas que tenían que debatirse era la
posibilidad de que el checo sustituiría al alemán como
lengua oficial en Bohemia. Esto había dado lugar a acaloradas
protestas por parte de los nacionalistas alemanes, y finalmente se
habían producido disturbios. Entre los testigos de los incidentes
se encontraba Mark Twain que a la sazón residía en Viena, y había
relatado lo sucedido en un artículo titulado Tiempos de
agitación en Austria, que se publicó en una revista
estadounidense. Hacia el final del artículo, Twain menciona de
pasada que hubo ataques contra los judíos, señalando que, aunque
eran parte inocente en el conflicto, fueron acosados y saqueados:
"En todos los casos el judío debía ser asado, no importa de qué
lado estuviera". Estos comentarios motivaron que varios
judios estadounidenses le escribieran preguntándole más detalles
sobre su opinión sobre por qué los judíos recibían ese trato.
Twain decidió responder punto por punto a una de esas cartas en
otro artículo que tituló sobre el pueblo
judío, y que es interesante leer. En él cae en unos cuantos
tópicos sobre los judíos, y sus datos presentan algunas
inexactitudes, pero lo realmente notable es que tiene la lucidez
necesaria para no caer de ningún modo en los prejuicios que
embotaban el pensamiento de la mayor parte de sus contemporáneos.
El 8 de marzo Richard Strauss estrenó
en Colonia su poema sinfónico Don Quijote.
En Minsk se fundó el Partido Obrero Socialdemócrata Ruso,
que celebró su primer congreso el 13 de marzo,
con la asistencia de nueve delegados, que no lograron ponerse de
acuerdo en muchas cosas. Se nombró un comité central que no tardó
en ser detenido por la policía.
Oscar Wilde publicó La balada de la cárcel de Reading,
que narra la ejecución de Charles Thomas Woolridge, que
había tenido lugar dos años antes, tras haber sido declarado
culpable del asesinato de su esposa. Wilde no cuestiona que la
ejecución sea justa, pero destaca la forma cruel en que son
tratados todos los convictos. La publicó con el pseudónimo de
C.3.3. y resultó ser un gran éxito, que tuvo siete ediciones en
menos de dos años. El 24 de marzo se
publicó una segunda carta suya enviada al Daily Chronicle,
sobre las condiciones de las cárceles británicas.
H.G. Wells publicó una novela con la que se iniciaría un género:
La guerra de los mundos, en la que Gran Bretaña es invadida
por los marcianos, que inician una despiadada conquista. Wells no
deja de insinuar que la conducta de los marcianos, ante cuyo
armamento mucho más avanzado los británicos no tienen ninguna
posibilidad, no es muy diferente a la de los británicos frente a
los nativos de sus colonias.
En cambio, el imperialismo británico es ensalzado en La
tragedia del Korosko, novela ambientada en la guerra contra
los mahdistas de Sudán y escrita por Arthur Conan Doyle. Entre las
numerosas historias cortas de Conan Doyle publicaba, ese año
publicó dos tituladas El especial perdido y El hombre
de los relojes, que tenían un patrón común: presenta dos
misterios que son resueltos en una carta por un detective anónimo
no profesional, pero un gran número de detalles apunta a que se
trata del difunto Sherlock Holmes.
Anthony Hope publicó una segunda parte de El prisionero de
Zenda, titulada Rupert de Hentzau.
Bernard Shaw publicó su obra de teatro Candida, que no
pudo estrenar.
El rey Óscar II de Suecia celebró una cena en honor de Henrik
Ibsen, y en la conversación dijo en un momento dado que Espectros
no era una buena obra. Ibsen calló unos segundos y finalmente
dijo: Majestad, ¡tenía que escribir Espectros!
Los Estados Unidos rechazaron una investigación conjunta con
España sobre la explosión del Maine, así que se realizaron
investigaciones paralelas. La española concluyó que la explosión
se había producido en el interior del barco, por causas internas,
mientras que el 29 de marzo la comisión
estadounidense concluyó que la explosión se había debido a una
mina. Ese mismo día el presidente McKinley envió un ultimátum a
España en el que exigía un armisticio inmediato en Cuba, el fin de
la política de campos de concentración y la aceptación de la
mediación estadounidense en el conflicto cubano. Hasta numerosos
grupos religiosos estadounidenses que habían sido siempre
antibelicistas, cambiaron de parecer en esa ocasión y se mostraron
partidarios de la guerra contra España.
El 2 de abril un recurso en casación
permitió que Zola saliera de la cárcel, tras lo cual se
interpusieron nuevas denuncias por difamación contra Zola.
Viendo la que se avecinaba, España había solicitado la
intervención de las grandes potencias europeas, pero éstas no
tenían intención alguna de indisponerse con los Estados Unidos por
defender a España. Tras un intenso debate, el 7
de abril el gobierno estadounidense recibió una nota
firmada por representantes de Alemania, el Imperio Austro-Húngaro,
Francia, Gran Bretaña, Italia y Rusia en la que abogaban
tibiamente por una solución pacífica, y que recibió una
contestación cordial que probablemente había sido pactada de
antemano con las mismas potencias que habían presentado la nota.
Ese día se estrenó en París Quatro pezzi sacri, que
agrupaba las cuatro composiciones litúrgicas de Giuseppe Verdi,
dos de ellas compuestas años atrás: el Ave Maria y los Laudi
alla Vergine Maria, y otras dos más recientes, el Te
Deum, y el Stabat Mater que acababa de componer con
85 años.
El 8 de abril un ejército
anglo-egipcio de 14.000 hombres bajo el mando del general Horatio
Herbert Kitchener derrotó a unos 15.000 mahdistas bajo el
mando de Osman Digna en la batalla de Atbara, en Sudán.
Los mahdistas dejaron unos 3.000 muertos y heridos y unos 2.000
prisioneros, frente a menos de un centenar de muertos y unos 500
heridos en el bando contrario.
España también había recurrido al Papa León XIII, quien realizó
gestiones diplomáticas con los Estados Unidos, que en sí mismas no
sirvieron de nada, pero permitieron al gobierno español suavizar
su cesión al ultimátum estadounidense presentándolo ante a opinión
pública como sugerencia del Papa. El 9 de
abril envió su respuesta a los Estados Unidos, pero ésta
fue considerada evasiva y la presión sobre el presidente McKinley
para que interviniera en Cuba aumentó.
Finalmente, el 11 de abril el
presidente McKinley presentó un informe al Congreso en el que
anuncaba que en Cuba se habían abolido los campos de
concentración, pero a continuación describía el estado de
hacinamiento, el hambre y la enfermedad de los cubanos
concentrados por el gobierno y solicitaba permiso para recurrir a
las armas para poner fin a la guerra de Cuba.
El 16 de abril el venezolano José
Manuel Hernández se enfrentó en Mata Carmelera a un
ejército del gobierno dirigido por el ex presidente Joaquín Crespo
y, pese a su inferioridad numérica, resultó vencedor.
En Corea, el líder donghak Choe Si-hyeong fue capturado, juzgado
con rapidez (porque estaba enfermo y querían matarlo antes de que
se muriera) y ejecutado. A finales del año anterior había
nombrado sucesor al frente del movimiento donghak a Son
Byong-hi, que tras la ejecución de su maestro pidió asilo
político en Japón. Ese año se inauguró en Corea la primera central
eléctrica, construida por una empresa estadounidense.
El 20 de abril el presidente McKinley
dio su visto bueno a una resolución conjunta de las dos cámaras
del Congreso sobre Cuba. Su texto era el siguiente:
Por cuanto: el aborrecible estado de cosas que ha existido, durante los tres últimos años, en la isla de Cuba, tan próxima a nuestro territorio, ha herido el sentido moral del pueblo de los Estados Unidos y afrentado la civilización cristiana, y ha culminado en la destrucción de un barco de guerra de los Estados Unidos con doscientos sesenta y seis de sus oficiales y tripulantes, mientras se hallaba de visita amistosa en el puerto de La Habana, y tal estado de cosas no puede ser tolerada por más tiempo, según manifestó ya el Presidente de los Estados Unidos en su mensaje al Congreso de 11 de abril de 1898, invitando a éste a que adopte resoluciones:
Por tanto: Se resuelve por el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América, reunidos en Congreso:
Primero, Que el pueblo de la isla de Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente.
Segundo. Que es el deber de los Estados Unidos exigir, como el Gobierno de los Estados Unidos por la presente exige, que el Gobierno de España renuncie inmediatamente su autoridad y gobierno en la isla de Cuba y retire del territorio de ésta y de sus aguas, sus fuerzas militares y navales.
Tercero. Que por la presente se da orden y autoridad al Presidente de los Estados Unidos para usar en su totalidad las fuerzas militares y navales de los Estados Unidos, y para llamar a servicio activo la milicia de los diferentes Estados de los Estados Unidos hasta donde sea necesario para llevar a efecto esta resolución.
Cuarto, Que los Estados Unidos por la presente declaran que no tienen deseo ni intención de ejercer soberanía, jurisdicción o dominio sobre dicha Isla, excepto para su pacificación, y afirman su determinación, cuando ésta se haya conseguido, de dejar el gobierno y dominio de la Isla a su pueblo.
El cuarto punto, conocido como la enmienda Teller, había
sido propuesto a última hora por el senador Henry M. Teller,
y fue aprobado por 311 votos a favor frente a 6 en contra.
Inmediatamente McKinley envió a España un nuevo ultimátum en el
que ahora exigía su retirada de Cuba. Antes de recibir respuesta,
el 21 de abril la armada estadounidense
bloqueó Cuba. El 23 de abril España
declaró la guerra a los Estados Unidos. La marina estadounidense
contaba con unos 28.000 hombres y había iniciado una campaña para
reclutar otros 50.0000, y unos 220.000 voluntarios respondieron a
la llamada (entre civiles y miembros de las unidades estatales de
la Guardia Nacional). El 25 de abril el
Congreso estadounidense declaró que el país estaba en guerra
contra España desde el 21 de abril. Ese mismo día se produjo un
enfrentamiento entre un torpedero estadounidense y una cañonera
española en la bahía de Cárdenas en Cuba. En un breve intervalo,
el barco estadounidense disparó 70 proyectiles, pero sólo uno dio
en el blanco, mientras que los 10 disparos del buque español
causaron daños considerables en el torpedero, que tuvo que
retirarse.
La opinión pública estadounidense apoyaba mayoritariamente la
guerra. La feminista Elizabeth Cady Stanton, a sus 83 años,
afirmó: Aunque odio la guerra per se, me
alegro de que haya venido en este caso. Me gustaría ver a España
borrada de la faz de la Tierra.
Vicente Blasco Ibáñez publicó su novela La barraca, en la
que narra las duras condiciones de vida del campesinado. El 28 de abril fue elegido diputado. No tardó
en ser encarcelado por sus manifestaciones en contra de la
monarquía.
Hacía ya varios meses que los Estados Unidos habían enviado una
flota a Hong Kong para estar en condiciones de atacar las
Filipinas rápidamente en cuanto se declarara la guerra. El 1 de mayo la flota estadounidense, bajo el
mando del comodoro George Dewey, se acercó a la española
en la bahía de Manila y se inició un combate en el que dos buques
españoles fueron incenciados. En un momento dado, Dewey recibió un
mensaje que parecía indicar que su buque insignia estaba falto de
municiones, por lo que ordenó la retirada, tras haber dejado
pertrecha la flota española. Ésta estaba bajo el mando del
contralmirante Patricio Montojo, que ante la retirada
estadounidense desembarcó en la isla de Cavite para
curarse de una contusión en una pierna. Pero Dewey descubrió que
el mensaje sobre la falta de municiones había sido un error, así
que regresó y acabó de destruir dos barcos que estaban siendo
varados junto con un arsenal español. Los estadounidenses 9
heridos, frente a 60 muertos españoles de la escuadra y otros 17
del arsenal. Dewey fue ascendido a almirante, mientras que Montojo
fue encausado por haber abandonado la flota antes de que terminara
la batalla.
El 5 de mayo se produjo una
manifestación de obreros en Milán, organizada por varios
sindicatos que llamaron a la huelga general. El 6 de mayo el gobierno del marqués de Rudinì
anunció la declaración del estado de emergencia en la ciudad, y el
ejército recibió órdenes de evitar disturbios. Ese mismo día los
obreros pretendían realizar otra manifestación y, ante su negativa
de cancelarla, el general Fiorenzo Bava Beccaris ordenó
disparar contra la multitud, con fusiles y cañones. Al final del
día se contaron unos 300 muertos, entre hombres, mujeres y niños.
El 8 de mayo tres cañoneras españolas
atacaron a dos buques estadounidenses en la bahía de Cárdenas,
pero esta vez fueron los españoles los que terminaron en fuga.
El 9 de mayo el ejército italiano usó
la artillería para entrar en el monasterio de Porta Monforte,
en Milán, donde se rumoreaba que se escondían huelguistas. Al
final resultó que sólo había unos mendigos que recibían la caridad
de los frailes. El gobierno cifró las víctimas en 118 muertos y
450 heridos, pero los socialistas las elevaban a 400 muertos y
2000 heridos.
El 11 de mayo un escuadrón
estadounidense acorraló tres barcos españoles en la bahía de
Cárdenas, pero la precisión del tiro español se impuso de nuevo y
los estadounidenses se retiraron con serios daños. Mientras tanto,
otros dos barcos estadounidenses trataron de cortar tres cables
submarinos que llegaban al puerto cubano de Cienfuegos,
que los españoles estaban usando para coordinar sus movimientos.
El primer cable estaba fuera del alcance de tipo de los españoles
y fue cortado sin dificultad. El segundo fue cortado bajo el fuego
enemigo y el tercero no pudo ser cortado, porque los españoles
enviaron numerosos refuerzos para evitarlo.
El 12 de mayo otra flota
estadounidense atacó la fortaleza de San Juan en Puerto
Rico. El bombardeo no fue muy eficiente y la flota se retiró al
cabo de un tiempo.
El 19 de mayo Emilio Aguinaldo regresó
de su exilio dispuesto a dirigir una nueva insurrección contra el
dominio español en las Filipinas.
El 24 de mayo Emilio Aguinaldo asumió
el mando de los rebeldes filipinos.
El 30 de mayo el químico británico
William Ramsay, en colaboración con Morris William
Travers, partió de aire líquido y fue evaporando
fraccionadamente sus componentes hasta obtener un residuo en el
que encontró un nuevo gas, un nuevo elemento químico al que dio el
nombre de kriptón (que en griego significa "oculto"). Unas
semanas más tarde pudieron comprobar que, tras eliminar el kriptón
del aire líquido, todavía quedaba otro gas, que emitía luz roja
brillante cuando se le aplicaba una descarga eléctrica. A
sugerencia del hijo de Ramsay, fue llamado neón (del
griego "nuevo").
El 5 de junio José Manuel Hernández y
Joaquín Crespo se enfrentaron nuevamente, esta vez en Churuguara,
y el segundo resultó muerto, aunque Hernández perdió la batalla.
El 7 de junio una flota estadounidense
logró cortar los cables submarinos que comunicaban el puerto
cubano de Guantánamo con Haití. El 10
de junio se inició un desembarco y los marines instalaron
un campamento que el 11 de junio fue
atacado por guerrillas españolas, mantenidas a raya por la
artillería estadounidense.
En teoría, la emperatriz Cixi llevaba nueve años retirada del gobierno de China, desde que su sobrino, el emperador Guanxu, había cumplido los 18 años. Sin embargo, recibía regularmente informes de la situación del país y a ella acudían los ministros cuando había que tomar alguna decisión importante. Durante la guerra sino-japonesa había sido ella quien había llevado las riendas del gobierno. Pero el desastre que supuso la guerra y la evidencia de que las potencias europeas estaban reduciendo sensiblemente la autoridad efectiva del gobierno chino había llevado a algunos sectores a la conclusión a la que los japoneses habían llegado años antes: la necesidad de occidentalizar China. Hasta entonces, lo único que China había asimilado de Europa era la compra de armas modernas y la instalación de fábricas de municiones, pero a pesar de ello y contra todo pronóstico, había sido derrotada por Japón, con un armamento algo inferior. Pero es que Japón no sólo contaba con armamento europeo, sino también con instructores militares europeos y con una selección de funcionarios y dirigentes basada en patrones europeos, y con escuelas y universidades en las que se enseñaba la ciencia europea, etc. Los progresistas lograron el apoyo del emperador, que finalmente se decidió a iniciar una campaña drástica de reformas. Éstas incluyeron la modernización del sistema tradicional de exámenes para acceder a los cargos públicos, la eliminación de "sinecuras" (cargos sin responsabilidades que, no obstante, tenían un salario asociado), la creación de un sistema educativo moderno que incidiera en la matemática y la ciencia en vez de en los textos de Confucio, la transición a una monarquía constitucional, la aplicación de los principios de la economía capitalista, potenciación de la industria fomentando la creación de fábricas, el comercio y el capitalismo, y la reestructuración del ejército.
El 12 de junio Emilio Aguinaldo
proclamó la independencia de las Filipinas.
En Venezuela, José Manuel Hernández fue hecho prisionero en El
Hacha. Así terminó su revuelta.
La fiebre del oro desatada en el Klondike había hecho aumentar de
tal modo la población de la zona que el gobierno canadiense la
convirtió en un territorio independiente, con el nombre de
territorio de Yukon. Sin embargo, a partir de ese año la
afluencia de aventureros empezó a decrecer y muchos de los que
llegaban no tardaban en marcharse.
El 13 de junio unos 60 rebeldes
cubanos se unieron a los marines estadounidenses acampados en
Guantánamo. Los marines estaban agotados. Llevaban 100 horas sin
haber tenido ocasión de dormir, acosados por los españoles.
Mientras tanto de la base española en Cienfuegos salió el Diego
Velázquez al encuentro de un barco de vapor que había sido
detectado en alta mar. Suponían que se trataba del Purísima
Concepción, cuya llegada se esperaba para esas fechas, pero
se trataba del Yankee, un barco de guerra estadounidense
que esperaba al Purísima Concepción. El Yankee
empezó a disparar y a perseguir al barco español que marchaba de
vuelta al puerto y recibió varios impactos. Llegado a Cienfuegos,
mientras el Yankee se enfrentaba a las baterías del
puerto, el Diego Velázquez desembarcó a los heridos,
recibió refuerzos y salió acompañado de otros dos barcos y a
partir de ahí las fuentes difieren: los españoles dijeron que el
barco estadounidense se retiró y los estadounidenses que lo
hicieron los españoles.
Los cubanos aconsejaron a los estadounidenses acampados en
Guantánamo que atacaran una guarnición española de 500 hombres que
protegía la única fuente de agua potable de la zona, con lo que
esperaban que los españoles, si la perdían, tendrían que
retirarse. La operación se inició el 14 de
junio y contaba con el apoyo de una cañonera. Por la
tarde los españoles habían huido de la guarnición.
El 15 de junio, tras varias semanas de
campaña, los rebeldes filipinos se hicieron con la provincia de Tabayas.
Habían reunido unos 53.000 hombres, que se enfrentaron a unos
4.700 españoles.
El 16 de junio dos buques
estadounidenses destruyeron la artillería de la fortaleza cubana
de Cayo del Toro.
Mientras tanto se firmaba un nuevo tratado de anexión de Hawai a
los Estados Unidos. El Senado dudó en ratificarlo, pero durante la
guerra las islas habían adquirido un notable interés estratégico y
Francia y Japón habían mostrado interés en anexionárselas, así que
finalmente fue aceptado.
El 20 de junio una flotilla
estadounidense llegó a la isla de Guam, cercana a las
Filipinas y disparó contra una fortaleza española. Los disparos
fueron tan poco certeros que los habitantes de la isla pensaron
que eran un saludo con salvas, y trataron de conseguir un cañón
con que responder cortésmente. Las autoridades españolas enviaron
una barca con una representación que constaba del oficial al mando
en el puerto, un médico y un intérprete. Para su sorpresa, el
capitán Henry Glass les informó de que sus países
respectivos estaban en guerra, y les ordenó rendir la isla. El
oficial, que acababa de enterarse de que había una guerra,
respondió que no estaba en condiciones de tomar ninguna decisión
en ese momento, así que fue devuelto a la isla con la notificación
de que al día siguiente enviaría a un oficial para establecer los
términos de la rendición. En Guam no había ninguna clase de
armamento capaz de oponer ninguna resistencia, así que el 21 de junio los estadounidenses ocuparon la
isla.
El 22 de junio empezó el desembarco de
unos 17.000 marines en Santiago de Cuba. Mientras tanto dos barcos
españoles trataron de romper el bloqueo estadounidense en San
Juan, pero tuvieron que regresar a puerto con daños graves.
La guerra Hispano-estadounidense fue la primera guerra
documentada cinematográficamente. La compañía de Thomas Edison
grabó varias escenas de entrenamientos de tropas, desembarcos y
batallas.
De entre las películas que se produjeron ese año destaca una del
británico Robert William Paul titulada Come along,
do!, de un minuto y medio de duración, que trata sobre un
hombre que mira con gran atención una estatua de una mujer desnuda
provocando el enfado de su esposa. Su interés radica en que es la
primera película en la que se suceden dos escenas consecutivas: en
la primera escena se ve al matrimonio a la entrada de una
exposición de arte y en la segunda escena se ve lo que hacen en el
interior. Mientras tanto Georges Méliès empezaba a producir
películas "largas", de dos o tres minutos de duración, a menudo
con trucos de cámara que eran muy apreciados por el público. La
competencia hizo que otros productores empezaran a rodar películas
cada vez más largas.
La Société des Gens des Lettres había encargado a Rodin
un monumento a Balzac, pero cuando estuvo terminado se negó a
aceptarlo. La prensa lo ridiculizó, aunque algunos admiradores
firmaron un manifiesto en su defensa, entre ellos Claude Monet,
Claude Debussy o el periodista Georges Clemenceau.
El 23 de junio Emilio Aguinaldo fue
elegido presidente de la República Filipina.
Cumpliendo los acuerdos establecidos con los británicos, los
etíopes contribuyeron a la guerra contra los mahdistas. El ras
Mekonnen, al frente de 30.000 hombres, derrotó tres veces a los
mahdistas y el 24 de junio estaba de
regreso en Harar.
Ese mismo día se produjo el primer enfrentamiento en tierra de
envergadura entre tropas españolas y estadounidenses en Las
Guásimas, cerca de Santiago de Cuba. Unos 1.300 hombres,
entre estadounidenses y cubanos, se enfrentaron a unos 1.500
españoles. El combate no pasó de una pequeña escaramuza con
escasas bajas en ambos bandos y de la que todos quedaron más o
menos satisfechos. Los españoles se retiraron considerando que ya
habían hecho suficiente y los estadounidenses mantuvieron la
posición por unos días, pero viendo que no tenía un gran valor
estratégico terminaron abandonándola.
El 28 de junio los españoles trataron
de romper por segunda vez el bloqueo estadounidense en San Juan de
Puerto Rico, y lograron introducir suministros en la isla a costa
del hundimiento de uno de sus buques de guerra.
El rey Humberto I de Italia había felicitado al general Bava
Beccaris por la represión de los huelguistas milaneses y le otorgó
una condecoración. En palabras del monarca, por haber rendido un
gran servicio al rey y al país. Esto provocó la indignación
incluso de los sectores conservadores y parte del clero, que
condenaron que se hubiera disparado contra civiles indefensos.
Estos hechos terminaron con la dimisión el 29
de junio del marqués de Rudinì, que fue sucedido por el
general liberal Luigi Pelloux.
Los dos partidos políticos principales de Japón se habían unido
bajo el liderazgo de Okuma Shigenobu, que ganó las
elecciones con una mayoría aplastante y así el primer ministro Ito
se vio obligado a dimitir. El 30 de junio
fue sucedido por Okuma.
Ese mismo día los estadounidenses realizaron un intento frustrado
de desembarcar suministros para los rebeldes cubanos en Tayacoba.
Al mismo tiempo, los españoles frustraron también un intendo de
bloqueo al puerto de Manzanillo.
El 1 de julio los estadounidenses
tomaron posiciones en alturas cercanas a Santiago de Cuba, tras
derrotar a los españoles en El Caney y en Las Colinas
de San Juan. En la primera participaron unos 7.000 soldados
y 400 cubanos, mientras que en la segunda lucharon 15.000 solados
y 4.000 guerrilleros cubanos. Las fuerzas españolas eran muy
inferiores. Desde las posiciones tomadas, los estadounidenses
estaban en condiciones de atacar la flota española anclada en
Santiago tanto desde tierra como desde el mar. El 3 de julio el almirante Pascual Cervera,
comprendiendo que su flota no estaba segura en el puerto, ordenó
su salida. Si lo hubiera hecho durante la noche o en un día de mal
tiempo, tal vez habría tenido una oportunidad, pero lo hizo a la
luz del día y sus barcos fueron atacados por tierra y por mar. Un
barco fue hundido y los demás capturados. Las bajas fueron de 371
muertos, 151 heridos y 1670 prisioneros. Los estadounidenses
contaron un muerto y un centenar de heridos. Al mismo tiempo, los
estadounidenses iniciaban un asedio a Santiago de Cuba, pero una
columna de apoyo logró cruzar las líneas estadounidenses, con lo
que la ciudad pasó a contar con un total de 13.500 defensores. Los
estadounidenses contaban con unos 15.000 soldados de infantería y
4.500 guerrilleros cubanos. El 4 de julio
un alto el fuego permitió evacuar unos 20.000 civiles.
Ese mismo día los parisinos vieron volar un globo
sorprendentemente pequeño. Lo había diseñado un ingeniero
brasileño de 25 años llamado Alberto Santos Dumont (sus
abuelos paternos eran franceses y Alberto había estudiado
ingeniería en Francia, donde residía desde hacía seis años).
Interesado en el problema de la maniobrabilidad, empezó entonces a
diseñar un dirigible propulsado por un motor de gasolina.
Samuel Pierpont Langley había hecho volar con éxito varios
modelos de aviones no tripulados, catapultados desde el río
Potomac. Esto hizo que el departamento de guerra de los Estados
Unidos se interesara por su trabajo y le financiara un proyecto
para construir un avión tripulado que Langley bautizó como aeródromo
(que corre por el aire).
El 7 de julio el nuevo ministro de
Guerra francés, Godefroy Cavaignac, afirmó ante el
parlamento que disponía de tres documentos que dejaban la
culpabilidad de Dreyfus fuera de toda duda. Los diputados lo
ovacionaron y votaron la impresión de carteles con los tres
documentos, que fueron colocados en todos los municipios de
Francia. Sin embargo, con esto Cavaignac reconocía que la defensa
de Dreyfus no había tenido acceso a toda la documentación del
caso, por lo que las peticiones de revisión del juicio cobraban
mayor fuerza. El 8 de julio el coronel
Picquart contestó en Le Temps que dos de los documentos
alegados por el ministro no tenían que ver con el caso y el
tercero parecía ser una falsificación.
El 12 de julio Ramsay y Travers
encontraron un tercer gas en el residuo del aire líquido, y a éste
lo llamaron xenón, (del griego "extranjero").
El 13 de julio el coronel Picquart fue
encarcelado.
El 15 de julio Jules Méline fue
sucedido por Henri Brisson como presidente del consejo de
ministros francés.
El 17 de julio, tras haber sufrido
días de intensos bombardeos, Santiago de Cuba se rindió a los
estadounidenses. El acuerdo de rendición incluía la entrega de las
ciudades de Guantánamo y San Luis.
Un empleado de la compañía de teléfonos de Copenhague llamado Valdemar
Poulsen patentó un aparato al que llamó telegráfono,
pues su finalidad era grabar mensajes telefónicos en ausencia del
destinatario de la llamada. No funcionaba muy bien, pero su
interés reside en que suponía una forma de grabar sonido
totalmente distinta a la que usaban los fonógrafos y gramófonos de
la época: el sonido se grababa en un cable de acero mediante un
electroimán. Se trataba, pues, de la primera grabación magnética
del sonido.
Tras un periodo dedicado a la política Camilo Golgi volvió a la
investigación científica y se centró en el estudio de la
estructura de las células. Ese año descubrió un sistema re
conductos que hoy se conoce como aparato de Golgi.
Un médico francés llamado Paul-Louis Simond estaba en la
India experimentando un suero contra la peste bubónica, y se fijó
en que algunos enfermos tenían señales parecidas a la picadura de
un insecto. Se sabía que las ratas transmiten el bacilo de la
peste, pero Simond conjeturó que no eran las ratas mismas quienes
lo transmitían a los humanos, sino la pulga de la rata. En efecto,
examinando pulgas al microscopio pudo observar que también
transmiten el bacilo de la peste, y su descubrimiento fue un gran
paso para combatir la difusión de la enfermedad.
Seis años atrás, un bacteriólogo ruso llamado Dimitri
Ivanovski estaba estudiando el mosaico del tabaco, y
descubrió que el jugo de las hojas de plantas afectadas por la
enfermedad podía transmitir ésta a otras plantas sanas. Trató
entonces de aislar el germen causante de la enfermedad filtrando
dicho jugo mediante un finísimo filtro de porcelana, cuyos
agujeros eran tan finos que ninguna bacteria podía atravesarlos.
Sin embargo, Ivanovski observó que el jugo filtrado seguía
transmitiendo la enfermedad, por lo que concluyó que sus filtros
debían de ser defectuosos. Sin embargo, ahora un bacteriólogo
holandés llamado Martinus Willem Beiherinck repitió el
experimento y concluyó que el agente causante del mosaico del
tabaco era muchísimo más pequeño que una bacteria. El microscopio
no dejaba ver nada en el jugo filtrado, y además no se reproducía
en un tubo de ensayo, al contrario de lo que sucede con las
bacterias, que proliferan en los cultivos de laboratorio. Por ello
Beiherinck pensó que el agente en cuestión no debía de ser un ser
vivo, sino una molécula, aproximadamente del tamaño de una
molécula de azúcar, y lo denominó virus filtrable (de la
palabra latina que significa "veneno"). Ese mismo año el alemán Friedrich
August Johannes Löffler constató que el agente causante de
la glosopeda era también un virus filtrable.
Hacía 35 años que el (ya fallecido) empresario alemán Friedrich
Bayer había fundado la empresa farmacéutica que seguía
llevando su nombre. Ahora sacaba a la venta un nuevo fármaco, un
sedante derivado de la morfina que pretendía ser menos adictivo y
que se proponía como tratamiento para la tos. Se comercializó con
el nombre de heroína.
Marie Curie había determinado que el uranio obtenido a partir del
mineral llamado pechblenda era cuatro veces más radiactivo que el
uranio proveniente de otras fuentes, lo que la había llevado a
conjeturar que en la pechblenda había otro elemento radiactivo. Su
marido Pierre dejó sus investigaciones sobre la piezoelectricidad
para colaborar con ella en el estudio de la pechblenda.
Finalmente, el 18 de julio anunciaron
el descubrimiento de un nuevo elemento radiactivo al que llamaron
polonio, por la políticamente inexistente patria de Marie.
Sin embargo, no lograron aislarlo.
La flota estadounidense destruyó una flota de diez barcos
españoles en Manzanillo, aunque los españoles mantuvieron el
control sobre la ciudad.
Ese mismo día tenía que celebrarse el nuevo juicio contra Zola,
que había sido pospuesto durante unos meses, pero el escritor
recibió el consejo de huir a Gran Bretaña con su esposa y así lo
hizo.
El 21 de julio la flota estadounidense
derrotó una vez más a una flota española en la bahía de Nipe.
Un barco fue destruido y otro destruido deliberadamente por los
españoles para que no cayera en manos enemigas. Fue un paso previo
para una campaña contra Puerto Rico. El 25 de
julio 3.300 soldados desembarcaron en Guánica.
El 30 de julio llegó un nuevo
contingente de tropas estadounidenses a las Filipinas. En total
había ya unos 12.000 soldados estadounidenses en las islas, a las
que se unieron los guerrilleros de Emilio Aguinaldo y pronto se
montó un asedio sobre Manila, la capital.
Ese mismo día murió el ex canciller alemán Otto von Bismarck.
Dejó unas memorias en las que desacreditaba al emperador Guillermo
II.
Nikola Tesla hizo una demostración en el Madison Square Garden de
un barco dirigido por control remoto al que llamó teleautomaton.
La gente elaboró diversas teorías sobre lo que estaban
presenciando: desde los que consideraban que era magia, hasta los
que pensaban que era telepatía, aunque a los más avispados no se
les pasó la explicación más simple: había un mono amaestrado
dentro del barco. Tesla trató de vender al ejército estadounidense
su idea de construir torpedos dirigidos por radio, pero el
ejército no mostró mucho interés.
El 7 de agosto Miguel Antonio Caro
dejó la presidencia de Colombia tras haber amañado que el cargo
pasara al octogenario Manuel Antonio Sanclemente, que
sería un presidente títere que le permitiría seguir gobernando en
la sombra. Para mayor seguridad también dispuso que la
vicepresidencia la ocupara otro anciano: José Manuel
Marroquín, de 71 años.
Tras varias victorias consecutivas en Puerto Rico, el 9 de agosto las tropas estadounidenses se
encontraron con una fuerte resistencia en Aibonito.
Fermín Jáudenes, el gobernador de Manila, temía un saqueo
si rendía la ciudad a los rebeldes, así que, durante las
negociaciones de rendición de la ciudad, el 10
de agosto llegó a un acuerdo con los estadounidenses para
que la ciudad se rindiera a éstos tras un combate simulado con la
condición de que los estadounidenses organizaran la batalla de
modo que los filipinos no participaran en ella. Se pactó un
bombardeo a unas viejas fortificaciones seguidas de una petición
de rendición que sería aceptada.
Cumplidos todos los trámites, el 12 de agosto
se izó la bandera estadounidense en la capital hawaiana, que
pasaba a ser un nuevo territorio estadounidense. El presidente
Dole pasó a ser el gobernador del territorio. Pocos nativos
asistieron a la ceremonia. La mayoría, incluida la derrocada reina
Liliuokalani, permanecieron en sus casas en señal de protesta.
El 13 de agosto un ayudante del
ministro Cavaignac descubrió indicios que el documento que más
implicaba a Dreyfus parecía haber sido manipulado. Cavaignac no
reveló este hecho, pero organizó una comisión de investigación que
citó a Esterházy, y éste fue presa del pánico y reconoció que
había realizado las acciones de espionaje que se atribuían a
Dreyfus.
Mientras tanto el presidente McKinley firmaba un alto el fuego
con el embajador francés, que actuaba en nombre de España. A la
espera de las debidas negociaciones, España se reconocía dispuesta
a renunciar a su soberanía sobre Cuba, Puerto Rico y las
Filipinas. Sin conocer todavía estos hechos, los oficiales
estadounidenses iniciaron el ataque simulado a Manila según lo
previsto. Aunque hubo algunos derramamientos de sangre fuera de
control, a grandes rasgos todo salió según lo previsto y Manila se
rindió a los estadounidenses, que ocuparon la ciudad y previnieron
cualquier posible intento de saqueo por parte de los filipinos.
El 22 de agosto murió el rey Malietoa
Laupepa, de Samoa. Había sido aceptado tras una larga
disputa sucesoria acallada por las potencias europeas que habían
terminado repartiéndose el archipiélago, y ahora las disputas
volvieron a empezar. Los británicos y los estadounidenses
reconocieron como sucesor a su hijo Malietoa Tanumafili,
pero la mayoría de los samoanos prefería a Mata'afa Iosefo,
que uno de los principales jefes tribales de las islas.
El 23 de agosto zarpó de Londres a
bordo de La Cruz del Sur una expedición científica
dirigida por el profesor Carsten Borchgrevink (británico
de origen noruego) con la misión de explorar la Antártida.
Las potencias europeas que mantenían el control sobre Creta tras
la guerra greco-turca propusieron como gobernador de la isla al
príncipe Jorge de Grecia, hijo del rey Jorge I. El 25 de agosto (cuando el príncipe todavía no
se había trasladado a la isla) un grupo de turcos disconformes
organizó un motín en el que murieron centenares de cristianos,
diecisiete soldados británicos y el cónsul británico en Creta.
Esto sirvió para que las potencias europeas terminaran de expulsar
de la isla a los últimos soldados otomanos.
El 27 de agosto la República Mayor de
Centroamérica (integrada por El Salvador, Honduras y Nicaragua)
cambió su nombre por el de Estados Unidos de Centroamérica.
El 30 de agosto Hubert-Joseph
Henry, un oficial que había estado a las órdenes del coronel
Picquart cuando éste empezó a investigar el caso Dreyfus, se vio
obligado a confesar ante el ministro Cavaignac que había
falsificado el documento que éste había presentado como prueba
principal de la culpabilidad de Dreyfus para desacreditar a
Picquart. Inmediatamente fue encarcelado y el 31
de agosto se lo encontró degollado en su celda con su
navaja de afeitar.
El 1 de septiembre el ejército del
general Kitchener descubrió en Omdurmán el grueso del
ejército mahdista, que constaba de más de 50.000 hombres bajo el
mando del propio Abdallahi ibn Muhammad. Kitchener distribuyó a
sus hombres (8.200 británicos y 17.600 egipcios) y se dispuso a
recibir un ataque. Éste se produjo el 2 de
septiembre. Los mahdistas atacaron frontalmente, pero sus
viejos fusiles no podían hacer nada contra el potente armamento
británico. Sus primeras oleadas fueron abatidas completamente y no
llegaron a menos de 50 metros del frente británico. Sin haber
derrotado completamente al enemigo, Kitchener ordenó avanzar sobre
Omdurmán. Su retaguardia sufrió una nueva acometida, pero no tuvo
problemas en mantener a los mahdistas a distancia con las
ametralladoras. Los mahdistas dejaron más de 10.000 muertos y unos
13.000 heridos, además de unos 5.000 prisioneros. Los británicos
sólo contaron 47 muertos y 340 heridos. Abdallahi ibn Muhammad,
viendo su ejército destrozado, huyó hacia el sur con unos pocos
seguidores.
Ese mismo día murió Wilford Woodruff, el cuarto presidente de la
Iglesia mormona. Había tenido siete u ocho esposas, que le habían
dado treinta y tres hijos. Fue sucedido por Lorenzo Snow,
de 84 años, con nueve esposas y cuarenta y dos hijos. Para
resolver los problemas económicos de la Iglesia instauró el
diezmo, por el que cada mormón debía donar a la Iglesia la décima
parte de sus ingresos.
Cavaignac, que, a pesar de ser el principal responsable del
esclarecimiento de los hechos, seguía negándose a admitir la
inocencia de Dreyfus y fue obligado a dimitir el 3 de septiembre. No hizo nada para evitar
que Esterházy huyera a Gran Bretaña. Los detractores de Dreyfus
convirtieron a Henry en un héroe.
Desde la muerte de su hijo Rodolfo, la emperatriz Isabel de
Baviera vestía de luto, había aumentado la fobia que ya tenía a
ser fotografiada y apenas visitaba a su marido, el Emperador
Francisco José I (con quien, no obstante, mantenía una
correspondencia cordial). Pasaba la mayor parte del tiempo
viajando por el mediterráneo en un barco de vapor de su propiedad
llamado Miramar. Se había construido un palacio en la isla
de Corfú, el Achilleion. El 10 de
septiembre se encontraba en Ginebra y, cuando salió de su
hotel junto a una dama de compañía, fue empujada bruscamente por
un italiano llamado Luigi Lucheni. Los viandantes lo
vieron como un mero incidente con un gamberro, pero detuvieron a
Lucheni y lo entregaron a la policía. Sin embargo, ni la propia
Sisí había advertido que Lucheni le había clavado un estilete
cerca del corazón. Tuvo una hemorragia interna que, tras varios
desmayos, le provocó la muerte unas horas más tarde.
Lucheni era un anarquista que, tras enterarse del apoyo que el
rey Humberto I había mostrado a la represión de la huelga de
obreros en Milán, se había propuesto realizar un atentado. Al
parecer, el plan de Lucheni había sido asesinar a Luis Felipe III,
el pretendiente orleanista a la corona de Francia, pero cuando se
enteró por la prensa de que su visita a Ginebra había sido
cancelada y que la emperatriz se encontraba en la ciudad, cambió
su plan.
El 15 de septiembre se reunió por
primera en Malolos la Asamblea de Representantes de la
República Filipina.
El 18 de septiembre Kitchener llegaba
con su ejército a la pequeña ciudad sudanesa de Fachoda, junto al
Nilo. Allí llegaba también una expedición francesa bajo el mando
del mayor Jean-Baptiste Marchand. El proyecto colonial de
Francia en África preveía unir sus posesiones orientales y
occidentales, mientras que los británicos aspiraban a realizar una
idea que había concebido Cecil Rhodes: construir una carretera From
Cape to Cairo (desde la Ciudad del Cabo hasta El cairo),
atravesando exclusivamente, por supuesto, territorio británico.
Fachoda se convirtió en el punto de encuentro de ambos proyectos
expansionistas incompatibles entre sí. El encuentro fue amistoso.
Marchand y Kitchener mantuvieron relaciones cordiales y cada uno
instó al otro a que se retirara de Sudán. Sin llegar a un acuerdo,
ambos acamparon en la zona y esperaron que la diplomacia hiciera
su trabajo. Tanto la opinión pública de Francia como la de Gran
Bretaña estallaron en manifestaciones patrióticas contra la otra
parte. Sin embargo, lo cierto era que, de acuerdo con los
criterios establecidos en la Conferencia de Berlín, tras
sus victorias sobre los mahdistas, Gran Bretaña tenía el control
militar efectivo de Sudán y ello le daba derecho frente a Francia
a reclamar el territorio.
El 20 de septiembre Alberto Santos
Dumont probó en París su Dirigible Número 1, con motor de
gasolina.
El sector más conservador de la aristocracia china vio con
espanto las reformas que estaba impulsando el emperador Guanxu,
así que con el apoyo de la emperatriz Cixi el 21
de septiembre tuvo lugar un golpe de estado por el que
Guanxu fue relegado a un arresto domiciliario de por vida y todos
los edictos reformistas fueron derogados. Los principales
colaboradores de Guanxu fueron ejecutados. Cixi retomó
oficialmente su cargo de regente de China. Terminó así la que se
conoció como La reforma de los cien días.
El 12 de octubre Julio Argentino Roca,
tras haber ganado unas elecciones debidamente amañadas según el
protocolo, sucedió a José Evaristo de Uriburu como presidente de
la República Argentina.
Entre los apoyos que había tenido la emperatriz Cixi para retomar
el gobierno de China se encontraba una sociedad secreta de
descontentos con los occidentales. Se hacían llamar La
Sociedad de los Puños Rectos y Armoniosos, debido a una
forma de artes marciales que practicaban con los puños que,
combinadas con la oración y otros rituales, los volvían inmunes a
las armas de fuego (cañones incluidos), e incluso los hacía
capaces de volar (o eso les hacían creer los maestros que
reclutaban principalmente jóvenes fuertes y atléticos). Los
británicos, como no vieron que los puños armoniosos volaran ni que
detuvieran balas, pero sí que los veían boxear, los llamaban boxers
(boxeadores) y con ese nombre se les conoce. Recíprocamente, los boxers
llamaban demonios a los extranjeros, y miraban con malos ojos
especialmente a los misioneros cristianos, pero también a los
chinos convertidos al cristianismo o a los chinos que trabajaban
para extranjeros. Un grupo de boxers atacó la comunidad
cristiana de la ciudad de Liyuantun, donde existían
tensiones desde que treinta años atrás un templo taoísta fue
entregado a los cristianos para que lo convirtieran en iglesia.
Los boxers emplearon por primera vez la consigna: Apoyad
a los Qing, destruid a los extranjeros.
El gobernador de Tigré, el ras Mengesha Yohannes, se
había rebelado contra el emperador Menelik II de Etiopía, y éste
envió un ejército de 40.000 hombres bajo el mando del ras
Mekonnen, que salió de Harar el 20 de octubre.
Ese mismo día Henri Brisson se vio obligado a presentar su dimisión como como presidente del consejo de ministros francés debido a las tensiones que estaba ocasionando el caso Dreyfus (Brisson había recomendado a Mathieu Dreyfus que solicitara la revisión del consejo de guerra contra su hermano). Fue sustituido por Charles Dupuy.
El 29 de octubre se admitió a trámite
una demanda presentada por Mathieu Dreyfus para la revisión del
juicio contra su hermano.
El 2 de noviembre Theodor Herzl fue
recibido por el Kaiser Guillermo II como parte de sus movimientos
diplomáticos para la creación de un estado judío.
El 3 de noviembre el mayor Marchand
recibió órdenes de retirarse de Fachoda, reconociendo la soberanía
británica sobre Sudán. Tanto Francia como Alemania pensaban que
tarde o temprano estallaría una guerra entre ambos países para
saldar cuentas pendientes, y el gobierno francés no quiso
deteriorar unas valiosas buenas relaciones con Gran Bretaña por un
territorio remoto en África al cual habían llegado demasiado
tarde. Pronto se organizó una nueva expedición destinada a
apoderarse de la región del lago Chad, bajo el mando del capitán Paul
Voulet.
La fábrica de neumáticos Michelin creó un clásico de la
publicidad cuando el diseñador O'Galop (pseudónimo
de Marius Rossillon) creó un cartel en el que se veía a un
hombre levantando una copa en actitud de bridis, de modo que en la
parte superior se leía la frase latina Nunc est bibendum
(es momento de beber) y bajo se explicaba: El neumático
Michelin se bebe los obstáculos. Édouard Michelin lo
consideró un tanto forzado y sugirió algunos cambios: el hombre
fue sustituido por un personaje hecho de aros de caucho blancos,
la copa que levantaba estaba llena de cristales y clavos, y a su
alrededor había otros personajes, también hechos de neumáticos,
que se desinflaban. El cartel se hizo popular, y la gente empezó a
llamar Bibendum al personaje, que terminaría convertido en
la mascota de la empresa.
Por esa época se estrenó en París la segunda sinfonía de Mahler.
Claude Debussy abandonó la sala antes de que terminara la
ejecución y luego declaró: Abramos los ojos y cerremos las
orejas. El gusto francés nunca admitirá estos gigantes
neumáticos [etimológicamente = hechos de aire] salvo
como reclamo para Bibendum.
Okuma Shigenobu había llegado al poder en Japón con una coalición
política que no tardó en desmoronarse por disensiones internas,
así que el 8 de noviembre se vio
obligado a dimitir y fue sucedido por Yamagata Aritomo.
Luigi Lucheni reconoció con orgullo haber asesinado a la
emperatriz Isabel de Baviera. El 10 de
noviembre fue condenado a cadena perpetua. Él solicitó la
pena de muerte y, como en Suiza estaba prácticamente abolida,
solicitó su extradición a Italia, donde sí que le podría ser
aplicada. Pero su petición no recibió respuesta, y su deseo de una
muerte gloriosa no le fue concedido. Doce años más tarde se
ahorcaría en su celda con un cinturón.
El 12 de noviembre Enrique Granados
estrenó con gran éxito en Madrid su ópera María
del Carmen.
El 13 de noviembre se produjo un golpe
de estado en El Salvador que derrocó al presidente Rafael Antonio
Gutiérrez. El 14 de noviembre fue
nombrado presidente provisional el general Tomás Regalado.
Rafael Iglesias Castro fue reelegido como presidente de Costa
Rica. Para ello había tenido que realizar la típica reforma
constitucional, pues la constitución prohibía la reelección, y ya
de paso, para simplificar las cosas, impidió que se presentara
cualquier otro candidato.
En los últimos años el parlamento boliviano estaba debatiendo una
propuesta de convertir el país en un estado federal, y entre los
debates estaba la propuesta de trasladar la capital de Sucre a La
Paz. El trasfondo político era que Sucre estaba dominada por los
conservadores, mientras que La Paz era mayoritariamente liberal.
Los habitantes de La Paz consideraban que su ciudad era mayor
(52.000 habitantes frente a los 21.000 de Sucre), una de las más
ricas del país, una de las que más impuestos pagaba, y esos
impuestos se gastaban en construir edificios públicos en Sucre,
con la excusa de que era la capital. El 15 de
noviembre el parlamento aprobó una ley que fijaba
definitivamente la capital en Sucre, y entonces se hizo lo que se
hacía siempre al sur del río Bravo cuando un parlamento aprueba
una ley que no gusta a una parte: los liberales se alzaron en
armas bajo la dirección del general José Manuel Pando y se
inició así una guerra civil.
Ese mismo día Manuel Ferraz de Campos Sales sucedió a
Prudente de Morais como presidente de la república de Brasil.
El 17 de noviembre Umberto Giordano
estrenó en Milán su ópera Fedora.
En la opinión pública estadounidense estaba triunfando el
imperialismo, es decir, la opinión de que los Estados Unidos
debían igualarse a las grandes potencias europeas y construir su
propio imperio colonial. La anexión de Hawai había sido el primer
paso (salvo que contemos también la adquisición de Alaska), y
ahora, a falta de llegar a un tratado de paz definitivo con
España, se abría la posibilidad de apropiarse de Cuba, Puerto
Rico, las Filipinas y la isla Guam. Samoa también estaba en el
punto de mira. Pero este criterio no era unánime. A mediados de
año se había organizado un Comité de Correspondencia
Antiimperialista que el 19 de noviembre
se convirtió en la Liga Americana Antiimperialista, bajo
la presidencia del senador George Sewall Boutwell, que
tenía ya ochenta años, y que había sido secretario del tesoro
durante la presidencia de Grant. Entre sus afiliados destacaban el
ex presidente Cleveland o el escritor Henry James. La principal
actividad de la Liga fue publicar panfletos con argumentos en
contra del imperialismo, en los que se citaba a George Washington,
Thomas Jefferson, o James Monroe, entre otros, intentando concluir
que el imperialismo era contrario a los principios sobre los que
se había fundado la nación.
El 22 de noviembre Pietro Mascagni
estrenó su ópera Iris, ambientada en el Japón legendario.
El 25 de noviembre Emilio Aceval
sucedió a Juan Bautista Egusquiza como presidente del Paraguay.
El diplomático y escritor español Ángel Ganivet había tomado
posesión recientemente del consulado de Riga. Allí cayó en una
depresión y el 28 de noviembre se
suicidó arrojándose al río Dvina. Tenía 32 años. Parece ser que la
derrota de España frente a los Estados Unidos contribuyó a su
depresión. Otra consecuencia literaria del "desastre del 98"
fue que Benito Pérez Galdós se decidió a continuar sus Episodios
Nacionales con una tercera serie.
El 30 de noviembre Tomás Regalado
anunció que El Salvador abandonaba los Estados Unidos de
Centroamérica, que quedaban así reducidos a la federación de
Nicaragua y Honduras. El 1 de diciembre
el dictador nicaragüense José Santos Celaya se desvinculó también.
Unos días más tarde el hondureño Policarpo Bonilla reconoció la
desaparición de la federación.
El 9 de diciembre llegó a Creta como
gobernador el príncipe Jorge de Grecia. Las potencias europeas
evacuaron la isla dejando sólo un pequeño contingente de tropas.
Aunque Creta seguía oficialmente bajo soberanía otomana, una gran
parte de la población turca empezó a abandonar la isla y en un par
de años pasó de constituir la tercera parte a la novena parte del
censo. El príncipe Jorge promulgó una constitución y organizó unas
elecciones en las que fueron elegidos 139 diputados cristianos y
50 musulmanes.
Ruperto Chapí estrenó varias zarzuelas ese año, Los hijos del
Batallón, Pepe Gallardo, La chavala y Curro Vargas.
La última se estrenó el 10 de diciembre.
Ese mismo día se firmó el tratado de París por el que se puso fin
oficialmente a la guerra Hispano-Estadounidense. Los Estados
Unidos habían exigido desde el primer momento la independencia de
Cuba y que Puerto Rico, Guam y las Islas Filipinas quedaran bajo
la soberanía estadounidense. Cuba sería ocupada temporalmente.
Durante las negociaciones, los españoles habían tratado de
introducir algunas condiciones en el tratado, como que Manila les
fuera devuelta (porque había sido tomada después de que se firmara
el armisticio) o que España se desentendiera de la deuda exterior
cubana, que era muy elevada. Sin embargo, los Estados Unidos no
hicieron más concesión que la de ofrecer veinte millones de
dólares por las Filipinas. España temía que si no se llegaba a un
acuerdo, la guerra se trasladaría al otro lado del Atlántico, y
los Estados Unidos podrían acabar quedándose con las Canarias, o
incluso con las Baleares, así que la respuesta oficial que los
representantes españoles transmitieron a los estadounidenses fue:
El Gobierno de Su Majestad, movido por razones nobles de patriotismo y de humanidad, no asumirá la responsabilidad de volver a traer a España todos los horrores de la guerra. Para evitarlos, se resigna a la penosa tarea de someterse a la ley del vencedor, por dura que sea, y como España carece de los medios materiales para defender los derechos que cree que son suyos, se aceptan los únicos términos que los Estados Unidos le ofrecen para la conclusión del tratado de paz.
Los estadounidenses habían tenido unos 400 muertos en combate,
pero otros 2.000 habían muerto por las enfermedades
tropicales.Desde un punto de vista social, la guerra tuvo efectos
muy positivos en los Estados Unidos. En ella lucharon
conjuntamente veteranos de ambos bandos de la guerra civil,
blancos y negros, lo que contribuyó en gran medida a cicatrizar
heridas. Mientras en otros países los derrotados en una guerra
civil tendían a buscar la ocasión de alzarse en armas de nuevo
para tomarse la revancha, en los Estados Unidos los ex
confederados dieron una lección (más) de política al mundo al
reintegrarse completamente en la lealtad a su nación (sin
perjuicio de que también estuvieran dando una lección de vileza al
manipular el espíritu de las leyes antirracistas para mantener
marginados a los negros).
De todos modos, la guerra en Filipinas no había terminado
completamente: desde finales de junio, un grupo de unos 50
españoles permanecía asediado en la iglesia del pueblo filipino de
Baler, bajo el mando del capitán Enrique de Las Morenas
y Fossi. Se habían negado a dar crédito a todas las
informaciones que les transmitían los filipinos sobre el curso de
la guerra y sobre la rendición de España. El capitán Las Morenas
había muerto hacía unas semanas, y en su última orden firmada
instaba a los rebeldes filipinos a rendirse. Desde entonces el
mando de los sitiados recaía en el segundo teniente Saturnino
Martín Cerezo, al que le quedaban 35 soldados, un corneta y
tres cabos, casi todos enfermos, pero se negaba a recibir ninguna
clase de comunicado del exterior. El 14 de
diciembre realizaron una salida por sorpresa, provocaron
un incendio para desconcertar a los filipinos y regresaron
rápidamente a la iglesia con bastantes alimentos y otros
materiales. Los asediados han pasado a la historia como "los
últimos de Filipinas".
El 22 de diciembre Rubén Darío llegaba
a España como corresponsal de un periódico nicaragüense, con el
compromiso de enviar cuatro crónicas mensuales sobre el estado de
España tras su derrota frente a los Estados Unidos.
El 26 de diciembre Pierre y Marie
Curie anunciaron que la pechblenda, aparte de uranio y polonio,
tenía un tercer elemento radiactivo al que llamaron radio.
Lograron obtener trazas de radio mezcladas con bario, pero no
pudieron aislar el radio.
El 27 de diciembre se estrenó en Moscú
la ópera La boyarda Vera Seloga, de Rimski-Kórsakov.
Un actor llamado Konstantín Serguéievich Alekséyev, más
conocido por su nombre artístico de Konstantín Stanislavski,
había fundado hacía unos meses junto al dramaturgo y director
escénico Vladímir Ivánovich Nemiróvich-Dánchenko el Teatro
de Arte de Moscú, y entre ambos se propusieron revolucionar
el estilo de interpretación ruso, eliminando la afectación y la
exageración que lo caracterizaban, entre otros vicios. Para ello
aumentaron los ensayos y cuidaron enormemente la puesta en escena.
En pocos meses estrenaron dieciocho montajes, el primero de los
cuales fue El zar Fiódor Ioánnovich, del ya fallecido Alekséi
Konstantínovich Tolstói, que enseguida hizo ganar a la
compañía un gran número de seguidores, aunque su mayor éxito fue
el estreno el 29 de diciembre de La
Gaviota, de Chéjov, a la que se dedicaron 80 horas de
ensayos, mucho más de lo habitual, aunque Stanislavski se quedó
con la idea de que no había sido suficiente. El público aplaudió
calurosamente y la prensa alabó unánimemente la representación.
El 31 de diciembre Malietoa Tanumafili I fue coronado como rey de Samoa. Varias tribus samoanas se prepararon para iniciar una guerra.
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